GRECIA HARÁ EXCAVACIONES EN OLIMPIA
CON FONDOS DE LA UE
Por Aris Messinis
La decisión fue tomada en una reunión ministerial dirigida por el ministro adjunto Costas Tzavaras, quien subrayó "la importancia particular de estas excavaciones para la puesta en valor del famoso sitio" arqueológico, según un comunicado.
El texto recuerda que sólo una parte del gimnasio, "el pórtico Este,
de una longitud de 120 metros, ha sido sacado a luz por el momento".
Las excavaciones, en cooperación con la Escuela Arqueológica de
Alemania, que participa desde hace años en los trabajos de Olimpia,
serán financiadas por el Fondo Europeo de Apoyo Comunitario 2007-2013.
Según el texto, la primera fase de las excavaciones consiste en una
serie de estudios para realzar el santuario de la diosa de la
agricultura Demeter, cerca del estadio de Olimpia. En la segunda fase se
pondrá en valor la muralla situada al pie del monte Kronion, cerca del
antiguo gimnasio.
Además del antiguo estadio de Olimpia, donde cada cuatro años se
enciende la llama de los Juegos Olímpicos modernos, el sitio incluye una
serie de vestigios, como el santuario de Zeus, el templo de Hera, el
hipódromo y las Termas.
Fuente: AFP
Fuente: AFP
EL ARTISTA Y SUS OBRAS CON FANTASMAS
El francés Christian Boltanski trabajará las huellas
y el dolor de los inmigrantes, en el hotel adonde llegaban a principios
del siglo XX.
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LO QUE QUEDA. Boltanski, en el Hotel de Inmigrantes. Vio los archivos: ”Tantas vidas allí, en forma de papeles”./MPB
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SILUETA. Sacos, luces y humo para evocar vidas pasadas. /MPB |
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MEMORIA Y ARCHIVO. Boltanski recurre a materiales frágiles y cotidianos como testimonios de lo breve de la vida |
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TRES PROYECTOS. En el Museo de la UNTREF se exhibirán "Obras", la tercera parte de la muestra de Christian Boltanski.
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DOBLE PERTENENCIA. Una obra que habla del dolor, el recuerdo y el pasado. |
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NUEVA VIDA. "Toda esa gente que paso por aquí tenía la necesidad de olvidar", dijo el artista. |
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EN TECNOPOLIS. Un stand recibió donaciones para el reservorio mundial de latidos de corazón que el artista enviará a Japón. |
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FANTASMAS. Durante la producción de su obra, Boltanski dijo que sintió la presencia de los que habían llegado al país. |
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MIGRANTES. El gran artista francés Christian Boltanski, durante la producción de su muestra en el Hotel de Inmigrantes. |
Por Mercedes Perez Bergliaffa
Muertos de hambre, tristeza y dolor, pero queriendo, más que
nada en el mundo, sobrevivir, huyeron de las Guerras Mundiales cruzando
el océano hasta el puerto de Buenos Aires y desembarcando allí con sus
valijitas. Bajaban de los barcos y se metían en el Hotel de Inmigrantes
(hoy, Antártida Argentina 1355).
Con comedores con turnos para
hasta mil personas, doce habitaciones donde dormían 250 a la vez,
enfermerías, lavaderos, cocinas, depósitos y oficinas, ésta era la
primera Argentina que conocían los inmigrantes europeos de principios
del siglo XX. Lugar de memoria, de vida, sobrevida y muerte: ¿acaso hay
un espacio mejor que éste para que el gran artista francés Christian
Boltanski cree sus obras…?
Mundialmente conocido por sus trabajos acerca del dolor, el recuerdo y el pasado, Boltanski (1944) le dice en exclusiva a Clarín,
quien lo acompañó durante el proceso de producción de su obra en el
Hotel, y lo recorrió con él en días previos a la inauguración: “Cuando
entré al Hotel de Inmigrantes por primera vez, quedé impactado”.
