Literatura / Análisis de una obra de Cervantes
Se trata de la versión íntegra de una conferencia que dio en inglés en EE.UU., en 1968
Kodama: "Esta es una edición artesanal". Foto: LA NACION / Adrián Sack
MADRID.-
El Centro de Arte Moderno de la capital española cerrará esta noche el
Año Borges, en el que se hicieron múltiples homenajes al autor de El Aleph
al cumplirse 25 años de su muerte, con la presentación de un texto
inédito que ahonda en la faceta borgiana más querida y defendida por el
escritor, la de lector, y que analiza la obra máxima de Miguel de
Cervantes.
"El libro Mi amigo Don Quijote es una buena
oportunidad para explorar al [Jorge Luis] Borges lector. Porque él
siempre se jactaba de los libros que había leído, pero no de los que
había escrito. Y en estas líneas se puede ver muy claramente este rasgo
tan suyo", afirmó María Kodama, su viuda, en una entrevista con LA
NACION en el hotel Westin Palace de Madrid.
El libro contiene agudas apreciaciones sobre la lectura
de la piedra angular de la literatura española, así como de su autor, y
el personaje principal, Don Quijote de la Mancha, a quienes considera
cálidamente "amigos" en aquellas líneas. "Siempre hay un placer; siempre
hay una suerte de felicidad cuando se habla de un amigo. Y creo que
todos podemos considerar al Quijote como un amigo", destaca Borges en el
escrito.
La obra se basa en la transcripción de una conferencia
ofrecida en inglés por Borges en la Universidad de Austin, Texas, en
1968. Y aunque ya fue publicada una versión en su lengua original en
Europa, y se ha conocido una primera traducción al español en las
páginas de la revista Poesía , este texto, según los editores,
es "la versión íntegra, corregida, aumentada y más fiel" a la grabación
que fue hallada por casualidad, a mediados de los 70, por el académico
Julio Ortega, de la Universidad de Brown.
"Estudié y analicé mucho tiempo el contenido de ese
cassette, ya que el inglés de Borges era muy claro, pero a la vez muy
particular. Porque si bien lo hablaba con gran corrección, en muchas
ocasiones utilizaba la sintaxis del idioma español, así como el modo de
estructurar el pensamiento tan propio de nuestra lengua. Y eso, entre
quienes no estaban al tanto de estas sutilezas, llevaba a hacer
interpretaciones del texto que muchas veces no se correspondían con lo
que el escritor había pensado o querido decir", señaló el experto.
La edición de Mi amigo Don Quijote , que incluye
una grabación en inglés, una transcripción en ese idioma y su
traducción al castellano, se caracteriza por el cuidado puesto en su
tratamiento y por su exclusividad, ya que sólo fueron impresos, hasta el
momento, 100 ejemplares. Sin embargo, Kodama no descarta que se
realicen más copias. "Esta es una edición artesanal, que fue llevada a
cabo gracias a los responsables del Centro de Arte Moderno. Y si bien no
hay un proyecto concreto para editarlo, la idea es que este material
tenga una mayor difusión", afirmó.
Pero Kodama, que se casó con el escritor en 1986,
prefirió destacar en todo momento la mirada especial que el nuevo libro
tiene sobre el Borges lector, sobre todo a través de su afinidad con los
animadores de las historias que más lo entusiasmaban. "Cuando nos
encontramos con un verdadero personaje en la ficción -dice el autor en
el texto-, sabemos que ese personaje existe más allá del mundo que lo
creó. Sabemos que hay cientos de cosas que no conocemos y que, sin
embargo, existen. De hecho, hay personajes de la ficción que cobran vida
en una sola frase." Y entre los ejemplos que acompañan al de Alfonso
Quijano, Borges suma a Huckleberry Finn, Mr. Pickwick, Peer Gynt y Lord
Jim.
No obstante, Kodama recordó, no sin ironía, que su marido
también tuvo "enemigos" en la ficción, como el gaucho Martín Fierro, de
José Hernández, a quien "asesinó" en un recordado cuento.
"Él siempre decía que el libro fundacional de la literatura argentina debió haber sido Facundo , de Domingo Faustino Sarmiento, y no la obra de Hernández. Borges sostenía que el Martín Fierro
se apoyaba más en las conductas del Viejo Vizcacha, es decir, de la
viveza criolla, y que eso había sido la perdición de todos nosotros",
apuntó, acerca de La muerte de Martín Fierro .
Kodama dijo sentirse muy satisfecha con los homenajes
realizados en distintas partes del mundo durante el Año Borges, y
destacó que Mi amigo Don Quijote podría ser una de las últimas,
si no la última obra desconocida del autor en ver la luz. "No hay más
material inédito de Borges, más allá de que yo tengo el prólogo de un
libro y el guión de Para salvar a Venecia , que aún no se
publicaron. Pero todo lo demás que aparece son «fantasías del paciente»,
como dicen los psicoanalistas", sostuvo.
Fuente: lanacion.com