CUANDO LA PLAZA LIBERTAD FUE UN CAMPO DE BATALLA

Fue en 1890, a pocas cuadras donde 46 años más tarde estaría el Obelisco. Un intento por derrocar a Juárez Celman dejó 150 muertos.

Escenario. La plaza ocupa la manzana de Cerrito, Paraguay, Libertad y Marcelo T. de Alvear. / LORENA LUCCA

Por Eduardo Parise

Fue una batalla brutal, con cientos de muertos y heridos. Y ocurrió a pocas cuadras del Obelisco, pero 46 años antes de que existiera el Obelisco. Ya hacía una década que Buenos Aires era la Capital Federal, algo que también había generado enfrentamientos en la Ciudad. Sin embargo aquel combate, ocurrido en julio de 1890, tuvo un escenario impensable para quienes, desconociendo ese pasado, lo recorren hoy: la actual plaza Libertad.
Ocupa una manzana, entre las calles Cerrito, Paraguay, Libertad y Marcelo T. de Alvear. Y como símbolo de identidad, en el centro tiene una estatua hecha en bronce que recuerda a Adolfo Alsina, una obra del francés Aimé Millet. Instalado en 1882, el monumento evoca a ese caudillo unitario que fue gobernador de la provincia de Buenos Aires y vicepresidente de la Nación, cuando el presidente era Domingo Faustino Sarmiento. El monumento fue el lugar junto al cual, durante los combates de 1890, se amontonaban los cadáveres de los caídos en la batalla.
Aunque el número exacto nunca se precisó, los historiadores hablan de más de 150 muertos, que eran transportados hasta el lugar en carretillas. También recuerdan a más de 300 heridos, asistidos en la vecina capilla de Nuestra Señora de las Victorias (que ya estaba junto al asilo y colegio de Paraguay, entre Libertad y Talcahuano), convertida en banco de sangre.
¿Cuál había sido el origen de semejante masacre? En la madrugada del 26 de julio de 1890 unos 900 militares y 300 civiles (muchos de la recién fundada Unión Cívica) iniciaron un proceso revolucionario destinado a derrocar al presidente Miguel Juárez Celman, concuñado de Julio Argentino Roca, quien lo había precedido en el cargo. A los rebeldes los lideraba el general Manuel Jorge Campos. El foco rebelde se situó en los cuarteles del viejo Parque de Artillería que estaba donde ahora se encuentra el Palacio de Tribunales, frente a la plaza Lavalle. Pero el gobierno decidió enfrentarlos y organizó tropas al mando del general Nicolás Levalle (ministro de Guerra), a quien acompañaron el coronel Capdevila (jede de la Policía) y el general Donato Alvarez (jefe del Estado Mayor).
Los tiroteos empezaron cerca de las 9 de la mañana. Y cuentan que hubo un momento en que las tropas del gobierno casi sucumben. Hubo un gran desbande cuando a Levalle y a varios de sus oficiales les mataron los caballos. Pero el ministro se repuso y logró reagrupar a los soldados en la plaza Libertad. Dicen que a algunos lo llevó a cintazos y a punta de pistola desde los andamios de la obra del primer edificio del teatro Coliseo, que estaba en construcción. Allí, les hizo cantar el Himno y volvieron al combate. Al rato, también llegaba el vicepresidente Carlos Pellegrini.
Mientras los cadáveres, tapados con lonas, se apilaban junto al monumento a Alsina, el coronel Ignacio Garmendia pensó un plan. Como cada avance frontal contra el Parque de Artillería terminaba en masacre, propuso ir perforando paredes de las casas de dos manzanas y mover a las tropas por ese circuito para llegar por un flanco y atacar a los rebeldes por sorpresa. Al día siguiente hubo una tregua, pero la suerte de los revolucionarios estaba echada. Fue derrota, aunque en agosto Juárez Celman dejó el gobierno y asumió Pellegrini.
Después, la plaza Libertad volvió a ser parque público como lo habían pensado en 1809 algunos vecinos de la zona y como lo habían propuesto, en plena Revolución de Mayo, Manuel Belgrano, Cornelio Saavedra y Manuel Castelli. Ellos la habían denominado plaza “Fernando VII”, dejando atrás el nombre de doña Engracia, una negra que, a fines del siglo XVIII, se había instalado en ese “hueco” lleno de pajonales. En 1822 ya se llamaba plaza de la Libertad.
Los ruidos de balas y cañonazos quedaron en el pasado. Las fogatas del vivac de los combatientes también. Pero el recuerdo de aquellos duros momentos siempre flotará en el aire. Lo mismo ocurre junto al puente Alsina, en Pompeya. Allí, en junio de 1880, la guerra civil enfrentó a tropas nacionales con tropas bonaerenses. Aquella vez hubo 1.200 muertos. Pero esa es otra historia.


