El escritor peruano Mario Vargas Llosa fue distinguido con el Premio Nobel de Literatura 2010, según anunció hoy el jurado de la Academia Sueca en Estocolmo.
La Academia Sueca dijo que otorgó el galardón al autor de 74 años de edad, “por su cartografía de las estructuras de poder y sus imágenes mordaces de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo''.
El autor, uno de los eternos aspirantes al galardón, acaba de publicar su nueva novela "El sueño del celta". El Nobel de Literatura está dotado con diez millones de coronas (cerca de 1,5 millones de dólares) y será entregado el próximo 10 de diciembre, en el aniversario de la muerte de Alfred Nobel.
El autor de "La ciudad de los perros", nacido en 1936 en Arequipa (Perú) y que también tiene la nacionalidad española, en las quinielas de los favoritos de los Nobel desde hacía años, es el primer escritor latinoamericano ganador del Nobel de Literatura desde el mexicano Octavio Paz, en 1990.
En una primera declaración, transmitida por el presidente del jurado del Nobel de Literatura, Peter Englund, Vargas Llosa dijo sentirse "muy conmovido y entusiasmado" por el galardón.
El escritor está en Nueva York, donde da clases en la Universidad de Princeton. "Se había levantado a las cinco de la mañana para presentar una clase, cuando recibió nuestra llamada a las siete menos cuarto, mientras trabajaba intensamente", dijo Englund.
Vargas Llosa acudirá a la ceremonia de entrega del galardón el 10 de diciembre, en Estocolmo, y de acuerdo a la tradición de los galardones será el encargado de pronunciar el discurso en nombre de todos los premiados, a excepción del de la Paz, que se celebra en un acto paralelo, en Oslo.
Un premio también para Borges
Por Ricardo Roa, Editor General Adjunto de Clarín.
Parecida a la de Borges, la vida literaria de Mario Vargas Llosa estuvo y está ninguneada por sus ideas políticas. Por esa razón, hay quienes ni siquiera le reconocen méritos a su obra. Otros la elogian pero aclarando que no comparten su ideología liberal, como por temor a que los consideren de derecha si no lo hacen. Prejuicio y mezquindad en iguales proporciones.
El Nobel de Literatura parecía responder a esta estrechísima lógica de lo políticamente correcto. Por lo mismo se sospecha que Borges fue marginado de algo que mereció sobradamente. Apenas conocida la noticia del premio, Alvaro, el hijo de Vargas Llosa, dijo que toda su familia “había pensado intensamente en Borges”. Y el propio Vargas Llosa afirmó que sentía vergüenza por recibir una distinción que le fue negada al más grande escritor de lengua castellana del siglo 20. La decisión fue una sorpresa. Y el comentario de Vargas Llosa, un palo para la Academia Sueca.
A diferencia de Borges, el peruano se metió de lleno en la actividad política. Y dejó de escribir para ser candidato a presidente. Estuvo muy cerca de ganar pero el Gobierno le montó una monumental campaña sucia. Lo acusaron desde evadir impuestos por cobrar derechos de autor en el extranjero hasta de ser un perverso porque estuvo casado con una tía y se declaró agnóstico. Final: triunfó Fujimori.
Abrazar y pelear por ideas liberales a Vargas Llosa le significó además que buena parte del progresismo lo excomulgara. Ni siquiera repararon en que toda su vida fue enemigo de cualquier dictadura y un militante en la defensa de los derechos humanos. Hay una izquierda que no admite ningún pensamiento que no sea el propio.
El Nobel no sólo es un reconocimiento a Vargas Llosa. De algún modo, también lo es a Borges.