Por el cepo y la inflación, pequeños ahorristas deciden resguardar sus pesos convirtiéndose en mecenas de jóvenes pintores
Ignacio Oroná tiene 31 años, es analista de sistemas y hace unos cinco meses decidió darle un curso impensado a su dinero.
Por el momento, le resulta difícil pensar en juntar lo
que cuesta un departamento. Por eso, ahora, invierte en arte. Mejor
dicho, ahorra en arte: se convirtió en mecenas de un artista. Todos los
meses le hace una transferencia de unos 500 pesos y a fin de año
recibirá una obra de Enrique Tazelaar, un joven pintor que lo deslumbró
con sus colores.
"A fines del año pasado acompañé a un amigo a un
evento. Yo creía que era un remate. Pero no, era el evento anual en el
que los mecenas recibían las obras para las que habían aportado
mensualmente. Me encantó la idea. Me pareció una manera genial de
comprar arte y, a la vez, invertir", cuenta Ignacio.
Su caso es cada vez más común. Según surge de los
números que se manejan en el mercado, el cepo y las restricciones
cambiarias acercaron al mercado del arte a una gran cantidad de nuevos
adeptos. Llegan interesados principalmente en la posibilidad de colocar
su dinero en un bien que no se devalúe, no tenga gastos de mantenimiento
y, eventualmente, permita hasta duplicar la inversión.
"Hoy, el 60% de los compradores son personas que no
tienen en su haber más de una o dos obras y que conocen muy poco del
tema", describe Ignacio Gutiérrez Zaldívar, de la galería de arte
Zurbarán.
Sin embargo, comprar arte para invertir o incluso para
ahorrar se ha convertido en una fantasía común, sobre todo para la clase
media porteña. El perfil, dicen, es el del pequeño ahorrista, ese que
compraba un departamento como inversión.
Las subastas de obras de arte se presentan
particularmente atractivas. Augusto Giménez Zapiola es productor de
cine. Nunca había comprado arte. Hace unos años adquirió su primera obra
en arteBA, sorprendido al descubrir que el arte estaba más a su alcance
de lo que había pensado. Compró una pintura de Felipe Giménez por 800
pesos. La quiso para colgar en su casa. Pero fue un camino de ida. "Era
posible comprar arte a precios no delirantes", advirtió. A partir de
entonces, lo intrigó la manera de conseguir obras de renombre, pero a
precios accesibles. Su ojo de inversor lo llevó a participar por
primera vez en una subasta: la del Museo Sívori. Sin ninguna experiencia
previa, empezó a levantar la mano y en poco tiempo se hizo de más de 40
obras, desde un Alonso por el que pagó unos 10.000 pesos hasta un
Cogorno, por 20.000. Ahora se prepara para participar del remate a
beneficio que el museo realizará el próximo martes, a las 19, donde
saldrán a la venta obras de grandes maestros, como Antonio Berni, León
Ferrari, Leopoldo Presas, Libero Badii, Santiago Cogorno, Marta Minujín,
Víctor Chab, Alberto Greco, Oscar Vaz, Onofrio Pacenza, y los más
prestigiosos artistas contemporáneos, como Guillermo Roux, Adolgo Nigro,
Juan Doffo, Blas Castagna, Silvina Benguria, Gustavo López Armentía,
Alberto Bastón Díaz, Raúl Farcó, Jacques Bedel y Luis Wells, entre
otros.
Esas 95 obras se exhiben en el museo y algunas de ellas
saldrán a subasta sin base y al mejor postor. El resto de los lotes
arrancará con una base que resulta entre un 20 y 30 por ciento menor que
el valor del mercado.
"Las artes plásticas siguen alentando a nuevos
coleccionistas a adquirir obras como forma de inversión. Un cuadro o una
escultura de firma no sólo representan un objeto estético, sino una
opción redituable a largo plazo, y a la que hoy se puede acceder en
pesos argentinos", apunta la vicepresidenta de la Asociación de Amigos
del Museo Sívori, Lys Grimaldi.
