HISTORIADORES EXHUMAN EL PASADO NAZI
DE LA FILARMÓNICA DE VIENA

La prestigiosa Orquesta Filarmónica de Viena, objeto de críticas por sus reticencias a aclarar su pasado nazi, admitió la noche del domingo que estuvo dirigida de 1954 a 1968 por un exnazi de las SS, la tropa de élite del dictador Adolf Hitler, y colaborador de la Gestapo.

Por Pierre Feuilly

Esta es la revelación más espectacular de la investigación realizada por historiadores por iniciativa de la Filarmónica sobre "las páginas oscuras" de su historia, de 1938 a 1945.
Dichos historiadores tenían por misión estudiar "la politización de la orquesta bajo el nazismo", "las biografías de los músicos excluidos, perseguidos y, eventualmente, asesinados por razones racistas y políticas", así como "los archivos disponibles sobre la nazificación y la desnazificación".
Oliver Rathkolb, profesor de la Universidad de Viena, que reveló recientemente nuevos elementos sobre el compromiso nazi del director de orquesta austriaco Herbert von Karajan, coordinó el estudio, asistido por Fritz Trümpi, autor en 2011 del libro "Orquestas politizadas: las orquestas filarmónicas de Viena y Berlín bajo el nacional-socialismo", y por Bernadette Mayrhofer, que estudió los casos de exclusión y deportación de músicos judíos.
Los resultados de su estudio fueron desvelados en una conferencia de prensa en la Ópera de Viena (Staatsoper) en presencia de su director general, el francés Dominique Meyer, y el director de orquesta indio Zubin Mehta.
Estos historiadores revelaron que un trompetista de la orquesta, Helmut Wobisch, miembro desde 1933 del Partido nazi NSDAP, entonces clandestino, de las SS desde 1938 y colaborador de la Gestapo, fue excluido de la orquesta en 1945 y reintegrado en 1951 antes de acceder a la presidencia de la prestigiosa falange, cuyos músicos eligen a su "patrón".
Helmut Wobisch es quien hace entrega en 1966 de una copia de la más alta distinción de la Orquesta Filarmónica, el Anillo de Honor, al dirigente nazi Baldur von Schirach, jefe de las Juventudes Hitlerianas y luego Gauleiter (gobernador) de Viena (1941-1945), condenado a 20 años de cárcel por el Tribunal de Nuremberg, graciado en 1966.
Otro dirigente nazi que recibió el Anillo de Oro, en 1942, Arthur Seyss-Inquart, gobernador general de Austria, después comisario del III Reich en Holanda, desde donde organizó la deportación de 100.000 judíos a los campos de exterminio nazis, lo que le valió ser condenado en 1946 por crímenes de lesa humanidad por el tribunal aliado de Nuremberg y ejecutado.
Según las indagaciones Bernadette Mayrhofer y del portavoz de los músicos de la orquesta, el violinista Clemens Hellsberg, seis músicos judíos de la Filarmónica fueron asesinados y diez, deportados a campos de exterminio nazis. Ninguno de los que consiguieron exilarse, sobre todo en Gran Bretaña y Estados Unidos, ha vuelto a pesar de la invitación de la orquesta.
La proporción de miembros del NSDAP nazi en la formación -60 músicos de 123 en total- también era muy superior a la media en la población (un 10%). A título comparativo, era "solamente" del 20% en la Filarmónica de Berlín.
Con ocasión del 75º aniversario de la anexión (Anschluss) de Austria por la Alemania nazi, el 12 de marzo, las conclusiones de esta investigación histórica podrán ser leídas en la página de internet de la Orquesta Filarmónica de Viena.
Y el portavoz de la orquesta, Clemens Hellsberg, que había publicado en 1988 un estudio sobre el tema, subrayó la noche del domingo que "era difícil seguir diciendo que 'la creación de las sinfonías 2ª y 3ª de Johannes Brahms, o la 9ª de Gustav Mahler somos nosotros, pero de 1938 a 1945 fueron otros', se ha hecho inpensable".
Esta investigación es objeto también de un documental de Robert Neumüller para la televisión pública austríaca ORF, "Las sombras del pasado - La Orquesta Filarmónica bajo el nacional-socialismo" ("Schatten der Vergangenheit - die Wiener Philharmoniker im Nationalsozialismus"). La escena final de dicho documental es -algo insólito en este tipo de películas- particularmente emocionante: coincidiendo con un ensayo bajo la dirección del austriaco Franz Welser-Möst, con la música del "Sinfonía del Adiós" de Josepf Haydn, se ven a músicos de hoy que, uno detrás de otro, depositan su instrumento en la silla de cada uno de los músicos judíos asesinados y abandonan la sala.

