Fundadores de Asociación Argentina de Dermatología. De pie: Dres. Julio V. Uriburu, Carlos S. Seminario, Pedro L. Baliña, Nicolás V. Greco, Ernesto Polito, Ricardo Nölting, Ángel M. Giménez. Sentados: Eudoro Cisneros, Maximiliano Aberastury, Baldomero Sommer, Pacífico Díaz, Manuel N. Moyano, Carlos Roche.
El 21 de Agosto de 1907 nace en Buenos Aires, la Sociedad Dermatológica Argentina, de la mano de un grupo de dieciséis médicos, hombres de pensamiento y acción, que desde el Consultorio de Enfermedades de la Piel y Venereosifilíticas del viejo Hospital San Roque, vieron como la intensa inmigración que llegaba desde 1875, estaba cambiando el mapa de la salud en el país. El hacinamiento en conventillos, la falta de baños, el incremento de la tuberculosis, mellaron las bases fundamentales de la salud de ese entonces, que comprendían la higiene y profilaxis de las enfermedades venéreas y la lepra. A la sombra de la medicina oficial, continuaba la marcha del curanderismo que, en ningún tiempo, ni siquiera hoy con el visible y manifiesto avance científico, se ha podido desterrar. Eran de uso frecuente los remedios caseros, yuyos y ungüentos. Como anécdota es gracioso recordar que el barro recogido en bañados y lagunas quietas, se empleaba para heridas infectadas. ¡Vaya! más tarde se supo el secreto, en esos barros crecía un hongo, el Penicillium natatun, de donde Alexander Fleming obtuvo en 1928 la penicilina. Los fundadores de la flamante Sociedad se reunían cada quince días en una sesión ordinaria y así los Dres. Julio V. Uriburu, Carlos S. Seminario, Pedro L. Baliña, Nicolás V. Greco, Ernesto Polito, Ángel M. Giménez, Eudoro Cisneros, Maximiliano Aberastury, Baldomero Sommer, Pacífico Díaz, Manuel N. Moyano, Carlos Roche, J.Z. Arce, J.C. Almanza, J.A. Farini y F.L. Nario trataron de hacer el bien, creando funciones que consideraban necesarias para el porvenir del país. Incitaron a los gobernantes a ocuparse de los temas acuciantes de la salud pública. Fue la primera sociedad de especialidad médica de habla hispana. Mientras tanto, el país era presidido por José Figueroa Alcorta, abogado cordobés, que asumió el cargo a los 45 años de edad (había sucedido a Manuel Quintana, fallecido en marzo de 1906). El 13 de diciembre, se descubre petróleo en Comodoro Rivadavia y el 25 del mismo mes, Jorge Newbery y Aarón de Anchorena, cruzan por primera vez el Río de la Plata a bordo de un globo aerostático (a 2000 metros de altura). Ya en 1908, el 25 de enero, Figueroa Alcorta cierra el Congreso Nacional ante la sistemática oposición de los legisladores, para aprobar el presupuesto nacional. El 25 de mayo se inaugura el Teatro Colón, con la ópera Aída de Giuseppe Verdi, como así también el Palacio del Congreso. La Sociedad Dermatológica, junto con la adopción de un reglamento y la formación de una biblioteca dermatológica, crea como órgano de difusión de las actividades científicas: la REVISTA DERMATOLÓGICA. En Octubre aparece el primer número, donde se describe al Acta Inaugural Fundacional y los objetivos de la misma. Rezaba en el inicio de cada sesión: en la Ciudad de Buenos Aires, en tal fecha, reunidos los Sres. al margen anotados, en el local de costumbre y siendo las 9 am se da por abierta la sesión. Presenta el Dr. XX, un paciente que ha tenido… y así sucesivamente iban pasando los casos. Se daba por terminada la sesión luego de aprobar el acta de la anterior. Firmaban el presidente y el secretario. El 24 de marzo de 1909, se aprueba la categoría de Socios Fundadores y se designan los socios corresponsales de la Sociedad. En las reuniones, los pacientes eran presentados en vivo. Se invitaban médicos extranjeros (por caso Williams Montgomery el 20 de Junio de 1910). En 1912 leemos un artículo sobre profilaxis de la lepra. Es el proyecto de ley presentado en la Cámara de Senadores, por el Senador Nacional Dr. Carlos Malbrán (Profesor de Bacteriología de la Facultad de Medicina). En una conferencia bajo la presidencia del Dr. Malbrán, que se celebró en 1906, se catalogan 724 enfermos de lepra, de los cuales 144 eran de Buenos Aires y el resto de Santa Fe, Corrientes y Córdoba. "Se impone algo práctico para combatir la difusión de la enfermedad, siendo fundamental el aislamiento de los leprosos