LA CIUDAD POR ALDO SESSA

En Colección Fortabat

Una selección de imágenes del consagrado artista se verán a partir del jueves. Testimonio de cinco décadas del fotógrafo caminante que ama Buenos Aires


Por Daniel Merle / LA NACIÓN

No hay muchos antecedentes de un conjunto de fotografías de Buenos Aires como las que Aldo Sessa presentará a partir del jueves en la Colección Fortabat. A pocos días de la inauguración, Aldo recibió a adn en medio de las pruebas de impresión y mientras trabajaba junto con su hijo Luis y colaboradores más cercanos en los últimos detalles de su gran exhibición de 130 fotos y 500 más en proyecciones distribuidas por todas las salas.
"Ahora que ya estoy grande, me siento más melancólico. Estoy más enamorado de las pequeñas cosas. Ya estoy hecho. Puse en esta muestra las cosas que quiero. A Buenos Aires la amo entrañablemente."
Aldo Sessa es un caminante inveterado de la ciudad. Con sus cámaras cruzadas en bandolera, visita una y otra vez los espacios que alimentan sus obsesiones. Así como Giacometti persistió por años con la figura del "hombre que camina", Sessa tiene unos pocos centros de interés que fotografía incansablemente, fascinado por el lugar y por las posiblidades técnicas de la infinidad de cámaras que utiliza (aunque reconoce que la Leica sigue siendo "su cámara").
"En mis recorridos siempre tengo presente a Manucho Mujica Lainez, a Silvina Ocampo, al arquitecto Peña y a Vázquez, su sucesor en el Museo de la Ciudad. A mis amigos Makarius y Roberto Blanco. Gente que conocía los rincones de Buenos Aires son los que me acompañan."
El Obelisco, el Jardín Botánico, los jacarandáes, La Boca, el fútbol en la calle, el Teatro Colón, la Avenida de Mayo, la arquitectura reflejada en los charcos. Es un ejercicio interesante hacer una lectura en paralelo con estos mismos lugares fotografiados por Sara Facio y Alicia D'Amico en su ya mítico libro Buenos Aires, Buenos Aires . O con la mirada humorística y todavía casi inédita de Jorge Aguirre en su ensayo Allegro ma non troppo .
"Nunca recibí influencias de ningun fotógrafo de Buenos Aires. La única fotógrafa por la que siempre sentí una gran admiración fue Sara Facio", afirma."La conocí en LA NACION cuando tenía 18 años y hacía mi primer colaboración en el viejo rotograbado de los domingos. Fueron mis primeras fotos profesionales."
La verdadera influencia que lo volcó hacia la fotografía fue la de Lisl Steiner, la reconocida fotógrafa estadounidense de origen suizo que trabajó largas temporadas en la Argentina. "A Lisl Steiner la conocí cuando yo pintaba. Ella era fotógrafa de Time . Tomé ejemplo de su capacidad para simplificar. Siempre tenía opiniones reveladoras. ?Tenés que aprender a poner un pie en la puerta para que no se cierre', me decía siempre."

Puente, 1986.
Un ejemplo más lejano pero idéntico en el sentimiento hacia una ciudad es el libro Day of Paris de André Kertész, con diseño del gran Alexey Brodovitch, publicado por primera vez en 1945. Ese recorrido fotográfico por una ciudad saturada de melancolía, donde todavía el pasado era la referencia para la vida cotidiana, es el punto de ataque de Kertész, un extranjero que retrata una ciudad que ama.
"Yo le hice las últimas fotos en vida a André Kertész. Fui con mi Leica M3 y lo fotografié en la sala del Bellas Artes, en 1985. Esa retrospectiva suya me pareció maravillosa. Siempre lo admiré mucho. En palabras de Bresson, Kertész era más artístico. Bresson, más periodístico. Las mujeres en los sofás, los desnudos. Las Polaroids son maravillosas. Esos pequeños objetos, detalles que tanto me gustan. Cuando murió no tenía el enorme reconocimiento que tiene ahora."
Aldo Sessa camina Buenos Aires en solitario. Con cierta distancia. Con la misma curiosidad de Horacio Coppola, el fotógrafo callejero por excelencia. Con un ojo en el pasado y en sus obsesiones. Y con el otro puesto en la geometría, en el orden preciso que encuentra en todos los escenarios.

