Perú, uno de los países en
América Latina más vulnerable a robos arqueológicos y arte religioso,
requiere con urgencia de una policía de élite, de fiscales y jueces
capacitados para combatir el tráfico de bienes culturales, advirtieron a
la AFP unos expertos internacionales.
Por Roberto Cortijo
Perú,
uno de los países en América Latina más vulnerable a robos
arqueológicos y arte religioso, requiere con urgencia de una policía de
élite, de fiscales y jueces capacitados para combatir el tráfico de
bienes culturales, advirtieron a la AFP unos expertos internacionales.
"Perú además de reforzar con personal del ministerio de Cultura los
controles fronterizos con Chile y Ecuador, aeropuertos y aduanas, debe
contar con una policía especializada en patrimonio cultural para
combatir a las mafias", dijo Edouard Planche, del Programa de Protección
de Patrimonio Cultural de la UNESCO.
Perú es uno de los países más amenazados por robo y tráfico de sus
bienes en Latinoamérica, debido a los numerosos sitios arqueológicos que
posee y se hace difícil protegerlo con policías no capacitados en el
tema, subrayó.
"Existe una fuerte demanda de los traficantes por tejidos
prehispánicos y arte religioso", dijo Planche, que participó en el
Taller Regional sobre Tráfico de Bienes Culturales, organizado por la
UNESCO.
Las mafias han formado una red para robar bienes patrimoniales,
muchas veces atendiendo pedidos a través de internet, y los sacan del
país por fronteras con poco control, agregó.
El especialista recomendó hacer un inventario del patrimonio, "con
sus fichas de identidad, fotografías y para eso no es necesario gastar
mucho dinero", dijo. "Si un objeto de una iglesia es sustraido, puede
recuperarse si está en un inventario, ya que la foto y la ficha se
reparten a través de internet a la policía de frontera, aduanas e
Interpol", precisó.
Por su parte, el viceministro de Patrimonio del ministerio de
Cultura, Rafael Varón, reveló a la AFP que en base a las
recomendaciones, se elabora un plan para crear una policía de élite
sobre patrimonio cultural como hay en Estados Unidos, Italia y
Argentina, así como capacitar a fiscales y jueces.
El ministerio viene realizando una campaña para registrar los bienes,
en especial en iglesias de zonas andinas que son regularmente robadas
por delincuentes, subrayó.
Varón dijo que hay objetos que se recuperan en las fronteras, otros
se abandonan por presencia policial, pero algunas piezas tardan décadas
en aparecer en algún lugar del mundo.
"Tenemos mil bienes que ya están en sedes diplomáticas de Perú a la
espera de su repatriación, la mayoría son de cerámica, metal (oro
prehispánico norteño) y textiles", reveló. Además, hay 200 grupos de
piezas en proceso de recuperación y repatriación en Estados Unidos,
Suiza, Italia, España, Chile y Argentina que involucra más de 12.000
objetos.
El viceministro dijo que entre agosto de 2011 y agosto de 2012 se ha repatriado 274 bienes culturales.
Marcelo El Haibe, de la policía de Interpol-Argentina, explicó que
los traficantes se mueven en Perú, Bolivia, Guatemala, Ecuador,
Argentina, Chile y México porque hay mucha demanda en arqueología, arte
religioso y paleontología, cuyo destino es Estados Unidos, Suiza,
España, Alemania o Gran Bretaña.
Argentina tiene desde hace 14 años policías capacitados en bienes
culturales que siguieron cursos en Italia y han logrado frenar el
tráfico de piezas de paleontología, acotó.
Uno de los mayores casos de tráfico en Perú fue el robo en 2002 del
Altar de Challapampa de la iglesia de Puno (sureste) con 450 kilos de
peso y tres metros de altura. El altar fue sacado de Perú sin que nadie
lo notara por la frontera con Bolivia y apareció en venta en una galería
privada en Texas, Estados Unidos. Un año después, al ser detectado, fue
devuelto tras unas intensas gestiones.
Fuente: AFP
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