que sin quitarles la libertad, podían llevar una vida tolerable lejos de toda población, y esto se conseguiría con el establecimiento de colonias", tal como aparece en el artículo "Las Colonias de Leprosos. La Villa Paraíso", del Dr. Ángel Giménez en agosto de 1912. En 1923 se adopta el nombre de REVISTA DERMATOLÓGICA ARGENTINA. En 1927, y a propuesta del Dr. Maximiliano Aberastury, la Sociedad cambia su nombre por el de ASOCIACIÓN ARGENTINA DE DERMATOLOGÍA Y SIFILOLOGÍA. El órgano de difusión pasa a llamarse REVISTA DE LA ASOCIACIÓN ARGENTINA DE DERMATOSIFILOLOGÍA. En 1929, REVISTA ARGENTINA DE DERMATOSIFILOLOGÍA. En el Tomo XIV correspondiente al año 1930 leemos un artículo del Prof. Pedro L. Baliña, sobre abolición de la prostitución reglamentada y explica su inclinación hacia el abolicionismo. A fines de los 40 y principios de los 50, la mayoría de los trabajos publicados se referían al tratamiento de la sífilis con arsenosan, bismuto y penicilina, suscitándose jugosas discusiones entre adherentes y detractores de los mismos. El número de abril/septiembre de 1951 es dedicado a la memoria del Prof. Pedro L. Baliña (fallecido en mayo de 1949), publicándose los discursos pronunciados, durante el sepelio, por los Dres. Mazzini, Quiroga, Houssay y Carrera, juntamente a los trabajos de los Dres. Gougerot (Capillarites cutaneo-muqueuses) y Sézary (Pathologie generale des reticuloses cutanees).En octubre/diciembre de 1953, los Dres. Luis María Baliña, F. Wilkinson y Juan Carlos Gatti publican "La hidrocortisona. Su aplicación dermatológica". En 1959 aparece con su actual nombre: REVISTA ARGENTINA DE DERMATOLOGÍA. En 1980, la Revista recibe el premio APTA - F. ANTONIO RIZZUTO, otorgado por la Asociación de la Prensa Técnica Argentina, en la "Categoría Publicaciones Científicas" en 1979. Se lee en el diploma: "su material científico de muy alto valor trata en profundidad los temas más complejos de la especialidad y su difusión trasciende al extranjero". Y así con el correr del tiempo, esta revista, sigue recibiendo trabajos de colegas que quieren comunicar sus experiencias médicas y dejarlas asentadas para beneficio de los lectores. En estos cien años han ocurrido inconvenientes por problemas políticos, económicos y sociales del país, como también debidos a la interrelación de los dermatólogos, pero éstos no han podido hacer mella en la revista. REVISTA ARGENTINA DE DERMATOLOGÍA: ¡FELIZ CENTENARIO!
Tengo el honor de ser descendiente directa del Dr. Eudoro Cisneros, uno de los fundadores de la revista Argentina de Dermatología.
ResponderEliminarSoy su bisnieta.Vivo en España desde hace muchos años. Mi madre era la hija de su hija Asucena.Ella se llamaba Ana Rosa, y yo me llamo Marta.
Mi madre me hablaba mucho de él, decia que era un sabio, y se que tenía mucha razón. Era un gran médico, y me alegra mucho pensar que su trabajo sirvió para curar a muchas personas, entre ellas a mi madre. Me siento muy orgullosa de pertenecer a su familia.
Mis felicitaciones por el Centenario!!!
Gracias Ana por su comentario. Mi abuelo paterno, el Doctor Pedro Luis Baliña, integrante de la famosa generación del 80, que tantos hombres brillantes le diera a la República Argentina, egresó del Colegio San José, de los Padres Bayoneses, con Medalla de Oro. Fue un gran dermatólogo, leprólogo y sifilólogo y uno de los fundadores de la Sociedad Argentina de Dermatología, a principios del siglo XX. Fue también Jefe de Dermatología del Hospital Ramos Mejía, Profesor Titular de su especialidad en la Universidad de Buenos Aires y Académico de Número por Dermatología de la Academia Nacional de Medicina, aparte de ser uno de los Maestros de la Medicina Argentina. Redactó la primera ley nuestra sobre ETS, enfermedades de transmisión sexual,con el Doctor Maximiliano Aberastury, por lo que dicha ley se llama "de Aberstury-Baliña". Hizo mucho por su país y por su prójimo. Murió de un infarto,a los 69 años, mientras trabajaba en su consultorio de Maipú 975, Buenos Aires, donde hoy en día está el ramal Maipú de la Galería del Este, en mayo de 1949. Hay un hospital que lleva su nombre en Posadas, provincia de Misiones, y una calle que lo recuerda, en el barrio de Pompeya de la Ciudad de Buenos Aires. Un saludo.
ResponderEliminar