LA AVENIDA DE MAYO CUMPLE HOY 120 AÑOS
Y LOS CELEBRA A PLENO

Aniversarios
Fue estrenada el 9 de Julio de 1894 tras una década de obras y polémicas. Hoy habrá desfiles, comidas y se verá la semifinal. Quieren restaurar sus cúpulas.


Notable. Una foto de 1911 de la Avenida,             desde el lado del Congreso hacia la Plaza de Mayo. La traza fue muy discutida.
Notable. Una foto de 1911 de la Avenida, desde el lado del Congreso hacia la Plaza de Mayo. La traza fue muy discutida.

Por Silvia Gómez


Vestidos con sus ropas y uniformes de obreros y enarbolando antorchas, un 8 de julio de 1894, más de 800 trabajadores protagonizaron una marcha que dejó habilitada uno de los íconos de la Ciudad: la Avenida de Mayo. Fueron quienes trabajaron durante más de una década para materializar lo que en aquellos tiempos era la representación de un país que respiraba aires de progreso y buscaba inspiración en los amplios bulevares franceses. Aquellos obreros, en su gran mayoría inmigrantes, lograron dejar una marca indeleble en la Ciudad. La inauguración oficial –con las pompas de la época– sería al día siguiente, un 9 de julio de 1894; 120 años atrás.
El arquitecto ideológico de la avenida, y quien propició su apertura, fue Torcuato de Alvear, el primer intendente que tuvo la Ciudad; quien murió antes de verla terminada. Y la construcción de la calle fue un desafio de tal magnitud que en la previa se la llamó la “Avenida de los Pleitos”. Es que por aquellos años Buenos Aires conservaba una impronta casi de aldea, con calles estrechas y una cuadrícula de damero típico del trazado colonial. Faltaban algunos años para que comenzara la construcción de los palacios y los edificios que aún hoy se conservan y que, muchos transformados en embajadas o instituciones, también son el sello distintivo de Buenos Aires.
En una investigación realizada por la Asociación de Amigos de la Avenida de Mayo, dan cuenta de las dos primeras transformaciones que demandó la construcción de la avenida: fueron la demolición de la Vieja Recova (que estaba ubicada en lo que lo que sería el medio de la Plaza de Mayo, al Oeste de la Casa Rosada actual) y del Cabildo, que era una reliquia intocable por aquellos años y que tenía tres arcos más que los dos actuales. También hubo que expropiar 13 manzanas para lograr el ensanche. Esto último también fue un escándalo, porque perjudicó a familias muy influyentes y pertenecientes a la alta sociedad de aquellas épocas.
Finalmente, en 1884 fue sancionada la ley que autorizaba la apertura de esta avenida de 30 metros de ancho. La obra definitiva terminó en septiembre de 1894, pero la inauguración ya se había hecho aquel 9 de julio.
Hoy siguen luciéndose sobre su traza un puñado de edificios maravillosos, por mencionar solo algunos: como el Palacio Barolo (en el 1370 de la avenida, de Mario Palanti, quien en el 1125 construyó el Hotel Castelar), el Café Tortoni (825), la Casa de la Cultura (565, ex La Prensa ), el Palacio Vera (769), el Edificio Siemens (869) y una joya del art decó, la sede de lo que fue el diario Crítica , construida por los hermanos Kalnay (en el 1333 de la avenida). Y en el Oeste de la calle, ocupando el 1400, el Palacio Heinlein cierra un recorrido magnífico: aunque ahora está deslucido, por la falta de mantenimiento, posee dos cúpulas simétricas y una gran ornamentación.
Y a lo largo de los años sus usos se fueron modificando. Aunque nació con aires residenciales, a principios del 1900 llegó a tener 18 hoteles. Luego vivió los vaivenes de la economía y de la política del país y debajo de sus cuadras adoquinadas se construyó la traza del primer subterráneo de América latina, la línea A (ver Y la rompieron para el subte...).
Desde la Asociación Amigos de la avenida contaron que hay un plan de reconstrucción de cúpulas y fachadas. “Hay que rejuvenecer y refundar la avenida que fue la expresión de la modernidad”, opinó Manuel Pérez Amigo. Quien además la consideró como “un símbolo del país”.
Hoy la Avenida de Mayo será escenario de una serie de festejos organizados por el Gobierno porteño y la CAME, que arrancarán a las 11.30 con la bendición de la Bandera y la interpretación del Himno por parte de la Banda del Regimiento de Infantería 1 de Patricios. Luego habrá un desfile de las colectividades y los centros tradicionalistas de Buenos Aires, quienes llegarán con sus caballos. A las 17 se transmitirá el partido de la selección Argentina contra Holanda en pantallas gigantes y después los locales gastronómicos ofrecerán promociones de happy hour.
Por su parte la subsecretaría de Derechos Humanos porteña organizará su tradicional “Buenos Aires celebra”, con puestos gastronómicos y de artesanías de las colectividades asentadas en la Ciudad. Con la caída del sol, se encenderá el faro del Palacio Barolo y las marquesinas y frentes de los edificios.
Emulando a esos 800 trabajadores que 120 años atrás empuñaron sus antorchas encendidas, un puñado de trabajadores gastronómicos les rendirán homenaje; también con antorchas ardientes.

Fuente: clarin.com

MURIÓ ROGELIO POLESELLO,
EL ARTISTA QUE VIO EL MUNDO COMO UN CALEIDOSCOPIO

Tenía 74 años y ayer tuvo un infarto en su casa.
Fue uno de los referentes del arte óptico de la Argentina y de Latinoamérica.
Lo velan hoy en la Legislatura.

Colores. Las figuras geométricas y la luz fueron protagonistas de la obra del artista plástico y escultor. / LEO VACA
Colores. Las figuras geométricas y la luz fueron protagonistas de la obra del artista plástico y escultor. / LEO VACA
Patricia Kolesnicov

Vestido de colores, sonriendo, como jugando: así se vio siempre a Rogelio Polesello. Quizás por esa vitalidad, la incredulidad atravesó ayer las redes sociales cuando corrió la noticia: había muerto el creador, el exponente del arte óptico, el hombre que diseñó la pintura de un Audi para un coleccionista de autos, que hizo un mural para el subte y un monumento por la batalla de la Vuelta de Obligado, el que esculpió para el Comité Olímpico, el que tiene obras en el Museo de Bellas Artes pero también en el Malba, en Caracas, en Miami, en México y en el Guggenheim de Nueva York.
A fin de mes iba a cumplir 75 años. En 2013 lo operaron de un aneurisma en la aorta; en diciembre tuvo una complicación y ayer murió de un infarto.
Polesello hacía arte con la luz. Y empezó de chico. El lo contó así: “Cuando chico, jugaba con un vidrio que me ponía en un ojo y así exploraba. Cuando empecé a pintar hacía monocromías buscando el oficio y me encontré un día sentado en casa pensando qué quería pintar; de pronto el sol atravesó la ventana y se deshizo en una de mis esculturas de acrílico, esos monóculos estridentes que conservaron mi infancia, y se expandió por todo el espacio ese mandato iridiscente y terminó la ceguera: aquí está, dije, agarré el soplete y junté el sol en el plano”. A través de vidrios había mirado los dibujos de su mamá: el efecto de la luz –decía– los convertía en caleidoscopios. Su arte sería eso: jugar con la luz y sus efectos.
Desde muy joven trabajó en publicidad. En ese mundo conoció nuevos materiales, como el acrílico, que le serviría para generar efectos ópticos: “Incorporé la trama de los lentes de aumento a las piezas de acrílico”, explicaría tiempo después. En la agencia publicitaria conoció, también, el mundo del consumo.
A la vez, estudiaba arte en la Escuela Prilidiano Pueyrredón. Tenía 20 años en los 60, cuando la idea de deformar la realidad y la psicodelia flotaban en el aire.
En 1959 expuso por primera vez; en 1965 participó en la Bienal de San Pablo y en el 69 exponía en el Instituto Di Tella, donde pasaba todo en esa época.
Polesello descomponía la geometría a su gusto, incluso en los paneles de acrílico en los que “cavaba” lupas. Quien se haya cruzado con alguno de sus grandes plásticos, se habrá rendido ante la tentación de jugar: a verse deformado, a dejarse atravesar por un funcionamiento nuevo de los ojos y de todos los sentidos, a mirar de una forma nueva.
La luz, el movimiento, como materia prima del arte. Ahora estaba trabajando en una retrospectiva importante que se haría en el Malba en junio del año que viene. “Tengo ganas de abrir la pared de la sala para que la exhibición se pueda ver a través de las esculturas de acrílico”, contó hace poco.
Para él, la obra no aparecía de un chispazo: “Como artista hay que tener muy claro lo que uno quiere hacer, la tecnología es sólo un apoyo, es la mente creadora la que dirige a la mano”. Hay que mirar la calle, dijo entonces, el arte de la calle.
Atento al presente, como quienes construyen el futuro, Polesello murió como vivió: lleno de proyectos.
Desde hoy a las 8 y hasta mañana, lo velan en la Legislatura.