Planetario, 1987.
"Todo mi trabajo tiene un rigor estético que esta íntimamente vinculado con la mecánica de la cámara. No me niego a las posibilidades de la manipulación. Hace diez años comencé a utilizar artilugios con superposición de negativos. Lo hice para un libro nunca publicado con Ray Bradbury."
-¿Qué influencia tuvo tu formación como pintor en tu fotografía?
-Empecé a pintar a los siete años y mi primera exposición fue a los doce. La pintura te permite "ver" y, sobre todo, el color. Una vez que conocés los colores primarios y sus infinitas combinaciones en la tela hacés lo que vos querés. Lo mismo siento cuando encuadro una imagen con mi cámara. Elijo exactamente lo que quiero hacer. Se pueden usar todos los resortes de las nuevas tecnologías. Para mí, la veracidad siempre fue un tema muy cuestionable. Existe el fotorreportaje. El estilo de Bresson, por ejemplo. Pero me pregunto cuál es la veracidad de un retrato, de una naturaleza muerta. Desde el momento en que encuadrás, estás haciendo tu propia realidad. Cuando uso un gran angular estoy transmitiendo mi propia visión de las cosas. Ahora todo vale. No se puede dictar una norma de calidad. Lo que es importante es el resultado, la autenticidad del fotógrafo. Si lo que hacés es genial, el foco y la calidad es lo de menos.La fotografía es ahora un vehículo muy apetecible para los que quieren jugar un look artístico, o intentarlo. No hay un culto a la calidad. Hay menos orgullo en eso. Ser contemporáneo no es mostrar fotos de ayer nomás. En Estados Unidos consideran contemporáneo a todo lo hecho después de la Segunda Guerra Mundial. Contemporáneo es algo de tu siglo. ¿Cartier-Bresson es contemporáneo? Irving Penn, Richard Avedon, todos ellos son contemporáneos. La Bauhaus sigue influenciando a los artistas de hoy. Mis fotos del año 58 que voy a poner en la muestra son hoy modernas. El color de los hermanos Lumière de 1907 es hoy supermoderno. El píxel es el grano de la película con el que yo desarrollé mi trabajo. En la fotografía el relato se basa en la mirada sobre lo que es el pasado.

Remolque, 1980
-¿Está desapareciendo el fotógrafo callejero?
-Hay menos fotógrafos que recorren las calles. La mirada ahora está más puesta en lo decadente. Es como si todo el mundo hubiera descubierto la belleza en lo abandonado y lo destruido. Yo iba a La Boca a encontrar esas superficies oxidadas hace 30 años, esas que ahora están tan de moda. La calle está mucho más insegura. Pero cada vez que salgo del estudio con mi cámara, siempre vuelvo con algo. Voy a buscar esos íconos, de los arquitectos, de los actores, de los lugares que fueron y que ya no son más. Se puede trabajar con el pasado, el presente y el futuro. Es como una ola en la que te dejás llevar por tus sentimientos. Eso es lo que te hace disparar la cámara. Ésta es una exposición de amor por Buenos Aires. Todavía salgo a ver los jacarandáes cuando florecen, las tipas. Las tormentas de noviembre en el Rosedal. Vas queriendo todas las pequeñas cosas.
-¿Cómo ves el futuro de la fotografía argentina?
-Nueva fotografía argentina es lo que vemos colgado ahora en todas partes. La tendencia es lo cotidiano, hay nuevas reglas. Se va produciendo una decantación. El sistema digital es un filtro muy amplio. Miles de fotos circulan por teléfonos que mueren en alguna carpeta perdida en una computadora. El uno por ciento termina en una copia. Para mí, una impresión fotográfica es una joya. Los nuevos sistemas de impresión digital nos dan la posibilidad de perdurar. Cada vez veo más y más fotógrafos. Cosas bien y mal hechas, y me alegro profudamente con esta abundancia de ideas. Después de todo, la competencia termina donde comienza la excelencia. No importa por qué vía uno lo haga. Detrás de cualquier cámara siempre tiene que haber un artista con un corazón que late, un cerebro que piensa y la decisión de disparar. El arte es un campo que da para todo. Todos tenemos nuestra oportunidad. La fotografía no es conflictiva. Te gusta o no te gusta. En este tiempo uno puede confrontar con el público y saber casi de inmediato qué es lo que le llega. La gente puede expresar libremente lo que siente con respecto a tus fotos. Miles de veces nos paramos delante de un cuadro de un gran pintor y nos preguntamos: ¿lo estaré interpretando mal? ¿Tal vez yo soy un inculto? En la fotografía eso no pasa.

