INTERNET AYUDA A MUSEOS
A CAPTAR NUEVOS AFICIONADOS AL ARTE



La responsables de prensa de la galería Tate Britain de Londres, Jenny Craig, ve el cuadro 'The Cholmondeley ladies' en su versión digital del 'Google Art Project'

Por Marie-Pierre Ferey / AFP

Los principales museos del mundo utilizan la red para atraer a visitantes que no van a una exposición de arte.
Foto: Agencia AFP Una mujer observa el 'Art Project' de Google.
Los principales museos del mundo utilizan cada vez más internet y las redes sociales para atraer a visitantes que a lo mejor nunca antes pensaron en poner un pie en una exposición de arte.
Con un simple clic del ratón, algunas de las más prestigiosas colecciones artísticas pueden cobrar vida de una manera que hasta ahora parecía imposible.
La más reciente iniciativa virtual es el Google Art project, que mete por primera vez las cámaras utilizadas para el callejero fotográfico Street View en 17 grandes museos, entre ellas el MoMA de Nueva York, la National Gallery de Londres o el Reina Sofía de Madrid. El Hermitage de San Petersburgo, el Rijksmuseum de Amsterdam o la Galería de los Oficios de Florencia figuran también entre los museos cuyas obras pueden contemplarse en alta resolución.
Todos estos museos tienen ya sus propias páginas web, por lo que uno puede preguntarse por qué querrían asociarse al gigante estadounidense de internet.
"Tenemos que buscar al internauta, en las redes sociales, en los sitios de contactos, allá donde esté", explica Laurent Gaveau, encargado de nuevos medios en el palacio de Versalles, la única institución francesa asociada al proyecto. Y Google ofrece poder tecnológico.
"El uso de gigapixeles es realmente nuevo", explica Gaveau, refiriéndose al sistema utilizado para ver los cuadros con un detalle impresionante.
Utilizando el zoom, los visitantes pueden ver obras como la del pintor renacentista flamenco Pieter Bruegel el Viejo "La cosecha", y descubrir por primera vez el modesto almuerzo que unos campesinos se están comiendo debajo de un árbol con una claridad increíble.
La otra innovación es la facilidad con la que se pueden visitar virtualmente los museos, viendo las obras de cerca o simplemente recorriendo sus galerías.
Charlotte Sexton, de la National Gallery, explica que todos los participantes están convencidos de que el nuevo servicio de Google, en lugar de reducir el tráfico en sus propias páginas, pueden captar un nuevo público.
"Hay muchas pruebas que demuestran que poner contenidos pertinentes en línea puede ser una manera para animar a la gente a ir a verlo en realidad. No se puede subestimar la emoción del original", dice. "Y para muchos que nunca podrán visitarnos físicamente, puede ser una experiencia virtual valiosa", agrega.
Larissa Korabelnikova, portavoz del Hermitage, coincide con ella."No hay conflicto entre las visitas virtuales al museo y las visitas reales, dice. Lo uno se suma a lo otro".
Pero no todos los museos están convencidos por Google Art. El Louvre de París, un gigante de la cultura mundial que alberga "La Gioconda" de Leonardo da Vinci", declinó la invitación de Google para concentrarse en la reconstrucción de su propia página, que recibe 11 millones de visitas virtuales al año, más que los 8,5 millones que cruzan las puertas del museo.
Para el Palacio de Versalles, los beneficios de su creciente presencia en internet han sido enormes. La decisión de explotar todas las plataformas disponibles -Facebook, YouTube y Twitter-, explica su responsable, le ha permitido duplicar en sólo tres años el número de visitantes de su web hasta los seis millones anuales.

Fuente: Elespectador.com

PLÁCIDO DOMINGO CANTARÁ EN EL OBELISCO


Gratis, volverá a presentarse en la Ciudad el miércoles 23, víspera del feriado.

A TODA VOZ. PLACIDO DOMINGO EN 2009, CANTANDO ANTE UNA MULTITUD AL AIRE LIBRE EN PLENO DF MEXICANO.

Plácido Domingo cantará gratis el miércoles 23 de este mes en el Obelisco, según anunció ayer a este diario el ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, que hoy se reunirá en Nueva York con el hijo y representante del tenor español, para cerrar los detalles del acuerdo.
Para el espectáculo, que se hará en víspera de feriado nacional, se colocarán 22.000 sillas en la avenida 9 de Julio, en las que tendrán derecho a sentarse los que tengan entradas. Estas se repartirán gratuitamente a partir del lunes 14 en la Casa de la Cultura, de Avenida de Mayo al 500, y en los centros de gestión y participación comunal (CGPC), prometió Lombardi.
De todas maneras, quienes no tengan entradas también podrán asistir y llevar sus propias sillas.
Lombardi no quiso revelar cuánto le pagará el Gobierno porteño al cantante lírico, pero dijo que “la mayor parte será cubierta con aportes de los sponsors”.
Plácido Domingo debutó en el Teatro Colón en 1972, con La forza del Destino y luego regresó varias veces allí, la última, hace 14 años. Ahora también se presentará en el Colón. A partir de las 19.30 cantará arias de ópera en el Teatro y a las 21 iniciará el concierto gratuito en el Obelisco donde, además de arias de ópera, abordará canciones de zarzuelas, canciones populares y dos tangos, informó Lombardi.
El cantante viene de hacer un show gratuito al aire libre en México DF, el 19 de diciembre, en el que se hizo acompañar por su hijo Plácido Jr. y por tres intérpretes locales, con quienes cantó rancheras y música navideña.
Un dato que reveló Lombardi es que, a pedido de Domingo, esta vez el escenario no se colocará mirando hacia el Sur, como sucedió en los últimos conciertos en el Obelisco, sino hacia el Norte. Sucede que el cantante quiere estar de cara al Teatro Colón.
Junto al escenario, como se prevé una gran asistencia de público, habrá cuatro pantallas gigantes que transmitirán el espectáculo.
En los últimos meses en el Obelisco se presentaron con auditorios multitudinarios los directores de orquesta Daniel Barenboim, Zubin Mehta, la obra Carmina Burana y el bailarín Iñaki Urlezaga. “Creo que Plácido Domingo es la continuidad ideal para esta programación”, dijo Lombardi.
El miércoles 23 de marzo es víspera de un fin de semana largo, ya que el 24 es feriado en conmemoración de las víctimas del terrorismo de Estado y el viernes es feriado puente.
Para el sábado, el Ministerio de Cultura tiene programado por primera vez un evento que se llamará La Noche en Vela, y que será parecido a La Noche de los Museos, que se desarrolla en el segundo semestre.
En La Noche en Vela estarán abiertas hasta la madrugada centros culturales, bibliotecas y otras instituciones. El Gobierno está buscando que se sumen privados, como librerías y restoranes.
Ese sábado 26 se habilitará nuevamente el escenario de la 9 de Julio para un espectáculo gratuito, que en este caso tendrá como protagonista a la Orquesta Sinfónica de Moscú.
También el premiado pianista argentino Bruno Gelber podría actuar gratis en el Obelisco, si culminan con éxito las actuales conversaciones.

