LA 54a. BIENAL DE ARTE DE VENECIA
ABRIRÁ SUS PUERTAS AL PÚBLICO
DEL 4 DE JUNIO AL 27 DE NOVIEMBRE




 Argentina con pabellón propio y "Ahora estaré con mi hijo", las esculturas de arcilla de Villar Rojas. (AFP)



Las fotos de Italo Zannier y Wainer Vaccari. (AFP)


Pintura del italiano Tintoretto titulada "La última cena". (EFE)


Una gimnasta representa "Cuerpo en vuelo" de los artistas estadounidenses Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla. (EFE)


Un hombre representa la obra "Track and Field" de los artistas estadounidenses Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla. (EFE)


Una vista de "Art is Cosa Nostra", de un colectivo de artista curados por el crítico de arte Vittorio Sgarbi. (EFE)


La obra "Contamination", de la artista portuguesas Joana Vasconcelos. (EFE)


Detalle de la obra "Contamination", de la artista portuguesas Joana Vasconcelos. (EFE)


El artista estadounidense Julian Schnabel posa frente a su obra "Bez #1", en el museo Correr. (EFE)


Julian Schnabel en el museo Correr. (EFE)


La obra "Gunpowder Forest Bubble" de la artista Loris Graud, en el palacio Grassi. (EFE)


Una obra del artista ucraniano Oksana Mas, en el pabellón de Ucrania.(EFE)


Argentina ya tiene pabellón propio en la Bienal de Venecia.


Fuente: clarin.com

ARGENTINA, DE ESTRENO
CON UNA OBRA MONUMENTAL EN VENECIA



ESPACIO Y FANTASÍA: LA OBRA QUE PRESENTA VILLAR ROJAS EN VENECIA.

Once esculturas de gran tamaño  realizadas en arcilla componen la impactante instalación concebida por Adrián Villar Rojas para  representar a la Argentina en la 54° Bienal Internacional de Venecia. Desde el mes de marzo el joven artista rosarino de 31 años estuvo trabajando en la Artillería del Arsenal –uno de los espacios de exhibición–  al frente de un equipo de dieciséis asistentes integrado por  escultores, constructores, productores y diseñadores.
La obra que insumió 25 toneladas de materiales y refleja los modos de producción del arte contemporáneo, está ubicada en un lugar estratégico. Por fortuna para él y el abultado equipo que lo acompañó en semejante trajín, incluido el curador Rodrigo Alonso,  tiene una visibilidad mayor que la que contaron envíos anteriores. Basta recordar que la presentación de la obra de Luis Felipe Noé en el 2009 tuvo lugar en una sala de exhibición en los altos de una destacada librería a metros de la plaza de San Marcos.
Desde hace más de una década, cuando el Arsenal –un antiguo depósito de armas– se habilitó como espacio de exhibición para la Bienal, adquirió un fuerte protagonismo hasta instalarse como el lugar de suma importancia que hoy es. Al punto de que allí se presenta en estos días la selección curada por Bice Curiger, la directora artística de este año. Así junto a los Jardines de Castello –el espacio original que concentra los tradicionales pabellones nacionales de Italia, Estados Unidos, Alemania, Brasil y Uruguay, entre otros– el Arsenal articula el eje del recorrido principal y en este sentido forma parte de un itinerario imperdible para cualquiera.
Emplazada en la Artiglerie del Arenal, la obra de Villar Rojas se encuentra frente al sitio que a partir de la próxima edición ocupará nuestro país de manera permanente como pabellón propio. Está previsto que junto a la presentación oficial del envío argentino sea la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien firme con las autoridades de la comuna de Venecia un comodato para gozar de ese beneficio por veinte años. Un motivo para celebrar y razón por la cual la cancillería argentina sumó una comitiva de artistas entre los que se cuentan Luis Felipe Noé, Nicolás García Uriburu, Marta Minujin, Margarita Paksa, Miguel Harte, Pablo Siquier Eduardo Stupía y Marcia Schwartz, entre otros, algunos de ellos vinculados a presentaciones anteriores en Venecia.
Pero allí no acaba el programa oficial. Una muestra histórica, titulada “Memoria y libertad”  con obras de  Xul Solar y Berni entre otros maestros del arte argentino se presentará simultáneamente en el Ca’ Giustinian, un espacio sede de la Bienal próximo a la Plaza de San Marcos.
La obra del artista rosarino Adrián Villar Rojas responde a lo que en el arte contemporáneo se conoce como site- specific , es decir un conjunto especialmente pensado y generado para y por el lugar que lo exhibe. “Como en la mayoría de los proyectos de este tipo que caracterizan una parte importante de la producción de este artista, la tarea comienza con un análisis minucioso del entorno. Cualquier artista contemporáneo sabe que estos espacios de trabajo son igualmente fuentes de ideas e inspiración, de imágenes, fantasías y relatos.”, destacó el curador Rodrigo Alonso.
Así las once esculturas monumentales que la integran en este caso fueron realizadas en función del lugar siguiendo las teorías de los multiversos, según la cual muchos universos pueden coexistir al mismo tiempo. Algo así, pero en una escala mínima y múltiple desarrolló Villar Rojas en la obra que presentó hace unos años en el Premio ArteBA Petrobras.   En este caso los volúmenes de las once esculturas de arcilla que ocupan los doscientos cincuenta metros cuadrados de la Artiglierie se presentan como apariciones simultáneas de esos mundos posibles y alternativos al nuestro. La idea es imaginar otros universos y también otros rumbos para la propia historia de la humanidad. Este es el modo que el joven enviado dialoga con el título de la Bienal (Iluminaciones), que en palabras de su directora artística pretende ser una especie de reflector hacia el mundo del arte contemporáneo universal.