El nono, 1963.
-¿Qué sucede con la influencia de las nuevas tecnologías en el campo de la fotografía?
-La revolución ahora es más tecnológica que artística. Existen los buenos y los malos fotógrafos. Nadie se puede quedar en el arte con una sola opinión. Las fotos de uno no sirven. Sirven las de todos. Si todos estuviéramos más unidos de lo que estamos, nos podríamos ayudar mucho más. Yo soy un fotógrafo analógico. La mayor parte de mi trabajo la hice en el siglo XX. Me gusta el foco, la buena definición. Que la máquina responda a lo que uno quiere plasmar. Uso la cámara delicadamente. Cada vez que fotografío con una cámara digital, lo hago del modo convencional. Siempre uso una Leica M5 cargada con película Tri-x de Kodak. Para mí es como un violín. Me gusta el leve sonido del disparador de la Leica. O el diseño de la Plaubel Nikkor 6x7. La Widelux, porque abarcás 180 grados de visión sin que nadie se dé cuenta. Cada una tiene su particularidad. Siento un enorme amor por las máquinas. Me gusta descubrir sus posiblidades. Es un instrumento noble. Las cámaras son mis amigas.

Memoria de una amistad entrañable



 

Manuel Mujica Lainez y Aldo Sessa trabajaron juntos en libros extraordinarios como Letra e imagen de Buenos Aires. En la cita reproducida en esta página, Manucho celebra el talento de su amigo fotógrafo.
"Si no fuese jardinero, tendría que serlo aquí, porque ésta, que en la niebla de Palermo se esfuma, es la casita de los jardineros de ese lugar. Es una casita para gnomos que inventen las plantas; para hadas que perfumen las flores; para jardineros de parques encantados: una de las casas donde uno quisiera vivir. (He observado, a medida que dibujo arabescos de letras alrededor de las fotografías.) Las fotografías de Aldo Sessa son los sueños de la realidad".

Opinión

Una carrera es obra hecha
De fotógrafo a fotógrafo, una reflexión acerca del estilo y la huella abierta por Aldo Sessa.

Por Diego Ortiz Mugica / Para LA NACIÓN

Grete Stern, Horacio Copola, Pedro Luis Raota, Aldo Sessa... Son algunos de los responsables locales de que muchos de nosotros hoy tengamos la fotografía como pasión y profesión.

En primer lugar: ¡gracias por marcar "el camino", por "abrir la huella"!
Aldo es un apasionando, un amante de la cámara. No recuerdo, en el curso de toda mi vida, un encuentro con él en que no tuviera la cámara colgada del hombro.
Dicen que los maestros explican lo que saben pero enseñan lo que viven.
Si hay algo que aprendí de Aldo Sessa, es a trabajar, y también a entender que una carrera se hace a lo largo de los años.
Uno se "recibe" de fotógrafo cuando tiene una obra para mostrar. Y eso se hace con la suma de años: trabajando, buscando, cambiando la intención, corriendo la estaca.
Hoy, Aldo Sessa tiene una gran obra para mostrarnos, fruto de muchos años de búsqueda, inspiración y esfuerzo.
Para mí, ésta es su gran enseñanza.
Aldo:
Gracias por compartir tus imágenes con nosotros.
Gracias por enseñarnos a buscar.
Gracias por enseñarnos a no abandonar.
En definitiva, gracias por abrir la huella.
 
Fuente: ADN Cultura La Nación

¿PALMAS HÚMEDAS? AMA A MONET

Un académico alemán estudió con guantes sensores físicos qué atrae a los visitantes de los museos. Definió el estado de verse afectado por el arte como una sensación de inmersión en una obra.

