MIL PIEZAS ARQUEOLÓGICAS, BAJO LA LUPA.


Rigurosamente vigilados / Rescatan piezas de cerámica y metal, ademas de vasijas centenarias.
Son del barco mercante del Siglo XVIII hallado hace tres años en Puerto Madero; los objetos se expondrán al público en octubre.

Vasijas en conservación para evitar su deterioro.  / Maxie Amena

Fabiola Czubaj
LA NACIÓN

Poco a poco, más de mil piezas de metal, cerámica y madera van revelando fragmentos de la historia del barco mercante español del siglo XVIII, que hace tres años fue desenterrado en Puerto Madero.
En cajas alineadas alrededor de la sala donde el frío para resguardarlos se hace sentir, la mayor parte del material de estudio ya catalogado aguarda nuevos análisis. El casco del barco que lo transportaba está enterrado con un sistema de temperatura controlada para evitar su deterioro.
"Lo que tenemos en el laboratorio son los materiales rescatados con la carga y ciertas piezas de la estructura arquitectónica que separamos y estamos tratando de preservar", explicó a LA NACION la arqueóloga Mónica Valentini, especialista en arqueología subacuática.
Junto con el arquitecto Javier García Cano, ella coordina el proyecto Pecio Zencity, que es como se bautizó el barco descubierto por azar durante la construcción del megacomplejo con ese nombre en el Dique 1 de Puerto Madero. "Sólo en contenedores de cerámica o botijos, superamos los 220, enteros y fragmentados. Sin duda, son más de mil piezas rescatadas en total", agregó minutos antes de una recorrida por el laboratorio ubicado en el edificio formado por la casa de Liniers (hoy, Casa del Historiador) y la ex Editorial Estrada.
Sobre la mesa de trabajo, un botijo de cerámica permanece en observación. Las gasas sobre un par de rajaduras, que aparecieron después de sacarle el barro acumulado en el interior, impedirán que se rompa. Otros botijos permanecen sumergidos en palanganas con agua destilada para limpiarlos, y algunas piezas de madera están sumergidas en cubas con agua y biocidas, sustancias que protegen las piezas del deterioro por hongos y otros microorganismos.
La lista de restos cerámicos incluyen los botijos, cerámica bizcocho, fragmentos de mayólicas y lozas, y hasta una pequeña colección de pipas. También hay clavos de hierro y piezas de madera. En una de las paredes del laboratorio se puede ver un plano realizado por colaboradores de la Facultad de Arquitectura de la UBA, con un detalle de la ubicación de los objetos. Lo que más se ve son los contenedores que se usaban para cargar las mercaderías que se trasladaban en los viajes transoceánicos desde Europa y se comercializaban en el Nuevo Mundo.
Hasta ahora, el trabajo artesanal de más de 12 investigadores de la UBA y la Universidad Nacional de Rosario que trabajan en el laboratorio de la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico porteña confirmó que el barco encalló hace tres siglos en la costa de Buenos Aires por mareas y tormentas.
"Hubo una serie de tormentas en el Río de la Plata, que lo atacaron en distintos momentos, no sólo al encallar. Eso le provocó roturas y explica por qué encontramos piezas fuera del casco", indicó Valentini. De hecho, a los seis meses de finalizar la excavación, en un sitio resguardado de la obra en construcción, el equipo encontró el espejo de popa.
La eslora completa medía entre 26 y 28 metros; es decir, que se trató de una embarcación entre mediana y chica, con la que se navegaban las rutas transoceánicas.

Paso a paso

El trabajo con las piezas es muy lento. "Tuvimos que rescatar la mayor cantidad de material posible, en el menor tiempo posible y con el menor deterioro posible", resumió Eva Tavella, conservadora y restauradora de bienes arqueológicos.
El método utilizado fue, justamente, el de rescate, que exigió trabajar contra el reloj para trasladar las piezas mientras se armaba el laboratorio, protegerlas y catalogarlas para no perder detalles de la excavación. El mayor desafío, según coincidieron las expertas, fueron los restos de madera, por ser los que más rápido se podían deteriorar. El menos demandante fueron los cerámicos. "Por eso, fue tan importante terminar la excavación, extraer los restos del barco y volver a enterrar el casco", explicó Valentini.
Sólo entonces, los especialistas pudieron empezar a limpiar las piezas, a separarlas según sus características y a determinar qué tipo de tratamiento necesitaba cada material.
Ese trabajo confirmó también que el barco se construyó en astilleros españoles, con madera de roble del norte de España y la zona central de Europa, en la segunda mitad del siglo XVIII. El análisis metalográfico de ciertas piezas de la estructura determinó que se fabricaron con aleaciones de ese mismo período.
"Sin duda, el barco traía una carga de aceitunas", dijo Valentini, por los carozos de aceituna que hallaron en algunos botijos. En los contenedores había también rastros de resinas y brea, y los análisis determinarán si eran productos que formaban parte de la carga.
"Fue la primera vez que se pudo trabajar con restos de estas características en Buenos Aires -sostuvo Valentini-. Los análisis que estamos haciendo están corroborando la hipótesis que teníamos." Claro que eso no quiere decir que esas piezas, que se expondrán en octubre, no sigan revelando más secretos urbanos.

