EL AJUSTE EN ITALIA
PONE EN RIESGO SU PATRIMONIO ARTÍSTICO




Cultura / Drástica reducción de fondos.
Expertos advierten sobre la necesidad de sumar capital privado para mantener monumentos.


ROMA.- Constantes desprendimientos en el Coliseo, el monumento más visitado y simbólico de la "ciudad eterna", derrumbes en Pompeya, uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo, la Domus Aurea de Nerón cerrada y al borde del colapso en cualquier momento.
La crisis económica que sacude a Italia castiga también a su patrimonio artístico, bajo riesgo por falta de fondos. Según Italia Nostra, asociación italiana para la salvaguardia del patrimonio, en los últimos tres años, hubo una disminución drástica, del orden del 40%, en los recursos que Italia destina a este sector.
"En este momento, el país le destina al Ministerio para los Bienes y las Actividades Culturales tan sólo el 0,19% del PBI, una cifra que nos pone detrás de muchos otros países, como Francia o Alemania", dijo a LA NACION Maria Pia Guermandi, consejera nacional de Italia Nostra.
"Este brutal recorte de fondos afecta especialmente a un país como Italia que tiene un patrimonio artístico extraordinario, que va mucho más allá de los monumentos emblemáticos como el Coliseo: no hay un sólo pueblito de Italia que no tenga algún pequeño tesoro cultural", agregó.
Vista la crisis económica, que implica recortes y más recortes que no perdonan a ningún sector, el debate sobre la necesidad urgente del ingreso de capitales privados para la salvaguardia del patrimonio artístico está a la orden del día. El primero en entender que podría también ser una operación mercantil-publicitaria la idea de convertirse en un "mecenas" fue el dueño de los famosos zapatos Tod's, Diego della Valle. Este firmó el año último un controvertido contrato por el cual donará los 25 millones de euros necesarios para restaurar el Coliseo. Este fue puesto bajo la lupa por la fiscalía de Roma, luego de denuncias de falta de transparencia.
"No se trata de ponerles un veto a las empresas privadas en la gestión de lo cultural, es más, éstas son más que bienvenidas y hay que incentivar su participación ahora más que nunca, pero el Estado debe mantener un rol de coordinador y debe controlar que haya transparencia, algo que no hubo en el caso del Coliseo", indicó Guermandi.
Si bien se habló de "privatización" del también llamado anfiteatro Flavio, esta arqueóloga consideró exagerado usar ese término: "Sin duda, el Coliseo es un monumento que es de propiedad pública... En todo caso es la imagen, la marca del Coliseo manejada por demasiados años por un privado, que significa un retorno comercial enorme, lo que hay que evitar. El Estado debe aprovechar del ingreso de los privados, pero sin malvender el patrimonio".
El gran problema de Italia es que no todos los monumentos que necesitan con urgencia fondos para ser restaurados atraen dinero como el Coliseo. Un monumento que atrae 5 millones de turistas cada año, con picos de 24.000 personas al día en el verano boreal, un número gigantesco, que incluso provoca daños.
"El Coliseo es la gallina de los huevos de oro y no hay problemas para conseguir fondos para hacer trabajos en este monumento, que está sufriendo una presión antrópica enorme debido a la cantidad excesiva de gente que lo visita, por demasiadas horas... El monumento necesita reposo, un respiro", señaló Guermandi.
Aunque para los expertos en el tema, lo más grave es que hay sitios arqueológicos que necesitan con mucha más urgencia que el Coliseo ser restaurados. Es el caso de la Domus Aurea, el famosísimo edificio construido por Nerón en el año 64 después de que un incendio destruyera buena parte de Roma. "Para la Domus Aurea, cerrada desde hace diez años y que en 2010 tuvo un derrumbe desastroso y que representa una emergencia absoluta, no se encuentra dinero privado. Y es uno de los edificios más importantes de la época romana", advirtió.
"Cualquier otro país hubiera invertido millones, porque la Domus Aurea es uno de los monumentos más importantes de la cultura clásica, un punto de referencia de la historia del arte", lamentó. En este sentido, Guermandi opinó que, más allá de la dramática falta de recursos, existe un problema de falta de objetivos culturales aggiornados . "El problema no es sólo económico, es también cultural", concluyó. 

