LA HISTÓRICA JAULA DE LOS CÓNDORES






LA JAULA DE HIERRO, TAL COMO SE LA VE HOY EN EL ZOO A CASI 100 AÑOS DE SU CREACIÓN.
Por Eduardo Parise

A principios del siglo XX el término “reciclar” era algo desconocido para la mayoría del millón de habitantes que, aproximadamente, tenía la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, en esos años, una estructura que supo engalanar la Plaza de Mayo se iba a convertir en un gran jaulón para los cóndores que están en el Zoológico porteño. Y no sólo eso: como para demostrar que Antoine Lavoisier tenía razón cuando sostenía que “nada se pierde, todo se transforma”, esos hierros todavía siguen ahí hasta el día de hoy, en Palermo, prestando servicio.
En su origen, el templete fue colocado en medio de la Plaza de Mayo, cuando la pirámide aún no ocupaba el centro. Eso fue en 1903 y formó parte de los símbolos de las Fiestas Mayas de ese año. Estas celebraciones habían comenzado en 1811, un año después de la revolución, pero desde 1813 se realizaron en forma oficial para celebrar cada año un nuevo aniversario del nacimiento de aquel primer gobierno patrio.
La idea de instalar aquella gran cúpula metálica fue del ingeniero Jorge Newbery, el primer gran ídolo que produjo la Argentina fuera del mundo de la política. Pionero de la aeronáutica, en 1903 Newbery era Director General de Instalaciones Eléctricas, Mecánicas y Alumbrado de la Municipalidad, cargo que mantuvo hasta su trágica muerte, ocurrida en un accidente aéreo en Mendoza el 1º de marzo de 1914. La estructura entonces quedó llena de vistosas lámparas que cada noche le ponían un toque espectacular a la plaza y a sus alrededores.
Algunos investigadores señalan que esa estructura metálica había sido colocada como parte de los festejos por la visita que el presidente de Brasil, Manuel Ferraz de Campos Salles, realizó a Buenos Aires en 1900. Pero en realidad era otra cúpula similar. También se dijo que se la vio iluminada en la Plaza de Mayo en los días del Primer Centenario de la Revolución de 1810. Sin embargo, los que profundizaron más el tema sostienen que la estructura que había hecho instalar Newbery fue llevada al Jardín Zoológico en 1905.
El traslado se había realizado por pedido del naturalista italiano Clemente Onelli (1864-1924) quien vio la posibilidad de que la gran estructura se convirtiera en la Jaula de los Cóndores. En aquel momento Onelli era el director del zoo porteño y continuaba la obra de Eduardo Ladislao Holmberg (1852-1937). La idea era embellecer esas dieciocho hectáreas que aún ocupa ese paseo en Palermo.
Después de ser instalada dentro del zoológico, en la zona cercana a la avenida Del Libertador y la actual calle República de la India, la gran cúpula fue recubierta con una especie de malla, lo que la convirtió en jaula. Y dicen que, entre los primeros cóndores que la habitaron, estuvieron unos ejemplares traídos a Buenos Aires por una delegación de militares chilenos que visitó la Ciudad.
La entrada principal del Jardín Zoológico está frente a la plaza Italia, en el corazón de Palermo. Allí aún se puede ver el pórtico, una réplica en escala de un arco que en Roma recuerda la sangrienta victoria de los romanos, liderados por el emperador Tito, sobre el pueblo judío. Los que ya desaparecieron son los famosos portones de hierro que estaban sobre la avenida Sarmiento y que señalizaban el ingreso al Parque Tres de Febrero y al vecino Rosedal. Los sacaron en 1917. Pero esa es otra historia.


