Con una obra clave del Brasil, buscan abrir un MALBA en San Pablo.
Dilma Rousseff pidió la obra "Abaporu" de Tarsila Do Amaral, que pertenece a la colección Costantini, para una muestra en la casa de gobierno. Podría quedar en Brasil.
Dilma Rousseff pidió la obra "Abaporu" de Tarsila Do Amaral, que pertenece a la colección Costantini, para una muestra en la casa de gobierno. Podría quedar en Brasil.
“DÍGANLE A CRISTINA SI SE LO PUEDE CEDER”. ESA FUE LA IDEA QUE OBAMA LE DIO A DILMA. PERO EL CUADRO ES PRIVADO.
POR Marcelo Canton - mcanton@clarin.com
Abaporu es considerado el cuadro más representativo de la pintora más importante de Brasil, Tarsila do Amaral. Pero es propiedad de la Fundación Costantini, creada por Eduardo Costantini, y su hogar es el MALBA porteño. Por ahora. Porque el empresario que fundó el Museo de Arte Latinoamericano y desarrolló Nordelta le ofreció a la presidenta Dilma Rousseff mudarlo a San Pablo en forma definitiva.
Ayer abrió sus puertas al público en el Palacio del Planalto, la casa de gobierno brasileña, la muestra “Mujeres, artistas brasileñas”. “Es una afirmación de las mujeres brasileñas, que fueron capaces a lo largo de la historia de dar artistas fantásticas, dignas de estar en cualquier exposición en Brasil y en el mundo”, dijo Rousseff en la inauguración oficial de la muestra, el jueves. La estrella de la exhibición es Abaporu, cedido especialmente para la ocasión por el MALBA.
“La Presidenta fue muy generosa conmigo, en la inauguración me hizo subir al estrado con los ministros de su gabinete, y pidió un aplauso para mí por haber prestado ese cuadro”, relató Costantini a Clarín . “Tiene una gran conciencia artística, y Abaporu es un cuadro clave, que hasta los chicos conocen en Brasil”.
La relación de Rousseff con esa obra de Tarsila do Amaral fue más allá. Durante la visita de Barak Obama, Dilma invitó al presidente norteamericano y a su esposa, Michelle, a ver la muestra. Allí le comentó a Obama que ese cuadro tan caro para los brasileños era de propiedad argentina. El norteamericano le retrucó: “Digale a Cristina Kirchner si se lo puede ceder”. Pero claro, el cuadro no es propiedad del Estado argentino, sino de una fundación argentina. Y las gestiones a hacer eran otras.
Abaporu es considerado el cuadro más representativo de la pintora más importante de Brasil, Tarsila do Amaral. Pero es propiedad de la Fundación Costantini, creada por Eduardo Costantini, y su hogar es el MALBA porteño. Por ahora. Porque el empresario que fundó el Museo de Arte Latinoamericano y desarrolló Nordelta le ofreció a la presidenta Dilma Rousseff mudarlo a San Pablo en forma definitiva.
Ayer abrió sus puertas al público en el Palacio del Planalto, la casa de gobierno brasileña, la muestra “Mujeres, artistas brasileñas”. “Es una afirmación de las mujeres brasileñas, que fueron capaces a lo largo de la historia de dar artistas fantásticas, dignas de estar en cualquier exposición en Brasil y en el mundo”, dijo Rousseff en la inauguración oficial de la muestra, el jueves. La estrella de la exhibición es Abaporu, cedido especialmente para la ocasión por el MALBA.
“La Presidenta fue muy generosa conmigo, en la inauguración me hizo subir al estrado con los ministros de su gabinete, y pidió un aplauso para mí por haber prestado ese cuadro”, relató Costantini a Clarín . “Tiene una gran conciencia artística, y Abaporu es un cuadro clave, que hasta los chicos conocen en Brasil”.
La relación de Rousseff con esa obra de Tarsila do Amaral fue más allá. Durante la visita de Barak Obama, Dilma invitó al presidente norteamericano y a su esposa, Michelle, a ver la muestra. Allí le comentó a Obama que ese cuadro tan caro para los brasileños era de propiedad argentina. El norteamericano le retrucó: “Digale a Cristina Kirchner si se lo puede ceder”. Pero claro, el cuadro no es propiedad del Estado argentino, sino de una fundación argentina. Y las gestiones a hacer eran otras.
HONORES. COSTANTINI, FUNDADOR DEL MALBA, CON LA PRESIDENTA DE BRASIL.
Después de ese diálogo, ¿qué le planteó usted a la presidenta brasileña ?– le preguntó Clarín a Costantini.
Le dije que si conseguían empresarios brasileños que donaran 200 millones de dólares para hacer un MALBA en San Pablo, el Abaporu se quedaba en Brasil.
La idea de Costantini es que ese capital aportado por brasileños se destine a construir una sede del MALBA (¿sería el MALSP?), a comprar obras para engrosar la colección de arte latinoamericano que ya tiene en Buenos Aires, y para financiar los gastos de los museos. “El MALBA pierde 2,5 millones de dólares anuales, ahora sería más, eso hay que financiarlo”, destaca el empresario.
El MALBA paulista nacería, así, con el Abaporu como estrella principal, con las obras nuevas que se compraran con la donación que plantea Costantini y con la parte de la colección del MALBA porteño que hoy no se exhibe por falta de espacio.
Aunque la obra seguiría siendo de su Fundación, no sería menor el aporte de Costantini al proyecto. Es dificil establecer cuánto vale Abaporu , dado que es una obra única, tanto que termina teniendo la relevancia política que Rousseff le ha dado. Pero algunos señalan que podría valer hoy unos 50 millones de dólares . El lo compró en 1995, en un remate en Nueva York, por US$ 1,55 millones.
En la propuesta del empresario, la administración del MALBA paulista estaría en manos de la Fundación Costantini, la misma que lleva adelante el MALBA porteño.
“A Rousseff la idea le pareció interesante y dijo que la iba a analizar”, señaló Costantini.
Después de ese diálogo, ¿qué le planteó usted a la presidenta brasileña ?– le preguntó Clarín a Costantini.
Le dije que si conseguían empresarios brasileños que donaran 200 millones de dólares para hacer un MALBA en San Pablo, el Abaporu se quedaba en Brasil.
La idea de Costantini es que ese capital aportado por brasileños se destine a construir una sede del MALBA (¿sería el MALSP?), a comprar obras para engrosar la colección de arte latinoamericano que ya tiene en Buenos Aires, y para financiar los gastos de los museos. “El MALBA pierde 2,5 millones de dólares anuales, ahora sería más, eso hay que financiarlo”, destaca el empresario.
El MALBA paulista nacería, así, con el Abaporu como estrella principal, con las obras nuevas que se compraran con la donación que plantea Costantini y con la parte de la colección del MALBA porteño que hoy no se exhibe por falta de espacio.
Aunque la obra seguiría siendo de su Fundación, no sería menor el aporte de Costantini al proyecto. Es dificil establecer cuánto vale Abaporu , dado que es una obra única, tanto que termina teniendo la relevancia política que Rousseff le ha dado. Pero algunos señalan que podría valer hoy unos 50 millones de dólares . El lo compró en 1995, en un remate en Nueva York, por US$ 1,55 millones.
En la propuesta del empresario, la administración del MALBA paulista estaría en manos de la Fundación Costantini, la misma que lleva adelante el MALBA porteño.
“A Rousseff la idea le pareció interesante y dijo que la iba a analizar”, señaló Costantini.
Fuente: Revista Ñ / Clarín
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