–¿Qué encontró?
–Me impresionaron los pisos donde están los archivos. Recuerdo que vi que estaban todos los papeles sobre el piso, apilados. Miles y miles de vidas... Hay tanta gente, hay tantas historias, acumuladas en este lugar… Algún tuberculoso, alguno que dejó a su novia para venir a América… Hay miles de historias. Recuerdo, también, que había tanto polvo entre los papeles, que tenía los ojos enrojecidos. Estaba toda esa masa de historia devenida una forma de polvo, digamos.
–Me impresionaron los pisos donde están los archivos. Recuerdo que vi que estaban todos los papeles sobre el piso, apilados. Miles y miles de vidas... Hay tanta gente, hay tantas historias, acumuladas en este lugar… Algún tuberculoso, alguno que dejó a su novia para venir a América… Hay miles de historias. Recuerdo, también, que había tanto polvo entre los papeles, que tenía los ojos enrojecidos. Estaba toda esa masa de historia devenida una forma de polvo, digamos.
–Este es un edificio con una carga emocional e histórica fuerte. ¿Cómo será la obra que expondrá?
–Será más bien triste. Tendrá que ver con la muerte y con los fantasmas de los inmigrantes que llegaban, y no tanto con la felicidad de llegar a la Argentina. Sobre todo porque creo que este es un lugar de muerte. Un lugar donde se escuchan y se escucharán muchas voces.
–Será más bien triste. Tendrá que ver con la muerte y con los fantasmas de los inmigrantes que llegaban, y no tanto con la felicidad de llegar a la Argentina. Sobre todo porque creo que este es un lugar de muerte. Un lugar donde se escuchan y se escucharán muchas voces.
–¿Usted escuchó esas voces?
–Cuando vi los papeles todos polvorientos unos sobre otros, sentí la presencia de toda esa gente que pasó por aquí. Fue un momento de felicidad para ellos, pero, a la vez, dejaban su país, dejaban a sus familias, lidiaban con un nuevo idioma… Ellos tenían que olvidar. Debían olvidar de donde venían. Y esto no debía de ser fácil.
–Cuando vi los papeles todos polvorientos unos sobre otros, sentí la presencia de toda esa gente que pasó por aquí. Fue un momento de felicidad para ellos, pero, a la vez, dejaban su país, dejaban a sus familias, lidiaban con un nuevo idioma… Ellos tenían que olvidar. Debían olvidar de donde venían. Y esto no debía de ser fácil.
–Está realizando esta obra un piso por encima de los archivos…
–Justamente: tantas vidas están ahora allí, en forma de papeles. Y a la vez, la mayoría de las personas que pasaron por aquí están, forzosamente, muertos. Los papeles se están pudriendo, también, aquí abajo. Y entonces sólo quedan los fantasmas.
–Justamente: tantas vidas están ahora allí, en forma de papeles. Y a la vez, la mayoría de las personas que pasaron por aquí están, forzosamente, muertos. Los papeles se están pudriendo, también, aquí abajo. Y entonces sólo quedan los fantasmas.
–¿Qué piensa de esa memoria que se está pudriendo acá abajo?
–Que habría que hacer el museo de la inmigración aquí.
–Que habría que hacer el museo de la inmigración aquí.
–Bueno, el museo ya existe.
–Entonces, habría que limpiarlo bien, organizarlo. Aquí hubo personas que venían de otros países: creo que hay que mantener esa doble pertenencia. Un punto fuerte es tener otro pasado incluido en uno mismo.
–Entonces, habría que limpiarlo bien, organizarlo. Aquí hubo personas que venían de otros países: creo que hay que mantener esa doble pertenencia. Un punto fuerte es tener otro pasado incluido en uno mismo.
Las tres exposiciones
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MAQUETA. Homenaje a Borges.