Fuente: clarin.com

A SUBASTA
UN EXCEPCIONAL DIBUJO DE MIGUEL ÁNGEL POCAS VECES CONTEMPLADO



La casa Christie's ofrecerá al mejor postor un excepcional dibujo raramente contemplado del pintor y escultor renacentista Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) en una subasta que se celebrará el próximo 5 de julio en Londres sobre "Viejos Maestros y Pinturas británicas".




El 5 de julio, Christie's subastará un excepcional dibujo obra de Miguel Ángel Buonarroti preparatorio del fresco "La Batalla de Cascina", hoy perdido, pero que fue ideado por el artista para decorar la Sala del Gran Consiglio en el Palazzo della Signoria, en Florencia. Creado en un momento clave en la carrera del artista renacentista, este estudio preparatorio es una de las 24 láminas relacionadas con este prestigioso fresco y la única en manos privadas.
El citado encargo, inconcluso, obligó a Miguel Ángel a competir de forma directa con su gran rival Leonardo da Vinci, a quien se encargó pintar "La Batalla de Cascina" en la pared de enfrente de la recién construida Sala del Gran Consiglio en el Palazzo della Signoria, en Florencia.
La lámina en cuestión, que muestra un torso masculino, se ha expuesto al público tan sólo una vez antes de la exposición sobre dibujos del artista celebrada en la Albertina, Viena, el pasado año.
La citada casa de subastas estima que ese estudio preparatorio se venda por una cantidad entre 3 y 5 millones de libras (entre 3,4 y 5,7 millones de euros o entre 4,8 y 8,2 millones de dólares).
El director y responsable internacional de la mencionada puja en Christie's, Benjamin Peronnet, indicó que ese trabajo "guarda relación con uno de los puntos álgidos del Renacimiento: los encargos para la Sala del Gran Consejo en Florencia". Peronnet agregó que la obra "ofrece un vínculo excepcionalmente raro y directo con una de las mayores obras maestras de Occidente que jamás han existido, y nos ofrece adentrarnos en la mente de un genio en lo más alto de sus capacidades, cuando plasmaba libremente sus pensamientos sobre el papel".
"Nos ilusiona mucho ofrecer este trabajo en una subasta por primera vez, y poder mostrar un dibujo raramente visto de Miguel Ángel al público en Hong Kong, Nueva York y Londres", apuntó este responsable en un comunicado emitido en la capital británica.
La lámina, uno de esos estudios preparatorios para "La Batalla de Cascina", data probablemente de finales del año 1504, poco después de que el artista hubiera comenzado a centrarse en sus trabajos para llevar a cabo dicho encargo. Del otoño de 1504 hasta primeros de marzo de 1505, Miguel Ángel trabajó en ese fresco aunque los estudios para el fresco quedaron pronto divididos y perdidos.

Fuente: elimparcial.es


REABRE EL MUSEO DEL BANCO CENTRAL





Mañana a las 18 se celebrará el Acto de Reapertura del Museo Histórico y Numismático "Dr. José Evaristo Uriburu (h)". Fundado en 1941, cumple la función de coleccionar, exhibir y custodiar las series de monedas y billetes argentinas e hispanoamericanas que circularon en el país a partir de mediados del siglo XVI
Reúne más de 15.000 piezas que permiten recrear la historia económica de nuestro país. A través de los años, el Museo ha logrado conservar una colección única, donde puede hallarse desde la primera moneda patria hasta rarezas como las monedas acuñadas por un francés que se declaró "rey de la Patagonia" en 1874. Las piezas de su acervo son patrimonio de la Nación.
El origen del Museo reside en la colección de billetes y monedas que comenzó a reunir su institución antecesora, la antigua Caja de Conversión, en 1906.
El edificio del Museo, en San Martín 216, inaugurado en 1906, fue sede de la Bolsa de Comercio hasta pasar a integrar el patrimonio edilicio e histórico del BCRA en 1942. Asimismo, en 2005 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Tras un proyecto de remodelación y puesta en valor del edificio iniciado en 2009, el Museo Histórico y Numismático "Dr. José Evaristo Uriburu (h)" reabre sus puertas ofreciendo seis salas de exposición permanente de sus piezas más importantes, así como también un programa de muestras numismáticas temporales sobre diferentes temáticas historicas, sociales y políticas.
Con la incorporación de nuevas tecnologías, el Museo optimizará sus servicios a la comunidad de carácter libre y gratuito, tales como su biblioteca, el archivo documental, las visitas guiadas para estudiantes desde el nivel preescolar al universitario y el asesoramiento para todo tipo de público.
A través de estas actividades, el Museo reafirmará su misión de ser vehículo integrador entre el BCRA y el conjunto de la población.
Participarán del evento la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, junto a otras autoridades nacionales del ámbito de la cultura y de las finanzas.


Fuente: infobae.com

LA CASA DE CLAUDE MONET EN GIVERNY



por Pilar Arastey

A unos 70 km al noroeste de Paris en la región francesa de Haute-Normandie, Giverny un pequeño pueblo de alrededor de 300 habitantes dedicados al cultivo de la vid llama la atención de Claude Monet. En 1883, con 43 años y viudo de su primera esposa, decide instalar su residencia allí con sus hijos, su futura esposa Alice y los hijos de ésta.



Arrienda una casa a monsieur Singeot. Cuando sus cuadros empiezan a venderse y a ser un pintor reconocido, la compra y repinta sus paredes en blanco y rosa y las ventanas de color verde. Va ampliando el terreno para crear un jardín con plantas exóticas que trae de diferentes lugares del mundo, en contra de la opinión de sus vecinos de Giverny quienes temen que ponga en peligro la salud de sus animales y de sus cosechas. Pero al final consigue crear el escenario que dará vida a su obra, su musa.


Monet diseñó el jardín que iba a ser inspiración de muchas de sus obras. Tras infinitos requisitos administrativos, consiguió montar un estanque asimétrico y exótico, desviando el río Epte. Fascinado por el arte de Japón, mandó construir el puente japonés que atraviesa dicho estanque y que es conocido como el de los nenúfares (flores que pintó durante toda su vida). Hoy la colección de cuadros de Nenúfares pertenece al Estado francés, donada por el propio pintor en 1922, y está expuesta en el Museo de l´Orangerie de Paris.

CLAUDE MONET EN 1899
La propiedad de Giverny tiene alrededor de una hectárea dividida en dos áreas por una antigua via ferroviaria que se atraviesa gracias a un túnel. 
La casa, de dos pisos, mantiene los muebles y decoraciones originales. 
El taller del pintor, el comedor, la cocina, el dormitorio de Claude, el de su esposa Alice y el pequeño salón azul de lectura donde se conservan las estampas japonesas que tanto gustaba coleccionar al artista y de las que llegó a tener más de doscientas.
Enfrente de la casa, un huerto normando aparentemente desordenado nos muestra la pasión de Monet por la naturaleza y sus colores. 
Él decía: “más allá de la pintura y la jardinería, no soy bueno para nada”
Y es que aunque más tarde tuvo jardineros que trabajaban para él, su pasión por las plantas le hacía que siguiese controlándolo todo.




Con los años, Monet empezó a tener problemas de visión (es curioso pensar que en otro maestro como Beethoven, sus problemas eran de oído) y eso le llevó a una profunda depresión. Su amigo Clemenceau le animó a seguir pintando pues su casa y su jardín se habían convertido en un inmenso taller de arte. Sin embargo, su humor había cambiado, agravado por la muerte de su hijo, y acabó destruyendo varias de sus obras y bocetos porque no quería verlos en un mercado de arte, algo que no consiguió evitar después de su muerte.
                                                                                             

El 5 de diciembre de 1926 Monet moría en Giverny y era enterrado en el cementerio del pueblo, donde también descansan algunos miembros de su familia. Cuentan que cuando George Clemenceau, Jefe de Gobierno en 1917 e íntimo amigo del pintor llegó al funeral y encontró el ataúd cubierto con un manto negro, lo arrebató de golpe y le puso un chal multicolor alegando que Monet no podía estar cubierto de negro, porque el negro es la ausencia de color. “Pas de noir pour Monet!”. Después de años de abandono tanto de la casa como del jardín, en 1980 se crea la Fondation Claude Monet quien restaura la propiedad tal y como había sido en la época en que el artista vivía en ella. Hoy en día se ha convertido en el segundo lugar más visitado de Normandía.


