CERRADA. EN CALLAO Y RIVADAVIA, NO FUNCIONA DESDE 1997.
La Confitería del Molino quedó un paso más cerca de su recuperación, ya que la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados dio ayer despacho favorable a dos proyectos para expropiarla y ponerla nuevamente en valor.
La tradicional confitería, que ha sido declarada monumento histórico nacional , está en la esquina de Callao y Rivadavia, frente al Congreso, y es uno de los mayores símbolos de la arquitectura Art Noveau que tiene Buenos Aires. Abrió sus puertas en 1917, de la mano del italiano Gaetano Brenna, y las cerró definitivamente en 1997. Desde entonces ha habido numerosos proyectos de ley para recuperarla –tanto en el Congreso Nacional como en la Legislatura de la Ciudad– pero ninguno prosperó.
Si algunos de los proyectos que tuvieron ayer dictamen fuera convertido en ley, el edificio pasaría a ser propiedad del Estado Nacional. En el piso inferior volvería a funcionar la confitería y el piso superior sería utilizado por el Congreso para actividades de contacto con la comunidad.
“El dictamen que aprobamos desde la Comisión de Cultura, no sólo avanza en la expropiación sino que, al mismo tiempo, garantiza la puesta en valor de esta Confitería que ha sabido ser un símbolo de vida cultural y política de Buenos Aires”, dijo el diputado Roy Cortina (Socialismo), autor de uno de los proyectos, junto a Ricardo Alfonsín (UCR).
La Confitería del Molino quedó un paso más cerca de su recuperación, ya que la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados dio ayer despacho favorable a dos proyectos para expropiarla y ponerla nuevamente en valor.
La tradicional confitería, que ha sido declarada monumento histórico nacional , está en la esquina de Callao y Rivadavia, frente al Congreso, y es uno de los mayores símbolos de la arquitectura Art Noveau que tiene Buenos Aires. Abrió sus puertas en 1917, de la mano del italiano Gaetano Brenna, y las cerró definitivamente en 1997. Desde entonces ha habido numerosos proyectos de ley para recuperarla –tanto en el Congreso Nacional como en la Legislatura de la Ciudad– pero ninguno prosperó.
Si algunos de los proyectos que tuvieron ayer dictamen fuera convertido en ley, el edificio pasaría a ser propiedad del Estado Nacional. En el piso inferior volvería a funcionar la confitería y el piso superior sería utilizado por el Congreso para actividades de contacto con la comunidad.
“El dictamen que aprobamos desde la Comisión de Cultura, no sólo avanza en la expropiación sino que, al mismo tiempo, garantiza la puesta en valor de esta Confitería que ha sabido ser un símbolo de vida cultural y política de Buenos Aires”, dijo el diputado Roy Cortina (Socialismo), autor de uno de los proyectos, junto a Ricardo Alfonsín (UCR).
Fuente: Clarín
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