Fuente: clarin.com

EL "BIG BEN" SE HUNDE EN EL RÍO TÁMESIS





Uno de los símbolos del Reino Unido requerirá de 1000 millones de libras para repararlo.



foto perfil.com

El parlamento inglés se hunde en el barro del río Támesis. | Foto: AFP

El Parlamento británico, considerado como uno de los edificios más simbólicos del mundo, se hunde lentamente en el río Támesis, provocando una peligrosa inclinación a la torre del Big Ben.
El erario británico enfrenta gastos de hasta 1.000 millones de libras esterlinas (1.554 millones de dólares) para estabilizar las históricas Casas del Parlamento de un hundimiento crónico.
El problema es tan grave que un grupo de parlamentarios quedó a cargo de elaborar un plan radical, que incluye la venta del edificio, ubicado frente a la Abadía de Westminster, y el traslado del Parlamento a otro sitio más seguro.
Esa posibilidad le podría costar al Tesoro hasta 780 millones de dólares.
Aunque es improbable que los políticos británicos decidan finalmente abandonar el sitio que es símbolo del poder desde hace más de 1.000 años, fue el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, quien sugirió la idea, lo cual indica la escala del problema, según escribió hoy el dominical Mail on Sunday.
Los parlamentarios tienen previsto mantener una reunión de emergencia en Londres para considerar todas las opciones.
La Comisión pluri-partidaria de la Cámara de los Comunes, presidida por Bercow, analizará los documentos de los arquitectos y expertos acerca de los riesgos de hundimiento del Palacio de Westminster por las napas de barro del Támesis, y evaluará los problemas eléctricos, riesgos de incendios y otras amenazas de seguridad.
Incluso las viejas calderas del edificio, que datan de antes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), estarían "a punto de estallar".
Las tareas de reparación del edificio, que podrían comenzar al final de la década, llevarán al menos cinco años en completarse, con grandes secciones del edificio inhabilitadas por años, y la posibilidad de que los parlamentarios tengan que ser mudados a otra sede de forma temporal.
Se estima que en ese caso, la Cámara de los Comunes deberá ser abandonada por al menos dos años.
Una fuente del Parlamento declaró al Mail que el edificio de estilo neo-gótico "es un desastre elegante" que "se está hundiendo lentamente en el barro".
"Los contadores afirman que no es lógico gastar 1.000 millones de libras para reparar un edificio que vale 1.000 millones", destacó el informante.
"Así que la opción es gastar el dinero y ser extravagantes, o abandonar uno de los edificios más icónicos del mundo y vendérselo a los rusos o a los chinos", agregó.
Los problemas más graves que enfrenta el Parlamento son los de hundimiento luego de décadas de vibraciones provocadas por los vagones del metro que pasan por debajo del edificio, y por la construcción de un parque de estacionamiento subterráneo. Las vibraciones provocaron que la torre del Big Ben se inclinara 45 centímetros de la línea vertical, suficiente para que sea notado por los turistas y visitantes.
También se registraron rajaduras en algunas de las paredes del añejo edificio.
El Palacio de Westminster, el lugar en el que se reúnen las dos cámaras del Parlamento (la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes) y que desde 1987 es Patrimonio de la Humanidad nombrado por la UNESCO, sirvió inicialmente como residencia real, pero ningún monarca ha vivido en él desde el siglo XVI. La mayor parte de la estructura actual data del siglo XIX, fecha en la que el palacio fue reconstruido después de un incendio en 1834, que destruyó la mayor parte del edificio.
El palacio, recreado por los arquitectos sir Charles Barry y Augustus Pugin contiene más de mil habitaciones, siendo las más importantes las correspondientes a los Salones de la Cámara de los Lores y de los Comunes, además de salas de reunión, bibliotecas, pasillos, comedores, bares y gimnasios.


Fuente: perfil.com/ ANSA

SUBASTAN UNA OBRA ILUSTRADA
DE AVES DE AUDUBON
POR 7,9 MILLONES DE DÓLARES
EN NUEVA YORK





Nueva York, 20 - Una primera edición del libro ilustrado "Pájaros de América", del naturalista John James Audubon y que data del siglo XVIII se vendió hoy por 7,9 millones de dólares (6,1 millones de euros) en una subasta celebrada en Nueva York.
Christie's, responsable de la venta, había estimado el valor de esta obra, compuesta por cuatro volúmenes y de la que sólo existen 120 ejemplares en el mundo, entre los siete y los diez millones de dólares (5,4 y 7,7 millones de euros).
El vicepresidente del departamento de Libros y Manuscritos de Christie's, Thomas Lecky, aseguró a Efe que "Pájaros de América" constituye "la cumbre del arte ornitológico", gracias a sus 435 grabados, coloreados a mano en Londres bajo la supervisión del naturalista francoamericano Audubon (1785-1851) durante once años.
El formato "monumental" de este libro, de más de 90 centímetros de largo, se debe, según Lecky, a que el autor insistió en que los pájaros, que comprenden todas las especies descubiertas en Norteamérica, "tenían que ser representados a tamaño natural".
El experto apuntó que el valor de la obra reside en que Audubon, duque de Portland, pintó cada pájaro "no de un modo estático y científico", sino que los convirtió en arte gracias a una representación "primorosa y dinámica", y no sólo de las aves, sino también de sus "hábitats naturales y de sus actividades".
Los cuatro volúmenes ilustrados se acompañan de un quinto, titulado "Biografía ornitológica", que compila los hábitos de las aves de Estados Unidos.
La primera edición de esta obra constaba de 200 ejemplares, elaborados entre 1827 y 1838, pero en la actualidad sólo se sabe de la existencia de 120, de los que 107 se hallan en instituciones y 13 en colecciones privadas.
Otra primera edición completa de esta obra, vendida en Londres en 2010, alcanzó el más elevado precio pagado en una subasta por un libro grabado: 11,5 millones de dólares (8.9 millones de euros).

Fuente: EFE

POR QUÉ VARGAS LLOSA DIJO NO





El Nobel de Literatura rechaza por carta la propuesta de presidir el Cervantes y argumenta que pesa más su vocación literaria que las tentaciones políticas.


Vargas Llosa, en Nueva York en 2010 / G. LEJARCEGI

Juan Cruz, Madrid

Mario Vargas Llosa dijo no a la propuesta de presidir el Cervantes y se lo explicó por carta al presidente Mariano Rajoy. El premio Nobel no ha revelado el tenor de la misiva ni ha querido hacer declaraciones. Con respecto a la secuencia de la propuesta (revelada por EL PAÍS) y de la negativa solo pueden hacerse conjeturas. En su carta, el Nobel dice que está dispuesto a seguir colaborando con el Cervantes, pero que asumir ese cargo, que le honraría, resulta imposible de conciliar con su vocación literaria.
Fue una apuesta audaz, que, según todos los indicios, halló el apoyo del Rey, con el que Vargas Llosa tiene una excelente relación. En 2000, cuando la Monarquía cumplía 25 años, escribió de don Juan Carlos en El País Semanal: "Todos le reconocen una sutil inteligencia para haber actuado (...) con una destreza, visión de futuro, sentido de la oportunidad, tacto e incluso maquiavelismo político fuera de la común".
Vargas Llosa tiene la nacionalidad española desde 1993; se la concedió Felipe González cuando al escritor, enfrentado abiertamente a la dictadura de Fujimori, le persiguió el sátrapa peruano por todo el mundo. "Por mi situación en Perú", dijo entonces Vargas Llosa, "me arriesgaba a convertirme en un paria". España acudió en su ayuda, y él rinde gratitud a ese gesto.
Así que la propuesta era audaz y plena de sentido; tenía también sentido que el Rey se sumara. Fanático de las buenas maneras, lo que resulta evidente es que si fue Rajoy el que recibió su carta de cortés rechazo del honor, es que probablemente fue el jefe de Gobierno el que se la hizo llegar. Y que el Rey la refrendó. En este sentido, el tiempo que se concedió el Nobel para pensárselo es una muestra más de la cortesía con la que todos (el Rey, Rajoy, Vargas) han llevado este asunto.