Fuente: AFP

CRECE EL MERCADO DE ARTE EN 2012
GRACIAS A ESTADOS UNIDOS Y CHINA RETROCEDE

Vista general de la galería Landau Fine Art, ubicada en Miami Beach, en una imagen del 5 de diciembre de 2012

El mercado mundial del arte creció en un 6,1% en 2012 gracias al dinamismo de Nueva York, mientras que el mercado chino registró una disminución de sus ventas en las casas de subastas, indicó la sociedad francesa Artprice a AFP. 

Por John Parra

El mercado mundial del arte creció en un 6,1% en 2012 gracias al dinamismo de Nueva York, mientras que el mercado chino registró una disminución de sus ventas en las casas de subastas, informó la sociedad francesa Artprice a AFP.
Después de un aumento del 21% en 2011, las ventas mundiales en subastas públicas de 'Fine art' (pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, estampas) alcanzaron 12.270 millones de dólares en 2012, de acuerdo al balance de Artprice y Artron titulado 'Un diálogo entre Este y Oeste'. Para su informe anual que será publicado el 7 de marzo, Artprice, líder mundial de información sobre el mercado del arte, se asoció por primera vez con el grupo chino Artron, cuya filial AMMA (Art Market Monitor of Artron) reúne estadísticas sobre el mercado del arte en China.
China mantuvo su posición de líder del mercado mundial del arte en 2012, pero el producto de sus ventas en subastas de 'Fine art' cayó en relación a 2011.
El mercado occidental (América, Europa, Australia, Nueva Zelanda) progresó en un 5,5%, con un total de ventas de 7.200 millones de dolares.
El total de las ventas por subastas en Estados Unidos, país que conserva el segundo puesto en el mercado mundial del arte, aumentó en un 21%.
Por otra parte, el mercado del arte en Europa ha perdido terreno, principalmente a la grave crisis económica que atraviesa en continente.


Fuente: AFP

LOS LABIOS DE MARILYN LIDERAN UNA SUBASTA ONLINE
DE OBRAS DE ANDY WARHOL

Una litografía de la muestra 'Marilyn Monroe,' de Andy Warhol, en un museo eslovaco el 15 de julio de 2008

Una subasta exclusivamente en línea de la firma Christie's de obras menores de Andy Warhol, aunque hasta ahora no accesibles, captó 2,3 millones de dólares, con una litografía de los labios de Marilyn Monroe como la pieza rematada por la suma más alta.

Por Joe Klamar

Una subasta exclusivamente 'online' de la firma Christie's de obras menores de Andy Warhol, aunque hasta ahora no accesibles, captó 2,3 millones de dólares, con una litografía de los labios de Marilyn Monroe como la pieza rematada por la suma más alta.
La obra 'I Love Your Kiss Forever Forever', de 1964 y que muestra cinco sets con los labios de la diva estadounidense del cine en diferentes colores, obtuvo 90.000 dólares.
El remate por Internet, que duró una semana y culminó el martes, más que duplicó las estimaciones por las 125 obras ofrecidas -se esperaba que algunas obras sólo obtendrían 600 dólares-, y atrajo a 263 oferentes y 1.500 ofertas de 36 países, dijo Christie´s. Se trató del primero de varios remates 'online' del ícono del arte pop programadas para 2013.
Lo recaudado es destinado a la Fundación Andy Warhol para las Artes Visuales, que apoya a artistas y asociaciones de arte sin ánimo de lucro. Los resultados de la subasta fueron dignos de "la visión democratizadora de Warhol", dijo Michael Straus, presidente del directorio de la fundación. La fundación anunció el año pasado que vendería su colección a través de Christie's para reunir dinero destinado a becas. Algunas de las obras serán donadas a museos.
El remate inaugural de la serie, un evento en vivo en Christie's de Nueva York en noviembre pasado, reunió 17 millones de dólares. La sociedad Artprice dijo a AFP en París el pasado lunes que Andy Warhol retomó el puesto de líder en el ránking mundial de las subastas de arte en 2012, relegando al segundo y al tercer puesto al chino Zhang Daquan y al español Pablo Picasso, respectivamente.

Fuente: AFP


UN VAN DYCK FUE DESCUBIERTO EN UN "MUSEO VIRTUAL" BRITÁNICO

Jupiter and Antiope, una obra del pintor flamenco Anthony van Dyck  en el Museo del Prado el 16 de noviembre de 2012Un cuadro, almacenado en el depósito de un museo británico, fue identificado por expertos como una obra desconocida del pintor Van Dyck, gracias a una foto expuesta en un sitio de la red Internet, como en un museo virtual, de acuerdo con la BBC.

Por Dominique Faget

Un cuadro, almacenado en el depósito de un museo británico, fue identificado por expertos como una obra desconocida del pintor Van Dyck, gracias a una foto expuesta en un sitio de la red Internet, como en un museo virtual, de acuerdo con la BBC.
El cuadro data de 1630 y hasta el presente era considerado apenas una copia de un cuadro de Van Dyck. Muestra a una dama de honor de la esposa de Carlos I, pintado cuando el flamenco trabajaba en la corte del rey de Inglaterra, y desde hace años estaba almacenado en el Museo Bowes, en el norte de Inglaterra.
Sin embargo, recientemente la Public Catalogue Foundation (PCF) procedió a fotografías las telas existentes en museos británicos y con la ayuda de la BBC creó un "museo virtual" con unas 210.000 obras, reunidas en la colección "Your Paintings" (Sus pinturas).
Rápidamente, expertos prestaron atención a la tela de 72 cm x 61 cm y la identificaron como un Van Dyck auténtico.
Ha sido "una suerte extraordinaria", dijo Bendor Grosvenor, historiador y comerciante de arte. De acuerdo con este experto, la tela, que se encuentra en mal estado, podría haber sido vendida en un remate como una copia por menos de 5.000 libras esterlinas (unos 5.700 euros), siendo que en realidad vale más de un millón.
"No hay más absolutamente ninguna duda sobre esto. Es definitivamente un Van Dyck y además uno muy bueno", dijo a la BBC el experto Christopher Brown.
La PCF ya invirtió una década en su "museo sin muros", un proyecto sin equivalencias en el mundo. Una centena de personas recorre cada rincón del país para catalogar y fotografiar cada pintura en cada museo, edificio público, biblioteca, hospital, escuela, estaciones de policía y hasta de bomberos.

Fuente: AFP

"MI PADRE FUE MUY FELIZ EN MALLORCA
PORQUE ENCONTRÓ OTRA FORMA DE VIDA"

Arte. Cincuentenario de la muerte de Hermen Anglada-Camarasa

Un 7 de julio de 1959 murió en el Port de Pollença el pintor Anglada-Camarasa. Cincuenta años después su única hija Beatriz y su nieta Silvia descubren sus recuerdos.






´Aquí mi cueva´, señala Beatriz Anglada-Camarasa al acceder a su estudio, en el que aún se ven algunos de sus cuadros. Foto: B. Ramón.