Un caso único en la lírica

Por
Federico Monjeau
Análisis

El 21 de enero, Domingo festejó sus 70 años cantando en el Teatro Real de Madrid, aunque no ya un rol de tenor sino de barítono: el Oreste de la Ifigenia en Táuride de Gluck. El de Oreste no es el primer rol de barítono que asume el ex tenor español: en abril de 2010 debutó con Simon Boccanegra de Verdi, primero en Milán y después en Nueva York, para seguir con otro célebre barítono verdiano, Rigoletto , en una producción para la RAI filmada en escenarios naturales de Mantua por el cineasta Marco Bellochio y dirigida por Zubin Mehta.
Una semana antes de su cumpleaños, el gobierno de su país le había concedido la Orden de las Artes y las Letras por su “carrera de 50 años sin parangón en la historia moderna de la música”. Esto es perfectamente cierto. Difícil hallar en toda la historia de la lírica otro caso como el suyo; y no sólo por sus reconocidas competencias musicales como pianista y director, rarísimas entre los cantantes (además del plus de sus gestiones como director de las óperas de Washington y Los Angeles); su carrera es también única considerada sólo la faceta vocal. Domingo es un caso muy curioso de prodigalidad artística y profesionalismo estricto, otra de las cosas que lo diferencian de su carismático socio en la empresa Tres Tenores, Luciano Pavarotti, quien no siempre se conformó con su voz e incursionó en papeles que no le sentaron bien. Y aunque sus tangos estentóreos merecen un piadoso olvido, podría decirse que Plácido Domingo lo sigue haciendo prácticamente todo bien.

Fuente: clarin.com

HABRÍAN HALLADO EL PRIMER
ASENTAMIENTO COLONIAL DEL RÍO DE LA PLATA


Dos buzos aficionados descubrieron lo que serían objetos del fuerte San Salvador, construido por Sebastián Gaboto en 1527, ocho años antes de la primera fundación de Buenos Aires


Foto EFE


MONTEVIDEO (EFE).- Favorecidos por el hallazgo fortuito de dos submarinistas aficionados, investigadores de Uruguay aseguran haber dado con el primer asentamiento colonial en el Río de la Plata, establecido en 1527 por el explorador italiano Sebastián Gaboto en el actual departamento de Soriano.
Según la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación de Uruguay, que ha puesto en marcha una investigación en la zona, se trata del fuerte San Salvador, ubicado en un puerto natural cercano al estuario del río del mismo nombre.
Fue construido por Gaboto, que trabajaba al servicio de la corona española, ocho años antes de la primera fundación de Buenos Aires, en su recorrido río arriba por el Paraná en busca de la plata de Potosí. "De forma accidental dos buzos deportivos de Dolores se encontraron una estructura náutica sumergida", explicó Alejo Cordero, uno de los expertos de la comisión.


Tras comunicárselo a las autoridades, en enero pasado varios arqueólogos descubrieron bajo el agua "componentes náuticos correspondientes a cabos y calabrotes de cáñamo y clavos de hierro forjado", según un informe elaborado por Cordero y sus colegas.
También dieron con "restos de contenedores cerámicos de tamaño medio, cuyas bases cónicas, cuerpo y boca representan una tipología característica de la estiba (carga) marítima para el siglo XVI", agrega el documento.
Se cree que la embarcación, sumergida a unos 6 metros de profundidad, pudo tener 20 metros de eslora y 5 de manga. El principal obstáculo han sido las aguas turbias del río San Salvador, que obligan a trabajar a tientas y usar referencias en la superficie, como boyas.

Foto: EFE

Aguas protectoras. Paradójicamente, esas aguas marrones tienen también sus ventajas, pues favorecen la conservación de los barcos sumergidos, al impedir los sedimentos el paso de luz, lo que limita en gran medida la presencia de organismos vivos que los destruyen.
Al salir del agua para realizar las primeras inspecciones en tierra, los arqueólogos se toparon con "una ocupación prehispánica muy desarrollada, del año 1000 al 1400", con cerámicas de "tres fases culturales diferenciadas" del período precolombino y "cuatro entierros guaraníes con sus urnas".
A unos metros de allí identificaron también "una cerámica de pasta indígena pero con tecnología occidental, de torno, traída por los europeos", explica Cordero. Por último encontraron "una estructura arquitectónica de ladrillo, piedra y argamasa", prueba de que hubo "un momento de ocupación occidental de la primera mitad del siglo XVI", añade.
En San Salvador, Gaboto dejó dos embarcaciones y una docena de hombres durante cerca de dos años, hasta que en 1529 regresó a España. Tras permanecer abandonado el fuerte durante medio siglo, Juan Ortiz de Zárate fundó en ese territorio en 1574 la ciudad de San Salvador, prácticamente donde está la actual Dolores.
El descubrimiento uruguayo podría toparse con la suspicacia de la Argentina, ya que varios arqueólogos afirman que el fuerte Sancti Spiritus, construido también en 1527 por la expedición de Gaboto es el primer asentamiento colonial europeo en el Río de la Plata.
El uruguayo José López Mazz, ex director del Departamento de Arqueología de la Universidad de la República, dijo que "el primer lugar que se funda es San Salvador y desde allí Gaboto funda Sancti Spiritus".
Alejandra Otati, colega de Cordero, confiesa que todavía no pueden asegurar completamente que hayan dado con el lugar exacto y que están tratando de "juntar el mayor número de crónicas y hallazgos materiales para confirmar esa teoría".