José Manuel Blecua: Era una buena idea. Mario tiene la dimensión de un gran embajador de la lengua; tiene empuje
Pero aquí entra el factor humano ante el que chocó la audaz propuesta: es posible que ese tiempo de reflexión fuera una manera de retrasar una decisión que solo podía ser negativa teniendo en cuenta la vocación literaria de Vargas Llosa. En los años ochenta al escritor le salió al encuentro el político; se presentó a las elecciones (que ganó Fujimori), y aun en ese periodo (que él cuenta en El pez en el agua) terminaba sus jornadas de campaña leyendo los versos de Góngora. Cuando acabó ese temporal político (que a él lo dejó en los huesos) ya no quiso saber nunca más de lo que no fueran sus libros.
Así que los que han leído sus manifestaciones en torno a la distracción a la que lo han sometido acontecimientos como el Nobel saben que a Vargas Llosa esa tentación de presidir un organismo de la envergadura del Cervantes le podía causar una honra y un agudo dolor de cabeza. Y, muy probablemente, el no sería la palabra inmediata ante una propuesta tan audaz como comprometida.
Y dijo no. Vargas Llosa es escritor a tiempo completo desde que su agente Carmen Balcells lo rescató de Londres, con Patricia, su mujer, y sus dos hijos varones (Morgana nacería en Barcelona), le puso un sueldo y le ayudó a terminar sin interferencias económicas La Casa Verde. La leyenda cuenta que este hombre tenaz ("Porque no tengo imaginación trabajo tanto") se pasó muchas jornadas sin salir de su escritorio, y que en los momentos de mayor tensión hacía que el almuerzo esperara en la puerta. Sus jornadas son sistemáticas: corre o pasea con Patricia, lee dos o tres periódicos diarios y luego se encierra, sobre las 10 de la mañana, a escribir esforzadamente. Rara vez atiende llamadas en esas horas de plenitud, y por las tardes sale a escribir. Por la noche va al cine o al teatro, cena con amigos y a la medianoche, como un atleta, se va a reposar.
Ese Vargas que no usa móvil y que tampoco sabe qué es el correo electrónico es incompatible con un cargo de responsabilidad, aunque este se vista en algún ángulo de honorífico. Tampoco (decía ayer el director de la Academia, su amigo José Manuel Blecua) "es posible imaginarlo en un puesto para no ejercerlo con todas sus consecuencias".
Dijo no. Y ese no lleva ahora a alguna reflexión. ¿Qué porvenir le espera a la institución que le pidieron presidir? César Antonio Molina, que fue director del Cervantes y ministro de Cultura, cree que hubiera sido una buena idea la presencia de Vargas en ese puesto, pero que entiende su rechazo. "Ahora habría que aprovechar la idea y poner en marcha algo que dije entonces, como director del Cervantes, y luego como ministro: el Instituto debe incorporar a escritores hispanoamericanos a su estructura de centros. Hemos tenido en el Cervantes a Muñoz Molina, por ejemplo, en Nueva York, y Vargas Llosa le hubiera dado un gran prestigio a la institución. Pero la idea es buena: hay que hacer que en el Cervantes se sientan partícipes los intelectuales de nuestra lengua que no sean españoles".
Darío Villanueva, secretario de la Academia, que dio recientemente un curso sobre la obra de Vargas Llosa en Estados Unidos, cree "que Mario hubiera sido un gran embajador del Cervantes. ¡Pero ya lo era, y lo seguirá siendo! Es un intelectual al que se le escucha en todas partes". Ahora bien, esta institución, cree Villanueva, mueve un enorme potencial burocrático, "y precisa de una gestión muy exigente. Incorporar a una personalidad como la de Mario, y puede haber otros, no muchos, como él, obliga a una reestructuración que debe hacerse muy responsablemente".
Emilio Lledó va más al centro del español: "Hay que defenderlo, y el Instituto Cervantes puede, desde la humildad de la palabra, sin alharacas; la lengua es un tesoro escondido y cuidado; a eso debe tender la institución que la divulgue".
José Manuel Blecua apunta: "Era una buena idea. Mario tiene la dimensión de un gran embajador de la lengua; tiene empuje, simboliza la defensa de la lengua allá donde va. Y tiene un encanto especial para ganar voluntades. Pero entiendo su reacción. Yo trabajé en el Cervantes. Es una labor dura, diaria, constante, y llena de preocupaciones. Y Mario tiene muchos compromisos, aparte de su vocación. Y no lo veo haciendo de figura decorativa, dejando que las cosas se hagan sin su participación".
Vargas Llosa dijo que no. El factor humano pudo más que la tentación audaz.


Fuente: elpais.com

UN MANDATO PATRIMONIAL



Arte / Legado arquitectónico

La emergencia que no tiene fin en nuestro país es la degradación del patrimonio arquitectónico y urbano, como si los argentinos y, en especial los porteños, padecieran una indiferencia estructural.


La Argentina ha venido sobrellevando decadencias y emergencias varias por muchos años. Algunas parecen disipadas, otras conjuradas, unas pocas remontadas. La emergencia que no tiene fin y que se agrava sin cesar es la de la degradación del patrimonio arquitectónico y urbano en todas las partes del país. Y por supuesto la ciudad de Buenos Aires lleva la delantera por varios cuerpos... edilicios.
Parece que los argentinos, y en especial los porteños, tuvieran un crónico y estructural desdén por su pasado, su herencia y su memoria. Y se muestran especialmente indolentes y resignados cuando se trata de la arquitectura, que es justamente "historia congelada en el espacio". Las razones de este fenómeno son diversas y complejas.
Muchas veces se ensayaron explicaciones pero casi nunca se encontraron soluciones para revertir la disfunción cultural que nos aqueja. Por muchos motivos, las diversas acciones que conducen a la preservación del patrimonio construido quedan en manos de arquitectos. Y es un hecho que en la formación de estos profesionales argentinos la apreciación de la arquitectura nacional es aún materia pendiente, particularmente en lo que se refiere al acervo de la Belle époque, acechado por prejuicios estéticos y éticos. O se los considera frívolas copias de estilos europeos o productos desarraigados de la verdadera identidad nacional.
Los edificios de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX han sido los más vapuleados y destruidos en el país entero: de Córdoba a Tucumán, de Paraná a Mendoza y de La Plata a Bariloche. Y en Buenos Aires la destrucción ya se acerca al genocidio. Caen como fichas de dominó las decisivas piezas menores que arman el carácter de los barrios: casas chorizo, petit hôtels, chalets.
Desaparecen también casas de departamentos refinadas, garages de estilo, edificios industriales elegantes, todo ello para dar lugar a negocios inmobiliarios e inversiones desesperadas que prefieren los ladrillos huecos a los billetes frágiles. Pero también sucumben los edificios monumentales por abandono, degradación o depredación, como en los patéticos casos de la Confitería del Molino -excepcional palacio Art Nouveau-, de la sede de Unione Operai Italiani -magistral templo del Risorgimento Italiano en Sarmiento al 1300- o el sector del Colegio San José transformado en shopping en el barrio del Once.
Y ni que hablar de las estructuras que hacen al patrimonio intangible de la ciudad: lugares de escritores, músicos, artistas donde pareciera que se pretende exterminar a todos: ángeles, fantasmas y espectros. El panorama se completa con el maltrato al patrimonio paisajístico de parques y plazas, la amputación del arbolado urbano en vías de deforestación y la escultura pública graffiteada por pintura anarquista o por iluminación "led"? Pero también cuesta mucho acercarse con respeto y creatividad a la preservación del patrimonio edilicio desde el ámbito público o privado. Allí, en general, se aplican recetas que potencian reciclajes abusivos y casi nunca acciones de conservación efectiva y duradera y prima el mal manejo, cuando no el despilfarro de los recursos.
Parece no comprenderse o no interesar que ese patrimonio arquitectónico es imponente reflejo de la inmigración, hace a la esencia física de la capital del país y se ha convertido en verdaderamente universal. Esa arquitectura completa, de alguna manera, la trilogía cultural excepcional que la ciudad y el país dieron al mundo con la literatura encabezada por Borges y la música encarnada en el tango, dos de los aspectos de la civilización nacional que se consagraron internacionalmente en las últimas dos décadas.
Ante este panorama de orfandad en materia de valoración y tutela del patrimonio arquitectónico, los diversos actores sociales encuentran las claves para revertir la situación y salvarlo. En este tema los políticos parecen sordos y casi siempre ciegos; los artistas y los intelectuales, indiferentes o no, parecen movilizados por un legado único; los burócratas y los técnicos oscilan entre el cinismo operativo o la resignación culposa. Y la ciudadanía involucrada, que incluye a voraces desarrolladores, románticos preservacionistas y curiosa opinión pública, se mueve entre confusiones y malentendidos.
No todo es patrimonio, no todo es preservable. Pero tampoco todo es demolible o reciclable. Una de las claves de la solución de estos dilemas está en una adecuada valoración comparativa de todo el conjunto edilicio de una ciudad. La confección de un catálogo, de una suerte de "Inventario General Constituyente" con la jerarquización de cada inmueble, inclusive de cada sector del mismo, es una herramienta fundamental para el desenvolvimiento de proyectos e inversiones con eficiencia y provecho. Asimismo se necesita establecer claros y eficientes mecanismos de gestión que tutelen planes sobre propiedades privadas pero también públicas. El estado no puede imponer las necesarias restricciones al dominio que implica la preservación del patrimonio a los particulares sin controlar al mismo tiempo las acciones de sus propios organismos sobre los edificios oficiales.
Por otra parte, deben encontrarse y aplicarse compensaciones a esas restricciones que incluyan soluciones creativas, más allá de créditos, subsidios o baja de impuestos. Una de ellas, vigente pero que no se ha aplicado aún, es la posibilidad de aumentar la capacidad constructiva en las áreas del inmueble de menor valor patrimonial para obtener mejores réditos y afrontar la adecuada conservación de los sectores valiosos. Todo ello con un monitoreo del proyecto en manos de organismos de gestión idóneos y rigurosos pero también creativos.
Evidentemente hay soluciones para revertir la situación de emergencia patrimonial en que se encuentra la ciudad de Buenos Aires. Situación que no es sino el reflejo potenciado de lo que sucede en todo el país. En estos últimos tiempos, la ciudadanía, por medio de varias ONG, ha movido el avispero, alertando a los medios y pidiendo a la justicia que actúe.
Resta que los otros poderes del estado reaccionen, que el resto de la ciudadanía participe, que los protagonistas de la cultura respalden, que los inversores reemplacen algo de cantidad por calidad. Y así salvar el carácter de la capital argentina pero también su único recurso físico. Aún hay un mandato. En el Panteón del Patrimonio Universal, Borges y Gardel esperan la definitiva consagración de la arquitectura de Buenos Aires.

 
Fuente: ADN Cultura La Nación

QUIEREN A VARGAS LLOSA
AL FRENTE DEL CERVANTES


Se trata de la mayor institución de difusión del idioma español y la cultura de Iberoamérica.
QUIZÁS, QUIZÁS, QUIZÁS. EL PERUANO NO RESPONDIÓ AUN A LA PROPUESTA DEL GOBIERNO DE ESPAÑA.
Por Madrid. Agencias Efe, Ap.

Nobel en octubre de 2010, Marqués unos meses después y ahora ¿embajador de la cultura iberoamericana? El último par de años no fueron avaros en reconocimientos, honores y propuestas al escritor peruano Mario Vargas Llosa. Para coronar, el gobierno español de Mario Rajoy (Partido Popular), acaba de proponerle la dirección del Instituto Cervantes. Y se ve que tienen tantas ganas de que acepte, que acaban de crear el cargo de presidente –y todo un nuevo organigrama institucional– especialmente para él, porque entienden que la agenda del Premio Nobel de Literatura 2010 no da para dedicarse exclusivamente al Cervantes.
Hasta ahora, esa institución no tenía presidente sino un director. Y hasta ahora ese cargo lo venía desempeñando, desde 2007, Carmen Caffarel. Las dos cosas parecen estar a punto de cambiar.
Si Vargas Llosa acepta, claro. Por el momento, sólo ha comunicado que lo está pensando. Si Don Mario da el sí, se convertiría en una especie de embajador de la cultura iberoamericana en el mundo, informó ayer un funcionario del ejecutivo a la agencia AP.
No es la primera vez que el Partido Popular lo tienta a Vargas Llosa con esta propuesta. Ya lo había hecho José María Aznar en 1996, pero se topó con la negativa del autor.
Y no vaya a creerse que es una cuestión de afinidad ideológica tan sencilla: en las últimas elecciones el peruano, que tiene la nacionalidad española desde 1993, llamó a votar por la centrista Unión, Progreso y Democracia (UPyD).
El autor de Conversación en la Catedral, La guerra del fin del mundo y Pantaleón y las visitadoras, entre muchos otros libros, estaría hoy en Londres. Y no se ha pronunciado públicamente sobre la impresión que le ha causado la propuesta del gobierno de España.
Sin embargo, en el “entorno del Cervantes se da por hecho su desembarco”, escribió el diario español El Mundo.
El ofrecimiento fue cursado a través del canciller, José María García Margallo. Según escribió El País, Mario Vargas Llosa no desarrollaría labores ejecutivas sino un rol de “representación”.
De acuerdo a algunas versiones, el último hispanohablante (y escribiente) en recibir el Premio Nobel de Literatura, podría dar su respuesta mañana.
Credenciales para representar a la cultura iberoamericana no le faltan al peruano. Veremos qué decide.