LOURDES DURÁN, Palma de Mallorca

No está claro por qué el pintor Hermen Anglada-Camarasa dejó el París que dio luz universal a sus pinturas para instalarse en el Port de Pollença en 1914. No era su primera visita, ya que, avisado de las excelencias de la isla por el arquitecto y amigo Antoni Gaudí, recaló en Mallorca en 1909. Su nieta Silvia Pizarro, continuadora junto a su madre, Beatriz, de la labor de inventariar y catalogar la ingente obra del artista, apuesta por una razón oculta. "Hay un antes y un después, y curiosamente, la etapa mallorquina de mi abuelo es la más oscura. Si tuviera tiempo, me encantaría investigarla", admite quien dejó su puesto de médico de familia "picada por el gusanillo del arte" que lógicamente anidaba en la familia. Un 7 de julio de 1959 moría Anglada-Camarasa. 88 años intensamente vividos, "a pesar de las tres guerras que marcaron su labor pictórica" y, desde luego, la existencia de la familia. Casado con la malagueña Beatriz Huelín, sobrina del pintor, 30 años más joven que él, tuvieron dos hijos, Beatriz y un pequeño que murió "en plena guerra y que casi acabó con la vida de mi madre", cuenta la única hija de los Anglada-Camarasa Huelín.
Cuando estalló la Guerra Civil, coincidió con una exposición del artista catalán en Barcelona. "No regresamos a Mallorca hasta 1948. Primero nos refugiamos en Monserrat y después en Francia. Su amigo y compañero de fatigas el pintor Carlos Baca-Flor nos acogió. Después estuvimos en un hotel. Mi padre quiso que nos fuéramos a Estados Unidos, donde tenía coleccionistas y su pintura era muy apreciada, pero ¡estalló la II Guerra Mundial y todo se fue a paseo!". La segunda lengua de Beatriz Anglada-Camarasa es el francés. "Mi casa era un auténtico barullo. Mi madre no hablaba catalán, mi padre tres lenguas. Cada uno hablaba en la lengua que quería y todos nos entendíamos", apunta.
Contempla Beatriz el mar embravecido, el mismo que inspiraría algunos de los cuadros de su padre. El Port de Pollença ha amanecido gris y llorón. Desde el balcón, Beatriz atisba el busto que recuerda al progenitor y lamenta la pérdida de los pinos "arrancados en el último temporal".
La hija heredó del padre su afición por la pintura, sólo que ya no pinta. "¿De dónde saco el tiempo?", se pregunta, ella que es energía en estado puro. "Recuerdo que siempre me dijo: ¡No abandones, pinta!, pero jamás insistió ni ejerció la docencia conmigo".
La diferencia de edad entre ambos –"podría ser su nieta!"–, subraya Beatriz, ya que él tenía 61 años cuando nació ella, ha sembrado de recuerdos visuales más que orales la memoria de su heredera. "Era divertido, contaba chistes y tenía amigos por todos lados, pero apenas les recuerdo. El otro día, cuando fui a ver la exposición de Chaplin en Caixaforum me acordé de lo bien que mi padre imitaba a Charlot y me puse a reír a carcajada limpia", cuenta. Los ojos se le llenan de chispas.
Cuando los Anglada-Camarasa Huelín regresaron en 1948 al Port de Pollença, el pintor había cambiado. "Aquí se volvió jardinero. Le pedían para hacer exposiciones pero yo creo que ya le daba igual. Fue muy feliz en Mallorca, encontró otra forma de vida", señala su hija. Se refiere a la segunda etapa mallorquina, ya que Anglada-Camarasa mudó su pintura en la isla al entrar en contacto con el paisaje rotundo de la Tramuntana. Atrás quedaría el Anglada-Camarasa de los ambientes noctívagos, de las luces de bohemia de París, de sus gitanas, de sus mujeres con mantones de Manila, de su inclinación hacia lo oriental. Es el momento de encuentro entre los Russinyol, Cittadini, el creador del hotel Formentor Adan Dielh. Beatriz muestra una foto de su elegante padre –"mírale, siempre con su puro en la mano"–, junto a Cittadini, elegancia italiana y Dielh "haciendo el ganso", ríe ella.
"Cuando mi padre iba a pintar con sus amigos argentinos les dejaba hacer lo que quería. Se habla de la escuela pollensina, pero él siempre fue muy libre y les dio libertad. Yo no creo que exista como tal la escuela pollensina, sólo que sí, hubo pintores a su alrededor porque él ya era reconocido cuando vino a Mallorca, e imagino que se sentían influenciados por su manera de hacer", apunta Beatriz. "Se iban a la playita, que ellos bautizaron como El hombre feliz".
A Cittadini lo describe "muy culto, agradable". Añade: "Mi padre fue amigo de sus amigos". Anota que cuando el padre estaba exilado, "Llorente, López Naguil y Raumagé cogieron un hidroavión de la base y se fueron a verle".
Pese a la coincidencia en el tiempo de dos de los grandes pintores catalanes en Mallorca, Miró y Anglada-Camarasa no se conocieron "y no creo que fuera por falta de ganas, pero ambos eran ya muy mayores", cree Beatriz.
La viuda del pintor, su hija y su yerno, el coronel de aviación Alfonso Pizarro, abrieron el Museo Anglada-Camarasa en el Port en 1967. Cela escribió el discurso. "Mi padre siempre expresó que quería que una vez muerto, su obra no se dispersara. Incluso indicó que si se abría un museo que intentásemos recuperar sus obras. ¡Ya ves, es imposible! Conseguimos recuperar algunos como El tango de la corona, de los March. Fue un museo familiar. José Ferragut construyó el edificio. Estaban expuestos cuadros de todas sus épocas, sus dibujos, grabados japoneses, muebles chinos. Fue una época muy bonita pero no podíamos seguir con él", indica. Juan Antonio Samaranch, gran admirador de la obra de su padre, intervino para que La Caixa adquiriese la colección. Se pagó en abril de 1988, 350 millones de pesetas. Es el germen de la permanente del Gran Hotel. Sólo los muebles chinos faltan por exponerse. "La única condición que pusimos fue que permaneciese la colección completa y en Palma. Estamos muy satisfechos de qué esten en La Caixa", admite Beatriz sin dejar de mirar el bravo mar.

