Buenos
Aires, 17 - "Era como si me hubieran triturado las entrañas,
sentía un dolor insoportable y un calor increíble", asegura la artista
británica Tracey Emin al recordar su aborto en un desgarrador vídeo que
forma parte de su exposición en Buenos Aires, la primera en solitario en
el continente americano.
Esa tormentosa experiencia, que millones de mujeres de todo el mundo
sufren en silencio, Emin decidió grabarla y hacerla pública en 1996, una
decisión que no solo tuvo un efecto catártico, sino que trazó el camino
que la catapultaría a la cima del arte británico a finales de los
noventa.
El vídeo, que bautizó como "How it feels (Lo que se siente)", da
título también a la exposición que acoge el Museo de Arte
Latinoamericano (Malba) de la capital argentina, comisariada por el
canadiense Philip Larrat-Smith, y en el que se exhiben otras cuatro
cintas con tintes autobiográficos, grabadas entre 1995 y 2000.
"Gritaban pu-ti-ta, pu-ti-ta. Al final ya no podía escuchar la música
ni la gente que aplaudía, la cabeza me daba vueltas y lloraba. Había
perdido", dice Emin en otro de los vídeos, "Why I never become a dancer
(Por qué nunca llegué a ser bailarina)".
En la obra, la artista británica recuerda los abusos sexuales que
sufrió cuando tenía 13 y 14 años pero los exorciza en un baile final
desenfrenado al ritmo de "You make me feel (Mighty Real)", de Sylvester.
Han pasado casi dos décadas desde que Emin, de 49 años, grabase los
vídeos que ahora expone el Malba, y aseguró que le resulta extraño
volver a ver este material ahora.
"Es muy extraño verme tan joven porque ahora actúo y pienso como una
persona mucho mayor, pero al mismo tiempo es bueno porque sigo
reconociéndome en estas ideas", declaró la artista a Efe horas antes de
la inauguración.
La recogida melena rubia que la estrella británica lucía el jueves en
Buenos Aires contrastaba con el pelo corto y moreno con el que aparece
en las cintas, pero más allá de los cambios físicos y estéticos, Emin
aseveró que se alegra de "ya no sufrir así y estar en el lado positivo
de la vida".
Emin admitió que en los últimos años se ha desdibujado la frontera
entre público y privado y señaló que ahora le parecen "inocentes" obras
suyas que escandalizaron hace años a la sociedad, como "Mi cama", la
instalación en la que exponía una cama rodeada de botellas de vodka,
colillas, condones usados, tampones y ropa interior y con la que fue
nominada a los premios Turner en 1999.
"Sí, ahora, con Facebook, Youtube, ya no hay nada privado sobre
nadie. Pero hace 20 años no era así: los británicos no decían lo que
pensaban, lo que sentían, tenían que parecer invulnerables y yo, en
cambio, era vulnerable", aclaró.
Pese al cambio de mentalidad, el arte de Emin, una de las exponentes
más exitosas del grupo conocido como "Young british artists" (jóvenes
artistas británicos) en los noventa, mantiene la capacidad de provocar y
de generar admiración o repulsión entre quienes se enfrentan a sus
obras.
En declaraciones a Efe, el comisario Larrat-Smith indicó que la
selección de vídeos que pueden verse en el Malba hasta finales de
febrero es una buena representación de "la voz compleja de Emin", que a
veces "es más humorística, otras más trágica y otras lírica".
La artista coincidió con él y subrayó que considera que se trata de
"un espectáculo perfecto para Argentina, ya que los argentinos son muy
expresivos, muy libres a la hora de hablar de sus sentimientos, de
contar qué les ocurre".
En Argentina solo podrá contemplarse material audiovisual, pero la
polémica artista, titular de dibujo en la Royal Academy of Arts de
Londres, ha recurrido también a la fotografía, al dibujo e incluso al
bordado para convertir sus pulsiones vitales en arte.
Mar Centenera
Fuente: EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario