El pintor radicado en París ocupó con
"Excentrique(s) travail in situ" el espacio central de Monumenta 2012,
en el Grand Palais de esa ciudad. El artista rosarino Alberto Bali
recorre la muestra y comparte sus reflexiones.
Excentrique(s), travail in situ es el título de la muestra del artista francés Daniel Buren para el encuentro anual Monumenta
que invita cada año un artista internacionalmente conocido para
apropiarse de los 13.500 m2 con 45 metros de alto del Grand Palais,
siempre con un trabajo inédito. Antes de Buren, por allí dejó su huella
el pintor alemán Anselm Kiefer, el escultor norteamericano Richard
Serra, el francés Christian Boltanski y el británico nacido en la India
Anish Kapoor.
El trabajo de Daniel Buren sistemáticamente
interroga el espacio: primero el de la calle en los años 60, luego el de
la galería, el museo, el paisaje o arquitectura. Sus intervenciones le
permitieron inventar un léxico propio, como acá el término travail in situ (trabajo in situ) que caracteriza gran parte de sus instalaciones.
Sus famosas bandas verticales alternas, blancas, negras o coloreadas de 8,7 cm de ancho, que llamó outil visuel
(herramienta visual), dejan que se revelen las características
particulares de significación del lugar donde trabaja, el despliegue de
los dispositivos específicos y complejos, entre la pintura, la escultura
y la arquitectura.
Sus operaciones in situ juegan con los
puntos de vista, espacios, colores, luz, movimiento, medio ambiente, son
radicalmente comprometidas. Tuvieron su apogeo en 1986 cuando
suscitaron la batalla del Palais-Royal en París con su obra Les Deux
Plateaux, hoy en día totalmente integrada al paisaje urbano y conocida
como las Columnas de Buren.
Para visitar el Monumenta 2012
pedimos al artista rosarino Alberto Bali que nos acompañe. Fuera de un
discurso de profesor de Historia de arte contemporáneo, Bali nos brindó
generosamente su mirada espontánea y de artista de esta gran muestra.
Radicado en Francia en 1976, hijo de padre indi y de madre italiana,
trabaja tanto la pintura, la escultura como el diseño gráfico. Su amigo y
cómplice, el escritor Ernesto Mallo comenta en la página personal del artista
que “se puede percibir una singular combinación de todo estos orígenes y
pertenencias, y expresa diversas nostalgias con inquietante
objetividad, como si hubiera un intento no deliberado de vencer al
olvido”.
FICHA
Hasta el 21 de junio
Nef du Grand Palais, Puerta Norte. París
Precio 5 € o 2,50 €. Entrada gratuita a los menores de 13 años.
Fuente: Revista Ñ clarín
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