DE MADRUGADA, LAS HISTORIAS DETRÁS DE
LA MULTITUD QUE COLMÓ LOS MUSEOS


Hubo largas colas en casi todos lados. La gente disfrutó detalles y los grandes shows.

UN CLÁSICO. MUCHA GENTE PASO POR LAS RENOVADAS SALAS DEL MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES, DONDE HUBO MUESTRAS DE ARTE EUROPEO Y AMERICANO DE LOS SIGLOS XII AL XX Y ARGENTINO DEL SIGLO XIX.

Por Susana Reinoso

Buenos Aires ofreció este fin de semana, desde las 20 de anteanoche y hasta el inicio de la madrugada de ayer, la fisonomía de una ciudad en plenas fiestas navideñas. Más de 650 mil personas circularon por la ciudad y el bullicio fue notable de La Boca a Villa Crespo, de San Telmo a Palermo, de Pompeya a Puerto Madero, de Belgrano a Barracas, atravesando esa leyenda que conocemos como “los 100 barrios porteños”. Cerca de las tres de la madrugada, cuando La Noche de los Museos –convocada por el Gobierno de la Ciudad– entraba en la recta final, aún se veían largas filas de gente que, con buen humor y mejor onda, esperaban entrar a alguna de las 174 instituciones públicas y privadas que abrieron sus puertas. Los lugares donde hubo filas más numerosas, en algunos casos de hasta dos o cuatro cuadras , fueron el edificio de la TV Pública, el Museo de la Casa Rosada, el Cabildo, la Casa de la Cultura porteña (que alberga la muestra Cosmópolis sobre Borges y Buenos Aires), Proa en La Boca, la Costanera Sur, la Fundación Museo Mercedes Sosa que funciona en instalaciones del Museo Penitenciario en San Telmo, el Centro Casa de Ana Frank, y el Museo Nacional de Bellas Artes, entre otros. Decenas de turistas felizmente sorprendidos hicieron fila para conocer lugares que no estaban en sus planes . Muchos vecinos admitieron que por primera vez visitaban el museo o institución elegidos. Varios asistentes coincidieron en que lo mejor de la iniciativa es que “los museos se pueden visitar de noche, gratis y sin afectar las obligaciones cotidianas”.

EL BULLICIO DA PASO AL RESPETUOSO SILENCIO EN EL CENTRO CASA DE ANA FRANK.

Un grupo de cuatro amigas de La Plata –Elena, Ana, Silvina y Cecilia– llegaron especialmente para disfrutar de La Bomba de Tiempo y el mapping sobre la fachada del edificio de la Facultad de Derecho, convocado por el Centro Cultural Rojas y la UBA. “Buenos Aires está lindísima, con tanta gente en la calle y opciones culturales que son inabarcables”, dijeron a Clarín. La gente iba de un museo porteño a otro nacional, sin reparar si corresponden a la esfera del jefe de gobierno Mauricio Macri o de la presidenta Cristina Kirchner.
Lo que vuelve a demostrar que la cultura tiende puentes donde la política aún no consigue construirlos. En Plaza de Mayo, un guía explicaba a una pequeña multitud el origen de las marchas de las Madres, mientras un par de turistas brasileños quería saber por qué la Casa Rosada es de color fucsia de noche. “Pero de día es rosa”, trató de convencer el guía. En San Telmo, en las instalaciones del Museo Penitenciario Argentino, un exponente arquitectónico del siglo XVIII que guarda la historia de esa institución, se inauguró anoche la muestra “Baquiana del mundo”, de 26 afiches sobre Mercedes Sosa. En diálogo con Clarín , Fabián Matus dijo que la idea de la exposición es mostrar el trasiego de la fallecida artista, reconocida internacionalmente. En el Cabildo, Marcela –vecina de Floresta– fue con su marido por primera vez. “No creo que vayamos a muchos lugares porque vivimos lejos”. Otro punto a favor fue que mostrando el “Pase Libre”, todos podían viajar gratis en colectivo, como hizo esta cronista. 

EL RITMO A PLENO DE LA BOMBA DE TIEMPO EN LAS ESCALINATAS DE LA FACULTAD DE DERECHO.

Y en el Museo de la Casa Rosada, Rodolfo y Beatriz, de Villa del Parque, fueron a conocer la sede de la Presidencia y la Aduana. En el imponente edificio de la TV Pública, en Barrio Parque, dos parejas amigas, compuestas por Marcelo y Gabriela, Mónica y Guillermo, ponderaron el Centro de la Emigración Gallega que habían visitado en San Telmo. “Comimos una tortilla espectacular y nuestro guía fue un doctor en Historia”, dijeron. A su lado, Marta comentó: “Quiero conocer el canal que pagamos con nuestros impuestos”. En La Boca, caminar holgadamente era imposible . Y las luces sobre el Riachuelo así como Fundación Proa aportaron un bello espectáculo. En la Biblioteca Güiraldes, Alvaro Abós y Natu Poblet recorrieron la guía literaria de Buenos Aires y hubo mucho público visitando las ediciones históricas del siglo XV que alberga el Tesoro. Quizá el mejor broche haya sido el Centro Casa de Ana Frank en Coghlan. Austera y conmovedora por la memoria que encierra, el bullicio dio paso a un respetuoso tránsito del público. La réplica del pequeño cuarto de Ana en la Casa Museo de Amsterdam se abrió a una gran cantidad de gente que hizo las preguntas lógicas que la humanidad aún no logra responder sobre la crueldad humana. 

Fuente: clarin.com

NATURALEZA MUERTA


Arte / La otra mirada
Crear conciencia para salvar el mundo es la consigna de artistas locales e internacionales que exponen en Ushuaia.