Fuente: lanacion.com

LA FOCA DE LA GALERÍA GÜEMES





LA FOCA DE LA GALERÍA GÜEMES

Por Eduardo Parise

En los registros de inquilinos de la famosa Galería Güemes, en el centro porteño, no figura su nombre ni el tiempo en que estuvo allí. Es lógico: en 1930 ¿quién iba a tener en cuenta los datos de un cachorro de foca, instalado en la bañera de un departamento y rodeado de agua enfriada con barras de hielo? Al animal lo habían traído en avión desde el Sur y el hombre que alquilaba el departamento 605, en el sexto piso, lo tenía como su excéntrica y curiosa mascota. Ese hombre era el francés Antoine de Saint-Exupéry. Sí, el autor de El Principito , un clásico de la literatura mundial.
La anécdota es una más de las tantas de esa construcción que, en diciembre de 2015, cumplirá su primer centenario. Inaugurado el 15 de diciembre de 1915, al monumental edificio (que fue el más alto de Buenos Aires), se accede tanto por Florida 165 como por San Martín 170.
Saint-Exupéry vivió allí entre noviembre de 1929 y enero de 1931. Y si bien rechazaba el movimiento y la vida en las grandes ciudades, la elección del lugar de residencia tenía un motivo: a 50 metros de la galería, en una de las ochavas de Diagonal Norte y Florida, estaba la sede de Aeropostal, la empresa encargada que transportaba correspondencia al sur argentino, iniciando así las rutas aerocomerciales a esa región. El francés, junto con otros colegas, fue uno de los audaces pilotos de la empresa.
Dicen que la presencia del cachorro de foca en la bañera de aquel departamento de dos ambientes y un baño (actualmente es una oficina cuyos inquilinos usan poco y por eso está casi siempre cerrada) motivó protestas de los vecinos, en especial por el olor que generaba el animal. Pero no todo lo que produjo Saint-Exupery en ese lugar fueron problemas. También escribió Vuelo nocturno , un libro que publicaría en Francia en 1931, donde contaba su fascinación por volar de noche en la inmensidad del cielo de la Patagonia, guiado sólo por las estrellas.
También, seguramente, algunas noches habrá subido al mirador de la Galería, por su estrecha escalera caracol de hierro. Está a 80 metros de la calle y desde allí se puede ver Colonia, en la orilla uruguaya, y la costa de Quilmes. Dicen que en poco tiempo más, el mirador se habilitará a los visitantes.
Además de sus brillantes bronces, algo que también llama la atención es el nombre de la galería. Pero ese homenaje tiene relación con el lugar en el que habían nacido Emilio San Miguel y David Ovejero, los dueños del terreno en el cual se levantaría el rascacielos. Ambos eran salteños y así recordaron a Martín Miguel de Güemes, histórico defensor de la frontera norte en las guerras por la Independencia.
De la Galería Güemes se pueden escribir cientos de textos que mencionen su calidad arquitectónica, diseñada por el italiano Francisco Gianotti (el mismo de la actualmente abandonada Confitería Del Molino), o que aludan a las figuras que la frecuentaron, como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y un cantor aficionado conocido como Carlos Gardel. También se pueden descubrir otras curiosidades, como la actividad y el talento que desarrolla allí el famoso coro Arax, que pertenece a la Asociación Amigos de la Música Armenia y que dirige el maestro Jean Almohuian. Con casi 55 años de actividad, el coro no sólo interpreta música de la cultura armenia. También incluye obras de todo el mundo.
Pero esa es otra historia.

Fuente: clarin.com


SUPERAMOS LAS 240.000 VISITAS
A NUESTRO BLOG
DESDE TODAS PARTES DEL MUNDO


David Téniers, El Joven, Escuela Flamenca, 1610-1690
"El Archiduque Leopoldo Guillermo visitando su colección de Bruselas", 1651
  124 X 165 cm
Kunsthistorisches Museum, Viena

En el día de hoy, 29 de enero de 2012, hemos superado las 240.000 visitas a nuestro blog desde todas partes del Mundo.
Saludamos con ese motivo a todos quienes nos visitan y les agradecemos que nos lean y consulten.
Su fidelidad nos estimula, obliga y compromete a seguir cada día tratando de superarnos, consiguiendo más y mejor material - textos e imágenes - y a cuidar de manera muy especial la parte visual de nuestro blog.

