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BLECUA: "LA TECNOLOGÍA
HA RESUCITADO EL GUSTO POR LA ESCRITURA
Desafíos del idioma / Definiciones en Madrid -
Lo afirmó el presidente de la Real Academia Española; trabajos conjuntos por la lengua
Foto Archivo / Adrián Sack
Adrián Sack
Para LA NACIÓN
"No somos tiranos que imponen modificaciones en el idioma. Nosotros observamos y debatimos las innovaciones y transformaciones de la lengua a partir del trabajo que hacen las 22 sedes de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), que están repartidas en todos los países americanos y Filipinas, y luego establecemos cuáles modificaciones deben llevarse a cabo y cuáles deben recomendarse", explica a LA NACIÓN el flamante director de la RAE, José Manuel Blecua, quien no duda en descartar cualquier insinuación de que la entidad por él conducida pretenda imponer o resguardar en América latina el español hablado en la península ibérica.
"La población de España no alcanza al 10% del total de cerca de 500 millones de hispanohablantes de todo el mundo. Nosotros somos conscientes de esa realidad, y por eso desde 1999 llevamos adelante la política panhispánica, por la que se busca tener siempre en cuenta la enorme diversidad de la lengua española", asegura el filólogo zaragozano, de 71 años.
Amable, cordial y dispuesto a hablar allende los límites acordados para la entrevista, Blecua sabe ubicarse, en todo momento, más allá del enojo que generó en más de un hispanohablante el cambio de las reglas de una ortografía aprehendida y grabada con esfuerzo sobre el cemento fresco de las edades tempranas.
"Los cambios no representan una reforma, ya que no son tantas las modificaciones. Lo que pasa es que los que escribimos tenemos una resistencia feroz a cambiar nuestros modelos (de escritura)", dice el director de la RAE, quien confía en poder zanjar las controversias a partir de la próxima implementación de un "método del siglo XIX que tuvo éxito en España" para difundir con mayor eficacia los últimos cambios ortográficos.
"La Academia va a hacer un manual muy reducido, de 150 páginas -610 menos que el frondoso volumen de la nueva Ortografía - y tamaño pequeño, donde estén la reglas fundamentales, para que puedan utilizarlos los maestros en las escuelas." La presentación de este trabajo, así como sus objetivos, será potenciada por el lanzamiento de la versión abreviada de la Gramática española, de 300 páginas, cuya realización "ya está avanzada", y que se editará en septiembre en España.
No obstante, y a pesar de la fe demostrada en ese antiguo método, Blecua destaca el importante papel que el uso de las nuevas tecnologías ha tenido en el hábito cotidiano de escribir, en especial a partir del empleo de computadoras y dispositivos móviles como los celulares y, más recientemente, las tabletas.
"La tecnología ha resucitado el gusto por la escritura. Tanto el uso de teléfonos móviles como el del correo electrónico y la computadora han permitido que las personas se escriban directamente. Y no sólo que escriban un correo electrónico, sino también que hagan informes. No concibo hoy que un ingeniero no sepa hacer un informe él mismo... y esto hace 20 años era impensable", apunta Blecua, quien señala a los procesadores de texto como las principales armas en la lucha por "la independencia y la autonomía" de toda aquella persona que desea escribir.
La percepción innovadora y optimista del director sobre los hábitos actuales de la escritura parece relucir aún más sobre la impecable opacidad de los lomos y tapas de los 250.000 libros que llenan todas las salas del edificio inaugurado en 1894, que tiene una de sus entradas en el número 1 de la calle de la Academia.
Aunque es en el majestuoso salón de plenos donde los ecos del debate que desembocaron en la nueva Ortografía aún se continúan escuchando. Allí, los 46 académicos que ocupan sillas designadas con parte de las letras del alfabeto español (en mayúsculas y minúsculas) se reúnen todos los jueves del año para intercambiar ideas acerca de la evolución del idioma español y avanzar, así, en la elaboración de los diferentes proyectos y trabajos de la RAE.
Diccionario, en 2013
Pero, de todos ellos, hay uno que es el más importante, porque obedece a la razón por la que la Academia fue creada: la confección del Diccionario, cuya próxima edición se espera para 2013. Y la relevancia de ese volumen institucional es tal que es la única obra en la que las 22 academias trabajan en forma directa.
En el caso de la Ortografía y la Gramática de la l engua española -las otras dos publicaciones clave-, se nombra una comisión interacadémica, que está formada por las grandes zonas lingüísticas, como por ejemplo la del Río de la Plata, la andina y la centroamericana.
"Todos ellos mandan a un representante, que luego consulta indirectamente a todas las academias para hacer sus propuestas", dice Blecua sobre el modo en que trabaja la RAE desde hace 11 años, cuando su antecesor, Víctor de la Concha, presentó la primera ortografía de cuña panhispánica, que fue actualizada en diciembre último. Pero, más allá de los cambios que registró el idioma en la última década, la dirección emprendida por la RAE continúa fiel a su norte supremo.
"Pretendemos que todas las decisiones sean fruto de un consenso", dice el filólogo, que defiende ese concepto con la misma intensidad que lo hace con la máxima de la entidad, vigente desde 1713, en el escudo de la RAE: "Limpia, Fija y da Esplendor".
Trabajan actualmente en forma directa en la próxima edición del diccionario de la Real Academia Española, que se espera publicar para 2013. Es la única obra en la que trabajan juntas todas las academias.
La población española es sólo el 10 por ciento de esa cifra a nivel mundial. Por eso crecen las interconsultas con las 22 sedes de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) para avanzar en las reformas del idioma.
QUINTA MUJER EN LA ACADEMIA
MADRID.- Inés Fernández Ordóñez fue investida como la quinta miembro mujer de la academia, en un total de 46 integrantes. Su ingreso se acoge al espíritu de identificación con el habla popular que la RAE ha perseguido con insistencia en los últimos años. Filóloga, de 49 años, es conocida por sus trabajos de campo en zonas rurales para determinar las variaciones gramaticales entre las regiones de ese país.
REFUTANDO A LA REAL ACADEMIA
Para LA NACIÓN
Este considerable obstáculo era inexistente en español -con muy leves excepciones- hasta la aparición de la última Ortografía de la Real Academia Española, con algunas de sus nuevas normas. Vaya por delante que se trata de una institución a la que no sólo pertenezco desde hace pocos años, sino a la que respeto enormemente y tengo agradecimiento. El trabajo llevado a cabo en esta Ortografía es serio y responsable y admirable en muchos sentidos, como no podía por menos de ser, pero algunas de sus decisiones me parecen discutibles o arbitrarias, o un retroceso respecto a la claridad de nuestra lengua. Tal vez esté mal que un miembro de la RAE objete públicamente a una obra que lleva su sello, pero como considero el corporativismo un gran mal demasiado extendido, creo que no debo abstenerme. Mil perdones.
Lo cierto es que, con las nuevas normas, hay palabras escritas que dejan dudas sobre su correspondiente dicción o -aún peor- intentan obligar al hablante a decirlas de determinada manera, para adecuarse a la ortografía, cuando ha de ser ésta, si acaso, la que deba adecuarse al habla. Si la RAE juzga una falta, a partir de ahora, escribir "guión", está forzándome a decir esa palabra como digo la segunda sílaba de "acción" o de "noción", y no conozco a nadie, ni español ni americano (hablo, claro está, de mi muy limitada experiencia personal), que diga "guion". Tampoco que pronuncie "truhán" como "Juan", que es lo que pretende la RAE al prohibir la tilde y aceptar sólo "truhan". De ser en verdad consecuente, esta institución tendría que quitarle también a ese vocablo la h intercalada (¿qué pinta ahí si, según ella, se dice "truan" y es un monosílabo?), lo mismo que a "ahumado", "ahuyentar" y tantos otros. O, ya puestos, y siguiendo al italiano y a García Márquez en desafortunada ocasión, ¿por qué no suprimir todas las haches de nuestra lengua? Los italianos escriben "ipotesi", "orrore", "eresia" y "abitare", el equivalente a "ipótesis", "orror", "erejía" y "abitar". Y dado que la Academia parece inclinada a facilitarles las cosas a los perezosos e ignorantes suprimiendo tildes, no veo por qué no habría de eliminar también las haches. (Dios lo prohíba, con su hache y su tilde.)
En cuanto a "guié" o "crié", si se me vetan las tildes y se me impone "guie" y "crie", se me está indicando que esas palabras las debo decir como digo "pie", y no es mi caso, y me temo que tampoco el de ustedes. Hagan la prueba, por favor. Tampoco digo "guió" y "crió" como digo "vio" o "dio", a lo que se me induce si la única manera correcta de escribirlas es ahora "guio" y "crio" (en la Ortografía de 1999 poner o no esas tildes era optativo, y no alcanzo a ver la necesidad de privar de esa libertad). En cuanto a "riáis" o "fiáis", si yo leo "riais" y "fiais", como ordena la RAE, me arriesgo a creer que he de pronunciar esas formas verbales igual que la segunda sílaba de "ibais", lo cual, francamente, no es así. Y si leo "hui" en vez de "huí", nada me advierte que no deba decir esa palabra exactamente igual que la interjección "huy" (tan frecuente en el fútbol) o que "sí" en francés, es decir, "oui", es decir, "ui". Si un número muy elevado de hablantes percibe todos estos vocablos como bisilábicos con hiato, y no como monosilábicos con diptongo, ¿a santo de qué impedirles la opcionalidad en la escritura? La RAE parece tenerle pánico a la posibilidad de elegir en cuestión de tildes (que es algo menor y que no afecta a la sacrosanta "unidad de la lengua"). Pero es que además es incongruente en eso, porque sí permite dicha opcionalidad en "periodo" y "período", "policiaco" y "policíaco", "austriaco" y "austríaco" (yo siempre las escribo sin tilde), lo mismo que en "alvéolo" y "alveolo", "evacúa" y "evacua" y otras más. ¿Por qué no permitir que cada hablante opte por "truhán" o "truhan", como aún puede hacerlo (por suerte) entre "solo" y "sólo", "este" y "éste", "aquel" y "aquél"? La posibilidad de seguirles poniendo tildes a estas palabras no es para mí irrelevante. ¿Cómo saber, si no, lo que se está diciendo en la frase "Estaré solo mañana"? Si se la escribe en un mail un hombre a su amante, la diferencia no es baladí: sin tilde significa que estará sin su mujer; con tilde que mañana será el único día en que estará en la ciudad. No es poca cosa, la verdad. Por menos ha habido homicidios.
Además hay algunas objeciones que quisiera hacer a las nuevas normas de la reciente Ortografía de la Real Academia Española y de las otras veintiuna, sobre todo americanas, que la han acordado por unanimidad.
a) Mayúsculas y minúsculas. En realidad no entiendo por qué tal cosa ha de ser regulada, ya que, a mi parecer, pertenece al ámbito estilístico personal de cada hablante -o, mejor dicho, de cada escribiente-. Habrá ateos que escriban siempre "dios" deliberadamente, y todo creyente optará por "Dios", por poner un ejemplo extremo. Según la RAE, supongo, habría que escribirlo en toda ocasión con minúscula, ya que ha decidido que todos los nombres que sean comunes ("rey", "papa", "golfo", "islas", etc.) han de ir así obligatoriamente aunque formen parte de lo que para muchos hablantes funciona como nombre propio. Así, "islas Malvinas", "papa Benedicto", "mar Mediterráneo" o "rey Juan Carlos". E, igualmente, al referirse a un rey concreto, omitiéndole el nombre, habría que escribir "el rey" y nunca "el Rey". Yo no pienso seguir esta norma, porque considero que algunos títulos y nombres geográficos funcionan como nombres propios y topónimos, o son sustitutivos de ellos. Cuando en España decimos "el Rey" -y dado que sólo hay uno en cada momento-, utilizamos esa expresión como equivalente de "Juan Carlos I", algo a lo que casi nadie recurre nunca. De la misma manera, "Islas Malvinas" funciona como un nombre propio en sí mismo, equivalente a "República Democrática Alemana", que era el oficial del territorio también conocido como Alemania Oriental o del Este. Según las últimas normas, deduzco que nos tocaría escribir "la república democrática alemana", con lo cual no sabríamos bien si se habla de un país o de qué. Si yo leo "el golfo de México", ignoro si se trata de una porción de mar o de un golferas mexicano -tal vez del golferas por antonomasia, ¿acaso Cantinflas?-. Y si leo "príncipe de Gales", dudo si se me habla del tejido así llamado o del heredero a la corona británica.
b) Zeta. La RAE ha decidido que el nombre de esa letra se escriba sólo con c, porque con ésta se representa ese sonido -en parte de España- antes de e y de i. Siempre me pareció tan adecuado que el nombre de cada letra incluyera la letra misma que durante largo tiempo creí que la x se escribía "equix", aunque todos digamos "equis" y así se escriba de hecho. Pero es que además el reciente Diccionario panhispánico de dudas, de la misma RAE, valida grafías como "zebra" (aunque la juzga en desuso), "zinc" o "eczema". Y, desde luego, no creo que se oponga a que sigamos escribiendo "Ezequiel" y "Zebulón". No veo, así pues, por qué "zeta" pasa a ser ahora una falta. No está mal que haya algunas excepciones o extravagancias ortográficas en las lenguas, y en español son tan pocas que no veo necesidad de suprimirlas.
c) Qatar. La RAE decide que este país y sus derivados -"qatarí"- se escriban con c. El origen de esa peculiar grafía -aceptada en casi todas las lenguas- está, al parecer, en la recomendación de arabistas, que distinguen dos clases diferentes de fonema k en árabe. Por eso, arguyen, se escribe "Kuwait" y se escribe "Qatar", pese a que nosotros percibamos el fonema en cuestión de una sola manera. La representación gráfica de las palabras -eso lo sabe cualquier poeta- tiene un poder evocativo y sugestivo que las nuevas normas desdeñan. Si yo leo "Qatar", en seguida se me sugiere un lugar exótico y lejano. Si leo "Catar", en cambio, lo primero que me viene a la imaginación es una cata de vinos. Pero es que además, para ser consecuente, la RAE tendría que condenar la ortografía "Al Qaeda" y proponer "Al Caeda" o quizá "Al Caida" o quién sabe si "Al Caída". Los internautas iban a tener graves problemas para encontrar información sobre esa organización terrorista, desconocida en el resto del mundo, y de la que lamentablemente hoy se habla a diario.
d) Ex. Decide la RAE que no se separe ese prefijo del vocablo que lo acompañe, y que se escriba "exmarido", etc. Sin embargo, y dado que en español hay numerosas palabras largas que empiezan por "ex" sin que esa combinación sea un prefijo, un estudiante primerizo de nuestro idioma puede verse en dificultades para saber si "exayuntamiento" es un vocablo en sí mismo o si "exacerbación" o "execración" se componen de dicho prefijo y de las inexistentes "acerbación" y "ecración".
e) Adaptaciones. Las grafías "mánayer" o "pirsin", que la RAE propone, son tan irreconocibles como lo fue "güisqui" en su día (fea y además mal transcrita, como si escribiéramos "güevos"). En cuanto a "sexi", es directamente una horterada, siento decirlo.
En la Academia hay quienes consideran que discutir y objetar a estas cosas es perderse en minucias. Puede ser. Pero habrá de concedérseme que también lo es, entonces, dictaminar sobre ellas y aplicarles nuevas normas. Si la Ortografía se ha molestado en mirarlas, no veo por qué no debamos hacerlo quienes estamos en desacuerdo con sus modificaciones.
Termino reiterando que mis modestas objeciones no me impiden reconocer el gran trabajo que, en su conjunto, supone la nueva Ortografía, obra admirable en muchos sentidos. Habría sido redonda si no hubiera querido enmendar lo que quizá ya estaba bien, desde su versión de 1999. Porque para mí nuestra lengua es ahora un poco menos elegante y menos clara.
© EL PAIS
DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO
1811 - EL BICENTENARIO DE UN GRANDE - 2011
"Fue el cerebro más poderoso de América", dijo Pellegrini en el funeral de Sarmiento
"Fue el cerebro más poderoso que haya producido América", dijo, emocionado, el vicepresidente Carlos Pellegrini, designado por el gobierno de la Nación para recibir los restos de Domingo Faustino Sarmiento, que venían desde Paraguay, donde había muerto el 11 de septiembre de 1888.
Se cumplen 200 años del nacimiento de Sarmiento, pero ese elogio, dicho en la despedida final del gran maestro, resume su existencia singular.
Miles de alumnos, maestros, gente común, mujeres que habían alcanzado la educación básica gracias a él, lo lloraron en silencio ese lluvioso 21 de septiembre cuando el barco, con el cuerpo embalsamado del educador, periodista, diplomático y estadista, fondeó en el puerto de Buenos Aires.
Con ceremonia y pompa, los restos de Sarmiento, envueltos en las banderas de la Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay (tal su último deseo), fueron llevados en una cureña hasta el cementerio y en su tumba se grabaron las palabras por él elegidas: "Una América toda, asilo de los dioses todos, con lengua, tierra y ríos, libres para todos".