UN LABORATORIO DE ESPECIALISTAS EN RED

Además del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de España, el equipo del Proyecto Pecio Zencity trabaja también con el Departamento de Metalografía de la Facultad de Ingeniería de la UBA y el laboratorio de petrografía de la Universidad Nacional de San Juan. "Hay objetos para los que el mejor método de conservación es no tocarlos, pero ése no suele ser el caso de los restos que provienen de la arqueología subacuática -explicó Eva Tavella-. Todos estos materiales estaban con una saturación de agua y un nivel de humedad que nada tenían que ver con el medio ambiente aéreo al que los trajimos."

Fuente: lanacion.com

SUPERAMOS LAS 140.000 VISITAS
A NUESTRO BLOG
DESDE TODAS PARTES DEL MUNDO



                                           Melchior d'Hondecoeter, Escuela Holandesa, 1636-1695


En el día de hoy, 17 de julio de 2011, hemos superado las 140.000 visitas a nuestro blog desde todas partes del Mundo.
Saludamos con ese motivo a todos quienes nos visitan y les agradecemos que nos lean y consulten.
Su fidelidad nos estimula, obliga y compromete a seguir cada día tratando de superarnos, consiguiendo más y mejor material - textos e imágenes - y a cuidar de manera muy especial la parte visual de nuestro blog.
Pedro L. Baliña........................
www.puesta-en-valor.com................

LA COLECCIÓN PÉREZ SIMÓN DE MÉXICO
TRIUNFA EN CALIFORNIA




Juan Antonio Pérez Simón emigró a México cuando tenía siete años. Sus padres eran campesinos españoles que buscaban un futuro mejor al otro lado del Atlántico. Hoy posee una colección de pintura con casi 1.500 obras maestras de las que se muestra una asombrosa selección en el Museo de Arte de San Diego (Estados Unidos). ‘De El Greco a Dalí. Grandes Maestros Españoles en la Colección Pérez Simón’ permanecerá en California hasta el 6 de noviembre.
Desde la pintura religiosa del Renacimiento hasta los maestros modernos, Pérez Simón ha conseguido reunir piezas muy valiosas de la Historia del Arte, entre las que se han seleccionado 64 para exhibirse estos días en el Museo de San Diego. Todas tienen en común que están firmadas por artistas españoles y que permanecieron prácticamente ocultas durante décadas. Buen ejemplo de ello es una monumental ‘Inmaculada Concepción’ de Murillo, pintada hacia 1670, y que viajó a México en el siglo XVII. En 1991 salió a la luz durante una subasta multimillonaria en la que Pérez Simón se hizo con ella.
"No compra cualquier cosa”. Tiene un gusto muy poderoso que le empuja a rechazar la mayoría de los cuadros que le ofrecen, y a perseguir los difíciles de encontrar". Así lo explica Véronique Gerard-Powell, una de las comisarias de una exposición coproducida junto con el Museo de Bellas Artes de Quebec, la Fundación Ciudad de México y el Museo Jacquemart-André de París. Gracias a esa pasión, se han conseguido reunir cuadros que ninguna colección pública fue capaz de conseguir.
Pérez Simón tiene 76 años y es socio de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, con quien comparte su atracción por el Arte. Fue su primera novia quien le inoculó esa pasión, y sus primeras compras fueron reproducciones de piezas que se exhiben en el Museo del Prado: ‘Las lágrimas de San Pedro’, de El Greco, y ‘Los borrachos’, de Velázquez. Cuando viajó a París por primera vez, en los años 60, dedicó varios días a visitar las interminables salas del Louvre. Después quiso ir a Arles, para respirar el mismo aire que Van Gogh. Durante los años 80, cuando su carrera empresarial comenzó a dar frutos generosos, decidió invertir en obras originales y diez años después ya era muy conocido en las casas de subastas de Londres, Nueva York y París.
Pérez Simón vive rodeado de sus cuadros. En un salón de su residencia mexicana luce el retrato de Doña María de Vallabriga y Rozas, pintado por Francisco de Goya en 1783; y en un pasillo cuelga un ‘Retrato de mujer’ de Julio Romero de Torres, que ahora puede verse también en San Diego. Él mismo ha contado que en el cuarto de baño de su casa cuelga un auténtico Picasso.
Ahora el público californiano está invitado a compartir algunas de esas maravillas que ya pudieron disfrutarse en París y Quebec, y que próximamente viajarán también a Japón. Una oportunidad única para comprender la grandeza de maestros de la talla de El Greco, Murillo, Goya, Picasso, Miró o Dalí.

