EL SURREALISMO, INSTALADO EN VANCOUVER




'The Colour of My Dreams: The Surrealist Revolution in Art' ('El color de mis sueños: La revolución surrealista en el Arte') se inaugura en la Vancouver Art Gallery de Canadá. La exposición reune más de 350 obras de artistas emblemáticos como André Breton, Salvador Dalí, Max Ernst, René Magritte, Joan Miró, Alberto Giacometti, Leonora Carrington o Man Ray. Es la mayor muestra sobre Surrealismo organizada en Canadá hasta la fecha.

Fuente: deluxe-eventscr. com

UN EQUIPO CIENTÍFICO IMPULSA EN ESPAÑA LA INVESTIGACIÓN CON BACTERIAS QUE LIMPIAN LAS PINTURAS AFECTADAS POR LA HUMEDAD



   
De regreso en Valencia, las científicas españolas pusieron en marcha un proyecto para conseguir resultados parecidos con las costras salinas que aparecen sobre las pinturas murales cuando cristalizan los minerales que se encuentran en el agua. El resultado está siendo espectacular, como puede comprobarse en los frescos pintados por Antonio Palomino en el siglo XVII sobre techos y paredes de la Iglesia de los Santos Juanes de Valencia.
Las doctoras Montes y Bosch coordinan un equipo multidisciplinar de biólogos y restauradores del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio y del Centro Avanzado de Microbiología de Alimentos de la universidad valenciana. Unos y otros han podido comprobar que los microorganismos del género Pseudomonas “entrenados” para limpiar la superficie pictórica son capaces de alimentarse de las eflorescencias salinas sin perjudicar a la pintura.
“En Italia emplean algodón para aplicar los microorganismos sobre la zona a tratar. Nosotros, en cambio, hemos desarrollado un gel que actúa en superficie, lo que evita que la humedad penetre profundamente en el material y provoque nuevos problemas”. Pilar Bosch explica también que han conseguido rebajar el tiempo de “trabajo” de las bacterias, que en hora y media dejan el área afectada completamente limpia. Luego “se retira el gel, se limpia la superficie y se deja secar”. Los microorganismos residuales mueren por falta de humedad.
Si el nuevo método se extiende a otros centros de restauración, el uso de productos químicos tendría los días contados, ya que implica reacciones muy agresivas, poco selectiva y tóxicas para los restauradores. Las bacterias, en cambio, son totalmente inocuas para las personas, las pinturas y el medio ambiente y, además, son mucho más rápidas, eficaces y económicas.
Los científicos valencianos que trabajan en este proyecto planean ya ampliar sus investigaciones a otros microorganismos que sean capaces de limpiar las superficies más variadas. “Como en la naturaleza encontramos bacterias que se alimentan de casi cualquier cosa, estamos convencidos de poder eliminar otras sustancias en diferentes tipos de materiales”, dicen los investigadores.


Fuente: noticiasarteselección.com

ROBAN POR ENCARGO CUADROS
DE LA CASA DEL PINTOR CARLOS ALONSO


En Unquillo, Córdoba.
Se llevaron obras de Spilimbergo, Berni y Gómez Cornet de su gran colección privada.

CARLOS ALONSO, DESNUDO, TINTA, 1958, COLECCIÓN PRIVADA.
 
CORDOBA.- El prestigioso pintor Carlos Alonso, de 82 años, fue asaltado, golpeado y despojado de nueve obras de distintos autores que formaban parte de su colección privada. Fue un aparente robo por encargo. Entre los cuadros que los cinco ladrones se llevaron de la casa del pintor, hay obras de Lino Enea Spilimbergo, Ramón Gómez Cornet y Antonio Berni, entre otros.
Si bien se supo ayer, todo sucedió el martes a las 21.30, cuando entre cinco y seis hombres, según informó la policía provincial, ingresaron en la espléndida casa de Alonso en la ciudad de Unquillo, tras reducir a uno de los hijos, que en ese momento llegaba a la vivienda.
Los ladrones, que permanecieron durante dos horas dentro de la casa, llevaban una lista de las obras que se iban a llevar, por lo que se presume que se trató de un crimen por encargo, muy probablemente a pedido de un coleccionista privado. Los ladrones no robaron obras del propio Alonso
Según fuentes policiales, los ladrones también robaron dinero y el automóvil de la familia, que horas después apareció abandonado en el barrio Villa Adela, de la ciudad de Córdoba.
Fuentes policiales revelaron que los asaltantes llegaron en una camioneta. Con inusitada violencia, exigieron a Alonso que les entregara las obras que buscaban.
Una vez completado el robo, los desconocidos maniataron a Alonso junto a su esposa, un hijo y a una persona que estaba de visita. Luego desaparecieron del lugar.
Cuando las víctimas lograron liberarse de las ataduras, llamaron a la policía. Alonso evitó todo contacto con la prensa y no trascendieron los títulos de los cuadros robados.

Una villa tranquila


La zona donde el maestro Alonso eligió para vivir es parte de lo que se denomina Sierras Chicas, una de las más bellas de la provincia.
Su casa y atelier está en la loma de una pequeña colina cercana a Unquilllo, muy cerca de la municipalidad local y de difícil acceso para quien no conozca el entorno.
Sin embargo, últimamente esa pequeña y tranquila ciudad cordobesa fue blanco de robos, según informó a La Nacion la policía local.
Lamentablemente, no es la primera vez que Alonso, uno de los artistas vivos más importantes del país, sufre un robo.
En 2007, según consignó el diario La Voz del Interior, varios ladrones robaron cinco cuadros de Alonso, que estaban expuestos en el Centro de Arte Contemporáneo del estadio Chateau Carreras.
Se trataba de láminas de la serie Manos Anónimas y, luego de que el caso tomara trascendencia, las obras sustraídas aparecieron abandonadas en el parque Los Niños Urbanos, frente al aeropuerto.


Fuente: lanacion.com

ESTE AÑO, CASA FOA
VOLVERÁ A EXHIBIR EL DISEÑO EN LA ZONA SUR


La exposición abrirá el 2 de septiembre en el Centro Metropolitano de Diseño de Barracas.



Casa FOA, la exposición de arquitectura, paisajismo y diseño interior, vuelve al sur de la Ciudad: la edición número 28 se realizará en el Centro Metropolitano de Diseño (CMD), en Barracas. La muestra se montará en un antiguo edificio de la calle Algarrobo 1041, construido en la década del 30, en donde funcionó un mercado de abasto de pescados; y que desde 2003 alberga a una institución pública que promueve el diseño como capital económico y cultural.
Para muchos quizá sea la oportunidad de conocer un rincón de la Ciudad que casi no queda de paso hacia ningún lado, y también de descubrir un edificio con un enorme valor patrimonial . De hecho 2007 el mercado, junto a otras construcciones de la zona, son área de protección histórica.
Este año la muestra tendrá un giro porque, a diferencia de lo que acostumbra ser la puesta en valor de un edificio deteriorado o abandonado, esta vez la exhibición convivirá con las actividades del CMD, un espacio absolutamente restaurado y reinaugurado en 2010, luego de casi siete años de obras. Allí casi mil personas toman cursos de capacitación en temas relacionados con diseño y trabajan 36 empresas “incubadas”, a las que el Ministerio de Desarrollo Económico les presta asistencia, asesoramiento técnico y espacio físico.
Y pese a que el CMD es un sitio público, igual la gente tendrá que pagar entrada (el año pasado el ingreso general costaba $ 35 y la entrada para estudiantes y jubilados, $ 20). La normativa le permite a la Ciudad otorgar el uso del edificio, pero sólo para fines relacionados con el diseño. “Pero además, todo lo recaudado es destinado a la Fundación Oftalmológica Argentina Jorge Malbrán. El CMD se quedará con dos obras, pero no con dinero”, aclaró Enrique Avogadro, el director de Comercio Exterior y de Industrias Creativas de la Ciudad.
No es la primera vez que Casa FOA hace pie en Barracas. En 2005 la fundación recuperó una antigua fábrica textil, que se transformó en oficinas y viviendas tipo loft. El edificio, también de un gran valor arquitectónico, está ubicado muy cerca del CMD y sobre el pasaje Lanín, famoso por tener las fachadas de las casas intervenidas por el artista plástico Marino Santamaría. Y en 2006 FOA estuvo presente en el Palacio Lezama, en la ex fábrica de galletitas Canale.
Este año la muestra va a ocupar la planta baja del edificio, que posee una superficie abierta enorme: “ Una vez que termine la exposición quedará montada una biblioteca, que será el tema a desarrollar por los profesionales que participarán por la beca de estudios que entrega la fundación. Además nos dejarán mejoras en el museo del sitio, que ahora es muy pequeño”, detalló Avogadro.
La muestra se realizará entre el viernes 2 de septiembre y el domingo 2 de octubre. Ayer, en la presentación, estuvieron presentes funcionarios de gobierno e integrantes de la fundación. Como todos los años, desde 1985 –cuando se realizó la primera muestra, en una antigua casona de la calle Quintana, en Recoleta– lo que se recauda se destina a la prevención y a la lucha contra la ceguera, a la ayuda a hospitales públicos y en diversos programas destinados a la atención de personas de bajos recursos, entre otras cosas.
 
