Quiere ser símbolo de la confianza que tiene Liverpool en su propio
futuro y ha costado casi 82 millones de euros. El nuevo museo construido
en la famosa ciudad costera de Gran Bretaña expone unas 6.000 piezas
que ilustran su evolución cultural desde la Edad de Hielo hasta el siglo
XXI. El proyecto ha contado con la financiación de diferentes
administraciones públicas y de la iniciativa privada.
Su construcción no habría sido posible sin la colaboración de las administraciones públicas y la iniciativa privada, que dieron respaldo financiero al proyecto iniciado en el año 2000. La Agencia para el Desarrollo Regional del Noroeste, el Organismo Gestor de las Loterías Públicas, el Departamento de Cultura y el Fondo Europeo para el Desarrollo Regional son algunas de las instituciones que contribuyeron a la financiación del bello edificio, uno de los más grandes que se han construido durante los últimos cien años para albergar un museo público.
Su construcción no habría sido posible sin la colaboración de las administraciones públicas y la iniciativa privada, que dieron respaldo financiero al proyecto iniciado en el año 2000. La Agencia para el Desarrollo Regional del Noroeste, el Organismo Gestor de las Loterías Públicas, el Departamento de Cultura y el Fondo Europeo para el Desarrollo Regional son algunas de las instituciones que contribuyeron a la financiación del bello edificio, uno de los más grandes que se han construido durante los últimos cien años para albergar un museo público.
"Hemos querido construir frente al mar esta impresionante adición al
Patrimonio de la Humanidad para dar la bienvenida a nuestros
visitantes”. Así explica el proyecto Phil Redmond, presidente de una
institución que explora en todas sus salas la rica tradición creativa de
Liverpool.
Lo más curioso de todo es que la fama del nuevo museo trascendió las fronteras del Reino Unido mucho antes de que fuera inaugurado, como demuestra el hecho de que la cinta inaugural fuera cortada por un niño finlandés de 6 años, Finn O´Hare, que se había dirigido por carta a los promotores de la institución solicitando una invitación para el acto. Tanto entusiasmo no pasó inadvertido para las autoridades de Liverpool.
El nuevo edificio precisó más de 2.000 toneladas de acero para construir los gigantescos marcos metálicos que permiten sostener la estructura prácticamente sin columnas en su interior. Su fachada acristalada tiene una superficie de 1.500 metros cuadrados, lo que permite contemplar una impresionante vista de la ciudad. El ambicioso proyecto arquitectónico exigió también la utilización de casi 6.000 metros cuadrados de planchas de piedra natural, cantidad suficiente para cubrir la superficie de un campo de fútbol.
Lo más curioso de todo es que la fama del nuevo museo trascendió las fronteras del Reino Unido mucho antes de que fuera inaugurado, como demuestra el hecho de que la cinta inaugural fuera cortada por un niño finlandés de 6 años, Finn O´Hare, que se había dirigido por carta a los promotores de la institución solicitando una invitación para el acto. Tanto entusiasmo no pasó inadvertido para las autoridades de Liverpool.
El nuevo edificio precisó más de 2.000 toneladas de acero para construir los gigantescos marcos metálicos que permiten sostener la estructura prácticamente sin columnas en su interior. Su fachada acristalada tiene una superficie de 1.500 metros cuadrados, lo que permite contemplar una impresionante vista de la ciudad. El ambicioso proyecto arquitectónico exigió también la utilización de casi 6.000 metros cuadrados de planchas de piedra natural, cantidad suficiente para cubrir la superficie de un campo de fútbol.
Fuente: noticiasarteselección.com
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