EL VICTORIA AND ALBERT MUSEUM DE LONDRES
SE VISTE DE CINE


Visitantes admiran la colección de vestuarios más famosos del cine en el Victoria and Albert Museum de Londres, el 18 de octubre de 2012


Por Claudia Rahola

De las primeras comedias mudas de Charlot a los más recientes estrenos como "Anna Karenina", pasando por las películas de la Edad de Oro de Hollywood, el Victoria and Albert Museum de Londres ha reunido 130 de los trajes más emblemáticos de la historia del cine para una exposición.
"Hollywood Costumes", que abre sus puertas al público el sábado, explora el papel fundamental que ha desempeñado el a menudo ignorado diseño de vestuario en el cine a lo largo del último siglo.
"En cada película, la ropa es la mitad del trabajo para crear al personaje", dice en una de las entrevistas diseminadas a lo largo del recorrido la versátil actriz estadounidense Meryl Streep, quien ha lucido algunos de los trajes presentados en la muestra en películas como "Mamma Mia!" o "La dama de hierro".
Además de su función esencialmente narrativa, algunas de estas creaciones forman ya parte de la historia del cine.
Es el caso del vestido de cóctel negro diseñado por Givenchy que llevaba Audrey Hepburn en "Desayuno con diamantes", del vaporoso vestido blanco que inmortalizó Marilyn Monroe sobre una boca de aereación en "La tentación vive arriba", del modelo verde de terciopelo hecho con cortinas que Vivian Leigh llevaba en "Lo que el viento se llevó" o del delantal azul sobre una blusa blanca de Judy Garland en "El Mago de Oz".
Todos ellos, junto con los trajes de otros inolvidables personajes como Darth Vader, Harry Potter, Indiana Jones o Cleopatra están incluidos en esta exposición dividida en tres "actos": "Deconstrucción", que explica la labor del diseñador; "Diálogo", que examina colaboraciones exitosas entre directores y diseñadores; y "Apoteosis", una especie de plató donde se codean algunos personajes míticos.
"Detrás de cada traje, hay siempre un diseñador cuyo trabajo empezó con una obra escrita para crear una persona real" en la pantalla, explicó el comisario adjunto Keith Lodwick.
Una de las más famosas diseñadoras fue la estadounidense Edith Head, ganadora de ocho premios Oscar a lo largo de 50 años de carrera en Paramount y Universal, en los que llevó a cabo una larga colaboración con Alfred Hitchcock.
Cuando hicieron "Los pájaros" recibió la consigna de usar sólo el verde o el azul para el escaso vestuario del personaje interpretado por Tippi Hedren. Optó por el primero que consideraba menos agresivo para hacer el sencillo vestido con chaqueta a tono que la actriz lleva casi toda la película.
"La idea era que el público se olvidara de lo que llevaba. Pero hay un arte detrás de todo esto", explicó Lodwick.
La exposición, que presenta todos los modelos con maniquíes hechos a medida en diversas poses y con la imagen digital de la cabeza del actor, analiza también la evolución de la profesión a través de los radicales cambios que se han producido en el mundo del cine: del mudo al sonoro, del blanco y negro al color y, más recientemente, del celuloide al formato digital.
Y la conclusión es que desde el conjunto de pantalón ancho, chaqueta, bombín y bastón elegido en 1914 para caracterizar a Charlot en "The Tramp" (Charlot vagabundo), la labor del diseñador esencialmente no ha cambiado.
Con las imágenes generadas por ordenador, explica Lodwick, los diseñadores "siguen haciendo trajes para que lleven los actores, aunque cuando uno ve la película terminada son personajes creados por un animador".
Conseguir reunir todas las piezas de la exposición, prestadas por más de 60 instituciones o particulares, ha sido una "caza del tesoro" que ha durado cinco años.
Y el mayor botín son los "Zapatos Ruby" creados en 1939 por uno de los grandes diseñadores de vestuario de la Era Dorada, Adrian, para la protagonista de "El mago de Oz".
"Eran plateados en el libro, y el guionista los cambió porque creía que el rojo quedaría mejor en tecnicolor sobre una carretera amarilla. Y con ese golpe, se han convertido en parte de la mitología moderna", dijo Lodwick.
Aunque la exposición estará abierta hasta el 27 de enero, los zapatos sólo se quedarán cuatro semanas antes de regresar al Museo Smithsonian de Washington, del que son "la principal atracción".
"¡Esta es la magia del diseño de vestuario, vivir más allá de la película", concluyó el comisario adjunto.

Fuente: AFP


LA ONU MUESTRA LA TRADICIÓN ANDINA
A TRAVÉS DE LA FIGURA DE LA MUJER


Una mujer observa la obra escultórica "Doña María de Duchicela" de la exposición "Mujeres de los Andes", inaugurada hoy en la sede de la ONU en Ginebra y que incluye piezas de arte elaboradas por artistas originarios de los Andes rememoran la historia y los problemas de esta región a través de la figura de mujeres. EFE
Por Lourdes Abad

Ginebra, 18 - Piezas de arte elaboradas por artistas originarios de los Andes rememoran la historia y los problemas de esta región a través de la figura de mujeres, en una exposición que con el título "Mujeres de los Andes" se inauguró hoy en la ONU.
Los artistas reconstruyen la historia de esta región de América con pinturas, esculturas, tejidos y fotografías que reivindican la figura matriarcal de las mujeres indígenas, que se perdió con la colonización y que aún hoy día no se ha recuperado.
La comisaria y también artista expositora en "Mujeres de los Andes", Paulina Altuna, afirmó a Efe que esta exposición surgió cuando sintió la necesidad de que el pueblo latinoamericano, especialmente las mujeres, reconocieran las tradiciones y folclore andinos que se han conservado durante cinco siglos y recuperaran aquellos perdidos sin rechazar las aportaciones de la colonización.
"Las mujeres andinas tienen que saber de donde vienen. Reconocer su cultura milenaria sin rechazar su mestizaje, sus raíces españolas. Siempre ha habido un problema de falta de identidad", dijo la comisaria, de origen ecuatoriano.
Es esencial que las mujeres andinas contemporáneas entiendan "lo que son capaces de hacer" y rechacen todo tipo de violencia o exclusión por motivos de género al que son actualmente sometidas.
Y es que "en la época previa a la colonización eran las matriarcas, las que tomaban las decisiones de la familia y las que creaban el calor de hogar", argumentó la comisaria.
Altuna señaló que para recuperar esos valores precolombinos tuvo que recurrir a la figura de mujeres de la época, "pero había muy pocas representaciones" y por eso decidió "crear algunas basadas en mitos y documentos que describían a las mujeres de los Andes".
Ella presenta las esculturas de dos mujeres de la dinastía Shyris Duchicela, de la civilización precolombina Quitucara -que finalmente fue absorbida por la Inca-, que fueron la primera y la última reinas de Quito, "Princesa Paccha Shrys XVI" y "Reina Cori Duchicela".
Otra de las piezas de Altuna que muestra la valentía de las mujeres andinas es la escultura de "Doña María Duchicela", ya nacida en la época de la colonización y que fue conocida por ser una indígena guerrillera, bella, independiente, rica y ser la primera mujer en divorciarse legalmente en el Ecuador.
"Ella es la primera feminista de Ecuador. Ni en Europa se divorciaban las mujeres. Ella lo hizo legalmente y fue libre aunque nunca fue aceptada en sociedad", destacó la artista ecuatoriana.
Otras piezas de la exposición reflejan el importante papel de las andinas para almacenar en la memoria sus propias raíces a pesar de los numerosos peregrinajes de estas comunidades sobre los perfiles montañosos que recorren Ecuador, Argentina, Chile y Perú.
Rita Merino, maestra de Altuna, expone documentos coloniales de la Biblioteca Nacional de Ecuador que rescató "después de que fueran tirados a la basura".
"Los documentos son juicios que muestran las injusticias sociales que sufrían especialmente las mujeres andinas. Ella los ha transformado en obras de arte extendiendo las frases incompletas en dibujos. De su obra nace esta exposición. La solidaridad con las desigualdades y su denuncia", relató su discípula.
En esta misma línea, el chileno René Vásquez expresa de forma violenta, con colores oscuros en sus cuadros y esculturas de mujeres desgarradas, el sometimiento de la mujer y el machismo que se vive en la actualidad en Latinoamérica y que vivió en su propia casa.
"Mi madre me decía que había cosas que yo no podía hacer en la casa, que las tareas del hogar le correspondían a ella o a mi hermana. Cuando salí de Chile entendí que eso no era igual en todos los países y que había que cambiarlo", confesó Vásquez.
El artista dice que no sabe si sus obras resultaban bellas, como la escultura "Bailandina", una figura de mujer que parece que se rompe el vestido, mira al cielo y suspira.
Su intención es reflejar que el machismo continúa, incluso con violencia extrema en la región andina.
"La mujer andina sufre en silencio incluso hoy", denunció el artista, que añadió que esta exposición es una oportunidad para defender la importancia y la independencia de la mujer andina.

