Parece pero no es: exhiben arte argentino falsificado
Son obras incautadas por Interpol.
Hay cuadros que simulan se de Berni, Quinquela y otros. La muestra, en el ministerio de Hacienda, se hace para alertar a posibles compradores de arte.
Un Berni que nunca existió. "Juanito Laguna en Villa Tachito". Foto: Gerardo Dell'Oro
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¿Qué tienen en común Benito Quinquela Martín, Antonio Berni, Florencio Molina Campos y Antonio Seguí? Que todos son artistas argentinos, sí, pero también que sus alter-egos (es decir, sus dobles) exponen ahora sus pinturas juntos: se trata de una muestra creada confalsificaciones de obras hechas durante los últimos años. Y los falsificadores e intermediarios sabían lo que hacían: esas pinturas están valuadas en 600 mil dólares. Pero la cadena se rompió cuando la operación fue descubierta por InterpolLa exposición -que se inauguró ayer- constituye la primera muestra de pinturas falsas decomisadas que se hace en nuestro país. Interpol las exhibe para alertar a posibles compradores de arte.
Los cuadros están en el segundo y quinto pisos del Palacio de Hacienda. Son unas cuarenta pinturas de alrededor de las 230 que una conjunción de organismos –formada por Interpol Argentina, Interpol Internacional, el Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas, entre otros- investigó. FInalmente, desarticularon a la banda que las comercializaba y falsificaba.¿Se parecen a las originales? Los Quinquela Martín tienen poco color; el Milo Lockett posee una paleta demasiado oscura y sucia; el niño de Berni –Juanito en Villa Tachito, los títulos de las obras también son inventados- es demasiado esquemático, costumbrista, cliché; pero sí, el Seguí engaña. “Es increíble, el Seguí está perfecto”, comentaba ayer asombrada, después del acto de inauguración, la propia galerista de Seguí, Mariana Povarché (a quien el año pasado le robaron cinco obras de Luis Felipe “Yuyo” Noé que este año fueron recuperadas y devueltas).
La exposición se inauguró ayer con la presencia de Marcelo Griffi –secretario del Ministerio de Economía-, Mario Ferreiro –Jefe de Interpol en Argentina-, Marcelo El Haibe –a cargo del área de Patrimonio Cultural de Interpol- y Mario Naranjo –coordinador de Patrimonio cultural en el Ministerio de Economía-, quienes vienen trabajando en conjunto.“Se falsificaron las pinturas pero también los certificados de autenticidad”, comentó El Haibe a Clarín. “Para escribirlos hasta usaron papel añejo, original; sellos creados ex profeso y máquinas de escribir de la época”. Estos certificados también se exhiben: parecen verdaderos. Pero no lo son. De ahí la importancia de chequear con las fundaciones, galeristas y familiares de un artista a la hora de comprar una obra de arte. Interpol Argentina tiene líneas telefónicas de denuncia: 4346-5152/5150.
En el caso de las obras ahora expuestas en el Ministerio el círculo ilegal fue así: aparecieron obras “raras” de artistas conocidos por distintos locales de San Telmo. Los familiares y galeristas de esos artistas las vieron e hicieron las denuncias. En uno de los libros de notas de estos locales apareció una dirección en San Isidro. La policía fue hasta allá: resultó ser la casa de un intermediario en la cadena, un hombre con un trabajo de bajo salario pero que vivía ostentosamente en una casa muy grande de la zona norte. En esta casa la policía descubrió datos de los falsificadores: eran todos hombres mayores. Las obras fueron decomisadas y los eslabones de la cadena del mercado negro, juzgados.
Mientras tanto, si usted se diera una vuelta por la exposición, esté atento: algunos detalles a veces hasta resultan cómicos. Como el marco dorado de una falsa pintura de Quinquela Martín: para hacer los “agujeritos” de las polillas en la madera, los falsificadores dieron un par de cuchillazos o gubiazos. Una serie de agujeritos que, más que a Quinquela, hacen recordar a ¡Lucio Fontana! Pero no son ni uno ni otro: porque por aquí todo, hasta las firmas, es falso.
Fuente: clarin.com