Fuente: clarin.com

ABRIÓ UN PARQUE DE DIVERSIONES DEDICADO AL PRINCIPITO

Cultura

Queda en Francia. Son 24 hectáreas con globos aerostáticos y personajes del libro de Saint Exupéry
El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. (AFP)
El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim, Alsacia, al noreste de Francia. (AFP)

Hay globos aerostáticos, un gran tobogán con forma de serpiente, zorros y ovejas vivas: todo en el "Parque del Principito", un parque de diversiones que abrió ayer en Francia, inspirado en el famoso relato que Antoine de Saint-Exupéry publicó en 1943.
Son 24 hectáreas cerca de Mulhouse, una localidad muy cercana a la frontera con Alemania, y esperan que, en lo que queda del año, lo visiten unas 80 mil personas: a partir del año que viene, estiman unas 150 mil personas anuales al complejo, que incluye 31 juegos y atracciones inspirados no sólo en El Principito, sino en sus viajes a otros planetas y en los animales con los que se cruza en su periplo, que se tradujo a más de 270 idiomas y que lleva vendidos unos 150 millones de ejemplares en el mundo. Los lectores argentinos no se escapan del fenómeno: en la última Encuesta de Librerías que publicó la Ciudad de Buenos Aires, la historia de ese chico que, en un planeta lejano y chiquito ama una rosa y dibuja un elefante encerrado en la panzota de una boa, fue una de las 20 más vendidas en 2013.
No es la primera vez que los franceses explotan uno de sus éxitos literarios hasta convertirlo en un parque temático: Astérix ya tiene el suyo; siempre sirven para, además, contar la historia de los autores.
Uno de los autores del proyecto, Jérôme Giacomoni, contó a la prensa: "Nuestro objetivo es un púbico de chicos de entre 2 y 12 años, así como los adultos que todavía se acuerdan de que alguna vez fueron niños". Apela a esa sensibilidad a la que también invitaba el pequeño príncipe, a eso de no perder de vista, aunque pasen los años, que "lo esencial es invisible a los ojos".


El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP)
El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP) - See more at: http://hd.clarin.com/tagged/el-principito#sthash.TkahIEPS.dpuf

El  Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto  francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones  en Ungersheim, Alsacia, al noreste de Francia. Las  instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas  visitados por el protagonista de este clásico de la literatura  universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35  metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático  tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio  dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un  espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. Foto AFP 





El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP)

El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP)

El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP)

El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP)


Fuente: clarin.com

EL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN TENDRÁ EDIFICIO PROPIO

MAQUETA. El Archivo General de la Nación contará por primera vez con un edificio especialmente construido para albergarlo, el cual comenzará a levantarse en febrero próximo en el predio que la ex cárcel de Caseros ocupa en el barrio de Parque Patricios. (Télam)

MAQUETA. El Archivo General de la Nación contará por primera vez con un edificio especialmente construido para albergarlo, el cual comenzará a levantarse en febrero próximo en el predio que la ex cárcel de Caseros ocupa en el barrio de Parque Patricios.