Fuente: EFE

JAVIER ABREU: "SOMOS TODOS UNOS SALAMES"

Con gracia y con una enorme brutalidad, un artista plantea lo que todos sabemos y tendemos a olvidar con una facilidad que el poder seguramente agradece.

Por Cristina Civale

Javier Abreu (Maldonado, Uruguay, 1980) ya dio que hablar como estudiante de Bellas Artes en Montevideo, años antes de presentar su primera muestra en Buenos Aires, Salame argentino, una instalación que entre otras cosas cuenta con un autorretrato en el que se cubre la cabeza con salame y que ahora puede visitarse como parte del Fase 4, en la Sala 9 del Centro Cultural Recoleta, cuyas paredes se encuentran, para la ocasión, tapizadas/pintadas a rayas blancas y rojas. No es la primera vez que trabaja con comida y sus derivados.
En los tiempos en que todavía era estudiante, Abreu participó en el Encuentro Internacional de Performance en Montevideo. Allí realizó una acción que consistió en comer su propio excremento. La situación sucedió así, según él mismo relata a Ñ: “Me vestía frente al público y luego sacaba de una bolsa el menú Mac y en un tupperware un asistente lo ofrecía al público de cerca para que no hubiera duda de que el excremento era real. Lo coloqué entre dos panes y me lo comí. Fueron veinte minutos de acción, estaba sentado en el centro con una luz puntual y la gente paradita alrededor. Al lunes siguiente tuve que darle explicaciones al director de la escuela de Bellas Artes y por el resto de los años de estudiante me miraron con desconfianza”. Más allá del efecto de la acción, el mensaje era más que obvio y es en esa híper obviedad, en ese énfasis realizado conscientemente, en ese no dejar lugar a dudas sobre el mensaje, sobre lo que se monta la obra de este artista uruguayo. Podría decirse que también la misma se mueve entre la escatología y el “delito”.
Así es, luego de esta peformance sobre la que se habló mucho tiempo en su ciudad, empezó su proyecto mayor, a partir del cual giran y se enlazan el resto de sus obras, incluida ésta que presenta en Recoleta. Este proyecto maestro es El empleado del mes. A través de él, Abreu trató de dar cuenta de la explotación que padecen los empleados de las corporaciones, premiados con medallas de lata y cuadritos con sus fotografías vestidos con uniforme, fotos clavadas en las paredes de sus trabajos-celdas, por el buen desempeño de sus tareas durante un mes de trabajo. El proyecto se inició durante la crisis de 2002. Abreu participó de un entrenamiento para formar parte en la empresa McDonald’s, de ese ejército de chicas y chicos que en tiempo récord deben –rotativamente– hacer hamburguesas, freír papas, armar sánguches y atender al público. Logró ingresar a la empresa y hacerse de lo que realmente quería: el uniforme característico del potencial empleado del mes. Nunca se presentó a trabajar pero se quedó con la ropa. Junto a una amiga, salió a la calle disfrazado de chico McDonalds y  se fotografío en esos días de bancos cerrados, desesperación y default a lo largo de su ciudad.
Presentó las fotografías en el Festival de Arlés y fue seleccionado. Viajó a Francia y con ese viaje comenzó el tour y las acciones vinculadas a ese proyecto central.
El proyecto se presentó en Alemania en donde realizó una instalación con 365 latas de atún como comida oficial de Uruguay; repitió lo mismo en el Mundial de Fútbol de 2006 en Weimar, en México, en varios encuentros de performances y en Ex Teresa, espacio icónico de México DF, donde volverá este año.

INSTALACION. En el Centro Cultural Recoleta, en el marco del encuentro "Fase 4".
INSTALACION. En el Centro Cultural Recoleta, en el marco del encuentro "Fase 4".