La casa y los jardines se abren al público a principios de la primavera, permaneciendo cerrada en invierno. Todo en ella es tranquilidad y sosiego. Pasear por los jardínes, entre bambu, lirios, azucenas, dalias, sauces llorones y nenúfares es entrar en los mismos óleos de Claude Monet y dejarse llevar por su pincel.
¡Mil gracias, Pilar!

http://caminosquenollevanaroma.wordpress.com



AVANZA LA RESTAURACIÓN DE LA REDONDA,
UNA IGLESIA QUE ES SÍMBOLO DE BELGRANO


Terminaron las dos primeras etapas. Se recuperó la cúpula e hicieron tareas de revoque y pintura.
 
INTERIOR. EL ESPACIO REDONDO CON COLUMNAS DE MÁRMOL, EN ESTILO RENACENTISTA ITALIANO. HICIERON MEJORAS ESTRUCTURALES Y AHORA VAN POR LOS DETALLES.


Por Sergio Rubín

Domingo Faustino Sarmiento la comparó con la basílica de San Pedro por su majestuosidad . Aunque, en rigor, se parece al Panteón de Roma, el estupendo monumento edificado en el año 170 después de Cristo por orden del emperador. En esa obra se inspiró el arquitecto Nicolás Canale a la hora de diseñarla, hace casi un siglo y medio. Y eso explica su estructura circular que la convierte en la única iglesia de la ciudad con esa característica y por eso todos la llaman La Redonda . Emblema de Belgrano, la parroquia de la Inmaculada Concepción –como tantos otros edificios de gran valor artístico de la Ciudad– pelea hoy contra el paso del tiempo, las vibraciones en la zona y la escasez de recursos .
Puede decirse, sin embargo, que va ganando la batalla.
Acaba de finalizar la segunda etapa de un proceso de restauración que se inició en 2007 , luego de que comenzaran a desprenderse trozos de mampostería. Las medidas del templo revelan la complejidad de la obra: su altura es de 43 metros, que equivale a un edificio de 12 pisos. La cúpula, que es a la vez el techo, tiene un diámetro de 20 metros. De estilo renacentista italiano, la belleza de su interior circular bordeado de 14 columnas de mármol evidencia el desafío que asumió la restauradora Teresa Gowland. Interior que se completa con la bóveda celeste, los grandes vitrales con escenas religiosas y un relieve de mármol blanco que reproduce “La Ultima Cena”.
Lo primero que hizo el entonces párroco Rafael Morán Díaz fue abocarse a conseguir los fondos. No fue fácil. Gracias al aporte de los vecinos –fue el principal flujo–, más una donación del Banco Santander y un préstamo del arzobispado de Buenos Aires, pudieron iniciarse las obras, que ya costaron  $ 160.000. La primera etapa, finalizada en 2008, abarcó la restauración de la semicúpula, el ábside y el arco. La segunda incluyó la cúpula, la linterna, más tareas de revoque y pintura. “Por falta de fondos, inicialmente se sacaron los revoques que se caían, siendo la prioridad la seguridad de la gente, luego la refacción estructural y, por último, lo decorativo”, señaló en su momento Morán Díaz.
La iglesia de la Inmaculada Concepción comenzó a gestarse a comienzos de la segunda mitad del siglo XIX, cuando se vio con claridad que la antigua capilla de Belgrano, situada sobre la barranca –en lo que hoy es la esquina de Pampa y 11 de Setiembre– había quedado chica para el crecimiento de la población de la zona. Además de muy precaria, pese a haber sido restaurada. La entonces municipalidad de Belgrano dispuso en 1864 crear una comisión para que se ocupara de la construcción de un nuevo templo.
La piedra fundamental se colocó el 23 de enero de 1865 . La obra fue encargada al arquitecto Canale, pero murió antes de concluirla, por lo que en las últimas etapas intervino su colega Juan Buschiazzo.
La falta de recursos determinó que la construcción fuera lenta. Para lograr más fondos hubo que rematar los terrenos de la barranca donde se levantaba la capilla y otras instalaciones. El templo se inauguró, finalmente, en 1878 con la presencia del entonces presidente de la Nación Nicolás Avellaneda.
La Inmaculada Concepción se apresta ahora a recuperar todo su esplendor. Sólo resta la tercera etapa de la restauración: los frescos, las imágenes y detalles de la cúpula, para satisfacción de sus fieles y de todo un barrio que la considera, además de testigo de su historia, su principal patrimonio cultural y religioso.

Fuente: clarin.com