Hoy a las 18, en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525),
Boltanski hablará de su obra con Eduardo Jozami, Martín Kohan, Jean Hubert Martin y Diana Wechsler. Es su primera aparición: son tres los proyectos que el artista hará desde el viernes en Buenos Aires.
En el Hotel de Inmigrantes hará Migrantes; en la Casa Nacional de la Música México 569), Libros voladores,un homenaje a Borges, que fue director de la Biblioteca Nacional cuando funcionaba allí. Y en el Museo Untref (Valentín Gomez 4838, Caseros) presentará Obras, de contenido autobiográfico.
Además hoy, en Tecnópolis, el artista recolectará latidos de corazones que el
público grabó desde julio, como contribución a una obra de larga data de Boltanski: un reservorio mundial de latidos, que se almacenan en Japón.
“El hilo conductor de estos proyectos son el arte, el tiempo y la memoria”, explica Diana Wechsler, curadora de las exposiciones de Boltanski en Buenos Aires y directora de investigaciones de Arte y Cultura de la Universidad de Tres de Febrero, la que invitó al artista al país: se rumorea que hacer las obras costó unos 100 mil euros.
Hay más información en: http://boltanskibsas.com.ar/.
Fuente: Revista Ñ Clarín
DESCUBREN EL LUGAR EXACTO
DONDE FUE ASESINADO JULIO CÉSAR
Se creía que había sido apuñalado en la Curia de Pompeyo.
Ahora hallaron una marca que hizo poner su hijo adoptivo que confirma
que murió en lo que hoy se llama Torre Argentina.
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El predio arqueológico de Torre Argentina donde fue apuñalado Julio César (CSIC) |
¿Julio César fue asesinado en Argentina? Algo así. Un equipo de
científicos españoles halló el punto exacto donde fue apuñalado Julio
César, justo en el centro del fondo de la Curia de Pompeyo de Roma, en
lo que hoy se conoce como Torre Argentina.
Varios textos romanos
antiguos describían el asesinato de Julio César, ocurrido en el año 44
a.C en la Curia de Pompeyo, pero se desconocía el lugar exacto en donde
se había producido el complot de un grupo de senadores para eliminar al
general.
Ahora, 2.056 años después, un equipo del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (CSIC) de España ha descubierto el punto
preciso donde cayó asesinado, tal como lo informó hoy la institución en
un comunicado.
Los científicos hallaron una estructura de
hormigón de tres metros de ancho por más de dos de alto colocada por
orden de Augusto, hijo adoptivo y sucesor de Julio César, para condenar
el asesinato.
Este hallazgo confirma que el Cesar fue apuñalado
justo en el centro del fondo de la Curia de Pompeyo, mientras presidía
la reunión del Senado.
Actualmente, los restos de este edificio se
encuentran ubicados en el área arqueológica de Torre Argentina, en
pleno centro histórico de la capital italiana. El nombre proviene de
"Largo di Torre Argentina", como se referían a una ciudad cuyo nombre en
latín era Argentoratum.
"Siempre se supo que Julio César fue
asesinado en la Curia de Pompeyo el 15 de marzo del 44 a.C., porque los
textos clásicos así nos lo transmiten, pero hasta ahora no se había
recuperado ningún testimonio material de este hecho, tantas veces
representado en la pintura historicista y en el cine", explicó el
investigador del CSIC Antonio Monterroso.
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El lugar donde fue apuñalado Julio César fue descubierto por científicos españoles. (CSIC) |
Las fuentes clásicas
aluden a la clausura, años después del asesinato, de la Curia, un lugar
que pasaría a convertirse en una capilla-memoria.
"Sabemos con
seguridad que el lugar donde Julio César presidió aquella sesión del
Senado y donde cayó apuñalado se clausuró con una estructura rectangular
organizada conforme a cuatro muros que delimitan un relleno de
hormigón. Lo que desconocemos es si esta clausura supuso también que el
edificio dejara de ser completamente accesible", aclaró el científico.
