Alto en el cielo. El haz de luces de Ikeda, anoche en la Usina del Arte.
Por Silvia Gómez
La noche no pudo ser más favorable: cerrada, imposible ver una
estrella a través de las nubes, espesas y cargadas de agua. Así fue la
noche del miércoles, durante la inauguración de la Usina del Arte, en el
barrio de La Boca. Un marco inmejorable para la instalación del artista
japonés Ryoji Ikeda. Más de una decena de haces de luz interrumpían su fuga frente a la masa de vapor suspendida en el cielo , un efecto que le otorgaba más grandilocuencia a su obra. Ayer el marco fue el mismo.
En
una calle interna del fabuloso edificio que alberga a este nuevo
espacio dedicado a la música, las artes plásticas y la danza –la ex
Usina de la Compañía Italo Argentina de Electricidad, en Pedro de
Mendoza y Caffarena– Ikeda montó una instalación de luces y sonidos que
envuelve al público a medida que la recorre. Los haces de luz, tan
potentes que pueden alcanzar una altura de diez kilómetros , asoman desde una serie de bloques negros, dispuestos en fila y que conforman la estructura de su obra.
La
instalación que propone Ikeda –quien además es músico– pone en relieve
el valor arquitectónico de la obra del italiano Juan Chiogna, quien
entre 1914 y 1916 construyó la Usina con aspecto de castillo medieval y
detalles de estilo lombardo y florentino. Chiogna replicó la fachada en
otras subestaciones y pequeñas usinas, aún en uso, que pueden verse por
diferentes rincones de la Ciudad.
Hoy es el último día para
vivenciar la obra de Ikeda. Y también para “subirse” a la obra que creó
el artista Leandro Erlich: montó sobre el piso una fachada de una casa
típica de Buenos Aires, de los primeros años del siglo pasado, y sobre
ella dejó pendiente un espejo. El reflejo permite que el público se vea
como trepado a la fachada. Esta instalación permanecerá en la Usina
durante seis meses.
A las 16.30 el Ministerio de Cultura porteño y
el Ente de Turismo organizan una visita guiada por el edificio, con
cupos limitados; el punto de encuentro es la entrada de Mendoza y
Caffarena. Más tarde, a las 18, el pianista argentino Horacio Lavandera
ofrecerá un concierto en el auditorio.
Por el momento la Usina
abrirá para eventos puntuales, como los festivales de jazz y tango,
entre otros, que organiza el Gobierno porteño. Y a partir de 2013
contaría con un programa permanente de actividades y muestras.