MEMORIA DE LA ESCLAVITUD PORTEÑA


Una escultura de Cafferata refleja en Palermo las huellas de una práctica despreciable.

Memoria de la esclavitud porteña
                        Junto al lago. La escultura del esclavo negro, en actitud doliente, está en Plaza Sicilia, sobre la avenida Berro, cerca del Jardín Japonés.
                        / juan manuel foglia



Eduardo Parise

No tiene las dimensiones de los grandes monumentos de Buenos Aires. Tampoco está muy a la vista de quienes recorren una de las zonas más lindas de la Ciudad. Y hasta es probable que su ubicación también tenga algo que ver con el repudiable contenido de la historia que contiene la imagen. Porque, aunque se trate de una bella obra de arte, lo que refleja este monumento, realizado en 1881, es un tema doloroso de nuestro pasado.
Se titula “La esclavitud”, aunque algunos lo conocen como “El esclavo”. Para encontrarlo hay que llegar hasta Palermo y buscarlo cerca del cruce de las avenidas Sarmiento y Figueroa Alcorta. Está instalado en la plaza Sicilia, a unos metros de la avenida Intendente Berro (la que pasa frente al Jardín Japonés), detrás de un viejo chalet que alguna vez fue orgullosa edificación y que ahora muestra un estado de abandono lamentable.
La escultura, del tamaño real de una figura humana, fue realizada por Francisco Cafferata, un artista nacido el 28 de febrero de 1861 en La Boca, un barrio por entonces con mayoría de inmigrantes italianos, como sus padres. Cafferata estudió dibujo con Julio Laguens y luego, en su adolescencia, vivió ocho años en Florencia, donde se formó con los escultores Urbano Lucchesi y Augusto Pasaglia. Su vida tuvo un trágico final: se suicidó el 28 de noviembre de 1890.
Pero entre sus muchas obras dejó “La esclavitud”, que realizó cuando tenía 20 años. Se hizo, como está grabado en su base, en la “Fundición de A. Jonis — Calle Malavia (sic) 434 — Bs. As.”. Y en 1882 fue exhibida y premiada con la medalla de oro en la Exposición Continental desarrollada en la Capital. El municipio porteño la compró en 1905.
La figura (un hombre de raza negra, desnudo) muestra sus muñecas encadenadas y aparece caída, en una actitud de total resignación. El equilibrio del trabajo, realizado en bronce, está rematado por la cabeza, de una gran belleza, y que merece apreciarse desde todos los ángulos. El artista consideró que aquella doliente imagen del esclavo no debía estar de pie sino abatida y llena de impotencia, reflejando su situación de persona vencida.
Los primeros esclavos negros fueron traídos a Buenos Aires en 1587, apenas siete años después de la segunda fundación. Y se estima que hacia fines del siglo XVIII el 35% de su población era de esa raza. Sometidos a los peores trabajos, en la piel de muchos estaban las huellas del carimbado. Es decir: el herrado a fuego con la marca del “importador” y luego la del “propietario”.
Los principales “mercados de venta de esclavos” en la Ciudad estuvieron en la zona de Retiro y del Parque Lezama. Aunque en 1813 hubo avances con la declaración de la libertad de vientres (determinaba que los hijos de esclavos ya nacían libres), la abolición total en la Argentina recién se logró con la Constitución Nacional de 1853. De todas maneras, 131 años después de su realización, la obra de Francisco Cafferata sigue allí en un sector del Parque Tres de Febrero, reflejando aquella situación que vivieron y sufrieron miles de personas.

Diferente es el símbolo que, cruzando la avenida Berro, se encuentra en la plaza Irán. Es la réplica de una gran columna como las que sostenían el techo de la Apadana de Persépolis, que era la sala de audiencias de los emperadores de la antigua Persia. Aquel edificio se comenzó a construir, por pedido de Darío I El Grande, cerca del 512 a. C. El capitel de la de Buenos Aires, a 20 metros de altura, está rematado por dos grandes cabezas de buey. Esta columna, realizada en piedra, fue donada por Irán a la Municipalidad de Buenos Aires el 12 de mayo de 1965, aunque recién se inauguró una década después. Pero esa es otra historia.