La Bolsita es sólo la punta del iceberg: en Ushuaia hay una decena de asentamientos similares y una gran cantidad de inmigración golondrina, que viene a realizar ciertos trabajos y se va. Sobre este tema y otros que preocupan a la población local trabajaron los 27 artistas que participan hasta fines de noviembre de la primera edición del Mes del Arte Fueguino (MAF), centrada en la consigna "estar acá".
Video: Ushuaia, tomada por el arte
La iniciativa coincide hasta pasado mañana con la tercera edición de la Bienal del Fin del Mundo, que reúne obras de un centenar de artistas de los cinco continentes bajo el título El Antropoceno , alusivo a una nueva era provocada por el impacto del hombre sobre el planeta.
"El arte no puede cambiar el mundo, pero sí señalar algunas cosas", señaló Matilde Marín, artista y curadora de esta edición del MAF, mientras mostraba las obras que distribuyó en distintos puntos de la ciudad, referidas a problemas cotidianos de los fueguinos como la contaminación, la distancia, la identidad.
Una de las más poéticas es Denuncia animal , intervención realizada con unos dos mil pajaritos de cerámica importados de China. El Grupo Bitácora, integrado por tres mujeres que buscan "aunar fuerzas para superar el aislamiento isleño", los rescató de una de las tantas fábricas locales que cerraron sus puertas para colocarlos sobre un barco encallado en la costa del canal de Beagle. "Es un diálogo entre fantasmas -dijo Laura Aguilera, integrante del grupo-. Los pájaros van a quedar pegados al barco hasta que se pudra." Cualquier semejanza con el hombre y el planeta no parece pura coincidencia.
"En Ushuaia somos como las aves migratorias, casi todos venimos del norte. Y aprendemos a conocernos gracias a la soledad y el desarraigo de las familias", observó Rosalía Jofré, joven docente sanjuanina que instaló en un centro cultural cientos de pájaros de papel -en los que se leen fragmentos de un texto de Borges sobre los espejos- recortados por ella y los vecinos de su barrio.
Junto a esta instalación se exhiben las fotografías de Vanina Cejas, imágenes de la basura que según ella abunda en Ushuaia por la "falta de sentido de pertenencia" de parte de su población. El título de la obra, Ofrendas infames en tierras frías , señala una triste ironía: el contraste de los desechos con las ofrendas que realizaban antiguamente los indígenas, que no concebían al hombre separado de la naturaleza.
Otro contrapunto con las creencias de los pueblos originarios revela la intervención de Rosana Rojas Ramoa. Ella diseminó por toda la ciudad mil figuritas de cerámica que dan cuerpo a los "yefaceles", seres que protegían a una persona toda la vida y quedaban huérfanos cuando ésta moría. "Hoy, una zona de Ushuaia reúne representaciones de todos los santos, traídos por gente que llega desde distintas partes con sus devociones", dice la artista, que inmigró desde Puerto Madryn hace cuatro años.
Unas 57.000 personas viven en esta ciudad, fundada en 1884. El clima, el crecimiento demográfico y las dificultades para acceder a una vivienda provocaron un crecimiento desmedido del parque automotor y, por lo tanto, del consumo de neumáticos, que se desgastan en poco tiempo pero tardan "más de mil años en degradarse en forma natural". Así lo asegura Maia Gessaga, artista que decidió apilar una montaña de neumáticos usados en pleno centro de Ushuaia para reflexionar sobre "otras potencialidades" de los materiales. Vaya ironía, una vez más: "La rueda, la gran invención del hombre que generó cambios revolucionarios, se nos está volviendo en contra", observó Gessaga.
"Es la primera vez que la intendencia, el gobierno provincial y una entidad privada trabajan en conjunto con los artistas", dijo emocionada María Alejandra Rosell, directora de la galería de arte del Museo Marítimo de Ushuaia, que participa del MAF. La iniciativa surgió de artistas locales -entre ellos Gustavo Groh, coordinador general del proyecto- con la intención de ampliar la propuesta de la Bienal del Fin del Mundo, organizada desde 2007 por la Fundación Patagonia Arte y Desafío.
La mayoría de las 120 obras reunidas en esta tercera edición de la bienal, curada por la española Consuelo Císcar Casabán, fueron creadas por artistas de otros países, como Eduardo Chillida, John Chamberlain y Robert Rauschenberg. Gran parte de ellas están reunidas en un hangar, y se dividen según su relación con cuatro elementos de la naturaleza: tierra, agua, viento y fuego. Con este último se relaciona la obra de Tomás Espina, artista porteño que trabaja con pólvora; la tela que representa una explosión, apoyada contra la pared de este sórdido galpón de chapa usado durante la Guerra de Malvinas, parece una lápida de la humanidad.
El Antropoceno , título de esta edición de la bienal, alude al término acuñado por el Premio Nobel de Química Paul Crutzen para definir la actual era geológica, provocada por el dramático efecto del hombre sobre el planeta. "Si el hombre es el causante de la era del Antropoceno -dijo Císcar Casabán-, también el hombre puede revertir esta situación e iniciar una nueva era que tenga como bandera el arte, la vida y la naturaleza."
Ficha.  
Mes del Arte Fueguino (MAF), hasta el 30 de noviembre, y la tercera edición de la Bienal del Fin del Mundo (www.poloaustral.org.ar) hasta hoy, en Ushuaia. Video en www.lanacion.com.ar

Fuente: adn Cultura/La Nación

ENORME FIESTA DE LA CULTURA,
CON UNA MULTITUD EN LA CALLE



NOCHE DE LOS MUSEOS 

Miles de vecinos y turistas recorrieron salas, con recitales, visitas guiadas y exhibiciones. 
Desde el arranque, en una noche ideal, hubo colas en las principales atracciones. 
La oferta cultural fue récord.




