CONCURSO PREMIO MUSEO NACIONAL DE ARTE DECORATIVO AL COLECCIONISMO 2008
COLECCIÓN DE CALIENTAPIÉS DE CERÁMICA
RESULTADOS DEL CONCURSO PREMIO MNAD AL COLECCIONISMO - Edición 2008:
Categoría A (hasta 39 años al 15 de agosto de 2008):
Primer premio:Pablo Eduardo Massolo, 32 años, Colección de Cascos de guerra.
Categoría B (a partir de los 40 años):
Primer premio:Raúl Horacio Álvarez: Colección de tapas de discos LP de vinilo, de 33 rpm.
En esta categoría, y en atención a la calidad de las colecciones presentadas, el Jurado decide otorgar Menciones Honoríficas a:
Pedro L. Baliña, Colección de calientapiés de cerámica.Darío Isaac Roitman, Colección de sellos para lacre.
Agradecemos la participación de los coleccionistas que con gran entusiasmo acompañaron esta propuesta y compartieron su historia y sus tesoros con nosotros. ¡Hasta la próxima edición!
Fuente: Sitio Oficial del MNAD
LA NATURALEZA SIEMPRE NOS SORPRENDE
LAS PIEDRAS QUE SE MUEVEN SOLAS
Piedras de decenas de kilos se mueven sin explicación aparente.
En el conocido Valle de la Muerte, en los Estados Unidos, existe un fenómeno singular, se trata de piedras que parecen flotar sobre un desierto baldío que en algún momento fue fango.
Durante décadas, los científicos han teorizado explicaciones plausibles sobre esta anomalía, donde una piedra de varios kilos de peso es capaz de desplazarse varios cientos de metros "por sí sola". Muchos creen que este movimiento se debe al fuerte viento, pero eso no explica que piedras de diferente tamaño y peso se muevan a un ritmo paralelo y en diferentes direcciones. Además, los cálculos físicos tampoco apoyan esta teoría, ya que para que algunas piedras se movieran se necesitarían vientos de velocidades superiores a cientos de kilómetros por hora.
El viento puede mover piedras pequeñas, ¿pero cómo mueve algunas de varias decenas de kilos?
EL PARTENÓN DE ATENAS
EL PARTENÓN DE ATENAS
El más hermoso y representativo de los edificios de Atenas, y de toda Grecia. Se comenzó a construir en el 447 a.C. siguiendo el proyecto de los arquitectos Ictinos y Kalícrates bajo la supervisión del maestro Fidias, quien estuvo al cargo de la dirección de la construcción de todos los monumentos de la Acrópolis ateniense, durante el gobierno de Pericles. Las obras se terminaron hacia el año 438 a.C.
La naos está dividida en tres estancias para cobijar en su interior a la estatua de Atenea Crecrops y Erecteo. El mármol fue lo único utilizado en su construcción, incluso las tejas del techo de dos aguas.
Acontecimientos que hicieron que el Partenón tenga su aspecto actual:
-1208-1258: albergó en su interior una iglesia bizantina.
-1458: se convierte en una mezquita.
-1687: fue sede de un polvorín turco, que estalló y destruyó gran parte del edificio al volar por los aires los explosivos.
-1801-1803: los ingleses hablan con el gobierno griego, para expoliar los frisos y partes escultóricas más ricas (en detalles). Muchas de estas piezas se exhiben en museos como la National Gallery de Londres.
-1894: se produjo uno de lo terremotos más importantes de la historia del país.
-Actualmente se llevan acabo labores de conservación.
Se construyó para colocar en su interior la estatua de la diosa Atenea Parthenos, patrona de la ciudad, representada en estilo crisoelefantino.
El templo del Partenón es dórico, períptero y octástilo. Está regido por una fórmula matemática, que hace que las columnas de los laterales es igual al número de las columnas del frente por dos y más uno.
La impresión de elasticidad que producen sus líneas es el resultado de la curvatura de los elementos que aparentemente son rectilíneos. Se corrigen los posibles defectos ópticos con efectos como el éntasis de la columnas, etc.
Curiosamente presentaba un aspecto diametralmente opuesto al actual. En vez de completamente blanco, éste se encontraba policromado con colores muy vivos como el rojo, el azul, el verde y algunos tonos dorados.
La naos está dividida en tres estancias para cobijar en su interior a la estatua de Atenea Crecrops y Erecteo. El mármol fue lo único utilizado en su construcción, incluso las tejas del techo de dos aguas.