Un sitio de alto valor patrimonial

El Mercado de Pescados se inauguró en 1934, rodeado de galpones y talleres y unas pocas viviendas. En aquellas épocas, el barrio de Barracas era un lugar netamente fabril y aún hoy conserva ese perfil. Para principios del 1900, la empresa inglesa Ferrocarril Sud construyó la estación Barracas al Norte –hoy Hipólito Yrigoyen– y una serie de puentes ferroviarios que hoy conforman el Area de Protección Histórica número siete.
El 28 de febrero de 1983 el mercado cerró sus puertas y toda la actividad se mudó al Mercado Central. La construcción –un típico galpón con naves enormes y techos a dos aguas– permaneció cerrada y en estado de abandono durante décadas. Hasta que en 1999 se comenzó a gestar el proyecto para refuncionalizarlo. Hoy es el barco insignia del proyecto “Distrito de Diseño”, similar al “Distrito Tecnológico” de Parque Patricios.

Fuente: clarin.com

LOS CARACOLES DE PARQUE CENTENARIO


La notable colección de moluscos y bivalvos del Museo Rivadavia  


DISEÑO. EL NAUTILUS , CUYO IMPACTANTE MORFOLOGIA NATURAL HA SIDO TOMADA COMO MODELO DE TODO TIPO DE OBRAS, ENTRE ELLAS PARTE DE LAS BARANDAS DEL PROPIO MUSEO DE CIENCIAS.

Por Eduardo Parise

El lugar está abierto cinco horas por día. Pero si uno fuera a mirar detenidamente los cientos de piezas que componen esa maravillosa colección, varias semanas no serían suficientes. Se trata de la sala del Museo Argentino de Ciencias Naturales que reúne a las más impactante y monumental colección de caracoles, moluscos y bivalvos del país y del mundo que puedan verse en un solo lugar. Y para sorpresa de los que aún no la descubrieron, está a pasos del Parque Centenario. El nombre técnico del sector es Sala de Malacología, aunque se la conozca por el más llano, simplificado e incorrecto “salón de los caracoles”. Allí, en atractivas y bien iluminadas vitrinas aparecen caracoles terrestres y marinos, bivalvos de agua dulce y de mar y moluscos traídos de los lugares más remotos. Entonces, caminando y observando las vitrinas, uno empieza sentirse como una especie de Jacques Cousteau, el investigador y navegante francés que con su barco, el Calypso, se dedicaba a recorrer los mares del planeta para saber más del mundo subacuático. Así se puede descubrir, por ejemplo, a ejemplares de la Lambis chiragra y de la Tibia delicatula, dos tipos de caracoles marinos de la cuenca indo-pacífica. O tal vez sorprenderse con la forma del Strombus Goliat (de la zona caribeana-brasileira) y del Haliotis rufescens, llegado desde el área cercana a Oregón y California. Se trata de “diseños” naturales que pueden deslumbrar al más creativo de los diseñadores artísticos. Por supuesto que la gran sala tiene sus primeras figuras, igual que las tiene cualquier escenario que ofrezca un gran espectáculo. Uno de ellos está en el sector dedicado a los cefalópodos. Se trata del Nautilus, también llegado desde la zona Indo-Pacífico. Puede habitar en profundidades de hasta 500 metros. Su atractiva imagen tiene tal simbolismo que cuando los artesanos diseñaron las barandas de hierro del edificio, utilizaron el perfil de un Nautilus seccionado como elemento decorativo. Pero aunque el Nautilus convoque miradas, la vedette del lugar tiene otro nombre. Se llama Tridacna gigas y es el caparazón de uno de los moluscos vivientes más grandes del mundo. Algunas superan hasta los 300 kilos. La almeja gigante que está en el Museo tiene dos grandes valvas (cada una pesa cerca de cien kilos) y se estima que el molusco que la habitaba rondaba los ochenta. Colocada sobre un soporte de hierro preparado especialmente, esta maravilla de nácar está al alcance de la mano en un rincón de la sala. Dicen que allí se pueden llegar a formar perlas del tamaño de una pelota de ping pong. También cuentan que muchas de estas valvas se suelen usar como pilas bautismales en algunas iglesias. Lo más importante del lugar es que el espectáculo comienza cuando uno llega. Y la “sala de los caracoles” es sólo una de las varias e interesantes exhibiciones que hay en el museo vecino al Parque Centenario, cuyas colecciones superan las tres millones de piezas. Entre ellas están la réplica de una cabeza del impactante Tiranosaurio Rex, el esqueleto de un Velociraptor como aquellos que popularizó Steven Spielberg en sus películas, o la monumental vértebra de uno de esos gigantes hallados en la Patagonia. Pero esa es otra historia. 

Fuente: clarin.com


EL NAUTILUS EN EL DISEÑO DE LAS BARANDAS DEL MUSEO DE CIENCIAS NATURSALES "BERNARDINO RIVADAVIA"
 FOTO PEDRO L. BALIÑA

ATRIBUYEN A GIOTTO EL SUDARIO DE CRISTO


Controversia.
Para el Vaticano, aún es un misterio.


Crucifixión de Giotto, pintada hacia 1304.

