Detalle de "La visión de Ezequiel" (1518) en el visor de una cámara de televisión. EFE
Madrid,
8 - El Museo del Prado y el Museo del Louvre son las
instituciones que poseen más obras pertenecientes a los últimos años de
Rafael (Raffaello Sanzio,1483-1520). Por ello, la unión de ambos museos
para organizar la exposición "El último Rafael" es única.
Compuesta por pinturas que en rara ocasión salen de sus lugares de
origen, la muestra que inaugurará el próximo lunes la reina forma "un
apabullante" conjunto -según el director del Prado- que permite
contemplar la producción de Rafael y de su taller en los años en que se
convirtió en el pintor más influyente del arte occidental.
Coorganizada con el Museo del Louvre, adonde viajará en octubre, y
con el patrocinio de la Fundación Axa, la muestra reúne 74 obras, de las
cuales la mayoría no se han expuesto antes en España.
Los comisarios Paul Joannides y Tom Henry han trazado un recorrido
cronológico por la actividad del maestro, desde el inicio del
pontificado de León X (1513) hasta la muerte del artista en 1520, y de
la de sus principales discípulos, Giulio Romano y Gianfrancesco Penni,
hasta finales de 1524.
Esto hace que sea la primera gran exposición monográfica que combina
pinturas y dibujos centrándose en los últimos siete años de su corta
vida, el periodo de su carrera que alcanzaría mayor impacto en el arte
europeo posterior.
El Museo del Prado "es casa de muchos artistas y lo es también del
genio de Rafael, que logró una de las cotas más altas alcanzadas por el
arte occidental de todos los tiempos", señaló durante la presentación
Miguel Zugaza, director del Prado.
Un hombre contempla el cuadro "La
pequeña Sagrada Familia" que forma parte de la exposición "El último
Rafael", sobre este pintor italiano, presentada hoy en el Museo del
Prado. EFE
Sin el ejemplo del maestro de Urbino "no se entendería el devenir de
la Edad Moderna tal y como la conocemos", según Zugaza, para quien con
esta muestra se culmina uno de los proyectos de investigación,
restauración y expositivo "más complejos de los últimos años".
Miguel Falomir, coordinador científico de la muestra, consideró que
las últimas pinturas de Rafael no han sido bien comprendidas porque
presentan problemas de cronología, porque su diversidad desconcierta y
porque no trabajaba solo.
A arrojar luz sobre estos aspectos "y repensar como enfrentarnos a su
trabajo durante estos últimos años" contribuye la unión del Louvre y el
Prado, "que juntos forman el corpus más importante de la obra de
Rafael", consideró Falumir para quien la exposición es "un
acontecimiento inédito ya que ninguno de los dos había prestado nunca
obras tan importantes".
Además, con esta muestra el Prado salda una cuenta pendiente con el
maestro, que fue durante décadas, y desde su inauguración en 1919, el
principal reclamo del museo, hasta que fue desbancado por Velázquez.
Henry recordó que los últimos años de Rafael forman un periodo poco
comprendido y estudiado por lo que "rehabilitar estas obras tan
importantes es nuestro objetivo".
Rafael, pintor, arquitecto, diseñador, llegó a tener en su "bottega"
más de cincuenta ayudantes especializados en diferentes áreas. La
muestra permite delimitar mejor las fronteras entre las obras de Rafael y
las realizadas con la participación de sus principales ayudantes,
Giulio Romano (1499-1546) y Gianfrancesco Penni (1496-1528).
El cardenal Bernardo Dovizi, una
de las obras que forma parte de la exposición "El último Rafael", de
este pintor italiano, que se ha presentado hoy en el Museo del Prado y
que ha sido coorganizada con el Museo del Louvre. EFE
Con el primero de ellos aparece en "Autorretrato con Giulio Romano",
pintura procedente del Museo del Louvre en la que, según Henry, "parece
que Rafael está pasando la batuta de forma simbólica a su ayudante".
Junto al retrato de su amigo Baldassare Castiglione (1519), otra de
las obras emblemáticas del Louvre, se puede disfrutar en la exposición
de "La Perla". En esta pintura Rafael muestra un nivel extraordinario de
inteligencia artística e inventiva.
"Rompió la composición haciendo que la mirada del niño Jesús se
elevara hacia la luz que ilumina la cabeza de la Virgen y la espalda de
san Juanito y que se filtra en el paisaje de atrás", comentó Joannides,
el otro comisario de la muestra.
Para él, el maestro, uno de los artistas más fascinantes del
Renacimiento, logró la fusión de la luz natural con la luz divina.
"Rafael es un artista del mayor nivel intelectual y de gran profundidad
espiritual y ética".
"Santa Cecilia", nunca antes prestada por la Pinacoteca Nacional de
Bolonia, preside el inicio de la exposición, cuyo recorrido finaliza en
la sala 49, en la que se aborda el proceso creativo de la
Transfiguración, la última gran obra maestra de Rafael, a través de la
copia realizada por Penni y Romano que se conserva en el Prado.
Por Mila Trenas
Fuente: EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario