DESCUBIERTAS EN LA CATEDRAL DE SEVILLA
DOS INHUMACIONES CRISTIANAS DEL SIGLO XV
Y UN MURO DE LA ANTIGUA MEZQUITA




En la Capilla Real


También ha sido localizada una "potente cimentación" que el plano más antiguo de la Catedral señala como una cabecera "previa a la gótica"

SEVILLA, 13 
Las catas arqueológicas comprendidas en el proyecto de restauración de la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, un templo declarado Patrimonio de la Humanidad y coronado por el famoso alminar almohade de la Giralda, se han saldado con el descubrimiento de un muro de ladrillo en muy buen estado de conservación y que habría pertenecido a la antigua mezquita de la Isbilya musulmana, dos enterramientos cristianos datados en el siglo XIV y cimentaciones asociadas a una cabecera del templo previa al ábside gótico.
La Capilla Real, cabecera del templo gótico pero de rasgos renacentistas, fue creada a partir de dos de las capillas periféricas que ya existían en la Catedral y sus obras arrancaron en 1551 de la mano del arquitecto Martín de Gainza. Fue el arquitecto Hernán Ruiz Jiménez, en 1569, el encargado de concluir el proyecto. Esta parte del templo guarda un gran simbolismo para la iconografía cristiana y sevillana, pues alberga la urna de plata en la que descansa el cadáver del rey Fernando III, quien conquistó la ciudad para la cristiandad en 1248. También en la Capilla Real se ubican los sepulcros de Alfonso X de Castilla y de su madre, la reina Beatriz de Suabia, así como los restos del rey Pedro I de Castilla, conocido como El Cruel, y de su esposa, la reina María de Padilla.

RESTAURACIÓN DE LA CAPILLA REAL

Como ya se había informado, el proyecto de restauración promovido para remozar la Capilla Real comprendía una serie de catas arqueológicas, de carácter preventivo, en el subsuelo de este sector del templo catedralicio. La escuela taller de auxiliares de arqueología 'Catedral de Sevilla VII', dirigida por la fundación 'Forja XXI', ha sido la encargada de acometer tales catas y Georgina Aguilar, la arqueóloga que ha coordinado las labores, reconocía en la primera fase de la intervención que uno de los objetivos de los trabajos era la localización de lo que hubiera sido la antigua cabecera gótica del templo.
Pues bien, la propia Georgina Aguilar, en declaraciones a Europa Press, ha informado de que ya ha finalizado "la fase de campo" de la intervención arqueológica, compuesta por un total de seis sondeos para examinar "lo máximo posible" el subsuelo de la Capilla Real. La arqueóloga ha recordado que la extracción y limpieza de la solería instalada en el siglo XVIII en este sector del templo ya deparó el descubrimiento de vestigios de la solería de ladrillo de barro cocido colocada en el recinto en 1.573 y que se creía ya perdida. También en los primeros momentos de la intervención, fueron localizados unos "anclajes" que entonces se asociaban a "la tercera o cuarta tumba" de Fernando III, con lo que se trataría del último lugar en el que reposó el cadáver del famoso monarca antes de ser depositado en su urna de plata.

UN MURO DE LA ANTIGUA MEZQUITA

Tras la conclusión de todo el trabajo de campo, Georgina Aguilar ha explicado, finalmente, que las labores de investigación se han saldado con un buen número de descubrimientos. Así, fruto de estos seis sondeos arqueológicos, el equipo que ella misma dirige ha localizado en el extremo oeste de la Capilla Real restos "muy bien conservados" de un muro de ladrillos que habría pertenecido "al cierre oriental" de la antigua mezquita, el templo islámico sobre el cual fue levantada la propia Catedral. El muro, cuyo estado de conservación ha destacado intensamente la arqueóloga, dataría del siglo XII.
En el sector este del muro de la antigua mezquita, además, estas labores de investigación han supuesto el descubrimiento de dos sepulturas "cristianas" y pertenecientes al uso del antiguo templo islámico como lugar de culto cristiano. "Son enterramientos cristianos del siglo XIV", ha señalado Georgina Aguilar.

UNA CABECERA PREVIA AL ÁBSIDE GÓTICO

Pero los hallazgos no terminan ahí, pues el equipo de Georgina Aguilar ha descubierto además en el subsuelo de la Capilla Real "una potente cimentación" que cruza este sector "de norte a sur" y que correspondería "con una cabecera previa a la gótica", según se desprende del plano a escala de la Catedral de Sevilla más antiguo del que se tiene constancia, un documento hallado en 2008 en Guipúzcoa por la investigadora de la Universidad de Cantabria Begoña Alonso. Esta cimentación en cuestión, según Georgina Aguilar, "figura reflejada en el mapa" y correspondería a una cabecera del templo "previa a la gótica" y cuya antigüedad se remontaría a "la primera mitad del siglo XV".
Sobre la propia cabecera gótica, finalmente, estos trabajos de arqueología han supuesto la localización de sus cimientos, aunque según la arqueóloga coordinadora, "a día de hoy, no podemos saber si ese ábside gótico se terminó de construir".


