Lo encontraron hace dos semanas en la Biblioteca Nacional, pero la noticia no trascendió hasta ayer.
De puño y letra. Las anotaciones aparecieron dentro de un ejemplar de la revista Sur que perteneció a Borges. |
Por Julieta Roffo
“Que la historia copie a la literatura es inconcebible...”, escribió Jorge Luis Borges en su cuento “Tema del traidor y del héroe”. Lo publicó primero en el número 112 de la mítica revista Sur, que salió a la calle en febrero de 1944. Algunos meses después, cuando se lanzó la primera edición de Ficciones, el cuento tenía, al final, un párrafo más. Y hace dos semanas, aunque la noticia se conoció ayer, dos investigadores de la Biblioteca Nacional encontraron el manuscrito de ese párrafo agregado por el autor para la versión definitiva de su texto.
“Que la historia copie a la literatura es inconcebible...”, escribió Jorge Luis Borges en su cuento “Tema del traidor y del héroe”. Lo publicó primero en el número 112 de la mítica revista Sur, que salió a la calle en febrero de 1944. Algunos meses después, cuando se lanzó la primera edición de Ficciones, el cuento tenía, al final, un párrafo más. Y hace dos semanas, aunque la noticia se conoció ayer, dos investigadores de la Biblioteca Nacional encontraron el manuscrito de ese párrafo agregado por el autor para la versión definitiva de su texto.
El apunte, con la “inconfundible letrita de Borges”, según
describió el director de la Biblioteca, Horacio González, fue encontrado
justamente en el número 112 de la colección de Sur que había
pertenecido al autor de El Aleph. Y apareció en medio de una
investigación que los bibliotecarios Laura Rosato y Germán Alvarez
encabezan para hallar tesoros borgeanos entre los estantes de la
institución que el escritor dirigió durante 18 años. “Se buscan libros
que presuntamente pudieron haber sido leídos por él, o que hayan
pertenecido a su colección privada, que Borges donó de una manera
incógnita”, explicó González en diálogo con Clarín. Libros de los
años 20 y 30 de editoriales francesas o alemanas, cuenta, suelen ser la
punta de un ovillo para toparse con sus anotaciones.
Según
detalla González, y como no se trata del hallazgo de un texto inédito,
el manuscrito ayuda sobre todo a conocer el modo en que Borges
trabajaba: “Cada tachadura es significativa porque muestra que cada
palabra es pensada, y es intuida”. La pieza, adelantó González, será
exhibida en la Biblioteca, aunque todavía no está definido desde cuándo
estará disponible para el público.
Tesoros. El escritor fue director de la Biblioteca durante 18 años. / DANI YAKO. |
Alcanza con leer “Tema del
traidor y del héroe”, esa historia en la que el protagonista es el
revolucionario irlandés (ficticio) Fergus Kilpatrick, para que el
hallazgo parezca prestidigitado por el mismísimo autor de Historia universal de la infamia. Es que en el cuento, Ryan, bisnieto de Fergus, “descubre en los archivos un artículo manuscrito”, según escribe Borges.
Ryan
investiga el asesinato de su bisabuelo y se entera de que el mismo
Fergus había sido señalado como un traidor a la causa que lo embanderaba
como líder. Así que acepta su condena a muerte, y su teatralización:
para que la rebelión no se evapore antes de triunfar, Fergus debe morir
como un héroe, y para eso, lo obligan a recitar versos de La tragedia de Julio César,
escritos por William Shakespeare. Lo que Ryan descubre es que Fergus
Kilpatrick intercaló palabras de su autoría, mucho más dramáticas que
las del propio Shakespeare.
Escribe Borges: “Ryan sospecha que el
autor los intercaló para que una persona, en el porvenir, diera con la
verdad”. Así que la pregunta queda abierta: tal vez haya una verdad sin
descubrir en ese acto silencioso que Borges cometió, puede sospecharse,
en 1944, hace casi setenta años. Tal vez, como dice González, sea
simplemente un motivo para buscar otras anotaciones con su
“inconfundible letrita”.
Tal vez, haya que desconfiar un poco de eso de que “que la historia copie a la literatura es inconcebible...”.
Fuente: clarin.com
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