 En Santiago de Chile, El Empleado se presentó en el Centro Cultural de la Casa de la Moneda.  En la Bienal de La Habana 2009  Abreu se presentó con una barba al estilo Che y deambuló por las calles de la ciudad vieja vestido como el Empleado. El último día se afeitó en una típica peluquería de La Habana Vieja. En la Bienal de Sao Paulo 2010 realizó una performance llamada “Catering para el G20” porque en ese momento estaban reunidos los poderosos en Seúl y con música de Michael Jackson, más concretamente con el tema We Are the World sonando se paseó con su uniforme, rodeado de las obras de Roberto Jacoby, Cildo Meirelles y Oscar Bony, entre otros.
Luego de este recorrido estelar y de alto impacto, llega a Buenos Aires en un momento particular de la vida política argentina, presentando su Salame argentino, donde además de incluir sus fotografías uniformadas y de presentar el espacio intervenido como una cárcel y hacer de su salame “el exponente del trabajador esclavo del SXXI”, suma un regalo con la intención de que sea una dedicatoria para la Argentina. Destaca en la muestra una fotografía de campaña de 2011 de Cristina Fernández, una foto que luego interviene con un dibujo de un cerebro-salame donde, más allá del fiambre híbrido interpuesto, la imagen de Cristina destaca poderosamente.  Cuenta: “Por supuesto la metáfora cabeza-poder es evidente. En mi país siempre he trabajado con las figuras de los últimos presidentes, Batlle, Tabaré Vázquez, y el año pasado para el Bicentenario realicé un video, Los miedos, con dos artistas en la propia casa de Pepe Mujica”.
A pesar de que las razones parecen claras en esta muestra curada por Graciela Taquini, le preguntamos a Abreu sobre lo que significa para él la palabra “salame”. Y no puede ser más claro: “Por supuesto la expresión ‘salame’ es sinónimo de tonto. Quiero que el espectador se haga cómplice en el sentido de que todos nos sentimos políticamente hablando unos salames en algún momento, esa sensación de frustración de haber sido engañados no sólo hoy sino en las ultimas décadas. Ni hablar de 2002 cuando de golpe los políticos dicen ‘bueno, estamos en crisis’ y se encogen de hombros y nosotros puteamos a la tele, impotentes, salames todos”. Y esa es la clave de su éxito: en estos tiempos todos nos sentimos un poco salames y Abreu llega aquí para contarlo con gracia, frescura y una enorme brutalidad.

FICHA
Javier Abreu. El Empleado del Mes. Salame argentino.

Lugar: Sala 9 del Centro Cultural Recoleta, Junin 1930.
Fecha: hasta el 14 de octubre.
Horario: mar a vie, 14 a 21. Sabados y domingos, 12 a 21.
Entrada: gratis.


Fuente: Revista Ñ Clarín

PRUEBAN QUE HAY UN VÍNCULO ENTRE LA CREATIVIDAD Y LAS ENFERMEDADES MENTALES

Según un estudio realizado durante 40 años, la gente que trabaja en profesiones creativas padece enfermedades mentales con más frecuencia que la población en general.




Una pluma genial. Al borde de la locura. Esa parece ser la regla. Al menos, es lo que se desprende de un estudio realizado por investigadores del Instituto Karolinska y publicado por el Journal of Psychiatric Research y que sostiene que las personas que tienen profesiones creativas son más propensas a padecer enfermedades mentales.
El año pasado, el equipo de científicos suecos había demostrado que entre las familias donde había casos de trastorno bipolar y esquizofrenia también había un mayor número de artistas y científicos, en comparación con la población en general.
Ahora, los investigadores ampliaron sus estudios e incluyeron más diagnósticos psiquiátricos como el trastorno esquizo-afectivo, la depresión, el síndrome de ansiedad, el abuso de alcohol, la adicción a las drogas, el autismo, el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), la anorexia nerviosa y hasta el suicidio. Y confirmaron lo que habían prbado antes.
El estudio, realizado durante 40 años, siguió a casi 1,2 millones de pacientes y sus familiares, identificados hasta el grado de primos segundos, y es el más extenso puesto en marcha hasta el momento.
Los resultados confirman las conclusiones del estudio anterior: el trastorno bipolar es más frecuente entre personas con profesiones artísticas o científicas como bailarines, investigadores, fotógrafos y autores.
Por otra parte, según informó el instituto sueco, determinaron que los escritores padecen con más frecuencia otras enfermedades psiquiátricas (incluida la esquizofrenia, la depresión, el síndrome de ansiedad y el abuso de sustancias) y son casi un 50 por ciento más propensos a cometer suicidio que la población general.
La lista de casos de escritores y artistas que sufrieron trastornos mentales es amplia. La novelista Virginia Woolf, por poner un ejemplo, sufría una depresión crónica y acabó suicidándose lanzándose al río. Hans Christian Andersen, autor de El patito feo y La sirenita, también padecía depresión, o Ernest Hemingway, que decidió acabar con su vida de un tiro con una escopeta.
Los investigadores también observaron que las profesiones creativas fueron más frecuentes entre los familiares de pacientes con esquizofrenia, trastorno bipolar, anorexia nerviosa y, en cierta medida, el autismo. Según Simon Kyaga, consultor en psiquiatría y estudiante de doctorado en el Departamento de Servicios Médicos de Epidemiología y Bioestadística, los resultados dan pie a reconsiderar los enfoques sobre las enfermedades mentales.
"Si se tiene en cuenta que ciertos fenómenos asociados con la enfermedad son beneficiosos, se abre el camino para darle un nuevo enfoque al tratamiento", aseguró el científico, investigador principal del trabajo. "En ese caso, el médico y el paciente deben llegar a un acuerdo sobre lo que se va a tratar, y a qué costo. En psiquiatría y en medicina en general, tradicionalmente se veía a la enfermedad (mental) en términos de blanco y negro y se esforzaban en tratar al paciente eliminando todo lo negativo". Ahora, con estas nuevas conclusiones, el futuro de los pacientes podría llegar a nuevos horizontes.
Po otra parte, el especialista Beth Murphy dijo que es importante no idealizar a las personas con problemas de salud mental, que con demasiada frecuencia son presentados como "genios creativos".
El estudio fue financiado por diferentes entidades como el Consejo de Investigación sueco, la Fundación de Psiquiatría Sueca, la Fundación Bror Gadelius, el Centro de Estocolmo para Investigación Psiquiátrica y el Consejo Sueco para la Vida Laboral e Investigación Social.

