El pintor lo habría ocultado para evitar represalias una vez vencido Napoleón.
A LA IZQUIERDA, EL CUADRO QUE SE VEÍA EN EL MUSEO RIJKS, DE AMSTERDAM. A LA DERECHA, EL RETRATO QUE ESTABA PINTADO DEBAJO Y QUE TIENE DIEZ
AÑOS MÁS QUE EL QUE ESTABA VISIBLE. LOS EXPERTOS SUPONEN QUE SE TRATA
DE UN MILITAR DE ALTO GRADO QUE ACOMPAÑÓ A JOSÉ BONAPARTE.
Escondido. Oculto. Rezagado. Un magnífico retrato pintado por
el genial Goya fue descubierto debajo de la obra "Retrato de Don Ramón
Satué", una de las obras célebres del artista.
Así lo anunció el museo Rijksmuseum de Amsterdam.
Con
una técnica desarrollada conjuntamente por la Universidad de Amberes y
la de Delft, que utiliza rayos X fluorescentes y permite detectar toda
la gama de color y pigmentos que hay debajo de un cuadro sin necesidad
de tocar la superficie, fue posible realizar el hallazgo.
Bajo el
cuadro del juez español Ramón Satué se puede ver otro retrato; un
general del Ejército de Caballería del imperio napoleónico. Las
autoridades del museo aseguran que el retrato oculto fue pintado diez
años antes que la célebre obra de Goya.
Las autoridades del museo
no descartan que se trate de José Bonaparte hermano del emperador, ya
que cuenta con las máximas distinciones de la orden. Sin embargo, el
rostro que aparece bajo la cara de Ramón Satué no ofrece los detalles
suficientes como para ser identificado.
Este cuadro se encuentra
temporalmente en el museo Bojimans Van Beuningen de Rotterdam mientras
concluyen las obras de ampliación del Rijksmuseum, previstas para 2013.
Es la única obra de Goya en los Países Bajos.
Francisco de Goya (1746–1828) es uno de los pintores españoles
más importantes de la Historia. Además, quizás sea el artista muerto a
quien más obras “nuevas” se le atribuyen. Ayer sumó una nueva pintura a
su producción “póstuma”: un grupo de investigadores del Rijksmuseum de
Amsterdam, uno de los más importantes de Holanda, dio a conocer un
retrato de un subalterno de José Bonaparte –el hermano de Napoleón–
oculto debajo de otra pintura de Goya.
La nueva pintura apareció debajo del Retrato de Don Ramón Satué. El descubrimiento fue posible gracias a una innovadora tecnología de
rayos X desarrollada por la Universidad de Amberes, de Bélgica, y la
holandesa de Delft. “Es casi con toda probabilidad el retrato de un alto
cargo militar que acompañó a José Bonaparte en su llegada a España como
rey”, según explicó el curador de Arte Internacional del centro, Duncan
Bull, en una entrevista telefónica con la agencia EFE.
Los
expertos apuntan a dos altos cargos militares originarios del antiguo
Reino de Nápoles, uno de los cuales conoció en persona a Goya durante su
estadía en España, según algunos documentos históricos.
“Nunca
podremos decir a ciencia cierta de quién se trataba, pero reducir el
elenco a unas pocas personas ya es bastante”, afirmó el responsable de
Arte Internacional del Rijksmuseum, que contó con la cooperación del
Museo del Prado para realizar la investigación. Incluso, en un principio
se sugirió que el retratado sería el mismísimo José Bonaporte.
Sin
embargo, esa primera hipótesis se descartó al comprobar que la pose era
“demasiado informal” y no contaba con la iconografía característica de
los retratos del imperio napoleónico, según Bull.
Para el experto
no hay dudas: la autoría del retrato es de Goya, porque el pintor nacido
en Zaragoza “no solía reciclar lienzos ajenos para realizar sus obras”.
El primer retrato podría estar datado entre 1809 y 1813, es decir, una década antes de que Goya pintara encima el Retrato de Don Ramón Satué, la única de sus pinturas que se encuentra actualmente en Holanda.
Los
expertos creen que la obra quedó en manos de Goya después de la
ocupación francesa en 1813, quien entonces podría haber decidido
ocultarlo con otra pintura para evitar posibles represalias por parte
del régimen absolutista de Fernando VII. El lienzo se encuentra
actualmente en el museo Boijmans Van Beuningen de Rotterdam, y regresará
al Rijksmuseum en 2013.
La última vez que se había atribuido una
obra a Goya fue hace nada más que dos meses, cuando la revista Ars
Magazine presentó un estudio de la Universidad del País Vasco que
probaba que el pintor era autor del lienzo La Virgen con San Joaquín y Santa Ana , en manos de un afortunado coleccionista privado.
En febrero pasado investigadores encontraron una mujer tapada en la pintura Jovellanos en el Arenal de San Lorenzo (1780-1782).
En 2008 también había aparecido Muchachos al avío, un grabado que se creía perdido de la serie los Caprichos, en la cocina de la residencia presidencial de la ex Yugoslavia del mariscal Tito.
Podemos apostar que, más temprano que tarde, el gran Goya volverá a ser notcia.
Fuente: clarin.com
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