Es que había muerto uno de los visionarios más grandes que tuvo la Argentina, aquel que ayudó a que se conviertiera en un país moderno, el hombre que se puso al hombro la lucha en contra de la dictadura rosista y que cosechó tantos amigos como enemigos.
Se ha dicho de él infinidad de cosas, pero probablemente quien mejor lo definió fue Eduardo Wilde: "Sarmiento no fue disciplinado ni metódico en sus trabajos por el bien del Estado, pero sus actos determinaron corrientes impetuosas que produjeron innegables beneficios. No deja, como Alberdi, una doctrina sistematizada de organización política, ni como Vélez Sarsfield un monumento jurídico, ni como Avellaneda la base de la legislación sobre tierras, pero su actividad siempre fecunda engendra un conjunto más trascendental y más valioso, pues no hay institución, reforma ni accidente de la vida democrática que no tengan rasgos de genial talento y de su incansable energía".
Su obra
Sarmiento abarcó todo lo que su ojo indagador pudo ver. Así, saltaba del periodismo crítico a la idea y realización de alambrar los campos para aumentar las plantaciones de maíz y trigo, cuyas innumerables variedades de semillas se encargó de introducir en el país. Con esta tecnología, por primera vez la Argentina dejó de importar harina.
Fomentó la vitivinicultura y la industria del vidrio, según destaca el historiador Vicente Osvaldo Cutolo. Por él nació el precursor de lo que fue el Banco de la Nación, creó el Departamento de Agricultura y fomentó la subdivisión del suelo, el arraigo del colono y el fomento de la riqueza minera. Eso, claro, lo recordaba cuando trabajaba cerca de una mina en Copiapó, en sus años de exilio en Chile, y aprovechaba sus horas muertas para enseñar francés. También fomentó la industria del mimbre, que veía cada vez que visitaba el delta del Paraná, uno de sus lugares favoritos.
Sarmiento fue quien fundó el Colegio Militar en 1870 y reorganizó la Escuela Naval, elevando de esta manera el profesionalismo de las fuerzas; instaló formalmente la primera escuela Normal de la República en Paraná y sancionó la ley Bibliotecas Populares y creó 100 en poco tiempo. Ese fue Sarmiento. Un adelantado.
Fuente texto: lanacion.com
DESCUBREN EL PROCESO QUÍMICO
QUE DETERIORA EL COLOR
EN LAS OBRAS DE VAN GOGH
PARÍS.- El proceso químico que oscurece los coloridos cuadros del pintor holandés Vincent van Gogh, fue descifrado por un grupo internacional de científicos, lo que abre la puerta a una mejor conservación de las obras del genio impresionista y a su posible restauración.
El fenómeno, que los científicos no habían logrado resolver hasta el momento, afecta también a otros pintores de finales del siglo XIX, pero es en la obra del autor de "Los girasoles" donde cobra una mayor dimensión, por la importancia que él otorgaba al colorido y la profusión de productos químicos que utilizaba en sus pinturas, indican los responsables del estudio.
Desde hace años los científicos trabajaban en conocer la reacción que convertía paulatinamente el intenso amarillo de sus cuadros en un marrón chocolate.
"La clave está en el producto que Van Gogh utilizaba para crear ese pigmento amarillo, el cromato de plomo, que mezclaba con sulfato de bario para que fuera más claro y ganara brillo", explicó hoy Marine Cotte, experta del laboratorio francés de Grenoble, sureste de Francia, en cuyos laboratorios se han llevado a cabo buena parte de los experimentos.
En contacto con la luz, ese componente, utilizado en la actualidad para pintar sobre las carreteras las señalizaciones de obras por su intenso brillo amarillo, pierde parte de su color y se transforma en un marrón chocolate.
Los científicos han demostrado que el sulfato de bario sufre un proceso contrario a la oxidación, lo que provoca que pierda su intensidad.
Un proceso particularmente problemático en la obra de Van Gogh, que utilizaba la intensidad de sus colores para expresar su estado de ánimo. El pintor holandés acudía para ello a los últimos productos que había en el mercado y no dudaba en hacer probaturas de todo tipo, según Cotte.
En las mezclas de los productos que utilizaba reside, precisamente, la dificultad de conocer el proceso químico que afectaba al amarillo de sus cuadros.
"Había que utilizar procedimientos muy sofisticados para analizar muestras muy pequeñas de pintura y distinguir todos sus componentes", señaló la responsable del laboratorio de Grenoble.