Fuente: Karolinska Institutet y La Vanguardia

Fuente texto: clarin.com
Imágenes: Exhibición El Greco,
Los Apóstoles. Santos y "locos de Dios"


PARÍS SE CONVIERTE EN EL CORAZÓN DEL ARTE MUNDIAL
CON SU 39 FIAC


Vista general de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) en el Grand Palais en París, Francia, hoy, miércoles 17 de octobre de 2012. La FIAC se celebra del 8 al 21 de octubre. EFE

París, 17- La inauguración de la 39 Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC), que mañana y hasta el próximo 21 de octubre mostrará al público las propuestas de 182 galerías de 25 países, comenzó hoy a convertir París en el centro del arte más actual.
Francia con 66 galerías, Estados Unidos con 34, Alemania con 29 y Bélgica con 19 son los países mejor representados en este salón, seguidos de Reino Unido (15), Italia (14) y Suiza (10).
España concurre con tres galeristas: las madrileñas Elvira González y Guillermo de Osma y la barcelonesa Projecte SD; al igual que México, con Gaga Contemporary, Kurimanzutto y Jan Mot, mientras que Brasil cuenta con dos: Raquel Arnaud y Luciana Brito Galeria, de Sao Paulo.
En declaraciones a Efe, el marchante de arte latinoamericano residente en Nueva York Charles Conkright, dijo tener la sensación de que este año el arte moderno, en el que está especializado, era más abundante en la FIAC que en ediciones anteriores y consideró que el arte iberoamericano, con obras, entre otros, de Millares, Tapies, Chillida y Dalí, estaba muy bien representado.
La efervescencia artística de la FIAC no sólo ocupa el monumental Grand Palais, su cuartel general, sino que consolidó este año sus espacios oficiales en las Tullerías, el Jardin des Plantes, los Inválidos y, por primera vez, la Plaza Vendôme.
En ella, el escultor catalán Jaume Plensa reina en solitario con tres obras monumentales, mientras que en la Explanada de los Inválidos el británico Jeremy Deller presenta su particular recreación del templo megalítico de Stonehenge, en versión hinchable y apta para todos los públicos, titulada "Sacrilège".
Al mismo tiempo, en los jardines de las Tullerías, se exponen una veintena de obras monumentales y, por segundo año consecutivo, el Jardín de Plantes y el vecino Museo de Historia Natural se apuntaron a la experiencia con obras de diferentes autores.
Además, el arte palpita en espacios adyacentes como la sede de Christie's, que hoy presentó una veintena de obras maestras de arte contemporáneo de la posguerra, de Warhol, Basquiat, Hopper, Currin, Calder, Klein o Lichtenstein, valoradas en cerca de 130 millones de dólares (99 millones de euros). nstalación óptica y mecánica titulada "Réplica" del francés Bertrand Lamarche en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo el 12 de octubre de 2012 en París