Fuente: Europa Press

LA TATE EXPLORA LA INFLUENCIA DE PICASSO
EN LOS PINTORES BRITÁNICOS



Londres, 13 feb (EFE).- La influencia que Pablo Picasso ejerció en artistas británicos centra una exhibición de la Tate Britain de Londres, que destaca la reputación que el pintor español adquirió en el Reino Unido como figura reconocida y controvertida.
Titulada "Picasso y el Arte Moderno Británico", la exposición resalta la "inspiración positiva" que tuvo el pintor malagueño en Duncan Grant, Wyndham Lewis, Ben Nicholson, Henry Moore, Francis Bacon, Graham Sutherland y David Hockney, según destacó hoy el comisario de la muestra, Chris Stephens.
Compuesta por más de 150 obras, entre ellas 60 de Picasso, la exhibición está dividida en varias secciones y por orden cronológico, desde que el artista español exhibió por primera vez en las Galerías Grafton de Londres en noviembre de 1910.
Con esta exposición, que abre al público el próximo día 15 y hasta el 15 de julio, la Tate Britain busca mostrar el gran interés que había en este país por Picasso en el siglo XX, más profundo de lo que se pensaba hasta ahora.
Para Stephens, se trató de una "nueva y positiva inspiración", no fue un "proceso pasivo" por parte de los artistas británicos, puesto que éstos encontraron en el artista español a una "figura única".
"Tenía tanta capacidad de invención. Cada generación encontró algo nuevo en Picasso. Cada artista encontró algo diferente", manifestó el comisario, que subrayó la capacidad que tenía el pintor malagueño para "reinventarse".
Si bien fueron muchos los británicos que en el siglo XX se inspiraron en Picasso, los elegidos por la Tate Britain para esta muestra reflejan la variedad y la vitalidad con que respondieron a esa influencia que el malagueño ejerció en ellos.
Entre las figuras de Picasso destacadas está "Cabeza de un hombre con bigote" (1912), vista en el Reino Unido antes de la I Guerra Mundial, cuando el Cubismo empezaba a ser conocido en este país a través de las exhibiciones del artista pos-impresionista Roger Fry.
También aparecen "Hombre con clarinete" (1911-12) del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, "Mujer que llora" (1937) de la Tate, "Mujeres en Argelia (1955) de una colección privada, y "Naturaleza Muerta con Mandolina" (1924) del Museo Stedelijk de Holanda.
Pero la estrella de la exposición es "Desnudo de Mujer en sillón rojo", uno retrato elaborado por Picasso de su amante Marie Thérése Walter, cuyo rostro está dibujado a partir de dos perfiles: el de la modelo y el de un amante secreto que le besa los labios.
Este óleo ha estado en manos privadas británicas prácticamente desde que fue pintado en 1932 y forma parte de una secuencia de retratos que Picasso le dedicó a Marie Thérése.
En una de sus salas, la Tate ha colgado una fotografía en blanco y negro del Guernica, para recordar la gira que hizo esa obra de Picasso por el Reino Unido entre 1938 y 1939.
Entre las obras destacadas de los británicos hay que señalar los instrumentos musicales de Ben Nicholson, similar a un cuadro de una guitarra que el artista malagueño pintó en 1924.
En algunos casos la influencia de Picasso entre los británicos fue tan importante que los expertos afirman que David Hockney visitó hasta ocho veces una gran exhibición que el museo Tate le dedicó en 1960, cuando el pintor británico empezó su obsesión por la obra del creador del Cubismo.
Además de pinturas y esculturas de Henry Moore, la galería muestra fotos de Picasso en Londres en 1919, cuando trabajó en la escenografía del ballet "El sombrero de tres picos".
Después de su paso por la Tate Britain, "Picasso y el Arte Moderno Británico" se verá en la Galería Nacional Escocesa de Arte Moderno, en Edimburgo.

Viviana García

Fuente: EFE

DOS CUADROS DE ANTONI TAPIES,
EN UN RESTAURANTE





TAPIES. Las dos obras que amenizaban las comidas de los visitantes son Jeroglífics (1994), y Matèria i metall (1993).