Fuente texto: noticiasarteseleccion.com

EL PROPIETARIO DE UNA OBRA DE COROT PERDIDA DURANTE UNA BORRACHERA
PODRÍA IR 20 AÑOS A LA CÁRCEL
TRAS ADMITIR QUE COMETIÓ FRAUDE



'Retrato de una joven' de Jean-Baptiste-Camille Corot (1796-1875) estuvo perdido por un mes. Está valorado en más de medio millón de dólares. The Granger Collection
Tom Doyle, copropietario de un cuadro de Camille Corot conocido en todo el mundo porque se perdió en Nueva York durante una borrachera, se ha declarado culpable de un delito de fraude por el que podría ser condenado a 20 años de cárcel. Doyle reconoce que engañó a su amiga Kristyn Trudgeon para invertir 700.000 euros en la compra del lienzo que luego revenderían por mucho más dinero.
Tom Doyle hizo creer a su socia que el Corot valía 870.000 euros, de los que él pondría 170.000. Pero la verdad era que ya lo había comprado, y que no pagó más que 600.000 euros.
La rocambolesca historia se hizo pública cuando un marchante neoyorquino aseguró a los propietarios del lienzo que lo había perdido después de “beber demasiado” el día en que trataba de venderlo a otro comerciante británico.


Fuente texto: noticiasarteseleccion.com

LA BELLEZA
RESIDE EN EL CEREBRO, NO EN EL OBJETO




CEREBRO Y MIGUEL ÁNGEL.

El Arte activa la parte de nuestro cerebro donde reside el centro del placer. Así lo revela un estudio publicado por la revista científica Plos One, que refrenda la teoría de que la belleza está en los ojos del que mira y no en los objetos.
Un equipo de científicos del Colegio Universitario de Londres estudió a hombres y mujeres de diferentes razas, cuya actividad cerebral subió también en la zona que se asocia con el amor. Eso parece sugerir una relación neuronal entre amor y belleza.



EL CEREBRO SEGÚN LEONARDO DA VINCI.

Fuente texto: noticiasarteseleccion.com

EL POMPIDOU DE PARÍS
INSTALA EN SU PUERTA UNA OBRA DE CALDER



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Mide 8 metros y pesa seis toneladas. Se titula ‘Horizontal’ y llevaba casi 30 años escondida en los almacenes del museo parisino. Ahora quedará expuesta de manera permanente junto a su fachada más emblemática, tras una concienzuda labor de restauración. El Centro Pompidou atrajo a más de 470.000 visitantes en 2009 con la última exposición monográfica que dedicó al popular artista estadounidense. 

Fuente: noticiasarteseleccion.com

LA NATIONAL GALLERY DE LONDRES, RECONOCE LA AUTORÍA DE UN NUEVO LEONARDO DA VINCI




Una pintura atribuida hasta ahora a un discípulo de Leonardo da Vinci podría ser una creación de primera mano del maestro renacentista. Eso elevaría su valor desde los 50 euros que se pagaron por ella en 1958 hasta los 200 millones. Su título es ‘Salvator Mundi’ y es una de las 22 versiones del tema que han llegado hasta la actualidad, ya que el original de Leonardo, que se consideraba desaparecido, fue copiado por varios de sus discípulos.
Robert Simon, un galerista que se identifica como "representante de los propietarios”, fue quien llevó la pintura al Museo Metropolitano de Nueva York, donde conservadores y comisarios “coincidieron en que fue pintado por Leonardo". Pero el examen más comprometido se producirá ante miles de personas en la National Gallery de Londres, donde se dedicará una exposición al maestro italiano en noviembre. El museo ha confirmado que Luke Syson, uno de sus comisarios más prestigiosos, "incluirá el cuadro en el catálogo de obras de Leonardo da Vinci, y así se presentará en la exposición.

Fuente texto: noticiasarteseleccoión.com