Instalación óptica y mecánica titulada "Réplica" del francés Bertrand Lamarche en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo el 12 de octubre de 2012 en París. AFP

Procedentes de Londres, donde se expusieron durante la feria de arte Frieze, podrán verse juntas por última vez en Nueva York, antes de ser subastadas el 14 de noviembre, por lo que es un "verdadero acontecimiento" para la casa tenerlas en París, dijo a Efe Edmond Francey, especialista de su departamento de arte contemporáneo.
Dos grandes galeristas internacionales aprovecharon igualmente el 'momento' FIAC para lanzar sus nuevos espacios de exposición.
El marchante estadounidense Larry Gagosian, que a pocos metros del Grand Palais acaba de inaugurar una monográfica del italiano Rudolf Stingel (1956) eligió Le Bourget, al norte de la capital, para estrenar mañana un nuevo y monumental espacio, a dos pasos del aeropuerto del mismo nombre, creado en un antiguo hangar por el arquitecto Jean Nouvel.
El artista inaugural es el alemán Anselm Kiefer (1945), quien con el título "Morgenthau plan" resucita el plan no realizado de convertir a Alemania en un Estado agrícola y preindustrial tras la Segunda Guerra Mundial y el nazismo, propuesto en 1944 en EEUU.
El austríaco Thaddaeus Ropac eligió a Anselm Kiefer y Pantin, también al norte de París, para inaugurar el pasado domingo una nueva sede, con las exposiciones "Die Ungeborenen" (Los no-nacidos), del artista alemán, e "Iphigénie", de Joseph Beuys (1921-1986).
Ambas muestras podrán verse hasta el próximo 27 de enero en una antigua fábrica de 4.700 metros cuadrados, de ellos 2.000 de superficie de exposición.

Fuente: EFE

ERNESTO MALLO Y ALBERTO BALI,
UN ENCUENTRO LUMINOSO EN PARÍS

De paso por la ciudad, el escritor Ernesto Mallo visitó el taller parisino del artista rosarino Alberto Bali. Una cámara los acompañó y registró un diálogo cómplice entre amigos, plagado de referencias: del Martín Fierro a Courbet.

Por ALEJANDRO DE NUÑEZ

En una tarde lluviosa no muy lejos del Canal Saint-Martin, en el barrio once de París, se encuentra el taller de Alberto Bali. Radicado en Francia en 1976, hijo de padre indi y de madre italiana, Bali trabaja tanto la pintura, la escultura como el diseño gráfico y ha forjado a través de los años una amistad con Ernesto Mallo, escritor. El autor de Los hombres te han hecho mal, además del director del Ban! Buenos Aires negra, el festival de novela policial que en junio pasado tuvo su exitoso debut, con auspicio de la Revista Ñ, también ha escrito catálogos para muestras del rosarino, revela durante el encuentro.
En la amplitud de la sala iluminada, el artista espera la visita con su último cuadro, ya vendido: “Me va costar separarme de él”, dice rápidamente. Mallo comenta que “se puede percibir una singular combinación de todos esos orígenes y pertenencias” de su amigo. “Bali parece expresar diversas nostalgias con inquietante objetividad, como si hubiera un intento no deliberado de vencer el olvido”.
Pero antes de llegar a la tela Sala de espera, un curioso ballet toma forma frente a la mirada indagadora de Ernesto Mallo: “Ser escritor es más práctico, mover un texto no lleva tanto esfuerzo”, reflexiona frente a las pinturas que entran en movimiento de la mano del artista.
“Estas son mis mitologías”, explica Bali refiriéndose a una serie de cuadros a la vista. “Por supuesto, están Adán y Eva, Abel y Caín y otro por ahí que es Escila y Caribdis, cosas que saqué de la cabeza”, enumera, hasta que aparece Martín Fierro desnudo. “También tengo una pequeña sorpresa, un homenaje a Courbet: El origen del mundo...”, explica evocando las aventuras de la obra y a su último dueño, nada menos que Jacques Lacan, quien lo mantuvo siempre escondido detrás de una cortina. Desde 1995 el público puede admirar el famoso cuadro en el Museo d’Orsay que aloja la colección más grande de obras impresionistas del mundo.

Fuente: Revista Ñ Clarín

UN PUENTE ENTRE LA ESTEPA Y LA PAMPA

Juan Doffo dialoga desde la pintura y la fotografía con el universo poético del cineasta ruso Andrei Tarkovski. La naturaleza da sustancia a la conexión espiritual y estética entre los dos creadores.