Foto:Télam

HALLAN RESTOS DE UNA CIUDAD DE LA ÉPOCA GRECORROMANA

En el noroeste de El Cairo.
Detalle. La exploración magnética detectó construcciones y un muro. /EFE
Detalle. La exploración magnética detectó construcciones y un muro. /EFE

Expertos italianos y egipcios descubrieron las ruinas de una ciudad que data de la época grecorromana en la provincia de Al Bahira, al noreste de El Cairo, según informó ayer el ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati. A través de un comunicado, el funcionario explicó que los vestigios fueron hallados bajo una gran capa de limo en el área de Al Kom al Ahmar, a unos 25 kilómetros al sur del Rashid, un afluente del río Nilo.
La exploración magnética del lugar reveló que la zona contiene varias edificaciones rodeadas por un enorme muro de forma rectangular, que probablemente fueron dedicadas a usos administrativos y religiosos. Al Damati dijo que “este hallazgo tiene una importancia histórica, porque refleja la vida diaria de esa época”, entre el 343 a.C. al 395 d.C. Además, brinda “más detalles de la naturaleza arquitectónica de esas ciudades, ya que es un prototipo destacado del estilo helénico y romano”, según el ministro.
El miembro de la parte egipcia del equipo mixto, Mohamed Qanaui, explicó que las primeras investigaciones indican que la ciudad empezó a construirse en el Periodo Tardío faraónico (724-343 a.C.). Las excavaciones fueron efectuadas en conjunto por el Ministerio egipcio de Antigüedades y del Centro de Arqueología Italo-egipcio.

Fuente: clarin.com

SÁBAT MUESTRA SU GENIAL GALERÍA
DE PERSONAJES IMAGINARIOS

Abrió una exposición en Recoleta. “Borges y compañía” reúne una cincuentena de pinturas del eximio retratista rioplatense.
Borges. La única cara reconocible es la del autor de "El Aleph".
Ficciones. Sábat pintó a los hombres y mujeres inventados para esta exposición con óleo y agua sobre telas.
Ficciones. Sábat pintó a los hombres y mujeres inventados para esta exposición con óleo y agua sobre telas.
Inauguración. De izq. a der., el director del Recoleta, Mauricio Macri, "Menchi" Sábat y Hernán Lombardi. /CCR

