La cultura francesa, un imán que atrajo a miles de porteños
Todos quisieron entrar. Hubo cola desde la mañana y
esperas de hasta dos horas para visitar el palacio de Cerrito al 1400.
/alfredo martinez
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Fue una visita excepcional, porque la Embajada de Francia sólo abre sus puertas una vez por año
, en septiembre, cuando se suma a las jornadas europeas de Patrimonio,
un movimiento que permite descubrir los más hermosos edificios públicos y
privados de medio centenar de países europeos. Acá, en Buenos Aires,
los festejos se centraron en el bellísimo palacio Ortiz Basualdo , una construcción que nació con el siglo XX gracias a una gran historia de amor y que desde 1939 es la sede de la embajada francesa en la Argentina.
Ayer, más de cuatro mil personas se sumaron a los festejos y recorrieron dos de sus cuatro pisos , que se conservan en perfecto estado. La visita fue el punto de partida de Viví Francia , un evento cultural que vestirá a la Ciudad de azul, blanco y rojo hasta el próximo domingo.
Como en años anteriores, una multitud esperó desde temprano
para poder entrar al palacio y recorrerlo con un guía dispuesto a
revelar todos los secretos. A las 9.30, una hora y media antes de que
abrieran las puertas, la larga fila ya daba la vuelta completa al
edificio y a la plazoleta contigua, en Cerrito, entre Alvear y Arroyo.
La expectativa por recorrer los salones de estilo inglés y francés en un
circuito gratuito atrapó a grandes y a chicos, a pesar de que las
demoras para entrar obligaban, en los momentos de más convocatoria, a esperar hasta dos horas para poder entrar.
El disfrute era doble: no sólo estar en un palacio –intacto– sino
también tener la posibilidad de viajar a la Buenos Aires más
aristocrática, la de principios de siglo, la del primer Centenario, la
de las fiestas y noches ostentosas.
La Embajada, que tiene su sede en el Palacio Ortiz Basualdo, abrió ayer sus puertas y hubo largas filas de gente desde temprano para recorrerla. En la Ciudad habrá actividades hasta el domingo. |
“Es la primera vez que vengo,
el año pasado no estaba en la Ciudad. Esperé poco menos de dos horas
pero me voy maravillada: jamás pensé que iba a encontrarla así, llena de
detalles resguardados, como los hermosos tallados en madera, o los
techos moldeados con rosetas. Es un lujo, es como visitar la galería de
los espejos en el Palacio de Versalles”, comentó Laura Pernía, vecina de
Recoleta. A un lado, mezclado entre turistas brasileños y algunos
franceses con nostalgia, Mariano Castro, de 23, esperaba entrar con su
novia Paulina. “Vinimos porque nos interesa la cultura francesa. Vamos a
seguir todas las actividades que podamos”, se entusiasmó. El paseo, que
se hacía en grupos, llevó a cientos de curiosos por los salones que el
arquitecto Paul Pater imaginó en 1912 cuando Daniel Ortiz Basualdo
encargó el palacio para vivir allí con su gran amor, Mercedes Zapiola.
La construcción fue terminada en 1918 y habitada por la familia hasta
1939. Y recién ese año el Estado francés lo compró para su sede
diplomática. Hasta hoy, sus salas de música, baile, la biblioteca y
hasta la sala de billar lucen impecables. Y algunas de ellas se usan en
ocasiones especiales o grandes galas.
Esta es la cuarta vez que
la Ciudad tiende un puente cultural con los franceses a través del
eslogan “Viví Francia”. Durante toda la semana habrá charlas, visitas
guiadas, cine, música y una agenda de actividades imperdibles para
descubrir toda la influencia de ese país en Buenos Aires.
Fuente: clarin.com
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