Fuente: clarin.com

EL SELLO DE LA PRIMERA MUJER A CARGO DE LOS MUSEOS VATICANOS

Se llama Barbara Jatta, fue elegida por el papa Francisco y es responsable, entre otros espacios, de la Capilla Sixtina
Jatta y sus desafíos

Jatta y sus desafíos. Foto: NYT

Farah Nayeri 
THE NEW YORK TIMES


CIUDAD DEL VATICANO.- Los hombres han gobernado Ciudad del Vaticano desde que se estableció como un Estado independiente en 1929. Sin embargo, hace un año, una mujer se unió a los altos rangos: Barbara Jatta, la primera directora de los Museos Vaticanos. En los 12 meses desde su nombramiento, Jatta ha puesto su sello en el cargo y ha resistido a algunas de las iniciativas de sus predecesores y forjado su propio camino.
Jatta fue la única mujer en una lista inicial de seis candidatos y fue elegida por el papa Francisco. Ha estado en ese puesto desde enero y está a cargo de unos 200.000 objetos y una serie de museos, apartamentos papales, patios de esculturas y otros sitios, incluyendo la Capilla Sixtina.
La capilla es uno de los lugares más sagrados de la Iglesia católica, donde se elige a los papas. También se llena casi a diario con multitudes cada vez más grandes que se reúnen ahí para observar el famoso techo de frescos de Miguel Ángel. Jatta es amigable, pero firme y expresa grandes ambiciones para ella y la institución. En una entrevista, dijo que había trabajado durante veinte años en la Biblioteca del Vaticano y dirigido el departamento de grabados desde 2010. Cuando escuchó acerca de su nominación para el papel de los Museos Vaticanos, dijo: "Primero me pareció impactante enfrentar un cambio tan grande". En cuanto a su género, Jatta dijo: "No me di cuenta de lo que significaba sino hasta que comencé a trabajar en ese puesto. Siempre que asistía a conferencias o eventos públicos, muchísimas mujeres se me acercaban y decían: "Estamos orgullosas y de alguna manera también nos estás representando'".
Eike Schmidt, el director alemán de la Galería Uffizi en Florencia, dijo que el nombramiento de Jatta era una señal positiva. "Dentro del Vaticano, dominado por hombres, darle un papel tan prominente a una mujer fue una muy buena noticia", dijo, y agregó que esperaba que el mundo de la cultura pronto estuviera "más allá" de las consideraciones de género y "tomara en cuenta a la gente por lo que hizo y lo que hace".Un curador que ahora trabaja para Jatta, Maurizio Sannibale del Museo Gregoriano Etrusco, dijo que la conocía desde que eran estudiantes en Roma. La describió como una mujer "afable, decidida y sensible", y dijo que "sabe cómo ponerse retos a ella misma".Dirigir los Museos Vaticanos es un trabajo colosal. Jatta es responsable de la preservación, exposición e intercambio de conocimiento de los tesoros acumulados por los papas a lo largo de los siglos, incluyendo las vastas colecciones egipcias y etruscas, la escultura Laocoonte del siglo primero a.C., y la pintura San Jerónimo de Leonardo da Vinci.Secciones enteras de los museos están en remodelaciones ordenadas por Paolucci, un antiguo ministro de Cultura que fue director durante nueve años y que antes había dirigido los museos de Florencia. Las remodelaciones incluyen las obras de un patio público del siglo XVI conocido como la Cortile della Pigna.
El turismo es un sustento no solo de los museos, sino del Vaticano como un todo. De los 100 millones de euros (119 millones de dólares) en ingresos anuales generados por los museos, aproximadamente la mitad va al Estado, de acuerdo con Paolucci.
Eso complica el trabajo de cualquier director. Al igual que el hecho de que muchos de los sitios del museo tengan una importancia artística y religiosa, comenzando con la Capilla Sixtina.
Seis días a la semana, y el último domingo de cada mes, multitudes de visitantes pasan por las obras maestras de Tiziano y Caravaggio, así como por una serie de habitaciones que pintó Rafael para llegar a la capilla de Miguel Ángel. En una tarde reciente, el recinto sagrado estaba lleno de adultos que miraban boquiabiertos el techo, bebés en carritos y guías turísticos con banderas.
El sudor y el aliento de millones de visitantes, así como el polvo que traen, ponen en peligro los frescos de la capilla, según descubrieron los equipos de conservación del Vaticano. Paolucci una vez previó una Capilla Sixtina virtual en las instalaciones del museo: una réplica de tamaño completo o una simulación digital que las multitudes podrían experimentar para limitar la congestión. También anunció que las visitas sin cita finalizarían una vez que las cifras llegaran a seis millones al año. A partir de ese momento, dijo, las entradas tendrían que comprarse en línea y por adelantado. Sin embargo, Paolucci se fue sin presentar sus planes.
Jatta, que trabajó bajo el mando de Paolucci como subdirectora y sucesora natural a partir de mediados de 2016, dijo que estaba en contra de impedir el acceso sin cita a los museos. "Si fueras un visitante que desea ver la Capilla Sixtina, llegaras a Roma y te dijeran que no puedes verla, ¿qué harías?", preguntó. "También somos un museo con valor moral y espiritual. La Capilla Sixtina también es una capilla y eso es algo que no se puede olvidar."
En cuanto a una Capilla Sixtina virtual, requeriría demasiado espacio y les costaría más a los visitantes, dijo. En vez de eso, los Museos Vaticanos han aconsejado crear un espectáculo multimedia envolvente (con una banda sonora de Sting) que se inaugurará en marzo en un auditorio cerca del Vaticano e ilustrará la historia de la Capilla Sixtina. Además del tránsito de visitantes, Schmidt dijo que las colecciones del Vaticano, que comenzaron hace casi dos milenios, son "una de las colecciones de arte más duraderas que tiene la humanidad". Tienen "una importancia casi única en todo el planeta", agregó.La misión de Jatta, como la describió, es "encontrar una manera de que los visitantes las vean en las condiciones apropiadas".