EL MISTERIO DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA

Georges Braque, Escuela Francesa, 1882-1963, La mesa redonda, 1929

Por Daniel Muchnik / Para LA NACIÓN 




¿Hay alguna norma especial, un método único para poder crear? ¿ Forma parte de un ejercicio, hay que estar dotado de un genio único, vivir experiencias al límite? ¿ Hay que sufrir?
De este misterio se han ocupado muchos expertos y se ocupó ahora también el escritor Mason Currey en un libro que reactualiza la pregunta, Rituales Cotidianos. Cómo trabajan los artistas, Pero ninguno ha logrado dar con la fórmula ideal para llegar frente al papel, la tela o la piedra y transformarlos en objetos bellos, irrepetibles. No sirven ni los libros de autoayuda, ni los academicismos, ni las historias de vida, ni las autobiografías.
Hay quienes recurren a ciertas "ayudas especiales", pero tampoco son todos. Balzac, sumido en las deudas, trabajaba después de cenar, a la luz de las velas, a gran velocidad, acompañado de un jarrón de café a la espera de que el mensajero de la imprenta pasara a buscar sus escritos a las 6 de la mañana. Muchas veces se ataba a la silla para que el sueño no le ganara. Tampoco se valieron de estimulantes externos Víctor Hugo, Flaubert, Tolstoi, Chejov, Shostakovich. Eran pródigos en la escritura y el pentagrama, y no conocían impedimentos.
En cambio, Berlioz, enamoradísimo de una actriz pero rechazado en su pasión ingresó en un fumadero de opio durante varios días para olvidar . Después de ese trance escribió su insuperable "Sinfonía Fantástica". Lo acompañaron muchos más con el opio y la absenta, la bebida verde de efectos alucinógenos prohibida en el hemisferio norte a fines del siglo XIX. Tenía demasiados adictos, entre ellos Edgar Allan Poe, Arthur Rimbaud, Vincent Van Gogh . La droga les resultaba imprescindible para relajarse o pensar. Los grandes pintores impresionistas no buscaron ninguna inspiración más que en su alma. Fue el caso de Pisarro, Manet, Monet y Renoir. Los autores norteamericanos conocidos en la primera mitad del siglo XX como Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, William Faulkner, reclamaban altas dosis de alcohol. El mismo camino recorrido por el poeta Dylan Thomas y el austríaco Joseph Roth. La generación que llegó después de ellos apeló a estimulantes pesados, de alto riesgo.
Pero, ¿era y es necesario bordear el límite para poder crear? ¿ O el talento, la sabiduría innata barre todo obstáculo?
Hay escritores, pintores, escultores, que tuvieron una perseverancia extrema, cumplieron horarios, descansaron cuando debían. Un ejemplo paradigmático fue Thomas Mann
(1875-1955). Y otros como Stefan Zweig , Bertrand Russell, Hannah Arendt. No había para ellos más que esfuerzo, dedicación extrema junto con un mundo familiar que los ayudara en el emprendimiento. O ámbitos de estudio donde la constancia era un valor. Todo se reducía al talento innato personal, al amor comprometido por lo que se hacía.
Otros necesitaron el caos. El poeta W.H.Auden recurría a las anfetaminas. A la noche, antes de acostarse tomaba sedantes. Auden consideraba a la bencedrina como "un invento que ahorra trabajo" en la "cocina mental".
Jean-Paul Sartre escribía obsesivas seis horas diarias, pero no quería perderse ningún encuentro con colegas, en las que había abundantes comidas y bebidas, droga y cigarrillos. La desmesura formaba parte de su personalidad. Padecía de insomnio, y antes de entrar en colapso lo combatía con barbitúricos. Pero a la mañana apelaba a una mezcla de anfetaminas y aspirinas muy divulgada entre estudiantes e intelectuales parisienses.
Glenn Gould, un pianista canadiense genial, para muchos especialistas un intérprete irremplazable, era en su cotidanidad, un talento excéntrico, sin amigos. Practicaba de noche porque no le gustaba la luz del sol. Y siempre, antes y después de los ejercicios, ponía sus manos bajo la canilla de agua casi hirviendo mientras usaba un sedante poderoso.
El muy británico Somerset Maugham escribía con gran intensidad y facilidad. Aunque siempre reflexionaba antes largo tiempo sumergido en la bañera y bien acompañado de botellas de whisky. Pablo Picasso, que se acostaba tarde y se levantaba tarde, se encerraba en su estudio, absorto, desde el mediodía hasta la caída del sol. Nadie podía interrumpirlo. El mundo dejaba de existir.
Entre los rigurosamente metódicos, que respetan horarios, caminatas, lecturas y vida social, modélicos, apartados de adicciones fuertes aparecen Immanuel Kant, Sigmund Freud, Carl Jung, Richard Strauss, Henri Matisse, Benjamin Britten y Henry James. Encaraban todo con calma admirable, sin ansiedades, apartados de rituales obsesivos. Freud aprovechaba sus vacaciones, de tres largos meses, siempre en las montañas, para escribir su inmensa obra.
Son muy extraños, dispares y extremos los vínculos del hombre con la creación. Los caminos que eligieron para alcanzarla fue una proyección de sus personalidades, de sus limitaciones y frustraciones o de sus talentos. Lo fundamental es que quedaron sus obras, las que nos permiten seguir vivos y entender que la estética es lo que nos redime y nos hace más humanos.

Fuente: lanacion.com