El mercado del arte mueve unos 1000 millones de pesos
al año. Según la Asociación Argentina de Galerías de Arte, desde 2011 se
incrementó 35% la cantidad de obras vendidas. En abril, mayo y junio
últimos, las subastas de arte han movido unos 36 millones de pesos,
según la revista Trastienda. Se subastaron 1331 obras, a un valor
promedio de 30.000 pesos cada una. Las más recientes fueron la de
Make-A-Wish, a beneficio, y la del Museo de Arte Moderno de Buenos
Aires, hace tres semanas. No soy tan joven como para saberlo todo
, una acuarela sobre papel realizada por el grupo Mondongo, se vendió
en 37.000 pesos. En total, se comercializaron obras por 700.000 pesos.
Claro que la franja de los nuevos compradores, aquellos que se acercan
al arte como inversión, se planta mucho antes. En los 5000. Tal vez en
los diez. La ilusión siempre está puesta en la posibilidad de
capitalizar la inversión. Comprar barato y vender caro, en dólares. Y
allí es donde los nuevos compradores apuestan a los llamados "artistas
emergentes". Pero para que esto ocurra hay que conocer el paño.
"Hay mucha gente que tiene ganas de meterse, pero que
no es usualmente conocedora y lo considera una eventual rentabilidad. La
mayor retribución que da el arte es la satisfacción de tenerla.
Después, si se puede vender bien, mucho mejor", sintetiza Gonzalo Vidal,
que dirige una consultora dedicada a asesorar a compradores de arte.
"Lo que se potenció mucho es la compra solitaria en los
remates. La mayoría son jóvenes que gastan hasta 15.000 pesos. Mucha
gente entra a las subastas sin ningún conocimiento. Apuestan a los
artistas emergentes, pero hay que saber que el arte es buena inversión
pero la rentabilidad es a largo plazo. Para que esas obras valgan tienen
que pasar entre diez y treinta años", apunta.
"El arte como inversión tiene una gran rentabilidad.
Sube un 12% anual acumulativo. Nada tiene ese retorno. El arte argentino
tiene precios bajísimos y gran calidad. Pero para tomarlo como
inversión hay que comprar con audacia y vender con paciencia", dice
Gutiérrez Zaldívar.
Comprar arte en cuotas como forma de capitalizar un
ahorro es una de las tendencias que se consolidan en Zurbarán, porque
como dice su director lo que falta en el mercado es financiación.
"Creció el interés por este sistema de compra -explica-. Se firma un
contrato de comodato y cuando el interesado termina de pagar las doce
cuotas se hace el de propiedad.".
Del editor: qué significa.
Ante la falta de certezas que ofrece hoy la economía argentina, los inversores buscan nuevos territorios para sus ahorros.
Ante la falta de certezas que ofrece hoy la economía argentina, los inversores buscan nuevos territorios para sus ahorros.
Para los expertos, hay que tomar recaudos para no equivocarse
Cuáles son las obras que tienen mayores posibilidades de reventa en el mercado
Qué
hay que tener en cuenta a la hora de invertir los ahorros en arte.
Desde la Asociación Argentina de Galerías de Arte aconsejan que lo
primero por considerar es la autenticidad de la obra. Y para ello
aconseja la compra en lugares oficiales y con garantía.
Si se trata de una obra con más de cien años, hay que
tener en cuenta que cuanto más conocida sea esa pintura, mayor será,
obviamente, su valor. En ese caso, la procedencia también será
importante. No es lo mismo tener una obra que perteneció a Marcelo T. de
Alvear que otra de origen desconocido.Si se trata de grandes maestros, hay algunos nombres que mandan en el mercado. A saber, entre los artistas ya fallecidos, Quinquela Martín, Fader, Berni, Pettoruti, Molina Campos, Soldi, Quirós, entre otros. Entre los contemporáneos, los especialistas marcan algunos nombres como Nicolás García Uriburu, Rómulo Macció, Guillermo Roux, Juan Lascano, Ernesto Bertani, Mario Pérez, y la lista sigue.