Por Dorothy Spears

Lo poco o mucho que los visitantes de museos saben sobre arte cambia en muy escasa medida cómo se comportan frente a las obras exhibidas, según un estudio de un estudioso de la cultura alemán que midió electrónicamente qué elementos atraían la atención de los visitantes y cómo se veían afectados emocionalmente. El académico, Martin Tröndle, también constató que los visitantes solitarios normalmente pasaban más tiempo mirando las obras de arte y que experimentaban más emociones.
Tröndle y su grupo de trabajo equiparon a 576 voluntarios con un guante provisto de la función GPS para seguir su recorrido a través de las galerías del Kunstmuseum St. Gallen en Suiza durante dos meses desde junio de 2009.
Los sensores en los guantes midieron la evidencia física de reacciones emocionales, como las frecuencias cardíacas y el sudor de sus palmas. Posteriormente, se realizó un cuestionario a los voluntarios acerca de dónde habían permanecido más tiempo y los sentimientos que evocaban esas obras en particular.
Tröndle descubrió que aparentemente había escasa diferencia de vinculación entre los visitantes que tenían un conocimiento erudito del arte y "personas que son ingenieros y dentistas". Dijo que los artistas, los críticos y los directores de los museos suelen en general centrarse en una obra de la sala, mientras que los visitantes con una curiosidad y un interés moderados tienden a pasar de una obra a otra y a leer los paneles de texto. "Casi se podría decir que el conocimiento nos hace ignorantes", dijo.
El punto central del estudio de Tröndle fue una fascinación por las ambientaciones de los museos en general y una curiosidad acerca de la manera en que las disposiciones particulares de objetos de arte afectaban el comportamiento humano, dijo, hablando desde su despacho en la Universidad Zeppelin en el sur de Alemania, donde es profesor de gestión de las artes e investigación artística. Su estudio, financiado por la Fundación Científica Nacional Suiza, estableció por primera vez que "existe una correlación muy fuerte entre la experiencia estética y las funciones corporales", dijo.
Definió el estado de verse afectado por el arte como una sensación de inmersión en una obra, o de sentirse llamado por ésta, de lo cual extrajo la conclusión de que a un museo es mejor ir solo.
Estos momentos son fugaces y sutiles, dijo, agregando "Quien se comunica con una obra de arte no puede conversar al mismo tiempo con quienes lo/la acompañan", dijo.
Los visitantes tendieron a sentirse más estimulados por las esculturas que impedían su avance por las salas. "A la gente le gusta chocarse con el arte", dijo.
Algunos expertos son escépticos. "Esta tecnología es muy nueva y muy joven", dijo Paul C. Ha, director del List Visual Arts Center del Massachusetts Institute of Technology (M.I.T.). "Todavía no sabemos bien qué tenemos. Y, como es sabido, los datos pueden interpretarse de cualquier manera".
Bonnie Pitman, distinguida académica en residencia en la Escuela de Artes y Humanidades de la Universidad de Texas, Dallas, experta en el tema de las respuestas de los visitantes al arte, dijo: "No estoy segura de que tener más datos permita una comprensión mayor del conjunto muy complicado de factores que intervienen en la experiencia de las obras de arte".
En referencia a Tröndle y su convicción de que una frecuencia cardíaca elevada indica una experiencia más honda del arte, dijo: "Esos momentos trascendentes en que nos sumergimos en el color y la belleza de un Pissarro o un Sisley o un Monet ­esos momentos no necesariamente hacen aumentar la frecuencia cardíaca. Nos desaceleran".
Si se piensa en toda la atención que se presta últimamente a las exposiciones exitosas en los grandes museos "cabría suponer que nuestro futuro no es muy promisorio", dijo Ronald Wäspe, director del Kunstmuseum St.
Gallen, un museo más pequeño con una gama de pinturas y esculturas que datan desde la Edad Media hasta el presente.
La investigación indicó, para él, que "ahora tenemos una ventaja, porque vemos que, para una experiencia óptima del arte los museos deben ser pequeños, deben estar más vacíos y deben ser, en el sentido más positivo del término, un lugar de contemplación".

Fuente: Revista Ñ Clarín

CONTROL CONVERTIDO EN POESÍA


Interactividad a fondo, obras que dejan de existir cuando el espectador se aparta de ellas y no tienen a nadie a quien detectar. Arte que vive, que es mirado y mira.

