Lo ganó Franco Vico por la idea de hacer otro concurso y repartir el dinero. Alan Faena se siente identificado.
Por Mercedes Pérez Bergliaffa
No hay muchos concursos de arte que ofrezcan tanto dinero como
el Premio Faena a las Artes; 75.000 dólares. Y para sorpresa de muchos,
lo ganó un artista de 27 años, bastante desconocido, nacido en Santa Fé:
Franco Vico. Seleccionado entre más de 837 proyectos, el de Vico trata
sobre Bairoletto, un personaje que durante la primera mitad del Siglo XX
daba vueltas por nuestro país robándoles a los ricos para darles a los
más pobres. Era conocido como el “Robin Hood de las Pampas” o, también,
el “Robin Hood criollo”.
Cuando se enteró de su premio, Vico se
asombró. Y no es para menos: las dos menciones de honor –los premios que
le siguen– fueron otorgadas a dos muy conocidos artistas: el español
Santiago Sierra y Sebastián Díaz Morales, un videasta argentino
exquisito, sutil y profundo.
“No fue fácil”, comenta Ximena
Caminos, coordinadora del jurado. “Los jurados Carlos Basualdo, Inés
Katzenstein y Caroline Bourgeois(que estuvo a cargo de la colección de
arte del millonario Francois Pinault, en Venecia) discutieron largo
rato. Finalmente citamos a Vico, para que explicara su obra. Y eso fue
determinante.” “¿Pero cuál es la obra?”, se preguntará usted. ¿Quisiera
verla? Bueno. Imposible. Todavía no hay obra . Hay sólo proyecto. Y esto responde a una modalidad de muchos artistas contemporáneos.
En
el caso de “Fundación Vairoletto” –el trabajo premiado– la cosa será
así: Vico usará, de los 75 mil dólares, 25 mil para organizar un nuevo
premio, que tendrá 25 ganadores a 1000 dólares cada uno. Con otros 25
mil dólares, hará la producción de la “Fundación”, la campaña de
difusión de su premio, el marketing. De los 25 mil restantes, donará la
mitad a organizaciones benéficas y se quedará con lo demás. Con todos
estos procesos, el artista deja al descubierto sistemas, usos,
funciones, y estructuras del sistema del arte y del mundo en general.
“Si
bien mi base es la pintura, hacía rato que yo venía haciendo
performances así, donde repartíamos cosas, junto con otros artistas”,
explica Vico, “pero nunca algo de esta envergadura.” “De alguna manera, siento que hago lo mismo
que lo que este artista pone al desnudo con su obra, al aportar plata
para los artistas, para concretar ideas, sueños”, dice Alan Faena,
presidente del Faena Group.
Habrá que esperar un año para ver la
obra de Vico realizada. Ahora empieza el momento del taller o, mejor
dicho, de la producción.
Fuente: clarin.com
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