Por Marina Oybin

Cómo condensar ejes temáticos, estructuras narrativas, climas y ritmos cinematográficos en una imagen fija? ¿Cómo lograr que esas fotos o pinturas no obturen la potencia original de las películas que les dieron impulso? Eso es lo que uno se cuestiona en Cuando Tarkovski plantó un árbol en mi casa, la deslumbrante muestra de Juan Doffo en la galería Rubbers, que reúne pinturas de gran formato y fotografías que van desde 1989 hasta hoy, todas inspiradas en filmes de Andrei Tarkovski. 
En sala, una proyección nos sumerge en fragmentos de películas de Tarkovski: al recorrer la muestra es posible viajar de la gélida Infancia de Iván (1962) a la Mechita desértica. O del fuego y el agua de cristal de las performances de Doffo hasta las llamas que queman cuerpos y casas en El espejo (1975) y en la belleza trágica, conmovedora, de Nostalgia (1983) y El sacrificio (1986).
¿Quién se anima a ir más allá de ese espacio que es puro enigma y acaso belleza? Quién se atreve a quebrar esa confortable quietud, nos preguntamos en esa bacanal visual hecha a golpe de detalles que es Stalker (1979). Un submundo con poco artificio donde sólo un chico conserva la huella de su paso por ese espacio enigmático que es “La Zona”. “En el amor y en el arte –dice el artista– siempre jugás con fuego: terminás en la locura o en la maravilla”. “La Zona” de Doffo nos lleva a un cruce infinito de vías del ferrocarril en Mechita, su pueblo natal que creció a la par del tren y con el menemismo quedó detenido en el tiempo.
Avanza en pantalla el globo aerostático de cuero y trapos, casi una mortaja, de Andrei Rublev (1966), filme épico amputado y censurado por las autoridades soviéticas, basado en el mítico pintor ruso de íconos de principios del siglo XV. Aquí Tarkovski indaga en la posibilidad de relaciones armónicas entre hombres, entre arte y vida, tiempo e historia. Consumido por la tristeza, el monje duda: cómo pintar una iglesia entre tanto dolor.
¿Cómo plantar un ícono entre masacre, violaciones y humillación? No importa: el maestro finalmente va a pintar: el pueblo quiere su ícono. Y ahí nomás, como conjura a la barbarie, estampa su tacho de pintura Jackson Pollock en las impecables paredes. Desconfía del sentido del arte en esa sociedad: se sumerge en el mutismo y no vuelve a pintar. Deambula. Descubre el deseo, la sexualidad y la bajeza del hombre hasta el punto de asesinar. Descubre también la belleza del agua que inunda y estalla, conoce al hijo del que fue el gran constructor de campanas, y a los adoradores del fuego.

EL SENTIDO DEL ARTE, 2012. Acrílico sobre tela, 150 x 250 cm.
EL SENTIDO DEL ARTE, 2012. Acrílico sobre tela, 150 x 250 cm

A unos pasos las imponentes, fabulosas, pinturas de Doffo “El sentido del arte” y “Forjando en el tiempo” nos trasladan al mundo de Mechita en mix con el de Andrei Rublev. “Me pregunté muchas veces por qué me conmovían tanto las ideas de Tarkovski, sus imágenes y el clima poético resultante. Tal vez lo asocié con la condición rusa de habitar esos enormes espacios, semejantes a las grandes extensiones silenciosas de mi llanura pampeana, o a lo mejor, por esa sensación metafísica que me despertaron sus paisajes y sus personajes que intentan ir más allá de los límites humanos. Personajes muchas veces de espaldas al espectador interrogando el universo, semejante a la pintura del romántico alemán Friedrich. Todo ello se asemeja a mi percepción del vivir. Del micro y macrocosmos que nos atraviesa”, escribe Doffo en el catálogo de la muestra.
Hay contrapuntos elocuentes: al blanco y negro y al color imperceptible y esporádico de los filmes de Tarkovski, Doffo contrapone los tonos más fascinantes y sutiles que las pupilas puedan captar. Es que Doffo no se mete con la forma, sino que captura la potencia conceptual del director de cine ruso. Y llega a esos caminos laterales que en Tarkovski devienen fundamentales. A veces el director de cine pone el foco en un perro tomando leche densa y luminosa o en un caballo recostado que rueda una y otra vez sobre sí mismo en cámara lenta: extasiado de placer, se acaricia el lomo contra la tierra seca.
Acorralado por los lineamientos del Partido Comunista de la Unión Soviética, Tarkovski tuvo que seguir filmando fuera de su país. Y vino Nostalgia (rodada en Italia) donde la belleza de Florencia deviene angustia, bruma. Y el espanto se hace carne en ese hombre que interpreta Erland Josephson, el gran actor fetiche de Ingmar Bergman, ahora redentor suicida que se prende fuego ante la mirada pasiva de todos. Otro hombre, en ritual, tratará de que su pequeña vela no se apague. Es una escena que modela el tiempo hasta petrificarlo en la retina como si fuera una pintura y que evidencia el deseo de Tarkovski: para él, el oficio de hacer cine era esculpir en el tiempo. A unos pasos, conmueve “El intento”, una serie de fotografías potentes, bellas y despojadas. En “Nada es simétrico” el fuego de una impresionante performance en Mechita invade la escena para pasar a otra fotografía, casi una miniatura, en la que la mano de Doffo protege la llama de una vela. “Este es el fuego que logramos frágilmente preservar: nada es simétrico a nuestros sueños”, dice el artista.

ESCULPIR EN EL TIEMPO, 2012. Acrílico sobre tela, 150 x 250 cm.
ESCULPIR EN EL TIEMPO, 2012. Acrílico sobre tela, 150 x 250 cm.

Y están esos paisajes imposibles que Tarkovski plantó dentro de catedrales, resignificados ahora en las bellísimas pinturas “Nostalgia”, “Catedral”, “Suspensa eternidad que cae”, con luz barroca, teatral, y “Dualidad”, con maravillosas catedrales donde habitan pampas desoladas con el sello Doffo de espirales de fuego. Esas espirales ardientes de inolvidables performances en las que el artista se metió mientras los vecinos controlaban contrarreloj las llamaradas que se desbocaban. Hubo riesgo y miedo.
El entrañable Iván irrumpe en la galería. Se lee en pantalla uno de los pocos textos que Doffo dejó en los fragmentos de películas seleccionadas: “Se puede ver una estrella en el día menos soleado”, dice la madre de Iván. El ríe, y hasta puede rozar las estrellas en el fondo del pozo de agua. Acto seguido, los nazis asesinan a su madre. Los abedules de ese bosque de La infancia de Iván que la cámara recorre zigzagueante se meten en “Lo espiritual vive en lo material” en Mechita: el humo negro, como salido de árboles quemados, invade ahora el parque de nísperos y cerezos de la casa de Juan con el mismo movimiento vertiginoso de la cámara.
Sin respiro, nos topamos con el abrazo intenso entre padre e hijo que es al tiempo casi una imploración en Solaris (1972), respuesta soviética a la emblemática 2001: Odisea del espacio, de Kubrick. La cámara se aleja hasta hacer foco en el hogar devenido una especie de átomo. “La memoria” de Doffo nos lleva a otro hogar, acaso el suyo, envuelto en magma: afuera, todo es incierto.
Cautiva en El sacrificio el hombre sufriente y la virgen sexuada abrazados, que levitan intentando amarse. Y está ese árbol que Doffo plantó en su Mechita, ese sitio simbólico y al tiempo real que condensa el vínculo entre naturaleza y cultura, entre lo infinito y lo terreno. En esas pampas, Doffo se trepó a avionetas para tomar fotografías que luego usó en sus obras. En “Esculpir en el tiempo”, un desfile inagotable de imágenes de las películas de Tarkovski conviven en el pueblo de Doffo. Una nueva ficción las ubica sobre un paisaje pampeano verdoso. “Uno va tallando paso a paso su vida, su cuerpo, sus pensamientos”, dice el artista, y agrega: “Es lo que Tarkovski va esculpiendo en su historia, pero también lo puedo reemplazar por mis vivencias”.
En la cosmogonía con sello singular que Doffo esculpe con maestría hace tiempo, el fuego, el agua, los paisajes infinitos son símbolos centrales. En esas deslumbrantes pinturas y fotografías, donde habita mucho del cine de Tarkovski, Doffo condensa experiencias intensas de su vida, de esas que el director de cine ruso definió como intransferibles.

FICHA
Juan Doffo. Cuando Tarkovski plantó un árbol en mi casa

Lugar: Galería Rubbers, Av. Alvear 1595.
Fecha: hasta el 31 de octubre.
Horario: lunes a viernes, 11 a 20; sabados. 11 a 13.
Entrada: gratis.

Fuente: Revista Ñ Clarín