Fuente: diariodemallorca.es

BRASIL, TAMBIÉN A LA CABEZA DEL ARTE


Casa Daros es una colección suiza con más de mil piezas de arte latinoamericano desde los 60 hasta hoy.
Casa Daros. El imponente edificio reciclado, en el barrio de Botafogo, en Río de Janeiro, será sede del museo.
Por Ana María Battistozzi

Tras años de zarandear la posibilidad de un Guggenheim, que hasta el momento no arrojó resultados, finalmente es la afamada colección suiza Daros la que abrirá un espacio de calibre en Río de Janeiro. Será el 23 de marzo cuando inaugure Casa Daros, una vez concluida la minuciosa remodelación del edificio patrimonial del siglo XIX que perteneció a la Santa Casa de la Misericordia y fue adquirido por la institución en 2006. Si bien la transformación del edificio se planteó como objetivo fundamental albergar las exposiciones de la colección con sede en Zúrich, también tiene previsto espacios institucionales de proyección comunitaria para sus programas de educación y comunicación, una biblioteca, un auditorio para cien personas. Y, como hoy cabe esperar en una institución del tipo, un restaurante, cafetería y tienda.
Casa Daros se suma así a la reciente apertura del Museo de Arte de Río (MAR) en la plaza Maua, un proyecto que también insumió una transformación de un edificio patrimonial y 40 millones de dólares, financiados en gran medida por la alcaldía de Río. Y precede a la apertura del Museo del Mañana, proyecto de Santiago Calatrava que ha sido prevista para el 2014.
Todo esto configura un mapa de infraestructuras culturales sin parangón en la región. Si en gran medida es atribuible a la euforia de las preliminares de los Juegos Olímpicos y el Mundial, sin duda responde a la renovación que ha experimentado la dinámica cultural de Río en los últimos cinco años Casa Daros es resultado y consecuencia de la formación y vertiginoso crecimiento de Daros Latinoamérica, una de las mayores colecciones dedicadas al arte latinoamericano. Con sede en Zúrich, no es para nada extraño que la institución haya elegido Brasil para su desembarco en la región. Su acervo de más de mil trabajos empezó a formarse en 2000, focalizado en la producción desde los años 60 al presente. Posee un incomparable conjunto de piezas de Le Parc, de Cruz Diez, de los brasileños Cildo Meireles y Vik Muñiz, del uruguayo Luis Camnitzer, la cubana Ana Mendieta, de Guillermo Kuitca, de León Ferrari, Nicola Costantino, de Marcos López, Liliana Porter, Jorge Macchi, Víctor Grippo, Horacio Zabala y Leandro Erlich, entre muchos otros.
Con la apertura del nuevo edificio en Botafogo, Daros formaliza institucionalmente su perfil latinoamericano. Pero la avanzada de su presencia en el continente data de mucho antes. No sólo organizó la itinerancia de emblemáticas muestras, exhibidas previamente en el Museo Daros de Zúrich como la impactante Le Parc Lumiére, que viajó a Colombia y México entre 2006 y 2007 o la de Nicola Costantino, que viajó a Cuenca, sino que su desembarco en Brasil estuvo precedido de un programa de actividades y simposios de reflexión sobre la cultura y el arte latinoamericanos que marcaron rumbos. De paso por Buenos en 2011, su curador general Hans- Michael Herzog, reseñó parte de esos programas durante los seminarios que organizó el MALBA por su décimo aniversario.
Cantos Cuentos Colombianos es la muestra con que Casa Daros sale a escena. Presentada en Daros de Zúrich entre octubre del 2004 y abril del 2005, es un panorama del arte contemporáneo de Colombia. Los artistas que participan –Doris Salcedo, Fernando Arias, José Alejandro Restrepo, Juan Manuel Echavarría, María Fernanda Cardoso, Miguel Ángel Rojas, Nadín Ospina, Oscar Muñoz, Oswaldo Macià y Rosemberg Sandoval– pertenecen a una generación intermedia. Muchos son conocidos en nuestro país. Oscar Muñoz, por su reciente muestra en el MALBA, Oswaldo Maciá participó de una exhibición en Telefónica, Nadín Ospina de otra en Bellas Artes y Restrepo estuvo en el MAMBA junto a Muñoz. Mientras tanto Isabella Rosado Nunes, la directora brasileña, anunció que en el programa de exposiciones serán infaltables los talleres, seminarios y la programación audiovisual.

Fuente: clarín.com

DE LOS SUSPIROS A MANUEL DORREGO

La esquina de Suipacha y Viamonte donde hoy luce el monumento tiene un particular pasado.