Por Marina Oybin

Por estos días el Espacio Fundación Telefónica se transformó en una especie de panóptico con cámaras en vivo y sistemas de seguimiento computarizados. En Detectores, uno es observado y, al mismo tiempo, observa, escruta, da vida a las poderosas instalaciones de Rafael Lozano-Hemmer. Y si nadie las mira, las obras se apagan, dejan de existir.
“No se trata de una moralización sobre la condición orwelliana de nuestra sociedad, sino de pervertir y materializar en una forma poética o crítica los elementos de control que existen”, explica Lozano-Hemmer desde San Francisco, donde acaba de inaugurar en el MoMA “Frecuencia y Volumen”, una instalación en la que el espectador sintoniza radiofrecuencias con el cuerpo, y donde se exhibe, además, “Homografías”, una instalación con tubos fluorescentes que rotan con la presencia del público.
Detectores reúne una serie de obras de arte reactivo: son experiencias incompletas a las que el público viene a dar sentido. A cada paso uno activa grabaciones de video, esculturas cinéticas, animaciones algorítmicas y ambientes de luz. Ya de entrada, el espectador se topa con “Sabroseos” (el título original es Make-out, un juego de seducción, generalmente previo al sexo), una pantalla interactiva de alta resolución con sistema de vigilancia computarizado incorporado. De lejos, vemos un diseño geométrico, por momentos deviene cinético. Habrá que acercarse para que los sensores detecten nuestra presencia. Ahí nomás, las parejas se miran. Silencio. Luego, copa la pantalla un desfile inagotable de hasta 8.000 videoclips de besos en simultáneo (tomados de Internet). Hay besos famosos del cine, besos amorosos, apasionados, inolvidables, heterosexuales u homosexuales. Cada vez que nos desplazamos, como si fuera posible que se multiplicaran exponencialmente, la pantalla nos devuelve un nuevo beso. Seguimos caminando. La cámara ya no detecta la presencia y la mirada humana: los besos, entonces, desaparecen.

BIFURCACION. Computadora, Kinect, proyector, metal, motor, procesador Arduino, madera fumigada.

Lozano-Hemmer demuestra que la tecnología desata obras poéticas, bellas, que sacuden el corazón. “Bifurcación” es una instalación de la serie Shadow, donde las sombras proyectadas son reinterpretaciones del objeto en cuestión. En sala, una rama real cuelga de un hilo. Apenas  hay que soplarla para que en una pantalla la imagen del árbol de la que proviene empiece a rotar en la misma dirección. Se mueve una y otra vez: la misma frecuencia, el mismo ángulo de inclinación. La rama ausente ahora da vida al árbol.
Así como Duchamp encapsuló aire de París y Piero Manzoni puso su propio aliento en globos, Lozano-Hemmer es capaz de capturar un suspiro y reproducirlo ad eternum. El artista le pidió a la cantante cubana de boleros Omara Portuondo que respirara en una bolsa de papel. Acto seguido, a partir de ese intangible, creó “Ultimo suspiro”, una instalación diseñada para almacenar y hacer circular el suspiro de una persona. Sin respiro, la bolsa de papel se infla y desinfla. “Esta pieza pretende ser un retrato biométrico realizado a partir de tecnologías médicas que circulan el aliento entre un fuelle y una bolsa de papel al ritmo de la respiración promedio de un adulto en reposo: diez mil veces diarias, con 158 suspiros”, dice el artista.
Lozano-Hemmer cuenta que primero capturó el suspiro de su madre, pero después decidió quitarlo de la bolsa y del aparato: “En mi opinión únicamente hay que conservar el aliento de alguien que tenga una relevancia más general”. De esta serie, la obra más bella es la que le regaló a una pareja de amigos suyos: son sus suspiros, la respiración mezclada de ambos seguirá junta después de la muerte. ¿Quién se resiste a los frascos con aire y aroma del pasado?, ¿o a las bolsas de papel con deseos inconfesables y suspiros de amor eterno?
“Coincidencia sostenida”, una instalación interactiva con tubos de luz, luces infrarrojas y software, nos lleva a jugar como chicos. Apenas nos movemos, nuestras sombras se proyectan en la pared: parece que tuvieran vida propia, siguen ahí, superpuestas en extraño delay a pesar de nuestros movimientos.
SABROSEOS. Shadow Box 8. Pantalla interactiva de alta resolución con sistema de vigilancia incorporado.
SABROSEOS. Shadow Box 8. Pantalla interactiva de alta resolución con sistema de vigilancia incorporado.

Con un sistema de vigilancia computarizado y un software que modifica nuestra imagen, “Blow - up” transforma nuestra imagen: la expande, multiplica y deconstruye hasta volverla sólo forma y color. A unos pasos, como si se tratara de un sitio infernal, en la instalación interactiva “La medianoche del año”, en la pantalla brota de nuestros ojos un extraño humo. Denso, imparable. Y en “Tensión superficial”, ese ojo no nos deja de observar. Uno se mueve y la mirada de ese desconocido nos sigue sin tregua. Finalmente, hartos de esa gigantesca pupila inquisitoria, nos quedamos quietos. No hay caso: el ojo sigue mirándonos fijamente.
“Indice de corazonadas” funciona con huellas digitales, un fundamento de la biometría para la detección de individuos. La instalación toma esa tecnología y crea un ambiente conectivo, una especie de paisaje hecho con capturas de la piel que palpitan al ritmo cardíaco de los participantes. Apenas usted apoye el dedo en la máquina (con un sensor equipado con microscopio digital y sensor de frecuencia cardíaca) verá en pantalla que las huellas se vuelven imagen abstracta, bella, única, y al tiempo, irreconocible.