"Esos son los artistas que pide el mercado. Adquirir una obra de ellos siempre será una buena inversión", dice Ignacio Gutiérrez Zaldívar.
Pero también hay artistas más jóvenes por quienes sería una buena idea apostar, agrega: "Agustín Viñas, un hiperrealista de 37 años; Sol Halabi, cordobesa, de 33 años, y Natalia Sánchez Valdemoros, mendocina, de 32 años".
Comprar íconos de artistas asegurará un gran valor de reventa. Así, cuando alguien compra una obra de García Uriburu, si tiene un ombú vale más que si no los tiene. Del mismo modo cómo los Quinquela de La Boca valen más que aquellos que pintó en Córdoba. Aunque Juan Lascano pinte los mejores paisajes de la Patagonia, en sus obras la gente busca los bodegones.
Claro que comprar clásicos es más sencillo. La inversión será grande. Es difícil equivocarse y la rentabilidad será menor. En cambio, si uno va a inclinarse por artistas emergentes, la inversión será menor y el riesgo mayor. También la posibilidad de duplicar o triplicar la inversión.
Algunos especialistas recomiendan mirar la trayectoria. Si esos artistas obtuvieron premios o si obtuvieron becas de las grandes escuelas. Aunque éste no es un factor definitivo. Molina Campos el único premio que obtuvo fue un quinto puesto en un concurso del diario Clarín, por ejemplo. A Pettoruti lo rechazaban en todos los salones. El único premio que obtuvo Berni fue en la Bienal de Venecia.
Hay colores que tienen mayor poder de magnetismo que otros. Así, por ejemplo, según apunta Gonzalo Vital, consultor de arte, las obras en tonos azules cotizan mejor que las marrones. Aunque esto sólo contribuye a alimentar el mito de que los nuevos compradores de arte, por desconocimiento, compran por colores.
Una forma de preservar el dinero
- Quiénes invierten en arte
Generalmente son jóvenes porteños que en otros tiempos hubieran adquirido un pequeño departamento como forma de inversión. Ahora, ante las dificultades para acceder a una vivienda, se inclinan por obras de arte
- Cuáles son las modalidades
Muchos asisten a las múltiples subastas que se realizan en la ciudad y allí adquieren obras. Por lo general pujan, en promedio, hasta los 5000 pesos. Otros deciden financiar a un artista joven
- Cuánto se invierte
Los nuevos mecenas destinan entre 500 y 800 pesos mensuales para financiar a un artista, y éste, a fin de año, les entrega una obra con capacidad de reventa
- Cuánto más arte se vende
De acuerdo con la Asociación Argentina de Galerías de Arte, desde el año 2011 se incrementó un 35 por ciento la cantidad de obras vendidas en el país
- Cuáles son los artistas consagrados más requeridos
Entre los contemporáneos los especialistas mencionan a Nicolás García Uriburu, Rómulo Macció, Guillermo Roux, Juan Lascano y Ernesto Bertani, entre otros. También varios artistas fallecidos cotizan muy bien: Berni, Pettoruti, Quirós, Soldi, Molina Campos, Quinquela Martín, etc
Obras para todos los gustos y bolsillos
- El Centro Cultural Recoleta será el anfitrión de EGGO 2013, la feria de arte contemporáneo (ex Expotrastienda) que organiza la Asociación Argentina de Galerías de Arte para promover el coleccionismo para todos los presupuestos económicos.
- El 70 por ciento de las obras que se ofrecerán entre el 6 y el 9 del mes próximo costará desde $ 1000 hasta $ 25.000. Y, por primera vez, los precios estarán a la vista del público.
- En Junín 1930, la feria albergará unas 50 galerías de arte con más de 350 artistas plásticos. Entre las sorpresas de la edición 2013, se cuentan el proyecto Galerías Recientes y el Espacio Peisa. Ambas iniciativas procuran impulsar la difusión de artistas jóvenes de todo el país.
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