Por Nora Sánchez

En una noche fabulosa, templada y de luna llena, los vecinos de la Ciudad disfrutaron de cientos de actividades: recitales, visitas guiadas, charlas y exhibiciones. A las 20, el termómetro marcaba unos 24 grados ideales para ganar la calle en plan cultural, y una multitud acompañó una nueva edición de “La Noche de los Museos”. Y hasta las 3 de la madrugada, vecinos y turistas pudieron visitar algunas de las 174 salas que se sumaron a la octava edición del festival, organizado por el Ministerio de Cultura porteño.
Con colectivos gratis para comunicar los 27 barrios que se sumaron a la propuesta, en las calles se veían grupos de todas las edades y familias que aprovecharon las actividades para chicos. Anoche, al cierre de esta edición, en Hipólito Yrigoyen y Perú se veía una marea de gente con sus programas en la mano yendo de un lado a otro.
La apertura oficial fue frente a la Casa de la Cultura, en Avenida de Mayo 575. La cantante Julia Zenko, el violinista Fernando Suárez Paz y el pianista Nicolás Guerschberg, interpretaron un repertorio arrabalero creado por Astor Piazzolla y Jorge Luis Borges. Como ésta, muchas actividades estaban relacionadas con la literatura, en el año en que Buenos Aires es la Capital Mundial del Libro.
En la platea –colmada– disfrutaba del show Marta Andrada, de Vicente López, junto a una amiga. “Somos fanáticas de Borges y por eso elegimos este espectáculo”, contó. ¿Los planes para el resto de la noche? “Vamos a visitar el Nacional Buenos Aires, donde también hay tango, y hacer una visita guiada por la Legislatura”. Como ellas, miles aprovecharon la cantidad de actividades que había en el radio del Centro. Alejandra, Mónica y Verónica estaban en grupo junto a otras cuatro amigas, todas de Capital. “Es la primera que venimos todas juntas. Nos gusta el tango. Además, vamos a pasar por la Manzana de las luces y el Ministerio de Defensa, porque toca la orquesta de Juan de Dios Filiberto”, contaron. Y si les daba el tiempo, la idea era recorrer el Cabildo, donde a las 21 ya se veía una cuadra de cola para entrar. La ocasión era especial, ya que en los alrededores de la Plaza de Mayo todo lucía iluminado: el Cabildo de blanco, la Casa Rosada y la Catedral. Esta última se sumó por primera vez a La Noche de los Museos y expuso su patrimonio textil y ornamentos sagrados; también los talleres de restauración y el órgano mayor.
Este año se incorporaron más barrios y salas a la movida cultural que se repite en otras ciudades del mundo (ver Desde Berlín...) y que en la edición 2010 convocó a 540 mil personas. En la apertura, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, comentó: “esperamos superar la convocatoria del año pasado y llegar a las 600.000 personas. Voy a recorrer algunas de las actividades que ofrece la Ciudad en esta gran noche”. A su lado, el ministro de Cultura, Hernán Lombardi indicó: “La Noche de los Museos sigue creciendo con una oferta muy variada y por supuesto la literatura. Esta actividad fomenta el turismo cultural, que es uno de los objetivos que buscamos”.
Mucha gente eligió empezar su noche en el Museo Nacional de Bellas Artes, donde las autoridades esperaban superar la asistencia del año pasado, que fue de 35.000 personas, cuando habitualmente reciben alrededor de 3.000 visitantes por día. Allí se veía que muchos utilizaron las escalinatas como punto de encuentro.
Fue el caso de tres amigas, Belén (23), Marina (22) y Eva (24), estudiantes de artes visuales. Para Eva, de Trenque Lauquen, era su primera vez: “Quiero recorrer todo, ver qué ofrece la Cuidad”, dijo. Sus amigas hace cuatro años que no se pierden el encuentro.
El Bellas Artes ofrecía una colección de arte europeo y americano de los siglos XII al XX y arte argentino del siglo XIX. Anoche, para que más gente pudiera disfrutarlo, organizaron visitas guiadas en lenguaje de señas y un grupo de más de 25 personas recorría en silencioso interés las salas.
Además, había otra muy entretenida para los chicos. Mariana Meller, docente universitaria, tenía en brazos a Olivia (10 meses) y estaba con su otra hija Miranda (3), que escuchaba fascinada a la guía. “Quería que el de Bellas Artes fuera el primer museo del que tenga conciencia. Es la primera vez que vengo con ellas”.
El renovado Mercado de Pulgas de Dorrego fue otro de los espacios que abrió sus puertas durante la noche. Los puesteros organizaron tours guiados por el interior del mercado y los muros exteriores fueron intervenidos por artistas, como parte del festival de arte internacional MOS (Meeting of Styles).
Una de las actividades más visuales de la noche fue la intervención que un grupo de artistas realizó sobre el puente de La Boca y el Riachuelo. La puesta incluyó velas sobre el agua, lámparas gigantes colgando del puente, llamadores de ángeles, sonidos experimentales, fuegos artificiales y música electrónica. Además, de visual, la idea era generar conciencia sobre el cuidado del Riachuelo.
Frente a la Facultad de Derecho, Clarín pudo ver a miles de personas sobre la vereda al pie de las escalinatas, en la vereda de enfrente y sobre el puente que cruza Figueroa Alcorta. Dos amigas, Virginia y Mabel, contaron: “Lo mejor es que se pueden ver espectáculos en lugares no convencionales como este. Hay muchas actividades y hay que calcular bien cómo moverse para llegar a tiempo a todo”. Allí vieron el show de percusión de la Bomba de Tiempo, y después el show de la Compañía de Danza de Brenda Angiel, que junto a efectos de luces transformaron el imponente edificio de la facultad. La noche era ideal.