Acontecimientos que hicieron que el Partenón tenga su aspecto actual:
-1208-1258: albergó en su interior una iglesia bizantina.
-1458: se convierte en una mezquita.
-1687: fue sede de un polvorín turco, que estalló y destruyó gran parte del edificio al volar por los aires los explosivos.
-1801-1803: los ingleses hablan con el gobierno griego, para expoliar los frisos y partes escultóricas más ricas (en detalles). Muchas de estas piezas se exhiben en museos como la National Gallery de Londres.
-1894: se produjo uno de lo terremotos más importantes de la historia del país.
-Actualmente se llevan acabo labores de conservación.
Se construyó para colocar en su interior la estatua de la diosa Atenea Parthenos, patrona de la ciudad, representada en estilo crisoelefantino.
El templo del Partenón es dórico, períptero y octástilo. Está regido por una fórmula matemática, que hace que las columnas de los laterales es igual al número de las columnas del frente por dos y más uno.
La impresión de elasticidad que producen sus líneas es el resultado de la curvatura de los elementos que aparentemente son rectilíneos. Se corrigen los posibles defectos ópticos con efectos como el éntasis de la columnas, etc.
Curiosamente presentaba un aspecto diametralmente opuesto al actual. En vez de completamente blanco, éste se encontraba policromado con colores muy vivos como el rojo, el azul, el verde y algunos tonos dorados.
ALGUNAS DE LAS COLECCIONES TRATADAS
COLECCIÓN CONDE VITTORIO ASINARI DE BERNEZZO,
Buenos Aires, Argentina.
"Escena de Cocina", pintura al óleo sobre tela.
Sin firma, d'apres Van Ostade. Reentelada.
Marco de madera tallada y carey.
Mide 44 X 34 cm.
Ex colección Lorenzo Pellerano.
Ex colección Dr. Rafael A. Bullrich.
Colección Conde Vittorio Asinari di Bernezzo.
Precio estimado: U$S 1.500/2.500.
Vendido por J.C. Naón y Cía. S. A., de Buenos Aires, el 13 de agosto de 2004 en U$S 2.900.
Buenos Aires, Argentina.
"Escena de Cocina", pintura al óleo sobre tela.
Sin firma, d'apres Van Ostade. Reentelada.
Marco de madera tallada y carey.
Mide 44 X 34 cm.
Ex colección Lorenzo Pellerano.
Ex colección Dr. Rafael A. Bullrich.
Colección Conde Vittorio Asinari di Bernezzo.
Precio estimado: U$S 1.500/2.500.
Vendido por J.C. Naón y Cía. S. A., de Buenos Aires, el 13 de agosto de 2004 en U$S 2.900.
GRANDES COLECCIONES DE ARTE
LA ROYAL COLLECTION, REINO UNIDO
ODA A LOS IBIS DEL PONIENTE, 1993
IBIS EN PLENO VUELO. Foto Loli Gallardo |
Tarde en la tarde,
tarda
el sol en ponerse,
digno.
Grave, elige cantar su propia elegía.
Tiene sus propias, ostensibles razones
para solemnemente morir sólo por hoy.
Para generoso ceder su lugar
a la entrañable Cruz del Sur.
Bandadas sucesivas y análogas
de ibis pampeanos cruzan…
Van dejando su impronta evanescente
que como pinceladas secas, acaso
paralelas
y en el contraluz del ocaso,
apenas si sugieren su paso.
¿Sois vecinos de Karnak o de Ur?
¿Sois custodios de Gizeh?
¿Qué gentilicio os cabe?
¿Qué raro instinto os guía, habitantes de la Historia?
¿Qué reflejos os conducen?
¿Serán vuestros homónimos del Nilo?
¿Será alguna compartida devoción por Amon Ra?
¿Será la atracción que sobre vosotros ejercen
las pulcras lejanías salpicadas de oasis
de las pampas y el desierto?
¿Qué os detiene?¿Cuándo?¿Os deteneis?
¿Volais de noche?
¿Quién os orienta invariablemente hacia el crepúsculo?
Todo se aquieta. Todo se alinda.
Se inunda la diáfana atmósfera de vuelos misteriosos
que rítmicamente marcan el devenir
momentáneo y perpetuo.
Mañana, lo que ilumine el Sol
será vía, camino, senda
hacia la infinitud del universo
desde estos modestos horizontes de la Tierra,
y vosotros seguiréis viendo claridades más allá.
Y el hombre que habita esta topografía
sabrá de vuestra propia eternidad.
Presiento al arroyo etapa,
pauta, cota, mojón.