Pedro L. Baliña........................
www.puesta-en-valor.com................
www.puesta-en-valor.blogspot.com.........

CLIQUEE SOBRE LA IMAGEN PARA AMPLIARLA

EL HIDALGO POBRE DE PROVINCIA





Por Laura Ramos


El 18 de febrero de 1938 Leopoldo Lugones tomó el tren Retiro-Tigre con un frasco de cianuro escondido y un ejemplar de Los que pasaban , de Paul Groussac. Durante las dos horas y media de viaje en la lancha colectiva permaneció de pie, inclinado sobre la baranda de la borda, mirando el paisaje del río Paraná de las Palmas. Se bajó en el muelle del recreo El Tropezón, donde le dieron la habitación número nueve, la más fresca. Pidió una jarra con agua y un vaso de whisky y se fue al jardín del fondo, donde rompió la tapa del frasco contra una escalera de cemento del fondo, que ya no existe. Se mató en la habitación “como una sirvienta”, dijeron los diarios de la época. La preciosa casa de madera está cerrada al público desde 2004, pero la nieta del propietario que atendió a Lugones conserva su habitación intacta: la cama, la mesita, la jarra, el vaso y el original de la carta.
Como un héroe de Balzac, como un D’Artagnan, como un Rimbaud, Lugones había llegado desde la provincia a la ciudad con once pesos en el bolsillo y una carta de recomendación. Juan José Sebreli, uno de los grandes enemigos de mi padre, lo incluye en una categoría encantadora: la del hidalgo pobre de provincia. El destino de estos jóvenes, provenientes de sectores arruinados de las clases altas provincianas, encontraba en Buenos Aires una doble marginación: como parientes pobres frente a su clase de origen, y como provincianos, frente a la clase alta porteña. “La hidalguía, la literatura hermética y el ocultismo fueron formas que utilizó Lugones para integrarse a una elite en la que no estaba muy seguro de ser admitido.” (Juan José Sebreli, Escritos sobre escritos, ciudades bajo ciudades ).
Mientras Sebreli lo vilipendia por haber inventado el Ejército como nuevo sujeto histórico, y Jorge Luis Borges lo burla, mi padre reivindica sus intentos de fundar una literatura nacional. Veamos cómo se mofa el joven Borges del poeta laureado. “Es que la idea de aristocracia es una idea grosera. ¿Te acordás (le dice a Adolfo Bioy Casares) de la torva aristocrática del soneto de Lugones? Abrióse con erótica eficacia / tu enagua de surá / y el viejo banco / sintió gemir sobre tu activo flanco / el vigor de mi torva aristocracia . ¿Por qué torva? Cuando el banco cruje bajo el vigor de su torva aristocracia se muestra como un compadrito, o peor, como un compadrón… Pensá que trata de ser exquisito. ¿Por qué no escribe en lunfardo? No sólo habla de aristocracia, sino de su aristocracia. Parece difícil hablar delicadamente de aristocracia y, peor aún, de la propia. No creo que sus modelos franceses fueran tan groseros… ¿Vos creés que tenía razón Ibarra? ¿Qué el río de jacinto era el semen?”. Bioy le responde: “¿Qué otra cosa puede ser? La verdad es que no pudo decirlo mejor”. (Adolfo Bioy Casares, Borges ).
Como para refrendar esa condición bravucona que le adjudica Borges, Lugones se ufanaba de su estirpe criolla aristocrática: interpelaba a sus antecesores encomenderos y generales que combatieron en los reinos del Perú. “Coronel Lugones, tú eres el héroe de mi raza, yo soy el poeta. Tú tenías la espada, yo tengo la pluma”. Ese lustre de sus blasones, sin embargo, ¿no prefigura esa patria que fundó Borges después de haberlo remedado en cada atardecer, cuando repetía el verso Y muera como tigre el sol eterno ? Hasta compuso un “Romancillo” a su costa: “Se hundieron los cielorrasos, / creparon los bandoneones; / el azar jugó la taba; / Zarathustra y los mormones / trocaron el astrolabio / en un sacal de sifones; / y todos, el caballero, / el ermitaño, sus leones, / los trenqueláuquenes asados / y el reloj de plaza Once / oyeron que en su agonía / dijo el Caballero a Borges: / -Qué malo es el Román-Cero / de Don Leopoldo Lugones!”.
Los poetas jóvenes ridiculizaban su virtuosismo en la rima, de tan poco gusto, su solemnidad, sus visos aristocráticos. Sin embargo, en el prólogo a “El hacedor”, Borges describe una ensoñación: Lugones lee con aprobación un verso suyo “acaso porque en él ha reconocido su propia voz”. Cumplía una ley generacional. Necesitaba burlarse y denigrarlo, aunque fuera injustamente: “Hacíamos bien: teníamos el deber de ser otros” (Jorge Luis Borges, Leopoldo Lugones ).
En su biografía de Lugones Cristina Mucci consigna que en su carta suicida el poeta escribió: “Prohíbo que se dé mi nombre a ningún sitio público”. No le hicieron caso. En cambio, lo travistieron dos veces: porque si Lugones es “Lunario sentimental” y una poco agraciada autopista, es también “la Lugones”, la sala de cine del teatro San Martín, a la que se va menos a ver una película que a tener una experiencia mística, la sala de proyección donde el cine sigue siendo más importante que la vida. Y además, al rescatar el Martín Fierro del oprobio literario y consagrarlo como un poema épico, ¿no estaba de hecho fundando la nación? La saga trágica de su familia se las cuento la próxima vez.