Majestuoso. El monumento a Manuel Dorrego fue obra de Rogelio Yrurtia, al que consideraban el Rodin argentino, y quien ganó el concurso de 1905.
Por Eduardo Parise

Desde 1814 se la conoció como plaza Del Temple, aunque algunos la denominaban plaza General Viamonte, en homenaje a Juan José Viamonte, un guerrero de la Independencia y ex gobernador entrerriano y bonaerense, quien vivía a unos metros, en el actual número 680 de la calle que hoy lleva su nombre. Pero en 1895 una ordenanza la convirtió definitivamente en plaza Suipacha, para recordar aquella victoria de las fuerzas patriotas en noviembre de 1810. Por supuesto que esos eran nombres oficiales. Sin embargo, a nivel popular, el actual cruce de Viamonte y Suipacha era “la esquina de los suspiros”.
Algunos atribuyen ese nombre a que hacia el sector de la actual calle Carlos Pellegrini había un puente que permitía sortear el cauce del “tercero del Norte”, un arroyo que arrancaba en los alrededores del Congreso y después de un zigzagueo por distintas calles desembocaba en el gran río donde ahora está la cortada Tres Sargentos. Entonces, como ironía, decían que aquel puente evocaba al de los suspiros en Venecia. Pero la realidad es que en la esquina de Viamonte y Suipacha estaba el café de Cassoulet que, como anexo y a lo largo de toda la cuadra, tenía unos treinta cuartos que oficiaban como posada o lo que en estos tiempos conocemos como albergue transitorio.
Aquellos recintos eran refugio de malandrines que eludían a la policía pero no a las caricias de las prostitutas, cuya clientela no se limitaba sólo a esos vagos sino que también era mucho más amplia. Todo dependía de la billetera del visitante: se podía acceder tanto a un pequeño cuarto con un incómodo catre como a una bien decorada habitación donde hasta proliferaban las burbujas de un buen champán. De todas maneras el ambiente de la zona, por lo “pesado”, no era para cualquiera. Y dicen que una figura del lugar era “el Marsellés”, habilidoso tanto en el juego del billar como en otros menesteres.
Hoy el área de la plaza Suipacha parece más recatada y menos riesgosa, aunque el implacable registro de la Dirección General de Rentas de la Ciudad también asuste al bolsillo de los porteños. Es que la imagen es tan distinta que algunos hasta lo miran como si fuera un rincón de París. Obviamente, el toque majestuoso lo aporta el monumento al coronel Manuel Dorrego, “promotor, paladín y mártir del federalismo argentino; héroe de la Independencia y de la Organización Nacional”, como está grabado en la base del pedestal de granito gris que sostiene a la figura ecuestre, una de las quince de ese tipo que tiene Buenos Aires.
La obra pertenece al talentoso Rogelio Yrurtia (hoy se cumplen 63 años de su muerte), un artista al que llamaban “el Rodin de la Argentina” y quien, en 1905, ganó el concurso para su realización. Junto con una “victoria alada” que acompaña al frente a la figura de Dorrego, a cada lado del pedestal dos estatuas alegóricas muestran las facetas de lo que fue la vida de ese héroe: “La Historia” (por su entrega a la revolución) y “La Fatalidad”, por su trágico e injusto final. Cuando Yrurtia la pensó, ya sabía cuál sería el entorno de su obra. Por eso es que “calza” a la perfección en esa esquina, donde se destaca el oscuro patinado del bronce de las esculturas.
Aunque en 1992 la gran obra había sido retirada del lugar (allí se pensaba construir una playa de estacionamiento subterránea que luego fue descartada) unos años después volvió a ese sitio original del Centro porteño.
Ese que está a unos metros del impactante edificio ubicado sobre la calle Suipacha y que fue sede de la famosa casa Maple, la misma que el tango “A media luz”, de Edgardo Donato y Carlos Lenzi, menciona como encargada de “vestir” un buen “bulín” en el “segundo piso, ascensor” de “Corrientes 348”. Pero esa es otra historia.