Pura textura y color.

En las obras de Lozano-Hemmer la tecnología palpita. El artista se zambulle en un desafío que parece imposible: capturar lo efímero e indeterminado. Logra, por ejemplo, que una rama ya seca dé nueva vida a un árbol o atrapa algo tan frágil e inasible como el suspiro de quien amamos. Pura alquimia.

FICHA
Rafael Lozano-Hemmer
Detectores

Lugar: Espacio Fundación Telefónica (Arenales 1540).
Fecha: hasta 19 de diciembre.
Horario: lunes a sábados, 14 a 20:30.
Entrada: gratis.


Fuente: Revista Ñ Clarín

ENTREGARON LOS PREMIOS KONEX

Se premió a las Artes Visuales. Los elegidos fueron el pintor León Ferrari y el arquitecto César Pelli, que se quedaron con el Konex de Brillante.

Dos indiscutibles se llevaron ayer el más importante de los Premios Konex. Se premiaba a las Artes Visuales y los elegidos fueron el pintor León Ferrari y el arquitecto César Pelli. Se quedaron con el Konex de Brillante. Al mediodía, Pelli había sido recibido por la presidenta Cristina Kirchner. Ferrari, operado, faltó al agasajo presidencial y también a la entrega.
El jurado que los eligió estuvo presidido por Luis Felipe Noé y compuesto por 20 especialistas, que tle dieron el Konex de Honor al artista Carmelo Arden Quin, que murió en 2010, y otorgaron menciones especiales por Trayectoria a Gyula Kosice, Quino, Marta Minujín, Josefina Robirosa y Clorindo Testa.
En total, fueron 100 premiados. Entre otros, recibieron sus distinciones Diana Dowek, Rogelio Polesello y Carlos Alonso. Los aplausos más fuertes se los robaron el padre de Mafalda, que le agradeció a su madre por dejarlo pintar en la mesa, y el recuerdo de Caloi. Al final, el hijo de Ferrari recibió el premio de su padre que lo mandó a decir, entre otras cosas, “que somos todos buenos”.

Fuente: Revista Ñ Clarín

ARQUITECTURA E IDEOLOGÍA EN BERLÍN:
UN EJERCICIO DE ARTE Y MEMORIA EN CLAVE PERSONAL



Antes de la construcción del muro, ambos regímenes en la ciudad dividida competían a través de sus edificios. Una muestra colectiva en la Casa de las culturas del mundo invitó a diez artistas contemporáneos a que pongan en cuestión este binomio en relación a sus historias personales.

La curadora de arte contemporáneo Valerie Smith organizó y planificó una exposición que reflexionara críticamente sobre el cruce entre arquitectura e ideología y tomó el edificio de esta Casa como punto de partida para hacer un aporte complejo sobre la arquitectura actual. Hacer una muestra sobre estos temas no es algo menor en Berlín donde la mayoría de los debates se cruzan con la memoria y, mientras en otros escenarios los debates arquitectónicos están relacionados con la economía, aquí se relacionan con el pasado que vive en cada rincón. A partir de esta iniciativa se invitó a diez artistas contemporáneos de todo el mundo, para que trabajaran y cuestionaran esta relación; tomando el edificio como punto de partida pero reflexionando sobre sus historias personales.
En la explanada de la Haus surgía la obra del arquitecto chino Wang Shu que acaba de recibir el premio Pritzker. El trabajo combinó maderas y tejas, y puso en debate la uniformidad con la que se construye hoy en China. Es decir, se edifica con los mismos criterios arquitectónicos que en Singapur, Nueva York o San Pablo en un momento de boom arquitectónico. Wang Shu sostiene que hay que recuperar tradiciones arquitectónicas locales, para construir de manera adecuada al lugar en que uno está trabajando. “Lo que hizo en el techo es algo que se hace con una técnica clásica de tejas yuxtapuestas, que son perfectas para frenar el agua de lluvia.