¿Será él quien os avisa donde agitar vuestras alas?
¿Quién os indica dónde planear?
¿Quién dónde bajar?
Yo os anoto, ibis, esta oda
para que al pasar escuchéis mi pedido:
Bajad y contadme de lo mucho que desde allí se ve.
Os estaré esperando.
Confiado y sereno,
sobre el lomo de mi caballo
que vuelve
al paso
mientras levanta heladas gotas de rocío
en la quietud omnipresente
de esta cautivante penumbra invernal.
Pedro L. Baliña
Capitán Sarmiento, julio de 1993
EXPOSICIÓN COLECCIONABLES Y COLECCIONISTAS II
MUSEO NACIONAL DE ARTE DECORATIVO,
Buenos Aires, Argentina,
septiembre - noviembre de 2008
COLECCIÓN DE CALIENTAPIÉS DE CERÁMICA
Por segunda vez, el Museo Nacional de Arte Decorativo se abre a las colecciones y coleccionistas. La primera Coleccionables y Coleccionistas, en 2006, fue un asomo a esa rara pasión acumulante, ordenante, que incita a cacerías y paciencia. Se vio todo tipo de objetos, algunos de gran valor intrínseco, otros perfectamente cotidianos, valorizados y energizados por ser parte de un conjunto llamado colección. La misma sensación y la misma idea pueblan esta edición 2008, que permite espiar tesoros privados.
La idea de valorizar a los coleccionistas nació para alternar con ese otro hallazgo del MNAD, la Feria de Anticuarios. Ferias, se sabe, hay muchas, pero la que creó el museo tiene una sinergia especial, una curaduría discreta y elegante, y un ángel propio: es un catálogo de soluciones de diseño, de objetos de belleza singular. La misma línea que sigue el encuentro de coleccionistas, astutamente dividida en dos niveles físicos y conceptuales.
En la planta baja del museo, los grandes salones alojan las colecciones de alto valor intrínseco: vidrios Art Déco checos de la década del veinte, encuadernaciones firmadas, francesas y también Déco, tallas en piedras duras y jade de China, celadón y blanc de Chine de hace dos siglos, porcelanas de la Compañía de Indias –incluyendo un notable niño Jesús con rasgos orientales–, dos conjuntos de bronces, pequeñas obras de Carlos de la Torre, loros y una orquesta de monitos músicos de porcelana europea, Cristos y tallas del Buen Pastor de la colonia portuguesa de Goa, imaginería y pinturas de retablos latinoamericanos, abanicos, perfumeros de refinadas siluetas, fosforeras ornamentales, relojes de bolsillo, cernidores, platerías, vajillas de café.
Entre estas bellezas llaman la atención algunas francamente inesperadas. Una es la serie de tea caddies chinos en porcelana azul y blanca, completamente diferentes al habitual objeto de maderas o metales y muy fáciles de confundir con frascos. Otra es la colección de remates de péndulos relojeros de Juan Carlos Ahumada Seré, un conjunto de piezas refinadísimas de ormolú y broncería francesas, de entre los siglos 17 y 20, que son fascinantes esculturas en miniatura. Y, algo rarísimo en estas latitudes, el conjunto de scrimshaws de Beatriz y Erwin Swoboda, ingleses y norteamericanos. Un scrimshaw es un souvenir de ballenero, el tipo de cosas con que decoraba su cabina el capitán Ahab. Son dientes de ballenas y orcas montados en virolas de plata, para que se queden parados, y tallados o grabados con figuras de barcos o animales.
Las salas del subsuelo, blancas y más neutrales, recibieron las colecciones más pop: caballitos de calesita, muñecas, máquinas de coser de juguete, carameleras, soldaditos de plomo, barcos de juguete, termómetros publicitarios, maquetitas y herramientas de ebanistas, baitones santiagueños, aperos de plata, un conjunto de flippers coloridos y sonoros, y una flotilla de veleros de madera, modelos a escala que colecciona Gabriel del Campo.
Por cuerda separada, están los premios al coleccionismo que da el museo para alentar el vicio. En la categoría de menores de cuarenta años ganó esta vez Pablo Massolo, con una insólita colección de cascos de guerra. La categoría de mayores de cuarenta fue para Raúl Alvarez por su conjunto de tapas de longplays realizadas por artistas argentinos, colección nacida cuando Alvarez notó que un disco de Palito Ortega exhibía un retrato realizado por Carlos Alonso, nada menos.