Además, el fenómeno de oscurecimiento no afecta a todas las obras del autor, por lo que era necesario hacer un trabajo específico. "A simple vista la alteración de los colores es muy evidente, pero cuando se toma una muestra muy pequeña es más complicado obtener las variaciones químicas", agregó.
Los científicos han trabajado con restos de tres tubos de pintura procedentes de la época y los han sometido a diferentes intensidades lumínicas.
En uno de ellos, perteneciente al fauvista flamenco Rik Wouters (1882-1913), han comprobado el fenómeno del oscurecimiento tras someterlo a 500 horas de radiación lumínica.
Posteriormente, los investigadores trabajaron con dos cuadros de Van Gogh, "Vista de Arles con iris", de 1888, y "Berges de la Seine" (1887), ambos expuestos en el Museo dedicado al autor en Amsterdam.
Conocido el fenómeno, los científicos pueden comenzar ahora a proteger los cuadros del genio de la luz. "A largo plazo es el objetivo de este experimento, pero no es algo que vayamos a concluir de forma inmediata", señaló Cotte.
Mucho más complejo aun será crear un antídoto a este proceso de deterioro, explicó la científica, puesto que "añadir un protector puede salvar algunos componentes del cuadro pero dañar otros".
Los estudios sobre la obra de Van Gogh, por tanto, continuarán, aunque ahora los científicos ya saben hacia donde dirigir sus pasos.
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Fuente texto: EFE
LAS GUITARRAS DE PICASSO EN EL MOMA
Algunas obras fueron donadas por el propio artista
El Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA, presenta una exposición dedicada a las guitarras que creó Picasso. La exhibición sobre el pintor malagueño se podrá ver entre el 13 de febrero y el 6 de junio de 2011.
Sesenta y cinco obras de Picasso que representan guitarras son las protagonistas de la nueva exposición que inauguró el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA).
La muestra, 'Picasso. Guitarras 1912-1914', que estará abierta hasta el 6 de junio, se centra en el periodo artístico de Picasso comprendido entre la creación de una escultura con forma de guitarra hecha de cartón y cuerda en 1912, y la de otra guitarra fabricada con una lámina de metal en 1914.
«Se trata de la primera exposición que observa en profundidad estas dos construcciones y las pone en el contexto de una época de gran experimentación del artista», explicó la comisaria, Anne Umland.
Entre las 65 obras expuestas, todas ellas estrechamente relacionadas, figuran collages, dibujos, pinturas, esculturas o fotografías de pequeño formato que el propio Picasso (1881-1973) tomó en su estudio y que recogen construcciones efímeras que realizó en él.
La muestra, que solamente se podrá ver en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, explora dos años en los que el artista español revisó objetos que eran habituales en los bodegones con materiales «readymade» -o encontrados-y técnicas propias de artesanos.
Picasso leía los periódicos parisinos 'Le Journal' y 'Excelsior', cuyo papel barato, que se oscurecía con rapidez, empleó en sus collages, a los que añadió también papel de pared con estampados vegetales y partituras reales de 'Sonnet', una canción popular en la capital francesa a principios del siglo XX.
Por otra parte, el artista mezclaba arena con sus pinturas para crear relieves y texturas que en unas ocasiones constituyen un pequeño detalle de la obra y en otras su propia base. Además, imitaba las técnicas de muchos artesanos que pintaban superficies emulando la madera o el mármol.
Dirección: 11 West 53 St, New York, NY
LAS NIÑAS DESNUDAS DE LEWIS CARROLL
* Cuadernos privados
La tarde dorada en que Lewis Carroll le contó a la verdadera Alice Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas es tan misteriosa como la página arrancada de su diario íntimo en la que el profesor de matemática excéntrico, tartamudo y enamorado relató la ruptura de la relación amorosa que los unía. Me gustan los umbríos bares de Caballito para leer su historia.
Carroll, que en realidad se llamaba Charles Lutwidge Dodgson, explicó que la inspiración le llegó por el anhelo de complacer a Alice Liddell cuando se refugiaron del sol a la sombra de un almiar. Ese día alcanzó tal dimensión mitológica y fetichista que surgió un movimiento revisionista que cita informes meteorológicos de la época con el objetivo de demostrar que el 4 de julio de 1862 llovió.
Dodgson había llegado a Oxford en 1850 y se quedó allí 47 años, primero como estudiante, luego como profesor de matemática, preceptor y diácono. Aficionado a la fotografía, tímido, elusivo de la sociabilidad, a los treinta y un años anotó en su diario los nombres de 108 niñas a las que había fotografiado; en 1894 añadió “dieciséis amiguitas nuevas”.
Dodgson accedió a los Liddell después de hacer unos retratos de sus hijos, que despertaron la curiosidad de su padre, decano del Christ Church College. Así se entabló la amistad entre este genio matemático de veintisiete años y la niña de siete. El señor Dodgson acudía a las reuniones musicales de la familia, inventaba juegos matemáticos y adivinanzas para las niñas, las llevaba a excursiones en barca. La relación duró unos siete años y se interrumpió bruscamente por un acontecimiento narrado en la página arrancada de su diario.
“Su comportamiento contigo se había vuelto demasiado cariñoso a medida que te hacías mayor”, le escribió la hermana mayor Lorina a Alice en una carta de 1930. Además de los juegos había besos, y sólo besos, al parecer, en las relaciones entre Dodgson y sus amiguitas. Luego de llevar a la niña Irene Burch al teatro a ver La Cenicienta , él escribió: “…Se sentó en mis rodillas, y más o menos una vez cada media hora se volvía para darme un beso”. A la madre de su amiga Enid Stevens le solicitó por carta: “Me complacería muchísimo recibir un beso de otra de sus hijas, aparte de Enid (respecto a la cual, doy por sentado que cualquier niña de menos de doce años es ‘besable’)”. Según apunta Francine Prose en Vidas de las Musas , en sus memorias Isa Bowman se detuvo con admirable precisión en los tórridos besos del señor Dodgson.
A partir de mayo de 1862 el matemático registró en sus diarios unos agudos ataques de culpa. Esa repugnancia hacia sí mismo despertó múltiples debates: ¿se trataba de indolencia, de autocomplacencia física, de deseos prohibidos? El señor Dodgson se consideraba un vil pecador que necesitaba perdón, pero los pecados no fueron especificados, aunque reafirmaba promesas de no volver a cometerlos. Sus obras muestran una percepción compleja de la naturaleza infantil, y también sadismo, genialidad y anarquía. Cuando el hijo de lord Alfred Tennyson cumplió diez años le escribió: “Me alegra que te haya gustado la navaja, pero creo que es una lástima que no te permitan usarla ‘hasta que seas mayor’… Si te permitieran cortarte el dedo con ella una vez por semana, sólo un poquito, hasta que empiece a sangrar, y hacerte un buen corte profundo cada cumpleaños, creo que con eso bastaría…”.
Al señor Dodgson, y esto lo acerca a otro coleccionista de nínfulas, Vladimir Nabokov, le resultaba “difícil explicar qué necesidad hay de tapar los cuerpos adorables de las niñas”. En su libro Niñas muestra los retratos de niñas más intrincados y bellos de la historia de la fotografía. Pero no hay un solo desnudo. En una carta a una tal señora Henderson le prometió destruir todas las fotos de desnudos, excepto una, para las que habían posado sus hijas: “Esa inocente inconsciencia que poseen es muy hermosa y despierta un sentimiento de reverencia, como cuando uno se halla frente a algo sagrado”.
¿Acaso las niñas se quejaban de él? Enid Stevens escribió: “Nos pasábamos horas enteras sentados –el viejo y la niña– en un sillón enorme, jugando con las palabras… Me negaron días de una relación más estrecha con alguien que, pese a tener una mente fantasiosa, era una persona virtuosa; y me los negaron porque él era un hombre y yo una niña”.
Alicia es una obra maestra poblada de equívocos léxicos, de falsas etimologías, un tratado sobre el carácter arbitrario del lenguaje, del diálogo como vehículo de malentendidos e incomprensiones, un nonsense . Las paradojas lógicas de Carroll deleitaron a James Joyce, que no sólo citó a Alicia en su Finnegan’s Wake sino que usó el truco del portmanteau-word o palabra-baúl, en el que dos significados se anudan en una palabra. El último párrafo de Alicia , escrito desde el punto de vista de la hermana dormida junto a la orilla del río que sueña una repetición del sueño de Alicia, revela el dolor voluptuoso, la placentera tristeza de esa tarde dorada, y a la vez, otro “nabokovismo”, la añoranza anticipada de la niñez perdida.