A las salas del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) no le faltaban obras del pintor catalán Antoni Tapiés –fallecido la semana pasada– aunque eso parecía. Lo cierto es que había dos pinturas que formaban parte de su colección desde el año 2005, eso sí, no podían verse en las zonas destinadas a la exposición, sino decorando las paredes del restaurante del museo. Un despropósito tratándose del máximo exponente del arte catalán.
Las dos obras que amenizaban las comidas de los visitantes: J eroglífics (1994), y Matèria i metall (1993), ambas de gran formato (300 x 250 cm y 300 x 325 cm respectivamente), costaron en el momento de su adquisición, la nada despreciable cifra de 307.000 euros cada una.
El responsable de la compra fue el entonces director Eduard Carbonell, quien explicó, que a pesar de que sus planes incluían mayor presencia de Tapiés en el centro, justificó entonces la bizarra ubicación al aducir que “desordenaban el discurso cronológico del museo”, así que fueron relegadas a cumplir una función meramente decorativa en en el antiguo Salón del Trono de Palacio, devenido en restaurante del museo.
Fue Pepe Serra, que en diciembre del año pasado fue nombrado director del museo, quien al día siguiente de incorporarse al cargo, se puso, sin más demora, en contacto con Miguel Tapiés, el hijo del artista, y presidente de la fundación que lleva su nombre, ya que según afirmó a la prensa catalana, le debía el gesto de “descolgarlos con él”, y aseguró además, que las pinturas serían tratadas con el respeto que merecen.
Antoni Tapiés había mostrado su emoción al realizarse la compra hace ocho años, es de suponer que se alegraría ahora de saber que sus obras podrán ser contempladas por el medio millón de visitantes que cada año acuden al museo.

Fuente texto: clarin.com

CATALOGADAS PINTURAS DE ALTAMIRA
QUE SON 15.000 AÑOS MÁS ANTIGUAS
QUE LOS BISONTES





Se trata de unos signos pintados en ocre rojo de unos 35.000 años de antigüedad

SANTANDER, 13
La nueva datación de una serie de signos pintados en ocre rojo hacen retroceder la cronología de las primeras pinturas de la cueva de Altamira hasta los 35.000 años, el doble de antigüedad que los emblemáticos bisontes de Santillana del Mar, que tienen alrededor de 15.000 años.
Este hallazgo ha sido difundido por el portal de noticias 20minutos.es, que cita como fuente al propio director del Museo Altamira, José Antonio Lasheras.
Según esta información, recogida por Europa Press, el hallazgo aún está en fase se investigación, si bien los primeros resultados científicos ya fueron presentados en un congreso internacional en octubre pasado. Las conclusiones finales de este proyecto también podrían producir cambios, además de en Altamira, en las cronologías de otras cuevas de la franja cantábrica.
La datación ha sido posible gracias a las nuevas técnicas que permiten conocer la antigüedad de los depósitos de carbonato cálcico adherido a las paredes donde se encuentran las pinturas, que al carecer en sí mismo de restos carbónicos, no podían ser analizadas individualmente.
Tras este descubrimiento, la inclusión de Altamira, patrimonio de la humanidad desde hace más de 25 años, en las líneas del tiempo de la prehistoria del arte pueden variar sensiblemente. Hasta el momento, las pinturas de la famosa cueva cántabra se situaban entre el Solutrense y el Magdaleniense.
Ahora, las nuevas dataciones acercan a Altamira a las cuevas más antiguas de Europa por sus restos, como la de Chauvet, cuyos primeros restos pictóricos del Paleolítico Superior pertenecen al Auriñaciense.

Fuente: Europa Press

EL TRICENTENARIO DE ROUSSEAU







Imagen facilitada por la Casa de Rousseau y la Literatura de Ginebra de la exposisición sobre la vida del polifacético filósofo Jean-Jacques Rousseau con motivo del tricentenario de su nacimiento. EFEImagen cedida por la Casa de Rousseau de la placa conmemorativa que se puede ver en la fachada de la casa natal del polifacético filósofo, escritor y músico. Hoy se ha inaugurado la exposición "Rousseau et la Révolution", que presenta un valioso conjunto de obras manuscritas e impresas Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), con ocasión del tricentenario de su nacimiento.


Imagen facilitada por la Casa de Rousseau y la Literatura de Ginebra de la exposisición sobre la vida del polifacético filósofo Jean-Jacques Rousseau con motivo del tricentenario de su nacimiento.


Vista de una estatua del filósofo suizo Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) en Ginebra, Suiza. EFE/Archivo
 
Fuente: EFE

MUESTRA
SOBRE EL CATALÁN JOSEP MARÍA SERT





 

Una muestra revela el "insólito" método de trabajo de Josep María Sert en el museo San Telmo de San Sebastián.

