DE RAFAEL A MIGUEL ÁNGEL, EN ROMA


Exposición renacentista
Una gran muestra de arte sobre el Renacimiento romano, con 180 obras que van desde Rafael hasta Miguel Angel, como La Piedad con dos ángeles (foto), abrió ayer en el Palazzo Sciarra, de Roma. Los curadores Maria Grazia Bernardini y Marco Bussagli trabajaron durante dos años para seleccionar las obras.

Fuente: lanacion.com

SUPERAMOS LAS 190.000 VISITAS
A NUESTRO BLOG
DESDE TODAS PARTES DEL MUNDO


  Emilio Pettoruti, 1917

En el día de hoy, 25 de octubre de 2011, hemos superado las 190.000 visitas a nuestro blog desde todas partes del Mundo.
Saludamos con ese motivo a todos quienes nos visitan y les agradecemos que nos lean y consulten.
Su fidelidad nos estimula, obliga y compromete a seguir cada día tratando de superarnos, consiguiendo más y mejor material - textos e imágenes - y a cuidar de manera muy especial la parte visual de nuestro blog.

Pedro L. Baliña........................
www.puesta-en-valor.com................

UN SÍMBOLO INGLÉS
QUE SOBREVIVE EN PALERMO


FACHADA. EN LA ESQUINA DE CABELLO Y REPUBLICA ARABE SIRIA.

Por Eduardo Parise 

En la Ciudad, y en especial en Palermo, se lo llama “La Colorada”. Y aunque podría ser el apodo de alguna bailarina que dejara su huella en locales como Lo de Hansen, El Tambito o el Café La Paloma, la denominación no involucra a ninguna “elegante papirusa”, sino que alude a un edificio centenario, cuyos ladrillos a la vista aún hacen que se destaque en una zona donde las modernas torres cambiaron y siguen cambiando el paisaje.
Construido íntegramente con materiales llegados desde Inglaterra (de paso le servían como lastre a los barcos cerealeros que después llevaban mercadería hacia Europa), el edificio fue pensado por el ingeniero y arquitecto Regis Pigeon, quien le otorgó el sello distintivo del estilo que se conoce como neoclásico inglés: la presencia del ladrillo sin ninguna cubierta. Ese estilo fue muy usado en Gran Bretaña entre 1840 y 1915 y muchas veces se lo vincula con construcciones de la denominada revolución industrial.
“La Colorada” se construyó en 1911 en lo que hoy es el cruce de Cabello y República Arabe Siria. Tiene planta baja, cuatro pisos y sótanos y, a cada lado de la ochava en la que está, ocupa unos 30 metros, lo que le otorga una vista monumental por sus simetrías. Pero del edificio no sólo se destaca lo que se puede ver: lo original (al menos para esos tiempos y en Buenos Aires) es que en su diseño y construcción se usó una estructura formada por vigas de hierro cuyo fin era sostener a la carga de la obra. Y así sigue.
Los departamentos del llamativo edificio siempre tuvieron el mismo destino: ser usados como viviendas. Y los primeros en habitarlos fueron los directores y gerentes de los ferrocarriles que, por entonces, pertenecían a empresas inglesas. Pero lo más curioso era el uso que se le daba a los sótanos: eran dependencias destinadas a albergar al personal doméstico, algo que generó polémicas y discusiones porque se decía que era un área no adecuada para que viviera gente. Después de algunas décadas, todo el edificio pasó a propiedad de la familia Mitre (por eso durante un tiempo se lo conoció como “Palacio Mitre”) hasta que en la década de 1950 decidieron subdividirlo y venderlo.
Dentro de “La Colorada” hay elementos para destacar, como la gran escalera de mármol que rodea al ascensor principal, los techos realizados con el método de bovedilla (ladrillos entrelazados en dinteles de hierro) y una gran claraboya central que permite inundar de luz todo el interior. Por su calidad y su valor histórico, desde 1990 la edificación fue incluida dentro de la categoría de protegido que le otorga el Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad.
Lamentablemente no hubo protección para otro edificio histórico que supo estar en esa zona. Era lo que se conoció como El Parque Romano, que estaba en la avenida Las Heras, entre Malabia (la actual República Arabe Siria) y Lafinur. El club era un lugar de baile donde actuaban varios de los grandes artistas populares, como la orquesta de Aníbal Troilo o la Orquesta Característica Anconetani (la de los famosos acordeones). También había duros combates de boxeo donde se presentaron figuras como Justo Suárez, “el torito de Mataderos”. Y alguna vez al club lo frecuentó un morocho llamado Carlos Gardel. Durante 1954, aquellas instalaciones fueron compradas por el Club Comunicaciones, hasta que le llegó la demolición. Allí ahora hay unas torres y un supermercado. Pero esa es otra historia.