En
Torre Argentina, además de la Curia de Pompeyo, los investigadores
comenzaron a estudiar los restos del Pórtico de las Cien Columnas
(Hecatostylon).
El objetivo es conocer qué vías de conexión se
pueden establecer entre la arqueología, la historia del arte y el cine
en estos espacios de la muerte de Julio César.
"También
pretendemos entender mejor ese sentido de clausura y lugar funesto que
describen los textos clásicos", añadió Monterroso.
Los dos
edificios forman parte del complejo monumental de unos 54.000 metros
cuadrados que Pompeyo Magno, uno de los más grandes militares de la
historia de Roma, construyó en la capital para conmemorar sus triunfos
militares en Oriente hacia el año 55 a. C.
"Es muy atractivo, en
sentido cívico y ciudadano, que miles de personas tomen hoy el ómnibus y
el tranvía justo al lado de donde hace 2.056 años fue apuñalado Julio
César, o que incluso vayan al teatro, pues el principal de la capital,
el Teatro Argentina, se encuentra muy cerca igualmente", según
Monterroso.
Es la Torre Argentina, en el centro histórico de Roma. Allí funcionaba la Curia de Pompeyo
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Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones científicas
(CSIC) de España identificó el punto exacto en donde fue apuñalado Julio
César en el año 44 a.C: justo en el centro del fondo de la Curia de Pompeyo de Roma, mientras presidía, sentado en una silla, la reunión del Senado.
Varios textos romanos antiguos describen el asesinato de Julio César en la Curia de Pompeyo ; un hecho, fruto del complot de un grupo de senadores para eliminar al general, que desembocaría en la formación del segundo triunvirato y en el estallido final de las guerras civiles. Ahora, 2.056 años después, un equipo de investigadores españoles descubrió el punto donde cayó asesinado el militar, informa el CSIC en una nota divulgada ayer.
Una estructura de hormigón de tres metros de ancho por más de dos de alto colocada por orden de Augusto, hijo adoptivo y sucesor de Julio César, para condenar el asesinato de su padre fue la clave para los científicos.
Este hallazgo confirma que el general fue apuñalado justo en el centro del fondo de la Curia de Pompeyo, mientras presidía la reunión del Senado.
Actualmente, los restos de este edificio se encuentran ubicados en el área arqueológica de la Torre Argentina, en pleno centro histórico de la capital italiana.
“Siempre se supo que Julio César fue asesinado en la Curia de Pompeyo el 15 de marzo del 44 a.C., porque los textos clásicos así lo transmiten, pero hasta ahora no se había recuperado ningún testimonio material de este hecho, tantas veces representado en la pintura historicista y en el cine”, explicó el investigador del CSIC Antonio Monterroso, del Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC.
Las fuentes clásicas aluden a la clausura, años después del asesinato, de la Curia, un lugar que pasaría a convertirse en una capilla-memoria. “Sabemos con seguridad que el lugar donde Julio César presidió aquella sesión del Senado y donde cayó apuñalado se clausuró con una estructura rectangular organizada conforme a cuatro muros que delimitan un relleno de hormigón. Lo que desconocemos es si esta clausura supuso también que el edificio dejara de ser completamente accesible”, aclaró el científico.
En la Torre Argentina, además de la Curia de Pompeyo, los investigadores han comenzado a estudiar los restos del Pórtico de las Cien Columnas (Hecatostylon). El objetivo es conocer qué vías de conexión se pueden establecer entre la arqueología, la historia del arte y el cine en estos espacios de la muerte de Julio César. Los dos edificios forman parte del complejo monumental de unos 54.000 metros cuadrados que Pompeyo Magno, uno de los más grandes militares de la historia de Roma, construyó en la capital para conmemorar sus triunfos militares en Oriente hacia el año 55 a. C.