Fuente: clarin.com

PARA NO PERDERSE:
ARTE ITALIANO, PREHISPÁNICO
Y EL GRAN CRUZ-DIEZ




Tiempo libre y poco tránsito: el período ideal para ver las mejores muestras en la Ciudad.

La tradición del arte, Italia en la colección del MNBA, 1860-1945

Si a usted le gusta el arte, esta es la temporada para gozar, sin las molestias del tránsito o de una gran cantidad de público, de las “exposiciones- estrella”. Hablamos de esas grandes muestras que no pueden dejarse de ver, como la de arte italiano en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), la de los dioses mexicanos en la Fundación Proa, o la del pintor venezolano Carlos Cruz- Diez en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA).
Para organizarse mejor, puede ayudar que recorra las exposiciones siguiendo ciertos “ejes” dentro de la ciudad de Buenos Aires. Como por ejemplo en el “eje- sur”, se pueden ver dos muestras juntas, la de la FundaciónProa de La Boca y también la del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA), en San Telmo. En cambio, siguiendo un “eje-norte”, usted podrá observar la muestra del Museo Nacional y también la del MALBA, ambos en el barrio de Recoleta.
Lo imperdible: “Dioses, ritos y oficios del México prehispánico”, en la Fundación Proa de la Boca. Son unas increíbles ciento cincuenta piezas arqueológicas,  traídas especialmente desde la zona del Golfo de México, algunas de más de mil años de antigüedad. Si usted las observa, podrá ver reflejadas en ellas las celebraciones de la fertilidad, la adoración que se le hacía al sol cada atardecer, los sacrificios humanos a través de los cuales se les rendía tributo a los dioses, y hasta a la impactante Mictlantecutli, deidad de la muerte. Todo esto, representado en figuras de barro, muchas de tamaño natural.
“La tradición del arte. Italia en la colección del MNBA, 1860- 1945”, en el MNBA: una exposición que muestra un tipo de arte poco conocido por nosotros, figurativo, realista, simbólico. Pone de manifiesto un pasaje histórico sufrido por Italia: los años que van desde la reunificación del país hasta el inicio de la posguerra. O sea, los años que van desde un arte narrativo –“Ottocento”, se le llama– hasta otro más internacional –“Novecento italiano”–. Si usted visita esta exposición, fíjese en las dos características que más expresan todo esto: cómo los artistas fueron manejando el verismo en las obras, y cómo, también, fueron pintando la luz.
“Carlos Cruz- Diez: el color en el espacio y el tiempo”, en el MALBA. Es la retrospectiva de uno de los artistas latinoamericanos más importantes. Para él, el manejo y estudio del color fueron temas vitales. Cruz- Diez siempre consideró al color como un “organismo vivo”. Por eso las ciento veinte obras que se exhiben ahora en el MALBA no se quedan quietas: pareciera que se salen de la pared, como si el color fuera virtual o estuviera proyectado. Pero no. Es sólo –y asombrosamente- pintura.


Fuente texto: clarin.com

DRAMA DE UNA ETNIA
AL BORDE DE SER VIOLENTADA POR EL ARTE





Meteorito El Chaco, de 37 toneladas, descubierto por William Cassidy en 1969.