Fuente: clarín.com

LAS MUJERES DE LA CORTE DE MILÁN
TAMBIÉN CAUTIVABAN A LEONARDO


Da Vinci, que habría sido homosexual, también se fascinaba con las mujeres, según este crítico británico.

GINEVRA DE’BENCI. EL RETRATO ROMPIO CONVENCIONES PATRIARCALES.

Por Jonathan Jones, THE GUARDIAN Y CLARIN
Hay algo muy obvio y descarnado en el retrato de Leonardo da Vinci de Cecilia Gallerani. La amante de dieciséis años del regente de Milán, Ludovico Sforza, acaricia un armiño. La criatura es blanca, suave y de rasgos angulares. Los académicos hablan de él como alegoría de la pureza. En mi opinión, tiene connotaciones fálicas, y el hecho de que ella la controle sugiere que controlaba a Sforza.
La Cecilia de Leonardo tiene hombros pequeños y redondeados, garganta pálida adornada con un collar negro, rostro alargado y una nariz soberbia. Mira a alguien que está a un costado, tal vez a su amante. Se percibe que no sólo Sforza adora a Cecilia. Parece que también al pintor le gustaría dormir con ella.
Este estudio será la gran maravilla de la exposición Leonardo, pintor de la corte de Milán en la British National Gallery, que se inaugura el mes próximo. Su llegada, desde Cracovia, nos presentará a otro Leonardo: el que amaba a las mujeres.
Que a Leonardo pudiera atraerle una mujer es una sorpresa. Desde el Renacimiento, los testigos indicaron que le gustaba rodearse de bellos jóvenes. Su homosexualidad ha sido un secreto a voces. En su juventud se lo acusó de sodomía, si bien nunca se lo procesó. Sin embargo, Leonardo, según lo confirman el relato de Vasari de su vida y los cuadernos del propio artista, vivió de manera abierta con una serie de jóvenes que encabezó Salai, el aprendiz a quien le dejó la Mona Lisa.
En 1910, Sigmund Freud publicó un estudio psicoanalítico en el que sostenía que Leonardo era homosexual pero célibe y que sublimaba su erotismo por medio de una infinita investigación. Freud se basaba en un frío dibujo de una relación heterosexual que figuraba entre las notas de Leonardo. También es cierto que dibujó muchos estudios detallados del esfínter anal. Al morir, le dejó algunos trabajos a Salai, mientras que su último compañero, Francesco Melzi, heredó sus cuadernos.

CECILIA GALLERANI. PARA EL CRÍTICO JONES EL ANIMAL REPRESENTA UN FALO.

