La atribución de "Judith y Holofernes" al pintor italiano cosechó el aval de dos reconocidos estudiosos de la obra del artista, aunque otros lo adjudican a un discípulo; cotizan la obra en 135 millones de dólares
El cuadro del pintor italiano
Caravaggio (1571-1610) recientemente descubierto en el granero de una casa del
suroeste de Francia es un obra "auténtica", afirmaron hoy varios
expertos en su obra, a pesar de las dudas de otros especialistas. "Esta
iluminación especial, esta energía típica de Caravaggio, sin correcciones, con
mano segura, y las materias pictóricas, hacen que este cuadro sea
auténtico", declaró en París el experto Eric Turquin, aunque dijo que
"habrá más controversias que peritajes" sobre el cuadro. Turquin
cuenta sin embargo con un apoyo importante, el de Nicola Spinoza, exdirector
del museo de Nápoles y uno de los grandes especialistas mundiales de
Caravaggio.
"Hay que ver en esa tela un verdadero original del maestro lombardo, identificable casi con certeza, aunque no tengamos ninguna prueba tangible e irrefutable", señala Spinoza en su informe. El óleo sobre tela de gran formato, en buen estado de conservación, fue realizado entre 1600 y 1610 y representa a Judith y a Holofernes. El cuadro fue descubierto por los propietarios de una casa en la región de Toulouse, en abril de 2014, cuando abrieron el altillo para arreglar un escape de agua.
En el mercado internacional del arte, el cuadro tiene un valor estimado en 120 millones de euros o 135 millones de dólares, según Turquin. El experto explicó que el Museo del Louvre estudió la obra durante tres semanas pero el ministerio de Cultura francés decidió rechazar el certificado de exportación a la espera de su peritaje oficial. Según el ministerio, la tela tiene que permanecer en Francia porque es "una etapa muy importante en el caravaggismo" aunque todavía debe determinarse su autor.
Eric Turquin reconoce sin embargo que otros expertos "serios" atribuyen el cuadro a Louis Finson, un pintor flamenco (1580-1617), discípulo del caravaggismo. Según la publicación francesa Le Quotidien de l'Art, Mina Gregori, una especialista de Caravaggio, cree que no se trata de un original "aunque reconoce la calidad indiscutible de la obra". "Es una obra importante, sea de Caravaggio o de otro pintor", insisten fuentes cercanas al caso.
"Caravaggio es un artista problemático para las atribuciones. No tiene firma. Hay muchas copias. La historia del arte no es una ciencia exacta. La atribución de un cuadro a un pintor se hace con un conjunto de indicios. Esto puede durar años y puede que nunca se encuentre la respuesta", según las mismas fuentes.
"Hay que ver en esa tela un verdadero original del maestro lombardo, identificable casi con certeza, aunque no tengamos ninguna prueba tangible e irrefutable", señala Spinoza en su informe. El óleo sobre tela de gran formato, en buen estado de conservación, fue realizado entre 1600 y 1610 y representa a Judith y a Holofernes. El cuadro fue descubierto por los propietarios de una casa en la región de Toulouse, en abril de 2014, cuando abrieron el altillo para arreglar un escape de agua.
En el mercado internacional del arte, el cuadro tiene un valor estimado en 120 millones de euros o 135 millones de dólares, según Turquin. El experto explicó que el Museo del Louvre estudió la obra durante tres semanas pero el ministerio de Cultura francés decidió rechazar el certificado de exportación a la espera de su peritaje oficial. Según el ministerio, la tela tiene que permanecer en Francia porque es "una etapa muy importante en el caravaggismo" aunque todavía debe determinarse su autor.
Eric Turquin reconoce sin embargo que otros expertos "serios" atribuyen el cuadro a Louis Finson, un pintor flamenco (1580-1617), discípulo del caravaggismo. Según la publicación francesa Le Quotidien de l'Art, Mina Gregori, una especialista de Caravaggio, cree que no se trata de un original "aunque reconoce la calidad indiscutible de la obra". "Es una obra importante, sea de Caravaggio o de otro pintor", insisten fuentes cercanas al caso.
"Caravaggio es un artista problemático para las atribuciones. No tiene firma. Hay muchas copias. La historia del arte no es una ciencia exacta. La atribución de un cuadro a un pintor se hace con un conjunto de indicios. Esto puede durar años y puede que nunca se encuentre la respuesta", según las mismas fuentes.