DESDE BERLÍN, UN CLÁSICO GLOBALIZADO

LA BOCA. EN LA VUELTA DE ROCHA, MIRANDO LA INTERVENCION ARTISTICA PARA ALERTAR SOBRE EL RIACHUELO.

En la década del 70, los berlineses reclamaban que sus museos abrieran con horarios más extensos para poder visitarlos. Por eso, a las autoridades se les ocurrió abrirlos un sábado de 1977 y conectarlos con ómnibus. Esa fue la primera Larga Noche de los Museos. La iniciativa fue un éxito y consiguió atraer a gente que habitualmente no iba a estos espacios. Desde entonces, la ciudad alemana organiza el evento dos veces al año, en enero y en agosto. Y la idea fue adoptada por más de 130 ciudades de todo el mundo, incluyendo a Buenos Aires que fue la primera ciudad latinoamericana en sumarse a la propuesta.
La primera Noche de los Museos porteña fue el 25 de septiembre de 2004, en el marco del festival Diálogos Berlín-Buenos Aires, en tiempos en que el jefe de Gobierno de la Ciudad era Aníbal Ibarra. 

CASA DE GOBIERNO. LA ESPERA PARA ENTRAR AL MUSEO DEL BICENTENARIO.

Más de 35.000 personas visitaron los 29 museos participantes. La actividad fue tan bien recibida, que el Gobierno porteño la incorporó a su calendario de festivales y las distintas la mantuvieron.
La convocatoria es cada vez mayor, así como la cantidad de lugares que participan. En 2005, 110.000 personas visitaron 53 museos y espacios culturales; en 2006 participaron 260.000 personas y 76 museos, y en 2007, 414.000 personas recorrieron 102 museos. Mientras, en 2008 hubo 120 espacios abiertos que recibieron a más de 454.000 personas, y en 2009, 150 con 480.000 visitantes. El año pasado, se superó el medio millón de personas, con 540.000 visitando 168 espacios.
Cada año hubo alguna sorpresa. En 2007, por ejemplo, el público pudo conocer por dentro el Palacio San Martín por primera vez. En 2009, durante la noche inauguró un nuevo museo, dedicado a Jorge Luis Borges.

AVENIDA SARMIENTO. LAS VISITAS AL ZOOLOGICO DE NOCHE, UNA RAREZA.

Fuente: clarin.com

PARA EL ARTISTA, COMO PARA UN SANTO,
LA PROPIA VIDA PUEDE SER UNA OBRA



Nació en París durante el nazismo, no quiso ir a la escuela, y hoy es una superestrella.