Elisabetta Piqué 
Corresponsal en Italia ROMA 

Se han escrito decenas de libros y tejido cientos de teorías sobre la sindone , el Santo Sudario o Sábana Santa, la enigmática tela de lino que, según se cree, envolvió el cuerpo de Cristo luego de su crucifixión. Pero ayer llamó la atención una nueva hipótesis firmada por un investigador italiano, Luciano Buso, que sostiene que fue Giotto, el famosísimo pintor medieval toscano (1267-1337), el autor del sagrado lienzo, que pintó y firmó en 1315. El Santo Sudario, que se conserva en Turín, es una de las reliquias más misteriosas del mundo, objeto de polémicas sobre las que la Iglesia jamás se pronunció. Nadie nunca logró explicar el proceso por el cual la tela ostenta la doble imagen en negativo, frontal y dorsal, de un hombre torturado y crucificado, ni nadie nunca logró determinar científicamente si el lienzo -que mide 4,37 metros de largo por 1,11 metros de ancho- es realmente la tela que envolvió el cadáver de Cristo, o si data de la Edad Media, como sugieren unas pruebas de carbono 14 realizadas en 1988, también objeto de disputa científica. La tesis de Buso, que desde hace años reivindica haber descubierto una técnica de escritura oculta que solían usar los pintores como marca indeleble de la autenticidad de sus obras, está en línea con esto último. Buso, que analizó la Sábana Santa estudiando fotos oficiales de ésta, recibidas por la arquidiócesis de Turín, asegura haber descubierto en el lienzo la firma que se identifica en varios frescos con la de Giotto. "La misma grafía, el mismo modo de escritura oculta", indicó el experto, que aseguró que la leyenda "Giotto 15", por Giotto 1315, se repite muchísimas veces en la sábana, tanto en el rostro como en las manos entrelazadas de Cristo. Para Buso, probablemente Giotto haya recibido el encargo de volver a realizar un nuevo Santo Sudario porque "la vieja Sábana Santa estaba en pésimas condiciones". Si bien llamó la atención, la teoría de Buso no convenció a los expertos. "Es la enésima invención sobre la sindone ", dijo a LA NACIÓN el vaticanista Andrea Tornielli, autor de un libro sobre el tema, que recordó que hasta se atribuyó a Leonardo da Vinci la autoría del sagrado lienzo. "Si hay algo seguro sobre la Sábana Santa, es que sobre la tela no hay ningún rastro ni de pigmento alguno ni de pintura. El misterio sigue abierto", concluyó Tornielli.

Fuente texto: lanacion.com

 Sábana Santa de Turín

LOS BOSSCHAERT:
FLORECE UNA DINASTÍA
EN EL RIJKSMUSEUM AMSTERDAM



Ambrosius Bosschaert (1573-1621)

Bosschaert nació en Amberes. Cuando, después del Sack de Amberes (1585), esa ciudad era el centro comercial más importante de Europa en el siglo XVI. En 1585 la ciudad fue tomada por el ejército español. Ésto resultó ventajoso para las ciudades holandesas del norte. Muchos no católicos huyeron a la nueva República, con su capital y sus habilidades. De hecho, el puerto de Ámsterdam se benefició enormemente del posterior bloqueo del puerto de Amberes por la flota republicana. El saqueo de Amberes marcó el final de la era de crecimiento y prosperidad de la ciudad, que ya no era segura para los protestantes. En 1593 se unió al gremio de pintores de esa ciudad, asociaciones de personas con un objetivo profesional común. Los gremios de pintores aparecieron por primera vez en los Países Bajos en el siglo XIII. Tomaron su santo patrono: San Lucas. Los artesanos debían ser miembros del gremio para ejercer su profesión. Se esperaba que cumplieran determinados requisitos relacionados con la calidad y el precio, pero los gremios también tenían fondos para proteger a sus miembros contra las dificultades, económicas o sociales. Un amplio sistema de aprendizaje fue gestionado por los gremios. Sólo un maestro plenamente capacitado podría convertirse en miembro de un gremio. Tanto la casa de los pintores y los pintores de obras de arte pertenecían al gremio de San Lucas. En el siglo XVII, sin embargo, los artistas se tornaron cada vez más hostiles hacia los artesanos, o "pintores secundarios”, el gremio de San Lucas. Como Jan Brueghel, se especializó en naturalezas muertas florales, que eran todavía un género popular en Middelburg. Se conocen alrededor de cincuenta pinturas de este artista. Su cuñado, el pintor de naturalezas muertas Balthasar van der Ast, fue alumno suyo. Aparte de la pintura, Bosschaert también comerció con arte y se trasladaba de ciudad en ciudad, habiendo vivido en Utrecht y Breda. En 1621 murió en camino a La Haya, yendo a entregarle una naturaleza muerta floral al príncipe Mauricio por la suma de mil florines. 

Título: Naturaleza muerta con flores en un florero Wan-Li.

Año: 1619

Autor: Ambrosius Bosschaert

Técnica: Óleo sobre chapa de cobre.

