CONSTRUCCION DE DESAGÜES. EL MURAL DE QUINQUELA MARTIN QUE BRILLA EN UN EDIFICIO EN EL QUE VIVIO MARCELO T. DE ALVEAR.
Por Eduardo Parise
La imagen ocupa más superficie que alguno de los tantos departamentos que hay en la Ciudad: mide siete metros de alto por nueve de ancho. Es decir: 63 metros cuadrados. Y aunque está en un lugar público es casi desconocida para propios y extraños que, como diría la porteñísima Eladia Blázquez, cada día gastan en Buenos Aires las suelas, los miedos y el traje. Fue concebida bajo el título “Construcción de desagües” y es otro de los importantes trabajos que el gran Benito Quinquela Martín (1890-1977) legó al patrimonio cultural de los argentinos.
Ubicada en un marco digno de a su magnitud (el descanso de una monumental escalera del hall principal del edificio de Marcelo T. de Alvear 1840) fue pintada en 1937 aplicando óleo a pincel sobre diecisiete paneles de un aglomerado celulósico que luego fueron unidos sobre un soporte rígido.
En ese trabajo, el brillante artista que nació, vivió y murió en el barrio de La Boca, quiso rendir un homenaje a aquellos obreros que con su esforzada tarea construían los desagües de la Ciudad, una obra clave en la sanidad de cualquier lugar del mundo. Entonces, con su ojo acostumbrado a ver y reflejar con claridad el esfuerzo de los trabajadores, Quinquela Martín volvió a poner en imágenes algo tan valioso como es la cultura del trabajo.
Actualmente, el edificio pertenece al Poder Judicial de la Nación, donde funcionan distintos juzgados. Pero detrás tiene mucha historia. Destacándose en una de las ochavas del cruce de Marcelo Torcuato de Alvear con la avenida Callao, fue residencia de esa figura del radicalismo y ex presidente de la República entre 1922 y 1928. Dicen que aquella residencia monumental, acorde con la prosapia de su dueño, sirvió para albergar a grandes personalidades internacionales que fueron recibidas allí por Alvear y su esposa Regina Paccini, una artista que, entre otras obras, fue la promotora de la creación de la Casa del Teatro.
Después, el edificio pasó a Obras Sanitarias de la Nación, que instaló allí sus oficinas centrales. Inclusive, el escudo ornamental de esa empresa puede verse aún en su fachada principal. La privatización, que se produjo en 1993, hizo que recién en 2006 aquella espectacular residencia volviera a quedar bajo la órbita pública. En ese momento, la obra de Quinquela Martín mostraba un deterioro alarmante, máxime tratándose de un bien único e irremplazable. Entonces, un acuerdo entre AySA (la empresa continuadora y heredera de Obras Sanitarias), el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y el Poder Judicial permitió la restauración.
Ahora, “Construcción de desagües” luce como lo hacía en sus mejores tiempos y está a disposición de la mirada de todos aquellos que tengan ganas de pararse al pie de esa gran escalera de mármol y deleitarse descubriendo cada detalle de los esfuerzos que muestra.
Será una manera de descubrir un eslabón más de las cosas de la Secreta Buenos Aires. Esas que están a la vista y que no solemos ver, como suele pasar con los murales que los artistas Juan Carlos Castagnino, Antonio Berni, Demetrio Urruchúa, Lino Enea Spilimbergo y Manuel Colmeiro hicieron en la cúpula central de las Galerías Pacífico, en Florida y la avenida Córdoba. El tema de esos trabajos es “El hombre y los elementos”. Pero esa es otra historia.