Las obras de Blaszko, fundador del grupo Madí, están en colecciones públicas y privadas del Malba y el Mamba en Buenos Aires, el Museo Madí en Dallas y la Fundación Cisneros en Venezuela.
Una muestra del escultor argentino Martín Blaszko, uno de los fundadores del mítico grupo Madí, se expone en París desde el 20 de junio y hasta el 15 de julio. En el Espacio Meyer Zafra, ubicado en el céntrico barrio Le Marais y con otra galería en Nueva York, se exponen esculturas, cuadros y collages de diferentes etapas de su obra, desde los años cincuenta hasta 2010.
Blaszko, nacido en Berlín en una familia de origen judío en 1920, llegó a Buenos Aires aún veinteañero, huyendo de los nazis, y allí falleció en 2011. Fue un pionero de la abstracción geométrica en América Latina. A través del uruguayo Carmelo Arden Quin se familiarizó con el constructivismo, un movimiento nacido en Rusia que tuvo un desarrollo particular en el Río de la Plata con el uruguayo Joaquín Torres García, una especie de 'alter ego' sudamericano de su amigo holandés Piet Mondrian.
Junto a Arden Quin y otros, Blaszko fundó a mediados de los años cuarenta el grupo Madí, por entonces la vanguardia de las artes plásticas en la ciudad porteña. "Después, conservando algunos puntos de contacto con sus colegas de esa época, comenzó un periplo artístico absolutamente personal que duró más de medio siglo", dijo su hija Susana, arquitecta de formacion, quien se ocupa de la promocion de la obra de su padre. "Para (Blaszko), la misión del artista siempre fue llevar al plano de las armonías universales los movimientos de fuerzas opuestas, los ritmos esenciales de nuestra vida psíquica, creando verdaderas constelaciones estéticas", explicó.
En la exposicion parisina pueden descubrirse varios principios esenciales en la rigurosa y a la vez poética obra de Martin Blaszko. A través de la abstracción geométrica se observa el respeto absoluto de las proporciones y la medida áurea; la bipolaridad está siempre presente, con la existencia de fuerzas antagónicas, algo que caracterizó a la humanidad en el siglo XX, como él mismo lo señalaba al escribir sobre su obra.
Y, finalmente, se impone la monumentalidad de sus magistrales 'maquetas', como denominaba a sus esculturas artesanales, fruto de un trabajo sin grandes talleres a su servicio, contruidas apenas con la ayuda de su entorno más cercano. Las obras de Blaszko pueden hallarse en colecciones públicas y privadas en medio mundo, destacando los Museo Malba y Mamba en Buenos Aires, el Museo Madí Dallas (Texas) y la Fundación Cisneros en Venezuela.
En el Malba se proyecta además actualmente un documental sobre el artista, Martín Blaszko III, de Ignacio Masllorens.
Fuente: AFP / Adolfo Guidal/Revista Ñ Clarín