Dimensiones: 31 x 22,5 cm

Inventario: SK-A-152


Un ramo de flores variadas, que consiste en una aguileña, tulipanes, peonías y junquillos ha sido cuidadosamente puesto en un pequeño vaso de porcelana china Wan-Li. Los brillantes colores de los pétalos se destacan sobre el fondo oscuro. Hay un tulipán y un ciclamen – Violeta de los Alpes – sobre la mesa, al lado del jarrón. Hay insectos en algunas de las flores. Bosschaert tuvo otras razones además de las puramente estéticas al pintar este ramo. Los tulipanes “flamígeros” fueron muy exóticos en el siglo XVII, y por lo tanto muy caros. La representación de Bosschaert de flores infestadas de bichos bien puede haber sido concebida como un vanitas Vanitas vanitas y está relacionado con la vanidad de la palabra y la transitoriedad. El término se refiere al primer versículo de Eclesiastés en “vanitas Vanitas, vanitas omnia" la Biblia latina: vanidad de vanidades, todo es vanidad. La pintura holandesa del siglo XVII ofrece a menudo símbolos de la fugacidad, sobre todo los bodegones o naturalezas muertas. Calaveras, relojes de arena, velas apagadas y elementos similares se refieren a la evanescencia de la existencia. Las pinturas de Vanitas están destinadas a recordar al espectador lo corta que es la vida y que debe ser vivida con el debido respeto a las leyes de Dios. La pintura, se refiere a la fugacidad de la belleza y de la riqueza.

Balthasar van der Ast (1593/94-1657):
 
Nació en Middelburg. Allí fue aprendiz de su cuñado. A Van der Ast, su cuñado y a tres sobrinos, se los conoce como la dinastía Bosschaert, un grupo de pintores famosos por sus naturalezas muertas. En 1615, Van der Ast y  familia Bosschaert se trasladaron a Bergen op Zoom, y unos años más tarde a Utrecht. En 1632 se instaló en Delft, donde se casó. Van der Ast se especializó en naturalezas muertas con flores y frutas, y pintó también un número notable de naturalezas muertas con caracoles. Trabajó junto a Roelant Savery y le enseñó a Jan Davidsz de Heem y a los hijos de Ambrosio Bosschaert.

Título: Naturaleza muerta con frutas y flores


Año: c.1620-21

Autor: Balthasar van der Ast (Ambrosius Bosschaert)

Técnica: Óleo sobre tabla.

Dimensiones: 40 x 70 cm

Inventario: SK-A-2152



Un plato de frutas y un jarrón con flores sobre la mesa. Repartidas por el mantel se ven unos caracoles flor. Los insectos se arrastran por todas partes y atacan a la fruta. En el extremo derecho, una tela de araña que parece ser en la forma de una calavera. Indica que esta pintura es, de hecho, todo sobre la fugacidad de la vida. El espectador se acuerda de la brevedad de la vida. Dos naturalezas muertas parecen estar combinadas en este cuadro: la de la frutera y la de las flores en el jarrón. Por lo general, estos temas eran pintados por separadamente, como lo hizo el maestro de Van der Ast, Ambrossius Bosschaert. El artista firmó y fechó el trabajo dos veces: a la izquierda (1620) y derecho (1621)
  
Título: Naturaleza muerta con flores

Año: c. 1632-57

Autor: Balthasar van der Ast

Técnica: Óleo sobre tela

Dimensiones: 59 x 43 cm

Inventario: SK-A-2103

Sobre una mesa, un jarrón de color verde oscuro, estriado, con flores. Al lado de éste hay varios caracoles exóticos. Éstos eran probablemente parte de la colección del pintor ya que al más cercano - un "Ranunculus cono" - se lo ve representado en su obra con frecuencia. Una salamandra pequeña y una oruga se arrastran sobre la mesa. Arriba a la izquierda, a la sombra, se acerca una avispa volando. La pintura está firmada por Balthasar van der Ast pero probablemente dejó una proporción significativa del trabajo a sus ayudantes. Las líneas de construcción de la pintura en lápiz son claramente visibles. Van der Ast bien pudo haber producido ésto como una guía para sus aprendices para que continuasen “coloreando”.

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