Fuente: clarin.com

CUSTODIAN LA ESTATUA DE COLÓN
PARA EVITAR QUE LA TRASLADEN

El sábado fue removida en la plaza que está detrás de la Rosada y la Ciudad dejó una guardia para que no se la lleven. En la Justicia buscarán frenar a la Nación, que quiere mudarla a Mar del Plata.

Acostado. La escultura está sobre una tarima de madera. Especialistas dicen que esa posición podría afectar seriamente una estructura que ya exhibe muestras de deterioro.
Por Einat Rozenwasser

Después del revuelo del sábado, el parque Colón, detrás de la Casa Rosada, recuperó la calma. En cada uno de los accesos, un móvil de la dirección de Tránsito de la Ciudad custodiaba los movimientos para evitar que la estatua de Colón fuera trasladada. Del otro lado de la reja, la figura de seis metros del navegante genovés seguía recostada sobre la tarima en la que la habían dejado el día anterior. Y había un agente de la Policía Federal y un gendarme que cumplían su guardia. Tanto desde el Gobierno porteño como desde la ONG Basta de Demoler anticiparon que hoy recurrirán a la Justicia para impedir que se lleven el monumento.
El jefe de Gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en declaraciones a Radio 10 catalogó de “increíble” el avance del Gobierno nacional sobre la medida cautelar que suspendía por tres meses “cualquier acto que implique el traslado del monumento”. Y apuntó que la Nación “busca el conflicto por el conflicto mismo”. Desde el Gobierno, al igual que el sábado, siguió el silencio oficial.
En marzo Clarín anticipó en exclusiva las intenciones del Gobierno nacional de mudar el monumento a Cristóbal Colón a Mar del Plata para reemplazarlo por otro que homenajea a Juana Azurduy. El 31 de mayo intentaron desmontar la estatua, pero funcionarios porteños y representantes de ONGs lograron impedirlo y presentaron un amparo. A mediados de junio, la jueza subrogante María Alejandra Biotti, del Juzgado Contencioso Administrativo Federal N° 12, dictó la medida cautelar. ¿Qué dice? “El Poder Ejecutivo Nacional deberá abstenerse de concretar cualquier acto que implique el traslado. Ello, sin perjuicio de las medidas que pudiera adoptar para la conservación y/o preservación del monumento”. En esa línea fue la explicación que dio el sábado el ingeniero Juan Arriegue, a cargo del operativo. Aseguró que se desmontaba la estatua para restaurarla y que luego volvería a su lugar.
¿Era necesario bajarla para repararla? “La información brindada por los responsables del proyecto es fragmentaria y contradictoria. No tenemos acceso a la evaluación ni se ha dado a conocer en qué consiste el proyecto, más allá de la búsqueda constante de razones que justifiquen sacar ese monumento”, respondió Marcelo Magadán, arquitecto especialista en conservación de Monumentos Históricos, que había realizado una inspección del de Colón en 2012. Y agregó: “Es una falacia que exista la necesidad de desmontar la estatua para restaurarla. En este caso, el desmonte se habrá de convertir en un nuevo y decisivo factor de destrucción de la obra”.
María del Carmen Arias Usandivaras, abogada de Basta de Demoler, anticipó que hoy presentará denuncias penales en la Justicia Federal contra el Gobierno nacional y contra el porteño: “Uno por hacer y otro por no impedir”, explicó. También hará una presentación en el Juzgado Contencioso Administrativo Federal N° 12. En tanto Gerardo Gómez Coronado, defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad, dijo que además de acompañar la acción de las ONGs van a reiterar el oficio para que el Gobierno de la Ciudad sea actor principal en este conflicto, tal como establece el convenio firmado en 2007 para la utilización del Parque Colón.

El monumento ahora corre más peligro, según los especialistas

“Todo movimiento entraña un riesgo para la obra. Más cuando esto no parece necesario”, sostiene Marcelo Magadán, arquitecto especialista en conservación y restauración que a principios de 2012 realizó un estudio sobre este monumento a pedido de las autoridades nacionales. “A la luz de las normas internacionales de conservación y manejo del patrimonio cultural no hay un solo motivo que justifique desmontarla. Un tema sobre el que ya se está hablando en distintos foros dedicados a la especialidad”, sostiene.
El hecho de que permanezca recostada también puede ser perjudicial para la obra. “Las fisuras que presentan algunos bloques del monumento siguen las líneas naturales de las fallas del material. Los escultores que trabajan con mármol saben que los bloques tienen vetas y que hay un modo correcto de emplearlos para que funcionen correctamente desde el punto de vista estructural”, explica. Y agrega: “Ese bloque estaba preparado para que Colón esté parado. Que haya soportado en posición vertical sin mayor problema estos 90 años es una manera de comprobarlo. Esto, a pesar de que las piernas son más angostas que el resto del cuerpo. Ahora lo acostaron, lo apoyaron sobre su lado débil. Hay una fisura (irrelevante para posición vertical) debajo de la capa y por encima de su pierna derecha, por la que podría producirse una fractura con la obra acostada, ante vibraciones o golpes”.
En función del diagnóstico que habían realizado, estima que la reparación llevaría entre seis y ocho meses. Y luego habría que volver a colocarla en su lugar, con el riesgo que este movimiento implica.

Fuente: clarin.com

LA REMOCIÓN DE COLÓN YA COSTÓ POR LO MENOS US$ 84.536

Disputa




La remoción del monumento a Cristóbal Colón frente a la Casa Rosada le costó a la Nación US$ 84.536,58 dólares por una semana. Pero el monto total seguramente será mucho mayor, ya que la maquinaria estuvo detenida en la plaza Colón durante un mes. Sólo el alquiler de la mayor de las grúas cuesta US$ 23.500 semanales.
Así se desprende del presupuesto entregado por la firma Alpa Vial SA -contratada por el Gobierno para el operativo-, que a su vez subcontrató a la empresa de grúas Tecmaco, que anteayer removió la estatua .
Los trabajos son materia de fuerte disputa. Fuentes de la Subsecretaría de Obras de la Nación destacaban ayer que la estatua de Colón donada a la Argentina por la comunidad de inmigrantes italianos había sido removida sólo para "restaurarla". La Ciudad insiste en que la Nación no tenía el permiso para hacerlo y adelantó que recurrirá a la Justicia.
LA NACION accedió a documentos (facturas y presupuestos) en los que la empresa Alpa Vial detalló cómo sería la remoción de la estatua y su eventual traslado a Mar del Plata. De hecho, el 21 de mayo, días antes del primer intento fallido para llevar la estatua a Mar del Plata, la empresa Tecmaco presupuestó a la firma Alpa Vial (a la que el Gobierno encomendó la remoción de la estatua) el alquiler y la movilización de una grúa telescópica Demag de 200 t, una Tadano Tx 500 de 50 t, y otra telescópica de 120 t, entre otros equipamientos y gastos, con un costo de 84.536,58 dólares.
En cuanto a las condiciones de contratación, Alpa Vial exigió un anticipo de US$ 21.172,70 y un saldo con un cheque a 30 días, documento firmado por el ingeniero Guillermo F. Baduna. LA NACION logró contactar ayer a Ariel Rodríguez, de Alpa Vial, quien formó parte de las negociaciones por la contratación, pero no quiso responder a ninguna de las inquietudes. "Debe contactarse mañana [hoy] con la empresa, me está haciendo muchas preguntas", se excusó.
El 27 de mayo, Tecmaco emitió una factura (N°0006-00001572) para Alpa Vial, domiciliada en avenida Luro 3071, Mar del Plata, por US$ 21.152,70 por la prestación de equipos y grúas. El 30 de mayo, Tecmaco envió un recibo a Alpa Vial por 111.474,72 pesos. Un día después comenzaron los primeros movimientos de las grúas detrás de la Casa Rosada.
Eduardo Corbacho, gerente de Alquileres de Tecmaco, dijo ayer a LA NACION que al no estar en su oficina no le era posible corroborar los costos económicos de la operación.
Nadie supo responder, además, cuánto le cuesta a la Nación tener las grúas detenidas en la plaza Colón por cuatro semanas, teniendo en cuenta que el presupuesto inicial era de 84.536 dólares por el operativo, que demandaría siete días.
Por encontrarse en infracción, la Ciudad le labró multas de tránsito a las grúas, que presentaron un plan para entrar y salir del microcentro.
El monumento a Colón estaba protegido por una cautelar de la Justicia que impide su traslado. El Gobierno prevé llevarla a Mar del Plata y colocar en su lugar una estatua donada por el presidente de Bolivia, Evo Morales, en homenaje a la heroína de la independencia Juana Azurduy.
El fallo, firmado el 12 de junio por la jueza María Alejandra Biotti, obliga al Gobierno a "abstenerse de concretar cualquier acto que implique el traslado del monumento [...], sin perjuicio de las medidas [...] para la conservación y/o preservación". En ese caso, dictamina que se hará "en concurrencia con las autoridades respectivas". El plazo de vigencia de la medida impuesto por la jueza es de tres meses a partir de la sentencia.
Esa orden judicial hacía lugar parcialmente a una medida cautelar solicitada por la asociación Basta de Demoler, que procuraba impedir el desplazamiento del monumento.
Y reafirmaba, a su vez, lo establecido en una medida precautelar del 31 de mayo, en la que también se prohibía trasladar el conjunto escultórico. Sin embargo, y a diferencia de la cautelar de junio, en la orden de mayo también se impedía el desmantelamiento. Esa medida, firmada por la jueza Claudia Rodríguez Vidal, imponía "interinamente" al Poder Ejecutivo nacional "abstenerse de concretar cualquier acto que implique el desmantelamiento".
La diputada nacional Graciela Ocaña (Confianza Pública) dijo a LA NACION que "es increíble que Cristina Kirchner viole una medida cautelar dictada por la Justicia al remover la estatua de Colón. La Presidenta debe comprender que debe cumplir con las decisiones judiciales".