Fuente: lanacion.com


ESCRITO A MANO



Por Guillermo Jaim Etcheverry

¿Cuánto hace que no experimentamos el placer de recibir una carta manuscrita en letra cursiva? La caligrafía es una habilidad humana en rápida extinción, porque ya casi no se enseña en las escuelas.
Cuando se emplea una lapicera, en general se lo hace para escribir con letra de imprenta. Stefano Bartezzaghi y María Novella de Luca, periodistas italianos interesados en el tema, se preguntan si la preocupación por el ocaso de la escritura cursiva responde a la nostalgia o constituye una emergencia cultural. Muchos expertos se inclinan por la última alternativa.
En Inglaterra se vuelve a usar la estilográfica para que los estudiantes aprendan la grafía. En Francia también se considera que no se debe prescindir de esa habilidad, pero allí el problema reside en que ya no la dominan ni los maestros.
Aunque el mundo adulto no está aún preparado para recibir las nuevas inteligencias de los niños producto de la tecnología, la pérdida de la habilidad de la escritura cursiva explica trastornos del aprendizaje que advierten los maestros e inciden en el desempeño escolar.
En la escritura cursiva, el hecho de que las letras estén unidas una a la otra por trazos permite que el pensamiento fluya con armonía de la mente a la hoja de papel. Al ligar las letras con la línea, quien escribe vincula los pensamientos traduciéndolos en palabras.
Por su parte, el escribir en letra de imprenta, alternativa que se ha ido imponiendo, implica escindir lo que se piensa en letras, desguazarlo, anular el tiempo de la frase, interrumpir su ritmo y su respiración.
Si bien ya resulta claro que las computadoras son un apéndice de nuestro ser, hay que advertir que favorecen un pensamiento binario, mientras que la escritura a mano es rica, diversa, individual, y nos diferencia a unos de otros.
Habría que educar a los niños desde la infancia en comprender que la escritura responde a su voz interior y representa un ejercicio irrenunciable.
Es ilógico suponer que la tendencia actual se revertirá, pero al menos los sistemas de escritura deberían convivir, precisamente por esa calidad que tiene la grafía de ser un lenguaje del alma que hace únicas a las personas. Su abandono convierte al mensaje en frío, casi descarnado, en oposición a la escritura cursiva, que es vehículo y fuente de emociones al revelar la personalidad, el estado de ánimo.
Posiblemente sea esto lo que los jóvenes temen, y optan por esconderse en la homogeneización que posibilita el recurrir a la letra de imprenta. Porque, como lo destaca Umberto Eco, que interviene activamente en este debate, la escritura cursiva exige componer la frase mentalmente antes de escribirla, requisito que la computadora no sugiere.
En todo caso, la resistencia que ofrecen la pluma y el papel impone una lentitud reflexiva. Muchos escritores, habituados a escribir en un teclado, desearían a veces volver a realizar incisiones en una tableta de arcilla, como los sumerios, para poder pensar con calma. Eco propone que, así como en la era del avión se siguen tripulando barcos a vela, sería auspicioso que los niños aprendieran caligrafía, para educarse en lo bello y para facilitar su desarrollo psicomotor.
Como en tantos otros aspectos de la sociedad actual, surge aquí la centralidad del tiempo. Un artículo reciente en la revista Time , titulado Duelo por la muerte de la escritura a mano, señala que es ése un arte perdido, ya que, aunque los chicos lo aprenden con placer porque lo consideran un rito de pasaje, "nuestro objetivo es expresar el pensamiento lo más rápidamente posible. Hemos abandonado la belleza por la velocidad, la artesanía por la eficiencia. Y , sí -admite su autora, Claire Suddath-, tal vez seamos algo más perezosos.
La escritura cursiva parece condenada a seguir el camino del latín: dentro de un tiempo, no la podremos leer". Abriendo una tímida ventana a la individualidad, aún firmamos a mano. Por poco tiempo.