Por Patricia Kolesnicov

Si uno tuviera la infancia que tuvo Christian Boltanski tendría que dedicarse a algo que tuviera que ver con la memoria. Si uno hubiera sido concebido en el desván donde el padre se ocultaba de los nazis después de haber fingido una pelea con la madre y “abandonado” la casa de un portazo, para volver a esconderse. Si hubiese dejado la escuela de chico; si no hubiera salido solo hasta los 18 años; si el padre médico hubiese decidido que para protegerse, en un mundo limpio, era mejor no bañarse; si uno hubiese crecido en un paisaje de sobrevivientes del Holocausto, casi analfabeto y pintando como un obseso, es decir, si uno fuera Christian Boltanski, tendría que meterse a artista contemporáneo y hacer obra de la propia vida. Eso es lo que él hizo.
Boltanski estuvo esta semana en Buenos Aires, por iniciativa de la Universidad de Tres de Febrero y de la curadora Diana Wechsler. A la vez, acaba de salir Christian Boltanski. La vida posible de un artista, un libro de conversaciones con Catherine Grenier. Y allí cuenta: En casa había una visión de la vida como demasiado peligrosa, tan peligrosa que había que estar siempre atento a todo. Teníamos una casa muy grande y todos dormíamos en el mismo cuarto, nuestros padres en una cama y nosotros en el piso. Dormí en el piso hasta los dieciocho o diecinueve años, en una bolsa de dormir. El separarse era considerado peligroso.
Y cuenta que iban de vacaciones en auto, lejos, a Moscú por ejemplo, pero que “a mi madre le angustiaban los hoteles”, entonces seguían durmiendo juntos pero en el auto, “ muchos días, sin bañarnos, con la ropa sucia, olíamos mal” .
Y que, como él sólo pintaba y los amigos artistas decían que pintaba mal, la madre abrió una galería de arte, para que aprendiera a ganarse la vida. Ahí empezó a ver arte contemporáneo. Aprendió. Tiró los pinceles: lo suyo serían las instalaciones, cierta forma de intervenir en la vida. Consiguió los contactos de una galería de arte contemporáneo y mandó a toda la lista cartas con un cartoncito adentro que decía “Enfermedad”. Después fabricó, con plastilina, los objetos de su pasado. Quería “refabricar” el pasado.
Le fue bien, muy bien, y hoy es un artista celebrado, mimado, que da entrevistas en la coqueta confitería del Palacio Duhau.
¿Sus respuestas a Grenier, en el libro, son ficción? Yo pienso que son verdad, sin embargo para un artista está la vida y la vida como obra, como para un santo.
¿Qué quiere decir? Sólo se dice lo que es lindo, lo que es funcional para dar un mensaje. Por ejemplo, mi primer recuerdo, un niño que espera en una aduana, habla de un migrante, lo que nos lleva a pensar en la espera, en la soledad. Pero si mi memoria no falla, dije la verdad.
¿Sentia que su familia era rara? ¿Qué significa rara? No bañarse, que un chico decida no ir a la escuela, dormir todos juntos por decisión, no salir solos...
No me sentía raro. A veces mis padres me daban un poquito de vergüenza, como a todos los chicos. Pero gracias a ellos no estoy en un psiquiátrico encerrado.
¿Por qué? Como yo no quería ir a la escuela, si me hubieran forzado, me hubiera ido de todos modos, me hubieran mandado a un psiquiatra y poco a poco hubiera terminado en un psiquiátrico.
¿Y aprendió a leer después? ¡Yo sé leer! Todavía tengo muchas faltas de ortografía... Pero tengo una gran cultura autodidacta, escucho muchísimo la radio, radio France Culture...
Su abuelo se fue de Rusia para integrarse a Francia. Su padre se hizo católico. Pero lo judío ronda todo el tiempo. ¿Son judíos o no? Es confuso. Si me preguntan, digo que soy judío, pero nunca entré a una sinagoga, tomé la primera comunión y no soy creyente.
¿Y por qué es judío? Porque conozco la historia. Le cuento un cuento jasídico: Hay un hombre que conoce un lugar en el bosque donde prende una fogata y allí habla con Dios. Sus descendientes conocen el lugar en el bosque, saben prender la fogata, pero se olvidaron de hablar con Dios o como hacerlo, pero funciona de todos modos. Otro discípulo conoce el lugar solamente, ha olvidado el resto. Mucho tiempo después, otro no sabe ni donde está el lugar en el bosque, ni hablar con Dios; pero conoce la historia y eso basta para estar en contacto con Dios. Yo conozco la historia.
¿Porqué es tan central el holocausto en la obra? No es para nada central.
¿Por qué aparece? Está mi nacimiento y sus circunstancias. A los 3, 4 años escuché muchas historias sobre la Shoah, porque todos los amigos de mis padres eran sobrevivientes. Yo conocí el escondite de mi padre, eso estaba muy presente en mi vida. Para mí, lo catastrófico en la Shoah es el rechazo de la identidad del otro, el no reconocimiento de su humanidad.
¿Y de qué se trata su obra? Si se centra en algo, es en la desaparición. Y en el hecho de que toda mi obra es un fracaso. Porque yo intento conservar y nada se puede conservar. Yo tengo grabados 45 mil latidos de corazón y no por eso esos 45 mil seres siguen viviendo, no. Los seres humanos, cuyos latidos yo grabé, están muertos.
Queda la obra.
Hay algo incomprensible en la desaparición tan rápida de los seres humanos. Ahora un hombre, desde Tasmania, filma lo que pasa en mi taller día y noche. Y va a seguir hasta mi muerte. Quiere verme morir en directo. Pero no me va a tener a mí por eso.
¿Qué es lo que vale la pena recordar? Siempre dije que trabajaba sobre la pequeña memoria. Lo que nos constituye es el hecho de saber dónde se puede comer bien en Buenos Aires por ejemplo. Todas esas cosas mueren con nosotros. Y a partir de los 50, uno puede hacer un museo de su vida, porque se saben tantas cosas, tantas pequeñas cosas. Todas estas pequeñas cosas son las que yo intento preservar. 