Por Marcelo A. Moreno


A legar o sugerir que la reciente revuelta de los aborígenes de la etnia moqoit en el Chaco es culpa del extinto artista francés Marcel Duchamp resulta una temeraridad o una sofisticada exageración. Pero es cierto que si el inventor del arte conceptual – padre de Warhol, de Minujín, de numerosos artistas y de una inmensa catarata de porquerías que suelen habitar los museos bajo la coartada de “arte”- no se hubiera animado en 1917, en Nueva York, a colocar a un mingitorio en una galería como obra maestra, el escandalete entre el kirchnerismo chaqueño y la prestigiosa muestra “documenta”, de Kassel, Alemania, no hubiera ocurrido.
Sucedió que a los artistas Guillermo Faivovich y Nicolás Golberg se les ocurrió la peregrina idea de trasladar al mayor meteorito que hay en la Argentina -y segundo en el mundo- como parte de una instalación o váyase a saber qué para exhibir en la muestra internacional.
El 29 de diciembre el kirchnerismo chaqueño hizo aprobar en la legislatura, en medio de un paquete aluvional de normas, que se cediera en préstamo esta parte nada pequeña de patrimonio provincial.
Pero la etnia moqoit – llamada mocoví por los españoles- se considera depositaria ancestral de la custodia del meteorito. Y puso el grito allí de donde provino la pieza, es decir en el cielo . A los moqoit no sólo los asiste el peso de una tradición cultural de antigua data sino el espesor de la razón: los riesgos del traslado de la mole hasta Alemania son tantos como los peligros sobre su porvenir. Si bien Alemania es hoy de lo más civilizadita, no se ha caracterizado en su pasado colonial no tan lejano por hacerle asco a los tesoros culturales de otros pueblos que hoy se exhiben en numerosas vitrinas de numerosos museos de la potencia europea. Finalmente, colocar la mole en un espacio dedicado al arte y extraerla de su lugar en el “Campo del cielo” chaqueño, supone una descontextualización – por usar una palabra horrible- más o menos tremebunda.
Desde siempre lo que viene del cielo constituye una fuente de terror y reverencia entre los hombres.
Por algo los cielos fueron y son moradas de dioses y almas puras, lo seres alados pueblan las mitologías y las serpientes que se arrastran por la tierra suelen ser símbolos del Mal. Hasta los humildísimos OVNIS planean por entre las nubes y no se alucinan entre charcos y zanjas.
Mircea Eliade, historiador de las religiones, escribe en “Lo sagrado y lo profano”: “La simple contemplación de la bóveda celeste basta para desencadenar una experiencia religiosa.
El Cielo se revela como infinito y trascendente en comparación con esta nada que representa el hombre .” Juan Eduardo Cirlot en su “Diccionario de símbolos” esgrime que “la dureza y duración de la piedra impresionaron siempre a los hombres, quienes vieron en ella lo contrario de lo biológico, sometido a las leyes del cambio, la decrepitud y la muerte, pero también lo contrario al polvo, la arena y las piedrecillas, aspectos de la disgregación”. De allí que “las piedras caídas del cielo explicaron el origen de la vida”.
No muy lejos de esta explicación religiosa rondan hoy una cuantas hipótesis científicas.
Porque quizá la mayor violencia que se intentó ejercer con este desvarío no fue contra el patrimonio cultural argentino ni contra la cultura moqoit, sino contra el sentimiento religioso de una comunidad que ha sido ya profusamente devastada por españoles y argentinos con parecido ímpetu.
Mientras el gobernador Capitanich se declaraba neutral en esta contienda entre sus legisladores y l a parte no K de la etnia moqoit y antropólogos y científicos argentinos en montón reclamaban que no se tocara el meteorito, los alemanes cortaron por lo sano el disparate y renunciaron al pedido de préstamo de la mole.
El drama provincial terminó demostrando que, al contrario de lo proclamado por Duchamp, no sólo que n o cualquier cosa supone arte sino que hay cosas que lo trascienden y cómo.

Fuente texto: clarin.com

ASÍ SE VEN LAS NUEVAS SALAS DEL MAMBA




Un recorrido por el arte moderno y contemporáneo, a través de tres exhibiciones unidas por el relato de un guía, atrae a locales y extranjeros hacia el Mamba, recién restaurado en el corazón de San Telmo.