Esa visión es acertada, pero no completa. El pintor tuvo también apasionadas relaciones con mujeres, al menos en las telas. No era sólo que le gustaba pintar mujeres (de los cinco retratos que sobreviven, cuatro son de mujeres y el quinto es un joven músico). Tiene más que ver con la forma de representarlas: las mostraba como seres humanos completos. Mientras que los artistas del Renacimiento anteriores, cuando dirigían su atención hacia las mujeres parecían sólo obsesionados con la belleza externa.
Mientras combatía las acusaciones de sodomía en Florencia, Leonardo, de veintiséis años, pintó un retrato de una joven que rompió con las convenciones patriarcales de su ciudad natal. Su Ginevra de’Benci se vuelve para mirarnos, sus ojos serios se encuentran con los del espectador. Pertenecía a una acaudalada familia florentina, pero Leonardo la vistió para concentrarse en el rostro de la mujer. Da Vinci declaraba que además de ser bella, tenía “virtud”. Enmarcada por un arbusto espinoso de enebro, su rostro joven y seguro parece expandirse y llenarnos la mente. Llaman la atención sus rasgos refinados pero adolescentes, y la fuerza de sus ojos.
Leonardo se trasladó a Milán en la década de 1480 y empezó a trabajar para Sforza como ingeniero, escultor y pintor. Pintó a las damas de la corte con el mismo sentido de fuerza interior que dio a Ginevra.
La Belle Ferronnière (tal vez otra de las amantes de Sforza) mira por encima de un parapeto con aire misterioso. Las pocas mujeres ricas e independientes de Italia admiraban a Leonardo y aspiraban a ser sus mecenas. Los retratos de Leonardo son halagadores, y sobre todo la Mona Lisa, la esposa del comerciante florentino a la que arranca una sonrisa hipnótica. Sin embargo, al mismo tiempo, creó uno de los desnudos femeninos más provocadores del Renacimiento: hoy conocemos Leda y el cisne, de Leonardo, sólo a través de copias y bocetos, pero muestran que en las dos versiones que hizo -una de pie, otra agachada-, el objetivo era escandalizar.
Los artistas renacentistas anteriores eran muy pacatos en lo que respecta a sus desnudos femeninos. Pero la Leda de Leonardo, aproximadamente de 1504, tiene un cuerpo bien delineado y posa de forma sexy.
La propia sexualidad de Leonardo parece trascender el género. En su Virgen de las Rocas hay un ángel cuyo género es imposible de determinar. Ningún otro artista renacentista se preocupó tanto por la androginia.
Hablemos del recuerdo de infancia de Leonardo que fascinaba a Freud: un ave de rapiña descendía sobre su cuna, le ponía las plumas de la cola en la boca y las movía. ¿Acaso el temblor de esas plumas sigue presente en sus pinturas como un infinito aletear del deseo?.

Traducción de Joaquín Ibarburu.

Fuente: clarín.com

LLEGA LA FIESTA DE LA IMAGEN


Una nueva edición de Buenos Aires Photo, la feria que se convirtió en cita obligada para los amantes de lo visual.


Tiempo en suspenso. Martín Weber: un magnético universo entre lo documental y la puesta en escena.

Extasis. El venezolano Leo Liberman y Front Row, un ensayo sobre el rock, su pasión y su furia.

Huellas y acción. La casilla de Alcides, del artista Res, forma parte de una serie de intervenciones realizadas en Rosario hace dos años.

La ciudad, redescubierta. Tal es lo que ocurre con esta sugerente foto de un silo, registrada por Aldo Sessa en 1959.
Más alla del cielo. En el ademán de conducir nubes. Ananké Asseff y la magia.

 A contraluz. La sencillez de la belleza. Chica en la ventana, de Fabián Laghi.

Enigmática. Una visión al borde de lo onírico en Estrategia que nos une, de Luis González Palma.

Se renueva la cita: a partir del 27 de octubre, con la séptima edición de Buenos Aires Photo, el Palais de Glace albergará durante tres días lo mejor de la fotografía de América latina. Más de 35 galerías especializadas presentarán lo suyo, en un arco que comprende tanto las imágenes de registro documental como las búsquedas más cercanas a lo experimental o a la plástica.
Se presentará la obra ganadora del Premio Petrobras-Buenos Aires Photo, además de exhibirse todos los trabajos finalistas.
Habrá importantes invitados internacionales: en el Paseo de las Artes del Palacio Duhau-Park Hyatt Buenos Aires se inaugurará una muestra del guatemalteco Luis González Palma. Por su parte, el cubano Carlos Garaicoa montará una instalación, y el español Jordi Bernado estará en el Espacio Osde. En estas mismas salas habrá espacio para lo más destacado de la fotografía emergente, con la selección de jóvenes creadores a cargo de Julio Sánchez. El Ministerio de Cultura de Buenos Aires recordará la designación de esta ciudad como Capital Mundial del Libro 2011, con una exposición de retratos de escritores que el artista Alejandro Guyot viene realizando desde hace una década.
Una oportunidad, en suma, para ponerse al tanto de lo que ocurre en el siempre sorprendente universo de la imagen.

PARA AGENDAR

Séptima edición de Buenos Aires Photo: del 27 al 30 de octubre en el Palais de Glace, Posadas 1725.
Patrocinada por La Nacion, AdnCultura, Arte al Día, Petrobras, Madero Harbour, Rabobank, Samsung, Fundación Deloitte, American Express, Chandon, Hope Funds, Osde y Ministerio de Cultura de la ciudad de Buenos Aires. 

Más info en www.buenosairesphoto.com

Fuente: lanacion.com

EL FALSO SHAKESPEARE VUELVE A LA CARGA



Mientras tanto

Por Juana Libedinsky /LA NACION

NUEVA YORK.- De la película sólo se conocen los adelantos (se estrena recién en una semana), pero lo que ya se sabe está despertando una pelea digna de Montescos y Capuletos.
Anónimo, dirigida por Roland Emmerich ( Día de la Independencia ), se anuncia como un film sobre el bardo nacido en Stratford-upon-Avon que desarrolla la idea de que un aristócrata que no quería manchar su reputación con la poco respetable ocupación (para alguien de su estirpe) de escribir poemas y obras de teatro, permitió a William Shakespeare que se las adjudicara.
Esta teoría revisionista circula desde hace tiempo, por lo que no debería levantar demasiada polvareda ahora. Tampoco debería exasperar a los académicos el hecho de que se la haya apropiado Hollywood, que es el reino de la fantasía.
El asunto clave es que el film vendrá acompañado por un documental que intenta probar que el Shakespeare que conocemos es un fraude, y por materiales de estudio para incorporar el tema en la escuela. Esto fue la gota que rebasó el vaso de los grandes especialistas en el autor, que están usando todos los medios de comunicación para contrarrestar el efecto que estiman provocará la película y sus "extras" para el aula.
¿Lo que más les preocupa? Las horas que (dicen) van a perder dedicando a desmentir las teorías "conspirativas" sobre la autoría de las obras de Shakespeare a las futuras generaciones de alumnos. Tiempo que podrían dedicar a algo más valioso, como analizar sus textos.
Para algunos se trata de una reacción exagerada (hasta el príncipe Carlos tomó cartas en el asunto) a una provocación ligada, en este caso, a un interés básicamente comercial. Pero sería interesante saber si Shakespeare, que escribió tantas comedias sobre errores de identidad y engaños, encontraría en todo esto algo de humor.

jil210@gmail.com
Fuente texto: lanacion.com

ESCULTURAS EN EL GOLF

Nueve artistas trabajaron en las obras que se emplazarán en el campo de un nuevo hotel en el Valle de Punilla.