Fuente: Europa Press

LOS SIETE PLATOS DE ARROZ CON LECHE




Cuadernos privados
Por Laura Ramos

Bajo el césped del Parque 3 de Febrero, sepultados por los árboles que bordean las avenidas Libertador y Sarmiento aún tiritan, embravecidos por el odio, los cimientos de la casa de Juan Manuel de Rosas y su hija Manuelita. Aunque en 1899 ya habían pasado cuarenta y siete años desde los pathos románticos del rosismo, el general Roca esperó para dinamitarla al día 3 de febrero, la fecha de la batalla de Caseros, que rubricaba la venganza unitaria.
Pocos días antes de la batalla que derrocó al restaurador en 1852 el adolescente Lucio V. Mansilla, recién llegado de Europa, llegó a la casa de Palermo San Benito para presentar sus respetos a su tío materno. “La niña está en la quinta”, le contestaron los soldados cuando preguntó por su prima. Lucio dejó su caballo en el palenque y se acercó al jardín de las magnolias, donde Manuelita se encontraba rodeada de un gran séquito. Al verlo abrazó a su primo: “Ahora el tata te recibirá”, le dijo, y corrió a anunciarlo. Pero eran las cinco de la tarde y se hizo de noche sin que fuera recibido. Cerca de la once Manuelita, que entraba y salía de su gabinete, por fin le dijo: “Dice tatita que entres”, y lo hizo pasar al fondo, de estancia en estancia, hasta una pieza amueblada con una cama cubierta por una colcha de damasco colorado. Dos candeleros de plata con bujías iluminaron la llegada de su tío: rubio, alto, blanco, semipálido, combinación de sangre y bilis, de gran talla. El restaurador vestía un chaquetón rojo, pantalones azules y un cuello alto y pulcro. Apenas entró su tío el joven cruzó los brazos y le dijo: “La bendición, mi tío.” “¡Dios lo haga bueno, sobrino!”. Rosas se sentó en la cama, tan alta que sus pies no tocaban el suelo, y le señaló una silla: “Sobrino, estoy muy contento de usted”, le dijo balanceando las piernas, “porque me han dicho que usted no ha vuelto agringado”.
Lucio, que era un petulante, lo tomó como un halago, pero ¿no sería una ironía del caudillo federal dirigida a cuenta de la vestimenta afrancesada de su sobrino? Aunque era verano, el dandi Mansilla se había abrochado hasta arriba la levita europea para que no se le viera el chaleco punzó, que le recordaba a los lacayos del fabourg Saint Germain. Su tío comenzó a leerle un mensaje federal que llenaba decenas de páginas manuscritas, sólo interrumpiéndose de tanto en tanto para hacerle preguntas de puntuación hasta que por fin le dijo: “¿Tienes hambre?”.
Eran las doce de la noche. Lucio había rehusado un asiento en la mesa porque sus padres lo esperaban en su casa. Desfallecía. “Voy a hacer que te traigan un platito de arroz con leche”. El arroz con leche de la quinta de Palermo era tan célebre que al imaginarlo Lucio advirtió, al instante, una sensación de agua en su boca. La lectura siguió, pero un momento después se presentó Manuelita con un hermoso plato sopero. Le sirvieron otro mientras respondía preguntas gramaticales y luego otro más, hasta que dijo “basta para mí”, pero los platos seguían llegando y su tío insistía en que los comiera todos. Mientras escuchaba la alocución federal se comió siete platos de arroz con leche en total. Por fin su tío le dijo: “Bueno sobrino, vaya nomás y acabe de leer esto en su casa. Manuelita, Lucio se va.” Su prima lo acompañó hasta el corredor que quedaba junto al palenque, donde lo esperaba su caballo. Eran las tres de la mañana.
Menos unitario, antirrosista y afrancesado que gentleman de la oligarquía victoriana, Lucio V. Mansilla reconoce en su tío a su propia estirpe, porque la gran familia patricia es una sola, y de esos se tratan las “Causeries del jueves” que escribía para el diario Sud América. El principio de identidad es el que prima en este dandi de la generación del ochenta, su visión de la esencia inmutable de la elite es la que rige su pensamiento. A propósito de su madre, la célebre belleza Agustina de Rosas, escribe: “Y esa joven ¿por qué no se casó con el Ingeniero Pellegrini… sino con el general Mansilla, progenitor del que escribe?... Y como el general Mansilla, mi padre, había sido unitario –partidario de Rivadavia–, casándose en otro medio social, en vez de servir a Rozas, hay noventa y nueve probabilidades contra una que lo hubiera combatido, y yo habría sido otro, u otro hubiera sido yo. Y Pellegrini, el ingeniero, por más que se hubiera ingeniado, en vez de ser unitario como lo fue, habría sido medio federal, por lo menos, y mi padre, si no unitario del todo –cuestión de familia en que hubiera entroncado–, medio enemigo de Rozas, resultando en esta hipótesis otro Pellegrini y otro Mansilla, nada de lo actual”. Pero la posibilidad que ni se le pasa por la mente a Mansilla es que él, o su padre o Pellegrini, el ingeniero, dejaran de pertenecer a su clase. Por eso es que el encantador relato de los siete platos de arroz con leche rezuma tanto orgullo de familia, y aquí no importa la insignia unitaria o punzó.

Fuente: clarin.com