Fuente: lanaciion.com

MUY FELIZ NAVIDAD Y UN FANTÁSTICO 2018




                             
Maestro de Delft
                          Tríptico con la Virgen y el Niño y los santos (panel central), el Donante con San Martín
                          (ala izquierda interna), la esposa del Donante con San Cunera (ala derecha interna) y la Anunciación (alas exteriores)
                          Circa 1500 - 1510
                          Rijksmuseum Amsterdam
    En nombre de MONUMENTA Buenos Aires y en el mío propio, les deseo que tengan una
    muy feliz Navidad y un fantástico 2018.


                                                                                                                        Pedro L. Baliña

                                                                                                             www.puesta-en-valor.com
                                                                                                     www.puesta-en-valor.blogspot.com



Muestra en Bellas Artes

RODIN, LAS FORMAS DE LA PASIÓN


Con obras de su patrimonio, el museo conmemora el centenario
de la muerte 
del escultor, de presencia decisiva en la Argentina.


Rodin, las formas de la pasión   “El beso”, estudio modelado en terracota y yeso (1881-1882)

Ana Maria Battistozzi



Quién fue Auguste Rodin? ¿Cuál fue su aporte a la irrupción de la modernidad escultórica? ¿Cuál la proyección de su presencia en la producción escultórica y el coleccionismo de nuestro país?’ A cien años de su muerte, el Museo Nacional de Bellas Artes responde a estos interrogantes con una gran exhibición que pone de relieve la poderosa presencia del escultor y el valor de sus obras en la colección del museo.