Fuente: clarin.com

NUESTRA OPINIÓN


Encontramos que este monumento, firmado por el gran Rogelio Yrurtia, ha sido mal emplazado y mucho peor todavía, puesto en valor, como tantos de los monumentos que integran el muy rico patrimonio escultórico de la ciudad de Buenos Aires, que está actualmente pasando una grave contingencia de saqueos, mutilaciones y agresiones vandálicas sólo entendibles considerando las graves carencias de nuestra educación.
La obra de Yrurtia en cuestión, no sólo está constreñida, con los puntos posibles para observarla con una cierta perspectiva muy limitados por los edificios circundantes, sino que, como si eso fuera poco, se la ha rodeado de demasiados árboles, que, por el exiguo tamaño de la plazoleta, han debido ser plantados demasiado cerca del monumento.
Por otro lado, el homenajeado Dorrego ha quedado como “en penitencia”, mirando a la pared. Vale decir que, si uno quiere ver su cara, debe ir a buscarla en la parte posterior del monumento. Aun así, la perspectiva desde atrás, no da para poder verla demasiado bien. Encontramos a ésto contradictorio desde el punto de vista intelectual, pero más allá de éso, creemos que la obra de Yrurtia, visualmente está rindiendo no más de un tercio de lo que debería rendir. Se debió haber ubicado ese monumento en un lugar mejor elegido entre tantos que abundan en nuestra ciudad, como para que luciera mucho mejor, al máximo de sus posibilidades plásticas y visuales.
Para emplazar un monumento o escultura con eficacia, es imprescindible evaluar cómo pesa el entorno, cómo interactúa el espacio circundante con la obra a emplazar y el contrapunto que se genera entre las llamadas formas positivas y negativas.
Hay muchos casos como el del Dorrego de Yrurtia en Buenos Aires. Muchos de ellos serían subsanables con un poco de observación atenta, sensibilidad, sentido común y criterio visual. Un caso similar al del Dorrego de Yrurtia, es el del monumento a Guillermo Rawson, hecho por el escultor Héctor Rocha, de la Avenida Pueyrredón y Vicente López, que también ha sido tapado con los árboles que se le plantaron demasiado encima como si no se hubiera previsto el desarrollo que iban a tener. La cabeza de Rawson, con trabajo aflora de entre las copas del bosque que se le armó alrededor.
Es mucho más común de lo que sería deseable en nuestra ciudad, encontrar plantas o carteles puestos sin criterio, tapando los principales puntos de mira de importantes obras de arte y de edificios históricos y patrimoniales. Uno de los casos más llamativos, es un cantero con plantas altísimas, que tapan visualmente más de la mitad de la altura de una obra de ese genio que fue el francés Auguste Rodin, considerado el padre de la Escultura moderna.
Nos referimos al Monumento a Sarmiento, ubicado en el cruce de las avenidas del Libertador y Sarmiento. Si uno intenta mirar el frente del monumento desde el nivel de la vereda o de la calle, pierde un 60 % de la altura total de la obra, tapado por las plantas del cantero que tiene adelante. Y, como si lo que señalo fuera poco, se ha cometido la insolencia diría, de colocarle sobre su basamento de granito rojizo, una placa conmemorativa de bronce fundido, cincelado y grabado, de esas típicas, con figuras humanas, ornatos, letras y todo, como las clásicas de los cementerios, homenaje del Centro Naval a su fundador, Domingo F. Sarmiento. ¡¡¡Tan luego a una obra de Rodin!!! ¿Puede ser que el autor no cuente? ¿Puede ser que nadie perciba ésto, que a nadie le moleste y que nadie señale la aberración que se ha cometido? Ese monumento, que junto con el del General Julio A. Roca, hecho por el brillante escultor uruguayo José Luis Zorrilla de San Martín, de la Diagonal Sur y Perú, tiene el triste honor de ser uno de los más agredidos del país, debería estar dado por la Ciudad a la Nación en custodia, para preservarlo para las futuras generaciones, bajo techo, debidamente restaurado y acondicionado, dentro del Museo Nacional de Bellas Artes. Tal como el sable corvo del General José de San Martín, que está en custodia en el edificio Secesión Vienesa de la Jefatura del Regimiento de Granaderos a Caballo, en su cuartel de Palermo. Al Sarmiento de Rodin, ya le fue saqueada la magnífica placa de bronce, muy Art Nouveau de estilo, también hecha por Rodin, que tenía al pie.
También debería guardarse dentro del Museo Nacional de Bellas Artes, como para poder aspirar a que sobreviva para las futuras generaciones, el Heracles Arquero de Emile Antoine Bourdelle, de la Avenida Pueyrredón, entre las avenidas Figueroa Alcorta y del Libertador. Buenos Aires, es una de las pocas ciudades del Mundo que tienen el privilegio de contar con esa obra de Bourdelle, junto a Tokio, Nueva York, París, Montauban, el Jardin Musée de Egreville y Toulouse. Fue encontrado desamurado de su base y a punto de ser cargado a algún transporte para ser robado. ¿Vamos a esperar que el robo se concrete? Actuemos antes de que sea tarde y no tendremos que lamentarnos por la imposibilidad de su reposición.