SHOW FLORAL. Fotografía tomada en 2007 en Pyongyang, durante un viaje de Brandlhuber Arno y sus estudiantes.
SHOW FLORAL. Fotografía tomada en 2007 en Pyongyang, durante un viaje de Brandlhuber Arno y sus estudiantes.
Es una instalación artística, un teatro hecho a partir de esas tejas. Es sólo una invitación estética a crear un foro, un espacio comunitario, un espacio social. Y él lo crea con sus propias tradiciones arquitectónicas. Toda una serie de trabajos reflexionan sobre las ambivalencias, las ambigüedades de invitar a un gran gesto político para la palabra libre, que después no se cumple,” explicó Silvia Fehrmann, jefa de comunicaciones de la Haus.
En una sala en penumbras, una buena cantidad de pantallas emitían imágenes que simulaban ser iguales pero no lo eran. Retrataban la duplicación de Berlín, es decir los edificios e iniciativas que se erigieron a un lado y otro del Muro y que se proponen como patrimonio cultural de la humanidad de la Unesco. De un lado y del otro de lo que fue el Muro quedaron tres óperas, dos zoológicos, dos salas de congresos, dos monumentos a la mujer que levantaba escombros después de la guerra, dos universidades... Todo nacido de la competencia entre ambos sistemas políticos. “Veintitrés años después de la caída del Muro estamos en condiciones de mirar sobre esa historia y darnos cuenta que la memoria histórica de Berlín se tiene que establecer en torno a las dos dimensiones de la memoria y no sobre la idea de que un sistema se impuso sobre el otro. Este es un proyecto estético y la idea es generar espacios de debate”, explica Fehrmann.
En el impactante auditorio de la Haus, una instalación acústica de Iñigo Mangiano-Ovalle invitaba al protagonismo del espectador a favor de la libertad de expresión. Se podía subir al escenario y hablar frente al micrófono y la particularidad era que el público no escuchaba lo que se decía. Los discursos quedaron registrados y guardados en la Web. Una especie de radio abierta jugaba con la idea de los programas que convocan a que los oyentes llamen y seleccionan las voces que van a emitir. Quedaba en evidencia que si bien hay una participación del oyente, en definitiva lo que existe es un sistema que decide cuál es la palabra que se emite, la opinión que se hace escuchar.

BAJO IMPACTO AMBIENTAL. Obra de Wang Shu, el arquitecto chino que recibió el Premio Pritzker 2012, el más prestigioso de la disciplina.
BAJO IMPACTO AMBIENTAL. Obra de Wang Shu, el arquitecto chino que recibió el Premio Pritzker 2012, el más prestigioso de la disciplina.
La artista portuguesa Ángela Ferreyra reconstruyó la historia de los edificios que colapsan a través de maquetas como, por ejemplo, la historia de un edificio en Maputo, Mozambique. Allí se construyó una torre para un hotel y durante las luchas por la independencia del país, los portugueses, antes de abandonar el territorio, llenaron las cañerías con hormigón y el edificio quedó inutilizado y debió ser demolido. La artista ha contado esta historia con un video.
También eligió el video el colectivo de arquitectos latinoamericanos Supersudaca. A través de varias pantallas, presentó desfiles de modas donde se exhibieron ropas de los países latinoamericanos. La idea de un guardarropa que explica simbólicmente, con imágenes y textos, el funcionamiento de las consultoras de riesgo internacionales que definen donde se puede construir o no al otorgar o no créditos tanto para hoteles como para escuelas. “El gesto tiene que ser pensar el mundo, repensando la posición local en relación con el afuera, no exponer el tercer mundo en el escenario, esa no es la intención”, concluye Fehrmann.
Esta muestra se interpreta cuando pone de relieve la importancia del edificio que fue un regalo del gobierno estadounidense a Berlín occidental en épocas de la Guerra Fría. A fines de los cincuenta, Berlín occidental y oriental –sin Muro todavía– competían por mostrar cuál era la ciudad más moderna y, a su vez, cuál era la sociedad más apta para traer prosperidad a los trabajadores. Entonces, se decide crear esta casa como un monumento para la libertad de expresión en Berlín occidental con un claro fin propagandístico de los Estados Unidos. Fue diseñada por el arquitecto norteamericano, Hugh Stubbins, que fuera discípulo de Walter Gropius. Stubbins hizo una especie de parábola hiperbólica, sobredimensionada con un gran auditorio para mil personas. El edificio está concebido como espacio para congresos, exposiciones y conciertos. En 1981, se quiebra el techo y en marzo de 1989 un grupo de activistas culturales la volvió a la vida y así nació como "Casa de las culturas del mundo".

Fuente: Revista Ñ Clarín

MENOS ANTICUARIOS AUNQUE UNA MAYOR OFERTA DE PIEZAS EN FERIARTE 2012


Detalle de varios relojes que se muestran en la 33 edición de la Feria de Arte y Antigüedades Feriarte 2009 en el Recinto Ferial IFEMA de Madrid. EFE/Archivo

Madrid, 14 - La edición número 36 de Feriarte abrirá sus puertas este año con menos anticuarios -alrededor de 90-, pero con un incremento en la oferta de objetos hasta superar los 18.000, según cifras divulgadas hoy por la organización.
La Feria de Arte y Antigüedades Feriarte será inaugurada el viernes por el Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y contará con las propuestas de reputados galeristas y anticuarios españoles e internacionales que pondrán a la venta piezas de distintas épocas y estilos, han explicado a Efe responsables de Ifema.
El número de piezas expuestas se incrementará en 3.000 más respecto a la edición del año pasado, aunque participarán alrededor de una treintena menos de expositores.
Como novedad, la organización pondrá en marcha una jornada de entrada gratuita el 20 de noviembre para promover el coleccionismo y fomentar las ventas de la feria.
Muebles, antigüedades clásicas, relojes, porcelanas, lámparas, plata, cristal, alfombras, tapices, arte africano, joyas, elementos arquitectónicos, instrumentos científicos o mapas antiguos, son algunos de los objetos que se pondrán a la venta.
Además, Feriarte reunirá una cuidada selección de pintura y artes plásticas de autores contemporáneos.
Nuevamente, la feria incluirá el recorrido "Piezas Favoritas", selección de objetos destacados por los propios galeristas y anticuarios que se mostrarán en los módulos expositivos con un distintivo identificativo.
La organización ha indicado que, en los días previos a la apertura de Feriarte, que se celebrará del 17 al 25 de noviembre, una comisión de expertos en distintas disciplinas del arte comprobará el valor de cada objeto, así como su autenticidad y estado de conservación.

Fuente: EFE

UNA EXPOSICIÓN DE SOROLLA REIVINDICA EN VALENCIA A CLOTILDE, SU MUSA Y ESPOSA


Dos mujeres conversan ante los cuadros de Ignacio Zuloaga, "Mis primas" de 1903 (d), y de Joaquín Sorolla, "Mi mujer y mis hijas en el jardín" de 1910 en el Centre del Carme, que presenta la exposición "Zuloaga y Sorolla, artistas en una edad de plata", organizada por el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana y la Institución Joaquín Sorolla de Investigación y Estudios.EFE


Valencia, 14 - El Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia indaga en la figura de la esposa de Joaquín Sorolla, Clotilde García del Castillo, como musa y modelo del artista valenciano, en la exposición "Clotilde de Sorolla". Veinte cuadros, veinticuatro dibujos y treinta y ocho fotografías, así como objetos personales de Clotilde García y cartas dirigidas al pintor, se reúnen en esta muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 17 de febrero. Valencia es la segunda parada de esta exposición, que acogió hasta el pasado 14 de octubre el Museo Sorolla de Madrid, de donde procede la mayor parte de las obras y objetos exhibidos. Clotilde García del Castillo (Valencia, 1865-Madrid, 1929) fue "el pilar" en el que se apoyó Sorolla durante "toda su vida", pues fue su musa y modelo y fundó el museo que lleva el nombre del artista, según la comisaria de la exposición, Consuelo Luca de Tena. Para Consuelo Luca de Tena, la esposa del pintor "comprendió" que Sorolla "tenía que pintar", por lo que "dedicó su vida a quitarle cualquier obstáculo" que se lo impidiera y juntos formaban "un equipo realmente compenetrado". "Clotilde de Sorolla" se divide en cuatro secciones temáticas ordenadas cronológicamente: la primera se centra en los aspectos más íntimos; a continuación, se examina la figura de Clotilde como musa; después, como esposa de un Sorolla ya con prestigio internacional, y, finalmente, se repasan los años finales de la pareja. En la exposición pueden verse varios retratos o dibujos de Clotilde García, "una de las mujeres más retratadas", según la comisaria, leyendo, cosiendo o jugando con sus hijos. Los dibujos, casi todos inéditos, salen por primera vez del Museo Sorolla de Madrid tras haber sido restaurados para esta exposición. De los veinte lienzos que integran la muestra, dieciocho son fondos del Museo Sorolla, algunos se exponen por primera vez en Valencia, uno ha sido cedido por una coleccionista particular y el restante forma parte de los fondos del San Pío V.

Fuente: EFE