Ana Baron
Es difícil hablar de
Horacio Coppola uno de los mas grandes fotógrafos argentinos, sin hablar
de su esposa Grete Stern, una destacada fotógrafa alemana con quien se
caso en 1935 en Londres. No sólo los unió el amor sino que también la
búsqueda de un lenguaje fotográfico modernista y el haber trabajado
juntos en el Bauhaus, en Berlín. Pese a la intensidad de las
experiencias que compartieron en el corazón de la vanguardia artística
de esa época, sus respectivas carreras se mantuvieron totalmente
independientes, cada uno mantuvo su estilo y sus temas.
La
excelente exposición que inaugura el MoMA (Museo de Arte Moderno) de
Nueva York el 17 de mayo, titulada De la Bauhaus a Buenos Aires, Grete
Stern y Horacio Coppola, muestra cómo la independencia artística se
mantuvo hasta que se divorciaron en 1944.
De hecho, en la
exposición las fotos de Coppola y Grete –que en la Argentina son
representados por la galería Jorge Mara– fueron colocadas en salas
diferentes. Los marcos de las fotos de Coppola son negros, los de las de
Stern, blancos. Así es mucho más fácil ver la diferencia que había
entre ellos.
“Los dos tenían carreras muy destacadas antes de
conocerse en Berlín en 1932. No se puede ver una influencia clara del
uno sobre el otro”, dijo a Clarín Sarah Meister, la encargada de
seleccionar las fotos para la exposición, un trabajo que llevó dos años e
incluyó numerosos viajes a Argentina, y a Europa. En diálogo con un
grupo de periodistas, Meister dijo que “es increíble pero debido a que
eligieron vivir en Buenos Aires, el trabajo de Coppola no es conocido en
el exterior. En Estados Unidos no hay ningún otro museo que tenga fotos
suyas. Esta es la primera retrospectiva de Coppola y Grete en el
mundo”.
Cuando Coppola conoció a Grete en Berlín, él ya había
publicado sus fotos en la prestigiosa revista Sur de Victoria Ocampo.
También había ilustrado un libro de Jorge Luis Borges, Evaristo
Carriego. Es decir que ya había sido aceptado en los círculos más
intelectuales de Buenos Aires. Coppola también había fundado un club de
cine donde, muy influido por los filmes de Sergei Eisenstein, Man Ray o
Dziga Vertov, pasaba películas extranjeras.
La exposición muestra
cuatro films de Coppola. Lo que predomina en su obra son, sin embargo,
sus fotos sobre Buenos Aires, sus calles, la gente, las casas, los
balcones …con una luz y perspectivas muy especiales. Al principio
intenta conciliar lo viejo y lo nuevo, pero luego lo más importante
comienza a ser lo nuevo.
Por su parte, antes de conocer a Coppola,
Grete tenía también una carrera reconocida en Berlín, no solo era
fotógrafa, sino que trabajaba en una empresa de publicidad muy
vanguardista. Por ejemplo, hay una foto de la cabeza de una mujer
cubierta por un sombrero y abajo un par de guantes cruzados que esconde
el resto de su cuerpo.
Gretel era feminista, le interesaba mucho
el psicoanálisis. La exposición contiene fotos de su colección Sueños,
que hizo cuando ya estaba en Buenos Aires. La muestra incluye varias
fotos dee sa colección. La más destacada es la que muestra a un hombre
con una cabeza de tortuga llevando del brazo a una mujer que lo mira
asustada. En Buenos Aires hizo llamativos retratos, entre otros de Jorge
Luis Borges, Lino Enea Spilimbergo y María Elena Walsh. Todo esto y más
reúne la exposición del MoMA.
Fuente:Revista Ñ Clarín
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