Las menciones fueron para Pedro Baliña, coleccionista de calientapiés de cerámica, y para Darío Roitman, apasionado por los sellos de lacre.
La muestra abrió ayer en la sede del MNAD, el palacio Errázuriz de Libertador y Pereyra Lucena, y se puede visitar de martes a sábado a partir de las 14. Dura casi exactamente dos meses, así que no hay excusa para perdérsela y también para visitar uno de los edificios más notables de Buenos Aires, que es además de los mejor usados.
Por segunda vez, el Museo Nacional de Arte Decorativo se abre a las colecciones y coleccionistas. La primera Coleccionables y Coleccionistas, en 2006, fue un asomo a esa rara pasión acumulante, ordenante, que incita a cacerías y paciencia. Se vio todo tipo de objetos, algunos de gran valor intrínseco, otros perfectamente cotidianos, valorizados y energizados por ser parte de un conjunto llamado colección. La misma sensación y la misma idea pueblan esta edición 2008, que permite espiar tesoros privados.
La idea de valorizar a los coleccionistas nació para alternar con ese otro hallazgo del MNAD, la Feria de Anticuarios. Ferias, se sabe, hay muchas, pero la que creó el museo tiene una sinergia especial, una curaduría discreta y elegante, y un ángel propio: es un catálogo de soluciones de diseño, de objetos de belleza singular. La misma línea que sigue el encuentro de coleccionistas, astutamente dividida en dos niveles físicos y conceptuales.
En la planta baja del museo, los grandes salones alojan las colecciones de alto valor intrínseco: vidrios Art Déco checos de la década del veinte, encuadernaciones firmadas, francesas y también Déco, tallas en piedras duras y jade de China, celadón y blanc de Chine de hace dos siglos, porcelanas de la Compañía de Indias –incluyendo un notable niño Jesús con rasgos orientales–, dos conjuntos de bronces, pequeñas obras de Carlos de la Torre, loros y una orquesta de monitos músicos de porcelana europea, Cristos y tallas del Buen Pastor de la colonia portuguesa de Goa, imaginería y pinturas de retablos latinoamericanos, abanicos, perfumeros de refinadas siluetas, fosforeras ornamentales, relojes de bolsillo, cernidores, platerías, vajillas de café.
Entre estas bellezas llaman la atención algunas francamente inesperadas. Una es la serie de tea caddies chinos en porcelana azul y blanca, completamente diferentes al habitual objeto de maderas o metales y muy fáciles de confundir con frascos. Otra es la colección de remates de péndulos relojeros de Juan Carlos Ahumada Seré, un conjunto de piezas refinadísimas de ormolú y broncería francesas, de entre los siglos 17 y 20, que son fascinantes esculturas en miniatura. Y, algo rarísimo en estas latitudes, el conjunto de scrimshaws de Beatriz y Erwin Swoboda, ingleses y norteamericanos. Un scrimshaw es un souvenir de ballenero, el tipo de cosas con que decoraba su cabina el capitán Ahab. Son dientes de ballenas y orcas montados en virolas de plata, para que se queden parados, y tallados o grabados con figuras de barcos o animales.
Las salas del subsuelo, blancas y más neutrales, recibieron las colecciones más pop: caballitos de calesita, muñecas, máquinas de coser de juguete, carameleras, soldaditos de plomo, barcos de juguete, termómetros publicitarios, maquetitas y herramientas de ebanistas, baitones santiagueños, aperos de plata, un conjunto de flippers coloridos y sonoros, y una flotilla de veleros de madera, modelos a escala que colecciona Gabriel del Campo.
Por cuerda separada, están los premios al coleccionismo que da el museo para alentar el vicio. En la categoría de menores de cuarenta años ganó esta vez Pablo Massolo, con una insólita colección de cascos de guerra. La categoría de mayores de cuarenta fue para Raúl Alvarez por su conjunto de tapas de longplays realizadas por artistas argentinos, colección nacida cuando Alvarez notó que un disco de Palito Ortega exhibía un retrato realizado por Carlos Alonso, nada menos.
Las menciones fueron para Pedro Baliña, coleccionista de calientapiés de cerámica, y para Darío Roitman, apasionado por los sellos de lacre.
La muestra abrió ayer en la sede del MNAD, el palacio Errázuriz de Libertador y Pereyra Lucena, y se puede visitar de martes a sábado a partir de las 14. Dura casi exactamente dos meses, así que no hay excusa para perdérsela y también para visitar uno de los edificios más notables de Buenos Aires, que es además de los mejor usados.
Fuente: Diario Página12, Buenos Aires.
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