Por Victoria Reale

El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires fue creado en 1956 y funcionó en diversas sedes hasta que, en 1989, se instaló en la avenida San Juan al 300. La institución alberga un patrimonio de siete mil obras, con lo más destacado del arte moderno y contemporáneo argentino, en el edificio de la vieja empresa tabacalera Nobleza Piccardo, construido en 1918 y recientemente restaurado.
En diciembre de 2010, después de casi tres años de obras de remodelación, reabrió sus puertas. “El año pasado se inauguraron dos nuevas salas y ahora se están haciendo obras de tipo inteligente: luces, regulación de temperatura y el depósito”, cuenta Laura Bucellato, directora del Mamba. “Este año es probable que se inaugure una nueva sala. En el futuro el museo va a tener 11 mil metros cuadrados”, adelantó.
“Desde su reapertura no habíamos podido venir, así que aprovechamos las vacaciones de verano para conocer las nuevas salas y exposiciones del museo”, cuenta Marcela (52) de Olivos junto a su hija Josefina (32); ambas inscriptas para la visita guiada.
Daniela Riva Rossi, guía del museo, invita a los visitantes a subir al primer piso donde se exhibe Jóvenes y Modernos de los años 50, en diálogo con la Colección Pirovano. Con obras del patrimonio del museo, esta muestra repasa el trabajo de los artistas que señalan los primeros quiebres con la tradición figurativa y la radicalización de la vanguardia concreta de los años 40. Durante el recorrido se despliegan diferentes interpretaciones del arte nuevo de los 50, junto con documentos y manifiestos de la época.
El diseñador y pintor Christian Bulmahn (30), llegado desde Münich, sigue atentamente al guía y relata que le atrae mucho el arte moderno, en su segunda visita a Buenos Aires. “La primera vez fue en diciembre de 2001, con las manifestaciones en la calle y los museos cerrados”, recuerda. Tampoco se pierden detalle una pareja de escultores. “Nos gusta mirar las obras de cerca, siempre hay algo que se puede aprender o copiar”, cuentan Guillermo y Carmen Vasapollo, de San Justo.
El recorrido continúa por la exposición Provocación del Blanco, que reúne un conjunto de obras que también pertenecen al patrimonio del Mamba. Su punto de partida son las implicancias del blanco en las diversas manifestaciones que puede asumir según los distintos tratamientos, formas y materias que ha hecho suyos el arte moderno y el contemporáneo. “Son tres momentos de diferentes generaciones, desde Aldo Paparella hasta Leo Battistelli, pasando por fotografías de los 60 y 70 que son totalmente experimentales. La gente puede encontrar desde una de las primeras obras de Kuitca, cuando tenía 19 años, hasta lo más lábil de la pintura óptica de Manuel Espinosa y Le Parc", asegura Bucellato, quien ideó la muestra.
En el mismo piso David Moody, de Brigthon, Inglaterra, se anima a entrar a una cabina de vidrio blindado y gritar. Así, en su primer día de paseo por Buenos Aires, queda grabada su participación en la instalación sonora progresiva El Grito, de Narcisa Hirsch y Jorge Caterbetti. Detrás, Dolores y Vanesa deciden entrar juntas y gritar varias veces. “Me gusta el aire decadente de Buenos Aires, la ciudad no tiene todo restaurado”, afirma Dolores (34) de Galicia, España, que hace tres meses recorre la Argentina con una amiga.
La visita termina en la cuarta sala del museo, la más grande, que fue inaugurada el año pasado. Allí se exhibe el quinto capítulo de la muestra Of Bridges & Borders, integrada por proyecciones y obras de arte contemporáneo de cuatro artistas internacionales. A esta altura del recorrido, el público podría confrontar el arte moderno de las exposiciones previas –siempre de acuerdo al guión de la visita guiada–, con el contemporáneo. Of Bridges & Borders invita a los espectadores a tocar y modificar las obras expuestas: una aproximación totalmente diferente al arte.

Mamba 

Av. San Juan 350
Visitas guiadas:
Lunes y jueves a las 12.30 y 16
Sábados y domingos a las 16 y 17.30
Más información www.museodeartemoderno.buenosaires.gob.ar/mam2.htm
Teléfono: 4300-9139


Fuente: Revista  Ñ Clarín