Presencia. El edificio de estilo románico toscano, visto desde la autopista Buenos Aires-La Plata.
La apertura de la Usina del Arte no sólo es en sí misma un hito en la cultura de la Ciudad, sino que busca erigirse en imán y vínculo de esa zona medio degradada
de La Boca, la que se apoya sobre la autopista Buenos Aires-La Plata,
con la más reconocida, la de los atractivos turísticos y patrimoniales,
de Caminito y La Vuelta de Rocha.
A sólo siete cuadras de la
mítica Bombonera –caja de resonancia de la pasión futbolera boquense–,
el recuperado edificio de la ex Italo está rodeado de puntos
gastronómicos como El Obrero (a la vuelta, sobre Caffarena) o Il
Materello (cerca de Casa Amarilla), o pizzerías y fondas, pero también
de consolidados centros del arte, como el Museo de Arte Moderno (más al
norte, en avenida San Juan al 300), o el Benito Quinquela Martín y la
Fundación Proa, en Vuelta de Rocha.
Para llegar hasta la Usina
, ubicada en la avenida Don Pedro de Mendoza, entre Benito Pérez Galdós
y Caffarena, yendo desde Puerto Madero se la puede tomar como la
continuación de Alicia Moreau de Justo, pero evitando subir a la
autopista y siguiendo en paralelo a ella por la izquierda hasta doblar a
la derecha en Pérez Galdós y ver la inconfundible torre de ladrillos a la vista de la Usina.
Y
si se busca un itinerario más seguro, ya que Pedro de Mendoza es
oscura, de trazado vacilante y sin señalización definida –transcurre en
buena parte bajo la estructura de la Autopista Buenos Aires-La Plata–,
lo recomendable es usar Paseo Colón y al llegar a Parque Lezama tomar Almirante Brown
y dar una vuelta a la manzana por Aristóbulo del Valle para luego
tomar Pérez Galdós hacia Pedro de Mendoza, sobre la ribera del
Riachuelo.
Fuente: clarin.com
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