El monumento a Emilio Mitre, hecho por Hernán Cullen Ayerza, debería salir a la luz desde abajo de las ramas del gigantesco gomero que lo corta visualmente en dos desde hace décadas, en la esquina de la Avenida Alvear y la ahora denominada Adolfo Bioy Casares, ex Eduardo Schiaffino. Y debería pasar adonde actualmente está el monumento a San Martín de Tours compartiendo su capa con el mendigo, obra del ítalo-argentino Ermando Bucci, que, a su vez debería pasar a la plazoleta de Figueroa Alcorta y Ortiz de Ocampo, lugar en el que “crecería” notablemente. El San Martín de Tours de Bucci, que en sí ya es bastante chico, queda todavía más empequeñecido por el entorno de árboles gigantescos que tiene alrededor. Más aun con el árbol que hace años partió un rayo y le hace como un gran anfiteatro verde atrás. Los entornos verdes son dinámicos.
A El Pensador de Rodin, brutalmente vandalizado hace muy poco, se lo acaba de rodear con una mampara de protección de vidrio templado. Debió haber sido trasladado, desde su actual ubicación en Plaza Lorea, al rellano de la escalera central del edificio del Congreso Nacional. El proyecto de la diputada porteña Teresa Anchorena respecto de ese tema fue aprobado por la Legislatura Porteña hace más de cuatro años pero una senadora nacional, vaya a saber con qué otra autoridad para hablar sobre el tema que el pasajero poder que detenta, se opuso férreamente a ese traslado. Esa excepcional copia de El Pensador, cuya fundición supervisó en forma personal Rodin, fue comprada a su autor por Eduardo Schiaffino, dibujante, pintor, crítico de arte y fundador y primer director del Museo Nacional de Bellas Artes. Rodin no dudó en aceptar el lugar en el cual quería ubicarlo Schiaffino.
La Fuente de Las Nereidas, de la tucumana Lola Mora, ya tiene en la Costanera Sur, su propia mampara protectora de vidrio templado desde hace tiempo, pero eso no le evita las vibraciones del paso cercano de automóviles que pasean a su alrededor. Debería construírsele un foso perimetral, con el ancho adecuado y la profundidad suficiente como para que no se pueda hacer pie y llenarlo con agua. Ese foso debería desalentar a los permanentes saqueadores de la célebre obra de Lola Mora.
El fabuloso grupo escultórico Canto al Trabajo, también del gran Rogelio Yrurtia, que en la compulsa organizada hace poco por la Revista Ñ de Clarín, salió elegido por un equipo de arquitectos y artistas de todo el país a la cabeza entre las obras imprescindibles a cielo abierto de la Argentina, con la variable común a todas del acceso libre y gratuito, fue rodeado por una reja supuestamente protectora. El monumento en cuestión, al que también se le han saqueado partes, ha sido tomado por un indigente que vive dentro de él, que llega a hacer fuego y a cocinar en su interior y a quien la reja le sirve como alambrado perimetral protector de su "propiedad privada". De ninguna manera debería tolerarse ésto. El indigente, que sea llevado a cualesquiera de los hogares municipales, que la obra sea restaurada apropiadamente y que se asegure la puerta de la reja de manera de impedir que esta situación siga prolongándose indefinidamente en el tiempo. Es una obviedad señalar que esa obra creada por Yrurtia nos pertenece a todos los porteños y que como tal, debe ser resguardada.
Al monumento a George Canning, del escultor Alberto Lagos, otro peso pesado de la Escultura nacional, que fuera arrancado de donde estaba en Retiro, al lado de la Torre de los Ingleses, y tirado al Río de la Plata durante la Guerra de las Malvinas y fuera reinaugurado junto a la residencia de la Embajada Británica, le amputaron su mano izquierda y le saquearon sus placas.
Un caso grotesco es el de la fuente esculpida en blanco mármol de Carrara, El sediento, de una gran escultora argentina, poco conocida, Luisa Isabel Isella de Motteau,
de la Plaza Rodríguez Peña, en la Avenida Callao, entre Paraguay y Rodríguez Peña. Parece chiste cómo se le ha puesto un kiosco de diarios justo enfrente. Si se lo hubiera querido hacer a propósito para tapar la fuente, no se lo podría haber hecho mejor. Ese kiosco de diarios debió haber sido instalado en la vereda de enfrente, donde no taparía ni a la citada fuente ni a las mejores vistas del Palacio Pizzurno a través de las copas de los jacarandás de ambos lados del camino central de la plaza.
El monumento que la República Francesa regaló a la Argentina con motivo del centenario de la Revolución de Mayo, ubicado en la Plaza Francia, tiene un cartel indicador puesto justo al medio del punto principal para poder ver su frente bien. Al monumento, como a tantos otros, le han sido saqueados un gran relieve curvo en bronce y ornatos que uno diría que sólo pudieron acceder a ellos valiéndose de una escalera alta.
Está lleno de monumentos con brazos y piernas amputados y animales con partes faltantes, que han sido saqueadas para ser vendidas como bronce al peso.
¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo ésto?
Y podríamos seguir, días y días detallando estas cosas.
La lista es interminable.


Pedro L. Baliña