Por Silvina Premat / La Nación
Sólo el riesgo de una epidemia, como fue la gripe A, pudo contra la atracción que despiertan las muestras internacionales de arte que periódicamente revisten las paredes de los principales museos argentinos. Sin contar espacios privados, en los museos nacionales y porteños el volumen de público creció un 58 por ciento en los últimos seis años.
En 2012 asistieron a 22 salas nacionales y 12 de la ciudad casi un millón y medio más de personas que en 2007. A partir de ese año, en el que se registraron 2.490.263 ingresantes, tal cifra fue creciendo hasta alcanzar a 3.931.926 que visitaron esos espacios durante el año pasado.
La recomendación de no concurrir a eventos masivos en 2009, para reducir el riesgo de difusión de la gripe A, implicó una disminución de medio millón de interesados en ingresar a museos nacionales, el MNBA y las salas porteñas. El total cayó de 3.404.235, que se habían registrado en 2008, a 2.906.335, al año siguiente.
Las cifras surgen de las visitas informadas a LA NACION
por la Secretaría de Cultura del gobierno de la Nación, donde la
Dirección Nacional de Patrimonio y Museos lleva un registro de los
ingresos en 21 museos (se exceptúan las sedes del MNBA de Buenos Aires y
de Neuquén, el Museo de la Lengua, el Museo Evita y la Casa del
Bicentenario, que dependen directamente de esa secretaría); de las
provistas por el Ministerio de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, y
por el MNBA, que es elegido anualmente por más de 1.200.000 personas.
Entre las iniciativas con mayor poder de convocatoria
del Museo Nacional de Bellas Artes, sobre la avenida Libertador, en
Palermo, quedará en la memoria la exhibición durante tres meses, en
2011, de una de las estatuas de mármol más antiguas. El Doríforo fue
visitado por 300.000 curiosos de los tesoros de la humanidad. Más
reciente, también fue exitosa allí la muestra Caravaggio y sus
Seguidores, con más de 160.000 visitas.
En cuanto a la atracción que las exposiciones plásticas
despiertan en el público, el Centro Cultural Recoleta, sin ser un
museo, está a la altura de los más importantes del país. En 2008, por
caso, fue visitado por 1.322.891 interesados, y en 2010, por 1.244.969
asistentes.
Entre 2007 y 2012 doce museos porteños aumentaron su
caudal de público en un 63%. Pasaron de recibir 840.263 personas a
1.370.500. Según el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, un
factor determinante del aumento en el número de visitantes es "la
persistente propuesta de exposiciones temporarias, porque las muestras
permanentes son valiosas, pero tienen un piso de visitantes".
Otro factor que pudo haber influido en la ciudad fue,
según el ministro, la implementación de estrategias específicas para
promover los circuitos de museos: la Milla de los Museos, que genera
visitas en conjunto del Planetario al Fernández Blanco, y la Milla
Cultural del Sur, desde el Mamba hasta Proa, aunque técnicamente esta
última sala tampoco sea un museo. El funcionario porteño señaló también
la atracción que ejercieron los grabados de Goya exhibidos en el museo
de Belgrano, el Enrique Larreta, o la muestra de trajes españoles
regalados a Evita.
Además de los espacios estatales, crece la concurrencia
también a los museos privados, que atraen multitudes con patrimonios
exquisitos, como el Museo del Automóvil, el Museo del Mate, el Museo La
Boca o el de River Plate.
Entre estos últimos, uno de los que se posicionaron
rápidamente fue el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires
(Malba), que desde su apertura, en 2001, fue creciendo en volumen de
visitantes y "creó un público" específico, según dicen en esa casa. En
2002 fueron al Malba 201.800 personas, total que fue creciendo hasta
tocar, en 2005, un pico de 426.882 visitantes.
Ese año se exhibieron muestras de los maestros Antonio
Berni (Antonio Berni y sus Contemporáneos) y Xul Solar. La primera
atrajo a 110.681 personas y la segunda, a 87.647 visitantes. El promedio
general del Malba se asentó en unos 350.000 ingresantes anuales.
Otro de los espacios privados que se convirtieron en un
atractivo centro en La Boca es la Fundación PROA, que durante el año
que acaba de finalizar registró unos 100.000 visitantes en sus salas, y
130.000 si se contabilizan también los que participaron en otras
actividades en el auditorio y el Espacio Contemporáneo, donde se exhiben
intervenciones de artistas contemporáneos en espacios no
convencionales.
En 2012 la muestra más convocante fue la de Giacometti,
con 39.905 visitantes. Otras igualmente significativas fueron las
exposiciones de Louise Bourgeois en 2011, la llamada Futurismo en 2010 y
Duchamp en 2008-09.
Desaceleración
Los totales de ingresantes a los museos públicos,
nacionales y porteños, muestran el crecimiento señalado en el volumen
absoluto. Sin embargo, también evidencian una merma en la cantidad que
año a año se suma a las visitas a los museos. Por ejemplo, en 2008
fueron a los museos 913.973 personas más que el año anterior; en tanto
que en 2012 los "nuevos" visitantes fueron 227.910.
La reducción en esta cifra estaría indicando, según
algunos observadores, una cierta desaceleración en el poder de
convocatoria cultural, o bien, que este tipo de propuestas ha alcanzado
un techo de visitantes.
Muestras que hicieron historia
Las que más personas convocaron
- 300.000
Para el Doríforo
La antigua
escultura de mármol marcó un récord de público en el Museo Nacional de
Bellas Artes. Se exhibió de abril a junio de 2011
- 196.000
Andy Warhol. Mr America
Entre octubre de 2009 y febrero de 2010, fue la muestra más exitosa de los doce años de existencia del Malba
- 160.000
Caravaggio y sus seguidores
La exposición del Museo Nacional de Bellas Artes, atrajo a multitudes entre octubre y diciembre de 2012
.
Del editor: qué significa
La masividad con que el público se acerca a los museos muestra cómo se
derrumban barreras invisibles que impedían disfrutar de los bienes
culturales.
Fuente: lanacion.com