Por Marina Oybin

En un clima de compañerismo y trabajo contrarreloj, nueve artistas se reunieron del 18 a 25 de septiembre en el Simposio de Escultores Campo de Golf Pueblo Nativo 2011, en El camino de los artesanos, entre las localidades de Villa Giardino y La Cumbre, Valle de Punilla, Córdoba. Hicieron obras que se emplazarán en las instalaciones y en la entrada de una cancha de golf de un complejo hotelero que, según el grupo inversionista, con un costo de 30 millones de dólares y más de cien hectáreas, abrirá sus puertas en unos dos años.
“Esta es una zona donde el golf es tradición –dice Hernán Dompé, uno de los escultores–. Me pareció una muy buena oportunidad para poner esculturas porque el paisaje en una cancha de golf es maravilloso. Como son obras que van a estar al aire libre, y algunas cerca de la laguna de la cancha, se utilizó madera dura, piedra y metal. Son los materiales más indicados; de todas maneras, el sol tiene un efecto muy destructivo. Yo di una garantía de 40 años”, dice Dompé, coordinador del encuentro, que conoce bien el lugar porque hace años dejó la city para vivir cerca, en Capilla del Monte, frente al Uritorco.
Los artistas trabajaron en el predio en que se construirá el hotel. Vestido con un mameluco que anunciaba: “Pájaro Gómez escultor” en chillón amarillo, y anteojos al tono, Pájaro (por estos días –hasta el 24 de octubre– puede verse su muestra De lo inmaterial en la Galería Laura Haber) hizo una impactante pieza en hierro soldado de 3 x 2 metros, que da la sensación de desplazarse lateralmente. Una forma en total tensión, que es al tiempo visualmente liviana, aérea, y hasta por momentos parece que puede llevársela el viento: pura ilusión óptica. Se contrapone a esta escultura, “Fisura de entrada”, obra totémica en hierro y quebracho, de Dompé. Signada por la verticalidad, contundente, recuerda el momento de quietud de sus guerreros antes de la estocada final. Como describió con precisión Mercedes Casanegra en el catálogo de su muestra en el C. C. Recoleta en 2010, su obra alude a tiempos arcaicos, para algunos referidos al territorio y a culturas de Sudamérica antes de la llegada de Colón. Una obra con doble filiación: “contemporánea, pero con notas de mundos míticos y ancestrales, a la vez”.
Motosierra en mano, Claudio Gómez, autor de la monumental “Cuerpo” (6 x 6 x 2 metros), emplazada en la entrada del Museo Caraffa, hizo un trabajo de calado artesanal sobre madera: cortó y caló un tronco, luego unió las dos partes formando un torso. “Me gusta trabajar con la idea de calado, de hueco, como los maniquíes que usan los sastres: mi padre es sastre”, cuenta.
Arturo Alvarez Lomba y Pablo Dompé, entre otros, trabajaron con bloques de travertino, mientras que Jorge Gamarra hizo una obra en quebracho colorado, una versión más chica de la que expuso este año en la muestra del patio de esculturas en Expotrastiendas. Ondulante y orgánica, la pieza se integra al paisaje.
En cambio, “Paisaje vertical de 17 colores”, de Carola Zech, está hecha con vigas soldadas y pintadas con colores metalizados de los que se usan para los autos. La artista, que viene trabajando hace tiempo con sistemas magnéticos, y que en esta oportunidad por tratarse de una obra que va a estar al aire libre prefirió soldar las piezas, cuenta que buscó colores y formas que el paisaje no tiene. “La naturaleza es algo perfecto, acabado, no se le puede agregar ni quitar nada”, dice.
También usó colores intensos Claudia Aranovich, que hace tiempo puso el foco en la dicotomía entre lo orgánico y lo industrial, y viene desatando intervenciones y esculturas en el espacio público. Su escultura tiene dos estructuras: una de resina, brillante, con vidrios de parabrisas rotos, que emerge de otra hecha con chapa de hierro, más opaca. Hay que acercarse para descubrir las texturas sutiles, hechas con láminas de hierro soldado, y los colores y matices a puro sulfato de cobre, en esta escultura que tendrá un sistema de iluminación interno con paneles solares. Una pirámide de luz en medio del paisaje.
En las obras de estas dos artistas, las superficies ciento por ciento metalizadas, o las traslúcidas y vidriosas, se oponen drásticamente a los tierras del entorno. Las formas agudas de las impecables esculturas de Pájaro Gómez y Hernán Dompé irrumpen en el espacio: parece que lo atraviesan, lo cortan. Lo modifican y al tiempo se integran. A veces con afinidades; otras, con contrapuntos, entre varias de las obras se establece un diálogo: vínculos que habrá que tener en cuenta a la hora de emplazarlas.

Fuente: Revista Ñ Clarín