"BRINDAR EMOCIONES A LA MAYOR CANTIDAD DE GENTE"


Por Mercedes Pérez Bergliaffa

Es una star del arte, Christian Boltanski. Uno de esos muy conocidos artistas europeos exitosos. Pero hay un par de cosas que lo distinguen del resto: su humildad, su inmenso gusto por la reflexión; su interés por las personas.Y el tipo de obra que hace: centrada en lo humano, en la vida, en la muerte. Miremos sus trabajos: densos, oscuros, grises, con fotos de personas fallecidas… Si bien Boltanski había empezado por los 70´, haciendo un tipo de fotografía de “mal gusto”, el gran salto lo pegó con sus trabajos de principios de los 80. Realizadas con objetos usados, sobre todo fotografías viejas –Boltanski ama las ferias y los mercados de pulgas– estas obras son de una escala grande, gigante, y apuntan a activar la memoria. Para eso el artista utiliza dos formatos: el archivo y el monumento.
En pareja desde hace más de treinta años con otra gran artista europea –Annete Messager–, ahora Boltanski se encuentra, insólitamente, en Argentina.
¿Por qué se encuentra en Buenos Aires, Boltanski? ¿Es verdad que se debe a que va a hacer una exposición el año que viene aquí? Bueno, ése es un proyecto, hacer una exhibición en un museo universitario (el MUNTREF). La verdad es que hoy estuve mirando por Buenos Aires lugares que me puedan inspirar, como el Hotel de los Inmigrantes y sus archivos; y también estuve en Tecnópolis. Pero no puedo decir ahora qué va a nacer de todo esto, y si va a nacer algo. Sí voy a conocer, mientras siga aquí, otras personas, otros lugares donde quizás pueda encontrar algo.
No comprendo bien qué cosa específica, cómo artista contemporáneo, le interesó de Tecnópolis.
Había muchísima gente joven que usualmente no va a ver exposiciones, y que estaba ahí. Me interesa saber si puedo, de algún modo, tocar a ese público.
Entonces usted también es un estratega.
Yo solamente reflexiono sobre cómo poder brindar emociones al mayor número de personas posibles.
¿Ese debería ser el fin del arte? A menudo el arte es hacer preguntas y también brindar emociones. El arte es algo muy importante.
¿Por qué? Porque creo que influye sobre la existencia. Es como la filosofía. Aunque también creo que actualmente el arte se encuentra un poco perdido, debido a las cuestiones del dinero: es una relación que siempre existió, pero ahora se habla prácticamente sólo de eso. Creo que sería bueno pensar cómo luchar contra eso.
Debo decirle que la imagen que tenemos acá de ustede es completamente diferente.
¿Usted pensaba que yo era alguien muy triste..? No. Por sus obras, pensaba que era, más bien, torturado.
Bueno, no. Soy un hombre muy feliz. Y cuanto más envejezco, más feliz estoy.
¿Pero por qué eso no se ve en sus obras, la felicidad…? Bueno, creo que si soy feliz, es porque hablo en mis obras de las cosas tristes. Ser artista es como hacer terapia, hacer psicoanálisis. Y ahora estoy mejorando.