“Es muy atractivo, en sentido cívico y ciudadano, que miles de personas tomen hoy el autobús y el tranvía justo al lado de donde hace 2.056 años fue apuñalado Julio César”, indicó Monterroso.
El proyecto, con una duración de tres años, cuenta con la colaboración de la Sovraintendenza ai Beni Culturali del Comune di Roma.
Varios textos romanos antiguos describen el asesinato de Julio César en la Curia de Pompeyo ; un hecho, fruto del complot de un grupo de senadores para eliminar al general, que desembocaría en la formación del segundo triunvirato y en el estallido final de las guerras civiles. Ahora, 2.056 años después, un equipo de investigadores españoles descubrió el punto donde cayó asesinado el militar, informa el CSIC en una nota divulgada ayer.
Una estructura de hormigón de tres metros de ancho por más de dos de alto colocada por orden de Augusto, hijo adoptivo y sucesor de Julio César, para condenar el asesinato de su padre fue la clave para los científicos.
Este hallazgo confirma que el general fue apuñalado justo en el centro del fondo de la Curia de Pompeyo, mientras presidía la reunión del Senado.
Actualmente, los restos de este edificio se encuentran ubicados en el área arqueológica de la Torre Argentina, en pleno centro histórico de la capital italiana.
“Siempre se supo que Julio César fue asesinado en la Curia de Pompeyo el 15 de marzo del 44 a.C., porque los textos clásicos así lo transmiten, pero hasta ahora no se había recuperado ningún testimonio material de este hecho, tantas veces representado en la pintura historicista y en el cine”, explicó el investigador del CSIC Antonio Monterroso, del Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC.
Las fuentes clásicas aluden a la clausura, años después del asesinato, de la Curia, un lugar que pasaría a convertirse en una capilla-memoria. “Sabemos con seguridad que el lugar donde Julio César presidió aquella sesión del Senado y donde cayó apuñalado se clausuró con una estructura rectangular organizada conforme a cuatro muros que delimitan un relleno de hormigón. Lo que desconocemos es si esta clausura supuso también que el edificio dejara de ser completamente accesible”, aclaró el científico.
En la Torre Argentina, además de la Curia de Pompeyo, los investigadores han comenzado a estudiar los restos del Pórtico de las Cien Columnas (Hecatostylon). El objetivo es conocer qué vías de conexión se pueden establecer entre la arqueología, la historia del arte y el cine en estos espacios de la muerte de Julio César. Los dos edificios forman parte del complejo monumental de unos 54.000 metros cuadrados que Pompeyo Magno, uno de los más grandes militares de la historia de Roma, construyó en la capital para conmemorar sus triunfos militares en Oriente hacia el año 55 a. C.
“Es muy atractivo, en sentido cívico y ciudadano, que miles de personas tomen hoy el autobús y el tranvía justo al lado de donde hace 2.056 años fue apuñalado Julio César”, indicó Monterroso.
El proyecto, con una duración de tres años, cuenta con la colaboración de la Sovraintendenza ai Beni Culturali del Comune di Roma.
Fuente: EFE
PELLI: PREMIO A LA ARQUITECTURA
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El célebre arquitecto tucumano ganó el Konex a las Artes Visuales. Su huella en la Ciudad. |
Por Berto González Montaner *
Por primera vez, la Arquitectura tiene un Premio Konex de
Brillante. Es el que comparte el arquitecto tucumano César Pelli con el
artista plástico León Ferrari, luego de la selección por un prestigioso
jurado entre más de 20 finalistas ganadores de los Premios Platino en
las Artes Visuales. Es un reconocimiento a su dilatada trayectoria, su
obra singular y su calidad humana. Pelli estudió en la Universidad
Nacional de Tucumán, en tiempos en que su escuela de arquitectura
competía con la de Harvard. Siguió en los Estados Unidos colaborando con
grandes de la arquitectura mundial como Eero Saarinen, para luego ser
decano en la Universidad de Yale. Hizo la célebre ampliación del MOMA de
Nueva York y terminó de construir su jerarquía internacional con las
Torres Petronas de Kuala Lumpur, por años el edificio más alto del
mundo.
Pero este premio tiene, entre sus virtudes, no haberse
olvidado de su terruño. Sólo en Buenos Aires ya cinceló tres de sus
joyas. El Edificio República (1996) fue la primera. Su forma está
relacionada con las particularidades del terreno. Es un lote casi
triangular con una larga hipotenusa enfrentada al río y con uno de sus
vértices que da a la Plaza Roma. Pelli pensó que más que una torre,
convenía hacer un volumen que terminara de completar el tejido de la
ciudad tradicional. Adaptándose al terreno, creó un edificio con forma
de barco (o de cuchillo, como también se ha dicho) que apunta su proa al
Norte. Y con un juego de formas cóncavo-convexas generó una particular
terraza a la altura de los árboles hacia la plaza. Su frente es de una
riqueza sin igual. Remedando el almohadillado de los edificios clásicos
de Buenos Aires (buñas que se hacían en el revoque simulando trabas de
bloques de piedra) con un muro-cortina de aluminio y vidrio con un
inédito espesor.
La forma del edificio BankBoston (2000), en
Catalinas Norte, se asemeja a las velas de una nave. O, tal vez esté
inspirada en las viejas construcciones de chapa que había en Puerto
Madero antes de ser reurbanizado. Sea una u otra la causa, el edifico
resignifica formas que tienen que ver con el alma de este sitio
portuario. Algo así como lo que había hecho con las torres de Kuala
Lumpur donde, a partir de trazados islámicos, creó un edificio que se
convirtió en ícono no sólo de la ciudad y sino de Malasia.
En la
Torre YPF, su última obra (2008) en Puerto Madero, se destaca el jardín
de invierno en el tercio superior. Según el mismo Pelli, fue una manera
de recordarles a sus clientes, una compañía petrolera, que deben tener
conciencia ambiental. Pero además de la búsqueda de sentido, de forma y
de belleza, hay otro valor que distingue su obra. Es su manufactura. El
modelado de sus piezas; la búsqueda obsesiva de los materiales
apropiados; el sutil y notable manejo de los brillos y los reflejos
según las horas del día, que convierten a estos descomunales edificios
en verdaderas joyas urbanas.
Mucho se ha debatido en estos años si
la arquitectura tiene méritos suficientes para ser considerada un arte.
Para algunos pareciera que sólo los edificios antiguos pueden aspirar a
esa categoría. A lo que se hace ahora suelen calificarlo de bodoques de
hormigón o adefesios de cemento. Seguramente habrá quienes regalan
argumentos a esa teoría. Pero para Pelli, como para muchos otros
arquitectos, más allá del hecho constructivo, de la resolución funcional
o de la ecuación inmobiliaria, hay una oportunidad y la responsabilidad
de hacer un aporte bello a la ciudad.
Lo dice en su libro Observaciones sobre la Arquitectura
: “La arquitectura es una de las grandes artes. Prueba de ello es la
profunda emoción que sentimos cuando nos encontramos en un buen
edificio. Esta emoción es comparable, y para mí, superior, a la que
sentimos frente a buenos cuadros y a las buenas esculturas”. Y
ejemplifica: “Edificios como Santa Sofía, el Palacio Katsura y Notre
Dame du Haut en Ronchamp (de Le Corbusier) son logros artísticos
sublimes. Validan nuestro arte tal como el Don Quijote de la Mancha de
Cervantes, la Pasión según San Mateo de Bach y la Ronda de Noche de
Rembrandt validan como artes la literatura, la música y la pintura.”
* Editor General ARQ
Fuente texto: clarin.com
* Editor General ARQ
Fuente texto: clarin.com
BIENAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO:
POR AHORA, UNA APUESTA A FUTURO
El autor de esta nota recorre la denominada 1ª
Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Argentina y opina sobre
sus cualidades, expectativas y el nivel promedio de las obras que
expone.