EL INSTITUTO CERVANTES

Fue creado en 1991. Tiene un presupuesto anual de más de 100 millones de euros. Y sostiene 77 centros en 44 países de los cinco continentes. En todos ellos se dan clases de español y se realizan numerosas actividades culturales. Vargas Llosa, de 75 años, ya forma parte desde hace veinte años del patronato del Cervantes, un órgano rector cuya presidencia de honor ocupa el rey Juan Carlos I.

Fuente: Clarín.com

145 ANIVERSARIO DEL POETA RUBÉN DARÍO






La tumba del poeta nicaragüense Rubén Darío en la catedral de La Asunción, en la localidad de León, a 90 kilómetros de la capital, Managua.

Por Elmer Martínez


Nicaragua inicia este miércoles las celebraciones por el 145º aniversario del natalicio de su poeta Rubén Darío (1867-1916), con una ceremonia oficial, ponencias sobre su legado y actos culturales que durarán una semana, informó el martes una fuente oficial.
Los festejos arrancarán con un acto solemne en el Congreso, en Managua, y la colocación de una ofrenda floral en su tumba, en la Catedral de la ciudad de León, por parte del obispo Bosco Vivas, anunció el Instituto Nicaragüense de Cultura (INC).
Los homenajes se centrarán en León, a 90 kilómetros al noroeste de la capital, donde destacados intelectuales nacionales y extranjeros expondrán sobre su legado y sus principales obras: 'Azul' (1888), 'Prosas Profanas' (1896), 'Cantos de Vida y Esperanza' (1905) y su ideario político y social.
La jornada dariana, el 18 de enero, incluirá recitales de poesía y una noche de canto y música en la plaza central, ubicada frente a la catedral de León.


Monumento ‘Canto a la Argentina’ de Rubén Darío,  Plaza Rubén Darío, Avenida del Libertador y Austria, Buenos Aires. Su autor fue el brillante escultor José Fioravanti, Escuela Argentina, 1896-1977.

Darío fue "el gran renovador de la lengua española", iniciador de "todo un movimiento de renovación de las letras y la literatura, que se denominó Modernismo" y cuyo "legado aún sigue vigente", afirmó a AFP el jurista, escritor y estudioso de sus obras Carlos Tunnermann.
Darío nació en 1867 en ciudad Darío (norte), vivió su niñez en León y a los 15 años se trasladó a Managua, donde pasaba horas leyendo las obras de clásicos franceses en la única biblioteca que había entonces en la capital.
Fue un hombre "con ideas progresistas, liberales" y un autodidacta que se firmó bajo la influencia de la literatura francesa, subrayó Tunnerman.
Defendió la unidad centroamericana en el poema 'Nicaragua y sus hermanas' y en varios de sus escritos expresó una profunda preocupación por su tierra natal.
Encabezó movimientos literarios en Chile y Argentina, así como en España y Nicaragua.
El poeta francés Paul Fort lo bautizó en 1912 como el "príncipe" de las letras castellanas, en reconocimiento a sus obras, mientras que el argentino Jorge Luis Borges lo llamó 'El Libertador', porque "libró al español de las ataduras de la poesía clásica", dijo Tunnermann.



Un hombre se dispone a colocar una corona de flores en el monumento a Rubén Darío el miércoles 18 de enero en Managua, con motivo del 145 aniversario del nacimiento del poeta nicaragüense.

Fuente: AFP