Once esculturas de gran tamaño realizadas en arcilla componen la impactante instalación concebida por Adrián Villar Rojas para representar a la Argentina en la 54° Bienal Internacional de Venecia. Desde el mes de marzo el joven artista rosarino de 31 años estuvo trabajando en la Artillería del Arsenal –uno de los espacios de exhibición– al frente de un equipo de dieciséis asistentes integrado por escultores, constructores, productores y diseñadores.
La obra que insumió 25 toneladas de materiales y refleja los modos de producción del arte contemporáneo, está ubicada en un lugar estratégico. Por fortuna para él y el abultado equipo que lo acompañó en semejante trajín, incluido el curador Rodrigo Alonso, tiene una visibilidad mayor que la que contaron envíos anteriores. Basta recordar que la presentación de la obra de Luis Felipe Noé en el 2009 tuvo lugar en una sala de exhibición en los altos de una destacada librería a metros de la plaza de San Marcos.
Desde hace más de una década, cuando el Arsenal –un antiguo depósito de armas– se habilitó como espacio de exhibición para la Bienal, adquirió un fuerte protagonismo hasta instalarse como el lugar de suma importancia que hoy es. Al punto de que allí se presenta en estos días la selección curada por Bice Curiger, la directora artística de este año. Así junto a los Jardines de Castello –el espacio original que concentra los tradicionales pabellones nacionales de Italia, Estados Unidos, Alemania, Brasil y Uruguay, entre otros– el Arsenal articula el eje del recorrido principal y en este sentido forma parte de un itinerario imperdible para cualquiera.
Emplazada en la Artiglerie del Arenal, la obra de Villar Rojas se encuentra frente al sitio que a partir de la próxima edición ocupará nuestro país de manera permanente como pabellón propio. Está previsto que junto a la presentación oficial del envío argentino sea la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien firme con las autoridades de la comuna de Venecia un comodato para gozar de ese beneficio por veinte años. Un motivo para celebrar y razón por la cual la cancillería argentina sumó una comitiva de artistas entre los que se cuentan Luis Felipe Noé, Nicolás García Uriburu, Marta Minujin, Margarita Paksa, Miguel Harte, Pablo Siquier Eduardo Stupía y Marcia Schwartz, entre otros, algunos de ellos vinculados a presentaciones anteriores en Venecia.
Pero allí no acaba el programa oficial. Una muestra histórica, titulada “Memoria y libertad” con obras de Xul Solar y Berni entre otros maestros del arte argentino se presentará simultáneamente en el Ca’ Giustinian, un espacio sede de la Bienal próximo a la Plaza de San Marcos.
La obra del artista rosarino Adrián Villar Rojas responde a lo que en el arte contemporáneo se conoce como site- specific , es decir un conjunto especialmente pensado y generado para y por el lugar que lo exhibe. “Como en la mayoría de los proyectos de este tipo que caracterizan una parte importante de la producción de este artista, la tarea comienza con un análisis minucioso del entorno. Cualquier artista contemporáneo sabe que estos espacios de trabajo son igualmente fuentes de ideas e inspiración, de imágenes, fantasías y relatos.”, destacó el curador Rodrigo Alonso.
Así las once esculturas monumentales que la integran en este caso fueron realizadas en función del lugar siguiendo las teorías de los multiversos, según la cual muchos universos pueden coexistir al mismo tiempo. Algo así, pero en una escala mínima y múltiple desarrolló Villar Rojas en la obra que presentó hace unos años en el Premio ArteBA Petrobras. En este caso los volúmenes de las once esculturas de arcilla que ocupan los doscientos cincuenta metros cuadrados de la Artiglierie se presentan como apariciones simultáneas de esos mundos posibles y alternativos al nuestro. La idea es imaginar otros universos y también otros rumbos para la propia historia de la humanidad. Este es el modo que el joven enviado dialoga con el título de la Bienal (Iluminaciones), que en palabras de su directora artística pretende ser una especie de reflector hacia el mundo del arte contemporáneo universal.
La obra que insumió 25 toneladas de materiales y refleja los modos de producción del arte contemporáneo, está ubicada en un lugar estratégico. Por fortuna para él y el abultado equipo que lo acompañó en semejante trajín, incluido el curador Rodrigo Alonso, tiene una visibilidad mayor que la que contaron envíos anteriores. Basta recordar que la presentación de la obra de Luis Felipe Noé en el 2009 tuvo lugar en una sala de exhibición en los altos de una destacada librería a metros de la plaza de San Marcos.
Desde hace más de una década, cuando el Arsenal –un antiguo depósito de armas– se habilitó como espacio de exhibición para la Bienal, adquirió un fuerte protagonismo hasta instalarse como el lugar de suma importancia que hoy es. Al punto de que allí se presenta en estos días la selección curada por Bice Curiger, la directora artística de este año. Así junto a los Jardines de Castello –el espacio original que concentra los tradicionales pabellones nacionales de Italia, Estados Unidos, Alemania, Brasil y Uruguay, entre otros– el Arsenal articula el eje del recorrido principal y en este sentido forma parte de un itinerario imperdible para cualquiera.
Emplazada en la Artiglerie del Arenal, la obra de Villar Rojas se encuentra frente al sitio que a partir de la próxima edición ocupará nuestro país de manera permanente como pabellón propio. Está previsto que junto a la presentación oficial del envío argentino sea la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien firme con las autoridades de la comuna de Venecia un comodato para gozar de ese beneficio por veinte años. Un motivo para celebrar y razón por la cual la cancillería argentina sumó una comitiva de artistas entre los que se cuentan Luis Felipe Noé, Nicolás García Uriburu, Marta Minujin, Margarita Paksa, Miguel Harte, Pablo Siquier Eduardo Stupía y Marcia Schwartz, entre otros, algunos de ellos vinculados a presentaciones anteriores en Venecia.
Pero allí no acaba el programa oficial. Una muestra histórica, titulada “Memoria y libertad” con obras de Xul Solar y Berni entre otros maestros del arte argentino se presentará simultáneamente en el Ca’ Giustinian, un espacio sede de la Bienal próximo a la Plaza de San Marcos.
La obra del artista rosarino Adrián Villar Rojas responde a lo que en el arte contemporáneo se conoce como site- specific , es decir un conjunto especialmente pensado y generado para y por el lugar que lo exhibe. “Como en la mayoría de los proyectos de este tipo que caracterizan una parte importante de la producción de este artista, la tarea comienza con un análisis minucioso del entorno. Cualquier artista contemporáneo sabe que estos espacios de trabajo son igualmente fuentes de ideas e inspiración, de imágenes, fantasías y relatos.”, destacó el curador Rodrigo Alonso.
Así las once esculturas monumentales que la integran en este caso fueron realizadas en función del lugar siguiendo las teorías de los multiversos, según la cual muchos universos pueden coexistir al mismo tiempo. Algo así, pero en una escala mínima y múltiple desarrolló Villar Rojas en la obra que presentó hace unos años en el Premio ArteBA Petrobras. En este caso los volúmenes de las once esculturas de arcilla que ocupan los doscientos cincuenta metros cuadrados de la Artiglierie se presentan como apariciones simultáneas de esos mundos posibles y alternativos al nuestro. La idea es imaginar otros universos y también otros rumbos para la propia historia de la humanidad. Este es el modo que el joven enviado dialoga con el título de la Bienal (Iluminaciones), que en palabras de su directora artística pretende ser una especie de reflector hacia el mundo del arte contemporáneo universal.
Fuente: clarin.com