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CONCURSANTE TICA. “El gato de Valeria” (fragmento), obra de la dominicana Teté Marella. |
Por Román García Azcárate
En el terreno del arte, la palabra ‘bienal’ no es siempre
sinónimo de prestigio. Pero el término en cierto modo anuncia, promete,
ciertas dimensiones del acontecimiento en cuestión, cierta calidad de
obra —aún polémica o cuestionable, pero a partir de un umbral
determinado—, una seriedad no menor en el planteo que preside las
muestras englobadas dentro de esa denominación: no se trata apenas de
reiterar el evento de marras cada dos años y ya. La llamada 1ª Bienal de
Arte Contemporáneo de Argentina, inaugurada que se desarrolla entre el 3
y 10 de octubre en el Centro Cultural Borges porteño, deberá trabajar a
futuro para cubrir esas expectativas centrales.
Hay referencias
ineludibles, que inciden decisivamente. Las de Venecia, San Pablo, La
Habana, Praga, o del Mercosur en Porto Alegre no son lo mismo que las
bienales de Resistencia en el Chaco, Cuenca en Ecuador o Dakar en
Senegal; pero en todas ellas predomina una intención directriz
transparente, explícita y sobre todo respaldada por los hechos
principales: es decir, por las piezas expuestas, la labor curatorial, la
producción conceptual. No se sospecha en ninguna de esas muestras
negligencia o “vista gorda” en la selección de los trabajos a exponer.
La Bienal recientemente abierta en el CC Borges—curiosamente la única
que involucra en su nombre a toda una nacionalidad, la nuestra— se
inicia con un signo de amplitud y tolerancia artística probablemente
excesivos. Puertas abiertas a todo aquel con derecho a intentar hacerse
un lugar entre los consagrados de siempre en el campo diverso de las
artes visuales mediante sus obras: cuando menos cuantitativamente se
privilegia la oportunidad al desconocido hasta el momento, mientras
pueda pagar su espacio en la exhibición.
Algo apretada, esta
bienal está integrada en su primera edición por unas 180 piezas de 151
autores, 92 de los cuales son argentinos. Los restantes pertenecen a
otras 18 nacionalidades que van de Ecuador a Francia o Alemania. No
todos los involucrados carecen de renombre. Además de contados
participantes, la producción conceptual programada oficialmente es
cuando menos respetable.
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EXPOSITOR Y MIEMBRO DEL COMITÉ ACADÉMICO. Vito Campanella, autor de “Paris sans laisser d’adresse” (fragmento). |
Oscar Steinberg, el mexicano Gregorio Luke, Rosa Faccaro, Osvaldo Mastromauro, Daniel Schavelzon, Julio Sapolnik figuran entre los disertantes programados. El mismo Luke, Ponciano Cárdenas, Vito Campanella y Hugo Irureta (estos tres últimos también exponen aquí) forman el Comité Académico. Junto a María Elena Beneito, igualmente expositora, constituyeron los cuatro el Comité de Selección.
Es
el contraste entre lo que contextual e implícitamente promete la
denominación de Bienal Internacional y el nivel de una enorme proporción
de las obras expuestas lo que hace ruido. Tampoco se ha respetado en la
admisión de los trabajos lo que se entiende por arte contemporáneo. El
resultado de eso cuelga en los muros de la exhibición, en las
esculturas, en las instalaciones.
Parte de las obras que se
muestran en el tercer piso del CCR hasta el 10 de octubre pueden
vislumbrarse en el video que integra esta nota. En él hablan también la
organizadora y curadora de la exhibición, María Elena Beneito, y un
puñadito de expositores: el argentino Pablo Di Masso
—a quien Ñ Digital ha entrevistado otras veces y que en esta
oportunidad representa a España, donde reside desde hace décadas los
meses que no pasa en nuestro país—, los mexicanos Paul Achar Zavalza y Jerónimo Arévalo, hijo del artista azteca Javier Arévalo, y el ruso afincado en Argentina Yuri Gogol.