El autor es educador y ensayista



UN SIGLO Y MEDIO
DE HISTORIA ARGENTINA EN FOTOS



Exposición en el Centro Cultural Recoleta
La idiosincrasia nacional entre 1848 y 2010 es reflejada en un centenar de imágenes de gran valor estético y testimonial


El impactante mural de Mariano Molina recibe al visitante.
Foto Archivo / Emiliano Lasalvia y CCR

Julieta Molina
LA NACIÓN

Un siglo y medio de testimonios gráficos comparten desde ayer un mismo espacio. Detalles de nuestra historia y secretos de la idiosincrasia nacional forman parte de la exhibición Argentina 1848-2010. Imágenes e historias , desarrollada en conjunto por la Fundación Mapfre y el Centro Cultural Recoleta (CCR) e inaugurada ayer.
Con la curación de Diana Wechsler, la muestra es el resultado de un arduo trabajo de una veintena de historiadores que, coordinados por Felicitas Luna, trabajaron durante un año y medio para recabar más de 1200 imágenes obtenidas de trabajos de distribución pública y de coleccionistas privados. El criterio, según resumió Luna, fue su valor estético y el hecho de que reflejaran "un momento específico en el tiempo". De ellas, un centenar conforma la exposición, y unas 250 integrarán un libro que ya está a la venta en las librerías.
El proyecto fue ideado por la Fundación Mapfre hace cuatro años, y el desafío fue contar la historia latinoamericana contemporánea. Así, se conformó un equipo de historiadores en veinticinco países -en la Argentina estuvo coordinado por Jorge Gelman- con la tarea de compilar las fotografías. "Cada país estructura su propia historia, pero queremos que también puedan entenderse transversalmente los hechos acontecidos en determinadas épocas en todo el Cono Sur", dijo el director del instituto de cultura de la fundación, Pablo Jiménez Burillo.
La muestra combina eficazmente fotografías de principio del siglo XIX con coloridas imágenes de la década actual. Así, conviven en una misma pared un distinguido señor de 1977, que lee un periódico en un bar, con hombres que muestran sus regordetas figuras mientras se bañan desnudos en el río Vaqueros, en Salta.
El visitante se encuentra a poco de ingresar a la sala con la imagen en blanco y negro de una veintena de porteños. Es el resultado de una especial técnica utilizada por Mariano Molina, que fotografió a transeúntes a punto de cruzar la calle en Florida y Córdoba, y pintó un muro sobre la proyección de esa imagen, en tamaño natural. Otro rincón desafía la dimensión tiempo-espacio, pues reúne, como si compartieran una amena charla, las fotografías de Julio Cortázar, Antonio Berni, Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo, Astor Piazzolla, Roberto Goyeneche, Atahualpa Yupanqui y un sereno Charly García.
También hay espacios reservados a la pintura, con obras de Clorindo Testa, Enio Iommi, Xul Solar y Emilio Petorutti, entre otros.
Hasta el 24 de abril, la muestra puede verse en Junín 1930, de lunes a viernes de 12 a 21 y sábados, domingos y feriados de 10 a 21, con entrada libre y gratuita.