Fuente; clarin.com

ALDO SESSA EN PINTA


ALDO SESSA POR DANIEL MERLE

Bajo el título Testigo invisible, Rodrigo Alonso seleccionó un corpus de obras de Aldo Sessa, que desde ayer se exhibe en una nueva edición de Pinta Nueva York. La feria impulsada por Mauro Herlitzka, Diego Costa Peuser y Alejandro Zaia fue inaugurada en la calle 34 y la Quinta Avenida, en una semana marcada por las subastas de arte contemporáneo. Pinta Nueva York, en su 5a edición, fortalece su compromiso con el arte latinoamericano. Presencia argentina en las galerías de Teresa Anchorena, Gianni Campochiaro y Amparo Díscoli.

Fuente texto: adn Cultura / La Nación

UN PORTER EN LA COLECCIÓN DEL MALBA




La foto se llama Evita e integró la selección realizada en BA Photo como parte del programa "American Express + arte para Malba". El comité presidido por Marcelo Pacheco eligió para enriquecer el acervo del museo fotos de Flavia Da Rin y audaces retratos de Pepe Fernández.

Fuente: adn Cultura / LA NACIÓN

MUSEOS, MÚSICA Y DEPORTE
EN UN SÚPER SÁBADO URBANO



Cuatro eventos movilizarán multitudes. Son “La noche de los museos”, la Nike 10 K, la Creamfields y el Gran Premio Nacional.



Buenos Aires hoy vivirá un súper sábado, con cuatro eventos que movilizarán a miles de personas. Por 8° año consecutivo, se realizará La Noche de los Museos, con 174 espacios culturales que abrirán de 20 a 3. Pero además, a la tarde en Puerto Madero está la carrera de Nike 10 K y en el Hipódromo de Palermo, se correrá un clásico, el Gran Premio Nacional. Mientras, en el Autódromo, más tarde, llegará el turno de la fiesta electrónica Creamfields.
“La Ciudad te cuenta miles de historias antes de dormir”, anticipan los afiches que anuncian La Noche de los Museos 2011. Esta vez, la programación conmemorará al libro y a la lectura, en el marco del año “Buenos Aires Capital Mundial del Libro”. La protagonista será la gente, que podrá encontrarse con las historias prometidas armando su recorrido como si estuviera siguiendo una novela de la serie “Elige tu propia aventura”. Hay 174 opciones para visitar de 20 a 3, entre museos y espacios culturales desparramados en 27 barrios. Para moverse, habrá un pase libre que abarcará a 85 líneas de colectivo.
La Noche abrirá a las 20, con Julia Zenko interpretando los poemas de Borges musicalizados por Astor Piazzolla del disco El Tango. Además, entre muchísimas actividades, habrá una lluvia de arañas luminosas sobre el Riachuelo, propuestas especiales para los chicos, un recital y una fiesta en la Costanera Sur –frente al edificio de la ex cervecería Munich–, y por supuesto, varios museos y espacios que participarán por primera vez. La oferta va del Museo Beatle al Museo Argentino de la Magia, pasando por el Teatro Colón, la Catedral y también, el Zoológico de Buenos Aires.


DESTACADOS DE "LA NOCHE..."

La apertura: Julia Zenko interpretará “Borges y Piazzolla - El Tango”, un espectáculo basado en las partituras originales del disco que hicieron juntos el músico y el escritor. En la Casa de la Cultura (Av. de Mayo 575), a las 20.
Museo Nacional de Bellas Artes: Visitas guiadas para chicos y en lengua de señas para sordos. También visitas a las muestras “De las tallas religiosas a las pinturas negras” y “Rodin y Dante: imágenes del infierno en la Divina Comedia”. Libertador 1473.
Lluvia de arañas sobre el Riachuelo: Una intervención con lámparas gigantes, velas y música electrónica en el Viejo Puente Trasbordador de la Boca, organizada por Kültur Büro Barcelona/Buenos Aires y Fundación x la Boca.
Kamishibai: Teatro de papel tradicional japonés. Repite a las 22. En la Casa Nacional del Bicentenario (Riobamba 985).
El gran circo: En el teatro Regio (Córdoba 6056), el Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín representará la obra de Ariel Bufano. Es a las 20, pero hay que retirar las entradas dos horas antes.

Fuente: clarin.com