No tanto la opinión de esos creadores, como sí varias de las obras
registradas en el video pueden ilustrar fugazmente acerca del nivel
artístico promedio que campea en la exposición.
Queda por verse la
evolución que tendrá este evento con el tiempo. De acá a dos años podrá
comprobarse, esencialmente, si persiste el maridaje entre su
denominación actual y la calidad promedio de la obra expuesta en este
arranque.
1ª Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Argentina
Centro Cultural Borges
Viamonte 525, Buenos Aires
De 10 a 19 hs, hasta el 10 de octubre.
Entrega de premios y brindis de cierre: 9 de octubre a las 19 hs.
Entrada libre y gratuita.
Fuente: Revista Ñ Clarín
RECUPERAN UN MURAL DE SIQUEIROS
”América Tropical”, de 1932, fue tapado apenas
pintado por su crítica a Estados Unidos. Lo reinauguran hoy, en Los
Angeles y ahora se verá entero.
El 9 de octubre de 1932, el gran artista mexicano David Alfaro Siqueiros presentaba su mural América Tropical en el centro histórico de Los Angeles. En la obra, se ven casi completos dos combatientes mestizos, uno mejicano y el otro peruano, apuntando sus armas contra un águila que abre sus alas sobre dos cruces invertidas, donde está crucificado un indígena semidesnudo. El fondo está compuesto mayormente de vegetación selvática y un templo que podría ser mesoamericano.
La polémica imagen, alegoría de una
América oprimida por los Estados Unidos en lucha por su libertad, y el
fuerte sentimiento anticomunista de la época, hicieron que, al año de
ser colocado, el mural fuera cubierto parcialmente con pintura de cal
, terminando por desaparecer completamente una década después, y
cayendo así en el olvido hasta los años 60, cuando el movimiento chicano
se interesó por él.
En 1988, el Instituto de Restauración
Getty comenzó con el proyecto de restauración, en el que invirtió casi
10 millones de dólares, de los cuales 6 millones fueron fondos públicos
. El trabajo terminó ahora y a partir de hoy, cuando se cumplen 80 años
de su creación, el mural con todas sus imágenes podrá verse de nuevo en
la pared sur del segundo piso del Italian Hall, en el centro histórico
de Los Angeles, una zona conocida como “El pueblo”, por ser un enclave
folclórico de la ciudad con raíces mexicanas. Ahora estará protegido por
un parasol y dos cubiertas laterales y que lo resguardarán, al menos,
de las inclemencias climáticas.
Se trata de el único mural de
Siqueiros que permanece en su lugar original en los Estados Unidos, de
los tres que el muralista pintó durante su estadía de nueve meses en la
ciudad de los Angeles como refugiado político.
De los otros dos
trabajos, uno se conserva en el Museo de Arte de Santa Bárbara (“Retrato
actual de México”), y el otro está prácticamente destruido.
“Nunca
quisimos que quedase como el original”, declaró la curadora del
proyecto, Leslie Rainer, “uno puede darse cuenta de que le han pasado
muchas cosas y que no es un mural original con colores brillantes, de todos modos, las imágenes y composición siguen siendo impresionantes”.
Incluso siendo un fantasma del original,
cuyos colores eran vivos, y a pesar de su actual palidez, el mural de
Siqueiros, sigue estando cargado de historia artística, social y
política.
El proyecto también incluyó la construcción del Centro
de Interpretación de América Tropical, con un mirador a 37 metros del
mural. En este edificio, en el que todos los servicios serán gratuitos,
se contará la historia del mural y las técnicas usadas para su
restauración, con fotos, videos e información interactiva.
Fuente: Revista Ñ Clarín
Fuente: Revista Ñ Clarín
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