El relato documental de un país


Merece especial mención la selección de fotografías de la primera mitad del siglo XX. Muchas sin autor identificado, otras de colectivos como Fotógrafos de Caras y Caretas o la Sociedad de Fotógrafos Aficionados, impactan al espectador por "la impresionante modernidad de su mirada", como resumió la historiadora Felicitas Luna.
El relato documental de esos años logra ser transmitido por la mano profesional de aquellos fotógrafos, que con técnicas mucho más básicas que las utilizadas en la actualidad demuestran "la inconfundible estética argentina", según destacó Pablo Jiménez Murillo, representante de la Fundación Mapfre.
Una plácida mujer que toma sol en la chimenea de una azotea de un edificio porteño es la genial visión de Annemarie Heinrich en su interpretación de Veraneando en la ciudad , capturada en Buenos Aires en 1958.
Un encuadre perfecto se observa en la fotografía de una fila de obreros de 1905, o en la que retrata a un automóvil en las salinas del Bebedero en San Luis realizada en 1940. Conmueven Huelga de panaderos , de 1911; Manifestación patriótica sobre Avenida de Mayo , de 1910, y muchas otras, seleccionadas con inteligencia y sensibilidad.


El relato documental de un país

Merece especial mención la selección de fotografías de la primera mitad del siglo XX. Muchas sin autor identificado, otras de colectivos como Fotógrafos de Caras y Caretas o la Sociedad de Fotógrafos Aficionados, impactan al espectador por "la impresionante modernidad de su mirada", como resumió la historiadora Felicitas Luna.
El relato documental de esos años logra ser transmitido por la mano profesional de aquellos fotógrafos, que con técnicas mucho más básicas que las utilizadas en la actualidad demuestran "la inconfundible estética argentina", según destacó Pablo Jiménez Murillo, representante de la Fundación Mapfre.
Una plácida mujer que toma sol en la chimenea de una azotea de un edificio porteño es la genial visión de Annemarie Heinrich en su interpretación de Veraneando en la ciudad , capturada en Buenos Aires en 1958.
Un encuadre perfecto se observa en la fotografía de una fila de obreros de 1905, o en la que retrata a un automóvil en las salinas del Bebedero en San Luis realizada en 1940. Conmueven Huelga de panaderos , de 1911; Manifestación patriótica sobre Avenida de Mayo , de 1910, y muchas otras, seleccionadas con inteligencia y sensibilidad.


EL GOBIERNO
FRENA EL ACOSO A VARGAS LLOSA



Polémica por la Feria del Libro /
La Presidenta desautorizó a intelectuales K

En 2008, Vargas Llosa visitó la oficina que Borges ocupó en la Biblioteca Miguel Cané, en Boedo. Foto Archivo

María Elena Polack
LA NACIÓN


La presidenta Cristina Kirchner desalentó ayer a los intelectuales K que cuestionan la participación de Mario Vargas Llosa en la apertura de la apertura de la próxima Feria del Libro.
Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, había manifestado su desacuerdo con la presencia del Nobel de Literatura 2010 en una carta enviada a la Fundación El Libro, organizadora de la feria. Pero la Presidenta dedicó unos minutos previos a su mensaje en el Congreso de la Nación a reordenar a sus seguidores intelectuales y recordarles que el Estado debe garantizar la libertad de expresión. Se sabe que el escritor peruano es crítico del peronismo, de la política argentina en general, del actual gobierno en particular y también del fallecido Néstor Kirchner.
"La Presidenta no me llamó al orden. Me llamó para seguir el debate de otra manera", contó Horacio González a LA NACIÓN, anoche, al intentar restarle dramatismo al freno impuesto por Cristina Kirchner a la controversia y el malestar que se había generado entre escritores e intelectuales progresistas por la participación de Vargas Llosa en la 37a. Feria del Libro, que se inaugurará el 20 de abril.
Consciente de las controversias que suelen generar sus dichos, Vargas Llosa viajaba ayer de Perú a México para recibir, pasado mañana, de manos del presidente Felipe Calderón, la condecoración de la Orden del Aguila Azteca por su trayectoria literaria e "ininterrumpida" relación con ese país (de lo que se informa por separado).
"El Estado debe intervenir sólo como garante específico del uso libre de la palabra", recordó González que le planteó la Presidenta durante la conversación telefónica, en la que además recibió la sugerencia de retirar la crítica carta que él mismo había enviado a la Fundación El Libro rechazando en duros términos la participación de Vargas Llosa.
La última vez que el escritor peruano se había referido en público a nuestro país fue en Punta del Este, donde admitió que la Argentina "es un galimatías que nadie entiende". Y admitió su deseo de que aquí "termine el aquelarre".
Delante de empresarios, banqueros y público selecto, Vargas Llosa cuestionó la situación política de América latina en general y habló de "la responsabilidad de los argentinos en la tragedia que viven; no tan injustamente les pasa lo que les pasa".
Anteayer y ayer, varios intelectuales que integran el colectivo kirchnerista Carta Abierta habían planteado su rechazo a que el premio Nobel de Literatura 2010 fuera el orador del acto de apertura de la feria literaria más importante del país.
"Me parece que está bien que hable para que exponga, pero lo que sí me parece extremadamente preocupante es que abra la Feria del Libro. Absolutamente, hay una intencionalidad política en eso", planteó el profesor universitario Ricardo Forster, al agregar que además de su paso por la Feria del Libro Vargas Llosa "viene a reuniones con dirigentes de la derecha como la Fundación Libertad".
"Vargas Llosa puede pensar lo que quiera y decir lo que quiera, pero que se elija a alguien que ha ofendido a parte de los argentinos es un problema. Vargas Llosa no es ni pluralista ni ecuménico", sintetizó Forster, al advertir que la situación generada por su participación en la Feria del Libro "hay que manejarla con delicadeza y aventar cualquier sesgo autoritario".
En la misma senda crítica, como si no hubiera sido informado de la instrucción presidencial de cerrar la controversia, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, insistió anoche en que Vargas Llosa "no sería la mejor elección" para inaugurar la Feria del Libro por ser un "fiel exponente de la derecha reaccionaria".
Al igual que los intelectuales kirchneristas, que han reconocido las cualidades literarias de Vargas Llosa pero cuestionan sus posiciones políticas, Fernández advirtió en su blog: "Es un talentoso escritor cuya ideología liberal lo ha llevado a manifestarse abiertamente en contra de los gobiernos populares de la región y que no ha perdido oportunidad de insultar a nuestro gobierno gratuitamente en varias ocasiones".
Tanto desde la Fundación El Libro y como desde Alfaguara, la editorial que publica los libros del escritor peruano en la Argentina, ayer se optó por el silencio público frente a la embestida de los escritores e intelectuales allegados al gobierno nacional.
De todos modos, LA NACIÓN pudo saber que la polémica había sido el tema central de la reunión de comisión directiva de la Fundación El Libro. Si bien sus integrantes se reúnen todos los martes, ayer la cuestión Vargas Llosa fue excluyente. Allí se habría evaluado el impacto público de los cuestionamientos de los intelectuales kirchneristas y la postura de la Presidenta de instruir a González para que retire la carta que había enviado.
También se conversó sobre la preocupación por las presiones que podría recibir el sector por la próxima visita de Vargas Llosa y sobre cómo responder públicamente a la postura de los intelectuales kirchneristas. En ese sentido, la instrucción presidencial a Horacio González podría allanar el camino de la Fundación El Libro para bajar el tono de la discusión, de la que evitó participar de manera frontal y activa.
El "tema Vargas Llosa" será analizado hoy en la editorial Alfaguara, aunque es probable que con menos preocupación tras la señal de Cristina Kirchner de enfriar la escalada de cuestionamientos.
Alfaguara ofreció la participación de Vargas Llosa en la feria, mucho antes de que el novelista ganara el Premio Nobel de Literatura y por pedido especial de él mismo, que hacía tiempo quería participar del acontecimiento editorial.
De tal forma, habrían quedado definitivamente despejadas las dudas sobre el arribo de Vargas Llosa al país en abril próximo.
Es más, hasta el propio generador de la controversia, Horacio González, admitió de manera contundente que "un premio Nobel atrae naturalmente multitudes. Se necesitan tres salones José Hernández como mínimo para escucharlo". Y reveló su dualidad de sentimientos entre el escritor, "que posee medios de gran calidad para la expresión literaria", y el político, "un personaje interesante con el que discutir".


SI BORGES VIVIERA...



El análisis

Jorge Luis Borges en Paris

Pablo Sirven
LA NACIÓN

Que Jorge Luis Borges ya no esté entre nosotros al menos permite que a nadie se le ocurra discutir su bien ganado prestigio de ser considerado unánimemente el mejor escritor argentino.
Pero si Borges viviera, otras pasiones más tempestuosas girarían a su alrededor, porque ante sus filosas ocurrencias el humor de algunos hacia el autor de Ficciones se mostraría un tanto más acuoso.
Si Borges estuviese aquí opinando, en serio o en broma, de ciertas exuberancias kirchneristas, 678 lo tendría a maltraer y la intelligentzia oficialista lo estaría castigando en declamaciones histriónicas o solicitadas henchidas de fervor gubernamental.
¿Que a Borges no le habría pasado? Si tras la asunción de Juan Domingo Perón a la presidencia de la Nación, en 1946, se lo humilló con el cargo de "inspector de mercados de aves de corral", arrancándolo de una biblioteca municipal, no es difícil imaginar qué habrían hecho con él estos hijos y nietos de la gran familia peronista fundada hace más de 60 años.
Atacar a Mario Vargas Llosa parece más fácil todavía: primero, porque es extranjero (y eso abroquela voluntades con encendido espíritu chauvinista); segundo, porque su adhesión a la democracia liberal y su declarada alergia a cualquier tipo de autoritarismo personalista lo convierten automáticamente en un enemigo al que conviene mantener a distancia. Y tercero, y crucial punto clave: Vargas Llosa ha sido muy duro y categórico a la hora de catalogar a los Kirchner. Querrían que sólo hable de literatura y no de política.
Por cierto no hay obligación, ni mucho menos, de acordar con las opiniones del último premio Nobel de Literatura en este o cualquier otro tema. Pero parece triste papel, tan luego para intelectuales, que se comploten para intentar amordazarlo. Porque de eso se trata cuando hierve un puñado de ellos para expresar su "profundo desagrado y malestar", al blandir la espada de la censura previa (aunque ni siquiera hay certeza de lo que Vargas Llosa vendrá a decirnos).
Reprueban por "inoportuna" y "agraviante" que se lo haya convocado a la apertura de la Feria del Libro porque consideran que irá en contra de "las preferencias democráticas y mayoritarias de nuestro pueblo". ¿Pero no es, acaso, el papel del intelectual ser un revulsivo de la sociedad, un atrevido agitador de neuronas que pone patas arriba los principios para ver qué tan sólidos o hipócritas son?
El intelectual que únicamente aplaude y lisonjea al poder de turno, advirtiendo alarmado sobre los que se desvían de ese monótono libreto, es un mero propagandista y ya no merece ser llamado intelectual. Menos todavía si para entrar en razones tiene que intervenir la mismísima presidenta de la Nación.
Los ahora frustrados aprontes están paradójicamente emparentados con otro tipo de represiones más nefastas que ya Vargas Llosa sufriera en nuestro país, cuando la dictadura militar prohibió su novela El escribidor y la tía Julia tan sólo porque en su trama sobresalía demasiado un personaje que hablaba muy mal de los argentinos.
Hablando de Borges, viene al caso recordar que opinaba que las dictaduras fomentan la opresión, el servilismo y la crueldad, pero que lo más abominable que hacen es fomentar la idiotez.
Si estuviese ahora entre nosotros, asistiendo a este nuevo sainete protagonizado por sus ex colegas, Borges comprobaría que la idiotez es imperecedera y atraviesa a la condición humana.