SHOWS DE ARTES VISUALES, DESLUMBRANTES



Estuvieron en íconos como el Obelisco, o la Facultad de Derecho, que lucieron distintos.

ICONO. EL OBELISCO, CON SUS CARAS INTERVENIDAS POR LA LUZ.

Por Marina Wertheimer


Las artes visuales se desplegaron con toda su potencia anoche sobre una Buenos Aires que se vio transformada, alterada por espectáculos lumínicos de Norte a Sur. Y hubo desde intervenciones monumentales, sobre grandes íconos como la Facultad de Derecho o la torre del Parque de la Ciudad, hasta detalles pequeños y exquisitos en Plaza Francia o la Avenida de Mayo. Una de las más originales fue la acción lumínica y sonora del artista Christian Wloch, que proyectó sobre la fachada de la Facultad de Derecho volúmenes lumínicos tridimensionales . Al ritmo de la música electrónica de fondo, las columnas de la Facultad y las escalinatas se encendían y apagaban con distintos colores. Mucha gente se había reunido para el show, también sobre el puente peatonal de Pueyrredón y había autos que se detenían sorprendidos por el espectáculo. “Impacta el efecto que produce la luz contra el estilo antiguo del edificio, el contraste con la tecnología moderna es muy interesante”, contó Orlando Fernández, un músico de 43 años. Otro ícono porteño, el Obelisco tuvo después de las 22 su cara cambiada. Hubo proyecciones sobre sus caras del arquitecto Luca Ruzza con luces e imágenes de colores. La movida llegó también a la torre del Parque de la Ciudad. Allí, también Wloch había preparado una modulación de haces de luz con dispositivos robóticos que se proyectaban desde la torre y hacia distintas direcciones de la Ciudad. Los haces de luz se fueron modificando y podían verse a gran distancia , en una noche que acompañó con un cielo claro y temperatura muy agradable. Los que eligieron el norte de la Ciudad, pudieron acercarse hasta el Cementerio de la Recoleta, donde se vio el espectáculo “Parados sobre el muro”. Realizado por La doble A, se trató de abrir los muros del cementerio con proyecciones tridimensionales musicalizadas. No muy lejos, en el Planetario, primero se pudieron observar los astros desde los clásicos telescopios, y luego la instalación “Tubular”, de Nicolás Bernaudo, con 108 luminarias que colgaban de una estructura metálica . “Vinimos a ver las estrellas, pero nos quedamos maravillados con esta puesta”, contó Ana Bernardino, una ingeniera de 30 años. Era un juego interesante de colores sobre los tubos incandescentes, que cambiaban de color con música futurista. La gente quedó deslumbrada.


Fuente: clarin.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario