Por Alejandro Maglione
De las cosas que tuve la suerte que me pasaran, fue cantarle el happy birthday a la catedral de Notre Dame de Paris. La
señora puso a sus fieles y a los curiosos a que le soplaran ¡850
velitas! Cuesta imaginar estar frente muros que se levantaron en el
siglo XII -más precisamente, la primera piedra fue colocada en el 1163- y que pueden testimoniar que vieron pasar la Guerra de los Cien Años; la Revolución Francesa,
donde las hordas la saquearon, pero no dañaron; no paso una, sino dos
guerras mundiales, entre otras lindezas. Y allí está. ¡Espléndida!
Pusieron una enorme plataforma a unos 40 metros de la
fachada, para que los curiosos nos pudiéramos elevar y calmar nuestra
tortícolis a la hora de observar la fachada con detenimiento. He
perdido la cuenta de las veces que me detuve a observarla, pero sé que
la próxima vez que me encuentre cerca, volveré a quedarme embobado
buscando detalles nuevos que se escaparon a mi permanente curiosidad.
Los festejos que se iniciaron durante mi estadía, se
continuarán durante todo el 2013, exactamente hasta el 24 de noviembre
próximo. Recomiendo interesarse sobre qué anda pasando a este respecto,
cada vez que se viaje para ver que tienen preparado para el momento de
su visita. Vale la pena y está permitido emocionarse. Ah, también le
están poniendo nuevas campanas, habrá que conseguir el nuevo Quasimodo
que las haga sonar para su Esmeralda. Se calcula que irán 20 millones de personas a visitarla. Reserve lugar.
Allí nomás, en la puntita de la Île de la Cité,
hay un jardincito que siempre me convocó a sentarme y quedarme un rato
descansando, pensando, viendo pasar las barcazas que recorren el Sena. Casi nunca hay nadie, quizás porque hay que bajar unas escaleras que están al pie del Vert Gálant,
como llaman a la estatua ecuestre de Enrique IV que está ubicada en el
lugar. Por eso, a ese pedacito de naturaleza, los llaman el Coin du Vert Gálant.
Me pareció curioso que justito en la punta de esa "proa" que encara el
río, esté adornada por dos sauces llorones, ¿o estarán para aprovechar
las magníficas raíces que tienen estos árboles para protegerla de la
erosión? Vale la pena, créame.
Fuente: conexionbrando.com
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