COLÓN SE VA A LA COSTANERA,
PERO LA MUDANZA TARDARÁ UN AÑO

La Legislatura porteña aprobó ayer la ley que habilita el traslado del grupo escultórico frente al Aeroparque; el 12 de Octubre, el gobierno nacional colocaría en su lugar la estatua de Juana Azurduy.
El pedestal sobre el que estaba montado el Monumento a Colón ya no se ve; lo reemplaza la estructura sobre la que irá el de Juana Azurduy  Foto: LA NACION / Fabián Marelli
El pedestal sobre el que estaba montado el Monumento a Colón ya no se ve; lo reemplaza la estructura sobre la que irá el de Juana Azurduy. Foto: LA NACIÓN / Fabián Marelli
Por Laura Rocha / La Nación

Colón se mudará a la Costanera Norte. Así lo determinó finalmente ayer la Legislatura porteña que aprobó, en segunda lectura, el emplazamiento del conjunto artístico que estaba detrás de la Casa Rosada. Allí, para el próximo 12 de Octubre, el gobierno nacional quiere montar la estatua de Juana Azurduy, donada por el gobierno boliviano.
El Monumento a Colón, que la presidenta Cristina Kirchner pidió remover de detrás de la Casa de Gobierno, será reubicado, tal vez dentro de un año, en el espigón Puerto Argentino en la avenida Costanera, frente al Aeroparque.
La ley que determina el traslado de la obra y su lugar de emplazamiento recibió sanción definitiva tras ser aprobada en segunda lectura con 41 votos positivos y 8 negativos, de los diputados Alejandro Bodart (MST), Javier Gentilini (Proyecto Sur), Marcelo Ramal (FIT), Graciela Ocaña y Cristina García (CP), María Eugenia Estenssoro, Hernán Rossi y Juan Nosiglia (Suma+), y la abstención de la diputada Virginia González Gass (PSA).
Sin embargo, no está dicha la última palabra. Las entidades italianas que se oponen a la mudanza reclaman que se cumpla con lo que la Justicia ordenó que es la interrupción del proceso de traslado.
"Para nosotros, no agrega demasiado. Ya en junio habían aprobado la resolución del traslado, hoy sólo determinaron el lugar. En la Justicia, hay una medida cautelar que está vigente y no pueden mover las piezas", indicó Alejandro Marrocco, abogado de las entidades italianas.
En la plaza Colón puede observarse que el monumento al navegante genovés sigue totalmente desmontado. Incluso ya está levantado el pedestal donde ubicarán a Juana Azurduy.
El convenio de cooperación que acordaron la Nación y la Ciudad determina que los gastos de traslado, restauración y emplazamiento serán cubiertos por el Poder Ejecutivo Nacional, y que el lugar de ubicación debía ser establecido por su par porteño, que asume la responsabilidad de mantenimiento y custodia luego de su efectivo traslado.
El costo, según estimó el secretario de Derechos Humanos porteño, Claudio Avruj, será de 25 millones de pesos. "Serán necesarios trabajos de suelo. El traslado y el emplazamiento del monumento va a tardar un año. Todavía faltan acordar los tiempos y cómo se instrumentará esa financiación, si mediante transferencias al gobierno porteño o si el Nacional les realizará pagos directos a los contratistas", indicó el funcionario a la prensa.
Respecto del costo, Bodart, que votó en contra, sostuvo: "Este acuerdo anticipa más pacto Pro-K. Ambos gobiernos empezaron enfrentados en este tema y aunque intentan mostrarse distintos terminan pactando, seguro como parte de un canje mayor. En plena crisis, esto es distracción política y malgasto de 25 millones de pesos que se podrían destinar a necesidades sociales".
Los trabajos para instalar el Monumento a Colón en la Costanera requieren de un sistema de pilotes en la plazoleta con una losa de cemento. Sin estos refuerzos, la estructura se podría hundir. Según las estimaciones del funcionario, sólo ese trabajo se prolongará por tres meses. Luego hay que trasladar las partes del monumento, que están en la plaza Colón. Son unas 600 toneladas de piezas de mármol.
"Nosotros insistimos en que esta mudanza implica una destrucción. Porque aunque ellos pusieron la excusa de la restauración, desarmarlo como lo han desarmado implica una destrucción", agregó Marrocco.
El monumento fue una donación de la comunidad italiana al pueblo argentino, y la obra fue realizada en dos tipos de mármol de Carrara por el escultor italiano Arnaldo Zocchi. Comenzó a gestarse en 1904 en la Cámara de Comercio Argentino-Italiana y terminó de construirse en 1921, en la plaza Colón.
La intención original de la Casa Rosada era llevar el monumento a la plaza Colón de Mar del Plata y colocar en su reemplazo una escultura de Juana Azurduy que confecciona el artista Andrés Zerneri en los galpones de la ex Escuela de Mecánica de la Armada, en Núñez.
Pero las tareas de remoción fueron frenadas por un recurso de amparo que interpusieron las organizaciones de defensa del patrimonio Basta de Demoler (a la que la Ciudad demandó por frenar las obras de la línea H de subte en Recoleta) y Salvemos las Estatuas, al que luego se sumaron varios representantes de la colectividad italiana.
Horacio Savoia, representante legal del Círculo Italiano, indicó: "Como es público y notorio se encuentra vigente la medida cautelar que prohíbe el mentado traslado y si eso no fuera suficiente, es importante recordar que se encuentra pendiente de resolución el planteo de inconstitucionalidad presentado".

La estatua de Juana Azurduy

Nacida en Sucre, Bolivia, Juana Azurduy fue una luchadora por la emancipación del Virreinato del Río de la Plata y fue ascendida post mórtem por Cristina Kirchner a general del Ejército Argentino. Para la construcción de este monumento el gobierno boliviano de Evo Morales aprobó por decreto la donación de poco más de un millón de dólares a la Argentina. El trabajo fue encargado al escultor argentino Andrés Zerneri. El artista plástico había anticipado que la estatua, realizada en bronce y de 9,5 metros de altura, estaría lista en enero de este año, pero no fue así. La escultura mostrará a Azurduy en plena batalla, con una espada en la mano izquierda y con el brazo derecho detrás de su cuerpo protegiendo a sus cinco hijos y a campesinos y gauchos originarios de las Provincias del Río de la Plata.

 
Del editor: qué significa. El trámite burocrático para darle una cuota de legalidad está cumplido. Colón y una parte de la historia porteña, sin embargo, siguen en el piso.

Fuente: lanacion.com

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