El conflicto, paso a paso

Pujas entre Nación y Ciudad por la estatua de Colón
  • A Mar del Plata
    El gobierno nacional ordenó la remoción y el traslado a Mar del Plata del Monumento a Colón, ubicado detrás de la Casa Rosada

  • Negativa local
    El gobierno porteño se negó a dicha mudanza, teniendo en cuenta que la plaza Colón está bajo su jurisdicción

  • Amparo de vecinos
    La Justicia hizo lugar parcialmente a una medida cautelar solicitada por la asociación Basta de Demoler, que procuraba impedir el desplazamiento del monumento

  • Otra vez a la carga
    Pese al fallo judicial que impide su remoción y traslado, anteayer el Gobierno decidió quitar el Monumento a Colón "para restaurarlo", según indicaron oficialmente


    Fuente: lanacion.com

CON LA EXCUSA DE RESTAURARLA;
DESMONTARON LA ESTATUA DE COLÓN

Demoraron cinco horas para mover la estructura; el gobierno porteño afirma que es otra provocación de la Nación; para Rodríguez Larreta, si siguen así "se llevan hasta el Obelisco"


La operación comenzó después del mediodía y se extendió durante cinco horas. Unos diez operarios sujetaron el cuello y los brazos de la estatua de Cristóbal Colón con eslingas que, más tarde, se engancharon a una gigantesca grúa. Ante un público atónito -e indignado- y bajo la supervisión de un dron -una suerte de pequeño helicóptero con una cámara de video y manejado a control remoto-, el bloque de mármol comenzó a moverse y quedó suspendido en el aire, hasta terminar recostado sobre una tarima próxima a la obra. El pedestal, también de mármol, sobre el que se apoyaba la figura de Cristóbal Colón quedó vacío. Detrás, las luces de la Casa Rosada se encendieron.

Asi, terminaba un nuevo capítulo -que no será el último- de la disputa entre el gobierno nacional y el de la Ciudad, enfrentados por la remoción de la estatua. El monumento estaba protegido por una cautelar de la Justicia que impide su traslado. La estatua de Colón fue donada a la Argentina por la comunidad de inmigrantes italianos, en ocasión del primer centenario de la Independencia.

Un proyecto del gobierno nacional prevé su traslado a Mar del Plata para colocar en ese sitio una estatua donada por el presidente de Bolivia, Evo Morales, en homenaje a la heroína de la independencia, Juana Azurduy.

El ingeniero Juan Alberto Arriegue, responsable de las tareas que se realizaron ayer, aseguró a la nacion que el levantamiento de la estatua estaba destinado a su "conservación y mantenimiento", y que no se preveía "ningún traslado que la deteriore". Explicó a su vez que las obras, a cargo de la empresa Alta Vial SA (contratada, según dijo, por la Subsecretaría de Obras de la Nación), se emprendieron debido a que "el capitel [la pieza sobre la que se apoyaba la escultura y que corona el pedestal] está partido en dos".

"Hay riesgo de colapso y no podemos dejar que avance el deterioro", afirmó. Argumentó que "en el marco de la justicia se permiten realizar trabajos de mantenimiento", y adelantó que las tareas de restauración del capitel se extenderán durante una semana.

Una orden de la jueza María Alejandra Biotti (ver aparte) impedía al Ejecutivo Nacional a "trasladar" el monumento y le imponía que, en el caso de que se realizaran obras de preservación, estas debían emprenderse "en concurrencia con las autoridades respectivas".

Según afirmó a la nacion Tomás Insausti, jefe de gabinete de la Dirección General de Inspección del Uso del Espacio Público del gobierno de la ciudad, ésta no fue notificada previamente del inicio de las obras.

El funcionario relató además que los efectivos de la Policía Federal y Gendarmería que custodiaba la entrada a la Plaza Colón prohibieron el ingreso del personal del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño. A su vez, el pedido de realizar un peritaje en conjunto sobre el monumento con una comisión que representara a la Ciudad tampoco fue atendido.

La fiscal Sandra Guagnino -de la Cámara en lo Contravencional N° 2 porteña- explicó que Alta Vial SA "no tiene el permiso de la Ciudad ni ningún otro para proceder con las obras". Afirmó además que la fiscalía tampoco tuvo acceso al monumento para inspeccionar los daños, ya que la Plaza se encuentra custodiada y enrejada. Por esto ordenó a la Policía Metropolitana que custodie el lugar para evitar la salida del personal a cargo de las obras y las grúas.

En relación a la remoción de la estatua, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sostuvo que se trata de "una provocación a la comunidad italiana, a todos los porteños, a la Justicia y al gobierno de la ciudad", y aseveró: "El fallo es clarísimo. No se puede tocar el monumento. Como ya dije, si siguen así, se van a terminar llevando el Obelisco".
Mientras se desmantelaba el monumento, la presidenta de la asociación Basta de Demoler, impulsora de la medida cautelar para proteger la obra, junto con el defensor adjunto del pueblo, Gerardo Gómez Coronado, radicaban una denuncia en la comisaría 2a.


Fuente: lanacion.com

RETIRARON LA FIGURA DE CRISTÓBAL COLÓN DEL MONUMENTO

Pese a la prohibición de la Justicia, operarios removieron esta tarde la escultura que está en la plaza detrás de la Casa Rosada

La estatua de Colón, en el momento en que fue desmontada. Foto: DyN
 


En plena luz del día, la grúa removió la figura de Colón.  Foto:  DyN 

En plena luz del día, la grúa removió la figura de Colón.  Foto:  DyN 


Por Lucas Parera  | Para LA NACIÓN

LA NACIÓN se acercó al lugar y pudo hablar con el responsable del trabajo, que dijo que el monumento no será trasladado, sino que "será desmontado", con la excusa de que está en malas condiciones.
"No vamos a trasladar la estatua, solamente vamos a someterla a un proceso de restauración, ya que varios informes señalaron la posibilidad de que colapse, debido a su deterioro", señaló Juan Arriegue, ingeniero a cargo del operativo, a LA NACIÓN.
El ingeniero indicó que en "primer lugar" será restaurada la estatua a Colón, y luego verán "qué otras partes del monumento se encuentran en mal estado", para "proceder a desmontarlas para su refacción". Un equipo de operarios trabajará junto a escultores y representantes de la facultad de Bellas Artes.
Atilio Alimena, defensor del pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, afirmó que "es un atropello a la Constitución". Sobre la remoción del monumento dijo que la misma se hace "sin ningún tipo de permiso ni habilitación".
La iniciativa provino de "la Secretaría de la Presidencia", según indicó Arriegue, y se eligió un sábado "porque facilita el acceso de las grúas y de los equipos".
"No sabemos cuándo vamos apoder volver a colocar la estatua, esperamos que pronto", prometió, y luego añadió: "Antes de iniciar con el proceso de restauración, hablamos con la comunidad italiana y obtuvimos su apoyo".
El posible traslado de la estatua a Mar del Plata y su reemplazo por una de Juana Azurduy había causado un duro enfrentamiento entre el Gobierno nacional y el Gobierno porteño.
Actualmente, una medida cautelar emitida por la Justicia impide el traslado del monumento. "Las medidas de refacción y restauración se inscriben dentro de lo permitido. Lo que está prohibido es el traslado de la estatua, pero nosotros no vamos a hacer eso. Independientemente de su traslado futuro o no. Si es que sucede y si todos los actores involucrados así lo desean, se hará o no, pero lo importante es poder mantener el patrimonio que significa esta estatua", concluyó Arriegue.
Pese a la orden judicial, las grúas continuaron su trabajo de remoción.  Foto:  DyN
Ninguna autoridad se hizo presente mientras quitaban la figura del descubridor de América.  Foto:  DyN
La comunidad italiana en la Argentina se quejó de la quita del monumento.  Foto:  DyN
La figura de Cristóbal Colón yace en el suelo, después de la disputa entre Nación y Ciudad.  Foto:  DyN
Colón y de fondo, la Casa Rosada, desde donde se dio la orden de bajar la estatua.  Foto:  DyN
Operarios quitan las sogas de la grúa que bajó la figura de Cristóbal Colón de su pedestal.  Foto:  DyN
Prolijamente embalada, la figura ahora descansa en el piso de la plazoleta frente a la Casa Rosada. Foto:DyN


Fuente: lanacion.com


PESE A LA PROHIBICIÓN DE LA JUSTICIA,
ESTÁN DESMONTANDO EL MONUMENTO A CRISTÓBAL COLÓN

Están desmontando la estatua a Cristóbal Colón

Pese a la prohibición de la Justicia, operarios están desarmando el monumento




Pese a la prohibición de la Justicia, operarios estaban desmontando esta tarde el monumento a Cristóbal Colón ubicado detrás de la Casa Rosada.
LA NACIÓN se acercó al lugar y puedo hablar con el responsable del trabajo, que dijo que el monumento no será trasladado, sino que "será desmontado", con la excusa de que está en malas condiciones.

Fuente: lanacion.com

RAYUELA: LA NOVELA QUE REVOLUCIONÓ LA LECTURA,
CUMPLE MEDIO SIGLO

Editada en junio de 1963, la obra de Julio Cortázar provocó admiración por el riesgo sonoro y sintáctico; se la recuerda con una edición conmemorativa y actividades en París

Por Franco Varise  | LA NACiÓN


"Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón..."
Rayuela nunca fue una novela. Es más bien una especie de río abierto y caudaloso. A cincuenta años de su primera edición, la gran creación de Julio Cortázar, también puede analizarse como un dispositivo extraliterario donde, como al inicio de esta nota, el autor apela al "gíglico", un idioma creado para la expresión absoluta.
El aniversario de los 50 años, que contará con conmemoraciones en la Argentina y en Francia, donde vivió, plantea una pregunta: ¿qué hace a esta obra tan fascinante todavía? Experimentación sonora y sintáctica, posibilidades de lecturas diversas; interpelación a la participación del lector y una sutil postura contracultural evocadora de las contradicciones de los sesenta hicieron de este simple objeto de pensamiento, papel y tinta un artefacto potente. Su secreto magnetismo cautiva a lectores de generación en generación. Con el tiempo, el texto ganó la admiración de grandes de la literatura. "Ningún otro escritor dio al juego la dignidad literaria que Cortázar, ni hizo del juego un instrumento de creación y exploración artística tan dúctil y provechoso. La obra de Cortázar abrió puertas inéditas", expresó el escritor peruano Mario Vargas Llosa. "Si no hay una voluntad de lenguaje en una novela en América latina, para mí esa novela no existe. Yo creo que la hay en Cortázar, que para mí es casi un Bolívar de la literatura latinoamericana. Es un hombre que nos ha liberado, que nos ha dicho que se puede hacer todo", consideró Carlos Fuentes. "Prosa hecha de aire, sin peso ni cuerpo, pero que sopla con ímpetu y levanta en nuestras mentes bandadas de imágenes y visiones, vaso comunicante entre los ritmos callejeros de la ciudad y el soliloquio del poeta", opinó Octavio Paz. "Cortázar es el mejor", añadió sintético el escritor chileno Roberto Bolaño. "Cortázar nos ha dejado una obra tal vez inconclusa, pero tan bella e indestructible como su recuerdo", dijo Gabriel García Márquez. Y las opiniones compiladas a lo largo del tiempo no escatiman elogios. Hoy Rayuela es parte del programa de lectura de muchas escuelas secundarias argentinas. Algo impensado hace cinco décadas, cuando la novela irrumpió en la escena literaria de habla hispana como algo extraño. Cortázar, que murió en París en 1984, compartió sus intenciones en una entrevista de la década del setenta: "A mí se me ocurrió, y sé muy bien que era una cosa muy difícil, un texto donde el lector en lugar de leer consecutivamente una novela tuviera opciones, lo cual lo situaría ya casi en pie de igualdad con el autor, porque él también había tomado diferentes opciones al escribir el libro".
La primera página del libro se titula "Tablero de dirección" y destruye en el mismo umbral de la obra el orden formal entre "lo escrito" y "lo leído" al proponer dos maneras de leer las seiscientas páginas que siguen: de corrido -en cuyo caso el libro terminaría en el capítulo 56 siendo el resto "prescindible"- o como propone el autor, según un orden alterado en el que ubica como primero al capítulo 73, en cuyo caso todos los capítulos serían "necesarios". Así lo explicó Cristina Feijóo en una nota titulada "El pensamiento de Cortázar en Rayuela" publicada en la revista literaria La Máquina del Tiempo.
Pero la invención de Cortázar no sólo fascina a otros escritores y a miles de lectores. También llamó la atención del mundo científico por su construcción basada en diferentes capas. "Rayuela es, sin duda, una novela excepcional que aborda una multiplicidad de temas y miradas acerca del hombre y del sentido de su existencia. Si bien algunos aspectos han envejecido mejor que otros, hay uno en particular que está hoy más vigente que nunca: la búsqueda. Rayuela es para mí, entre muchas otras cosas, una novela acerca de la necesidad de buscar, de buscarse y de buscarnos. Es además una búsqueda hacia adelante, hacia lo nuevo y desconocido, hacia lo abierto. Una búsqueda del hombre nuevo (como se ha señalado tantas veces) pero también de un nuevo lenguaje y de una nueva relación entre el lector y la novela. En estos tiempos que corren, el espíritu de búsqueda que representa Rayuela debería estar hoy más vivo y presente que nunca", consideró a LA NACION Gustavo Ariel Schwartz, investigador del CSIC en el Centro de Física de Materiales de San Sebastián, España.
El domingo 20 de octubre de 1963 se publicó en LA NACION la crítica literaria a cargo de Juan Carlos Ghiano con el título: "Rayuela, una ambición antinovelística". En el texto, el autor, no sólo reseña la obra sino que también aporta datos de la "muchachada" literaria de la época a la que pertenecía el autor y señala como influencias a Alfred Jarry y el Joyce por fuera de Ulisses. Ghiano, que se declara admirador de Cortázar, desliza algunas críticas: "Rayuela, intensamente auténtica en algunos capítulos, muy pocos, decepciona y fatiga en la totalidad". Y agrega: "Cortázar ha querido ser el escritor voyant que pedía Rimbaud y del intento surge lo antinovelístico de su libro, tan preocupado por lo que intenta destruir que no siempre alcanza la novedad anunciada con insistencia".|
Cortázar fijó su residencia definitiva en París en 1951, donde murió en 1984. Desde allí desarrolló una obra literaria única dentro de la lengua castellana. Algunos de sus cuentos figuran entre los más perfectos del género. Rayuela marcó un hito dentro de la narrativa contemporánea. Por eso, la editorial Alfaguara lanzó una reedición conmemorativa, y en París el Instituto Cervantes inauguró la semana pasada una exposición y publicó una guía de París basada en los lugares que menciona la novela.

Un autor y una obra que siguen vigentes

 
Julio Cortázar. 
  • Julio Cortázar
    Escritor

    Fue un escritor, traductor e intelectual argentino nacido en Bélgica y nacionalizado francés
La primera tapa de Rayuela. 
  • 1963
    La primera tapa de Rayuela con el juego infantil desplegado como alegoría
La reedición 2013. 
  • 2013
    La reedición incluye un apéndice en el que el autor cuenta la historia del libro