Obras como el mármol “La Tierra y la Luna”, característica de la producción del artista de 1890-1900 y adquirida directamente en su taller; estudios como el yeso de “El beso”, que el propio Rodin donó a la institución y su versión en terracota y yeso de 1882 que perteneció al pintor Albert Besnard o la impresionante “Cabeza de Balzac”, fundida en bronce por Rudier, que perteneció a Mercedes Santamarina, sumadas a las esculturas del espacio público –el monumento a Sarmiento y El pensador– que le fueron encargadas directamente, dan cuenta de la importancia de las piezas de Rodin que se pueden ver en Buenos Aires.

Rodin fue un artista que ya en vida tuvo una producción a escala y a su muerte donó derechos de reproducción al Estado francés, por lo que sus obras abundan en colecciones privadas y públicas de los Estados Unidos, México y en distintos puntos de América Latina. Pero como destacó la especialista en Rodin Antoinette Le Normand-Romain, “la colección de Buenos Aires conserva un interés particular en razón de su calidad, antigüedad y relación directa con el artista”.

Cierto es que el romance de la cultura argentina con la obra Rodin se remonta al complejo entramado que involucró el monumento a Sarmiento a partir de 1894. Sin embargo, podría decirse que definitivamente se afirmó en 1906, cuando se le encargó “El pensador” y se adquirió “La Tierra y la Luna”. En todas estas decisiones tuvo que ver el influyente artista, crítico y gestor Eduardo Schiaffino, antes y después de ser designado director del Museo Nacional de Bellas Artes y encargado de comprar obras para el Estado nacional. Schiaffino vio la figura de “El pensador” instalada frente al Panteón de Paris, lugar de un enorme poder simbólico para la genealogía institucional francesa. Allí había sido emplazada apenas un par de meses antes de su llegada a Francia. Si bien por su ubicación y tratamiento la estatua estuvo rodeada de polémica y no gozó del favor de la crítica en una primera instancia, Schiaffino se aventuró a encargarle al escultor una versión para Buenos Aires. Sería la segunda llamada a ocupar un espacio de relevancia en la ciudad ya que el monumento a Sarmiento ya había sido ubicado simbólicamente en el Parque Tres de Febrero en 1900. Así, “plenamente de acuerdo con las condiciones que usted tuvo la gentileza de ofrecerme en nuestra última entrevista, tengo el agrado de solicitarle la reproducción en bronce ( de “El pensador”) con pátina verde, por un precio de 15 mil francos”, se apresuró a escribirle Schiaffino en la carta que se conserva en el archivo del Museo Rodin de París.


Rodin, las formas de la pasión
    Amor fugit. Bronce, circa 1885 (detalle).

Tan impactante en su ensimismada soledad, frente al Panteón parisino como en la Plaza del Congreso porteña, “El pensador” fue concebido sin embargo como parte del complejo escultórico “Las puertas del Infierno” que le habían encargado a Rodin en 1880 como entrada del Museo de Arte Decorativo de París. El conjunto, inspirado en “Las Puertas del Paraíso” que Ghiberti cinceló para el Baptisterio de Florencia remitía a la Divina comedia. Y en ese sentido la figura del Dante estaba llamada a ocupar un lugar central. Ya en la maqueta presentada en 1880, Rodin la ubicó en el dintel rodeado de distintos motivos escultóricos que fue desarrollando y presentando por separado a lo largo de varios años. Tal el caso de los bronces de “Eva” y “Amor fugit” del museo, dado que “Las Puertas del Infierno” no fueron fundidas como conjunto sino hasta después de la muerte del escultor De manera que lo que se conoce como “El Pensador”, en tanto parte de ese conjunto, nació como una representación alegórica de Dante Alighieri totalmente alejada de la iconografía con la toga, el gorro y los laureles con que se lo reconoce habitualmente. La idea de Rodin fue ofrecer una representación que, desafiando la tradición, hiciera eje en la figura del creador como un titán atlético que sueña su obra sentado en una roca con los pies bien adheridos a ella.
Esa figura deliberadamente despojada de la fragilidad física que se suele asociar a los poetas fue una de las primeras dentro de una serie de interpretaciones que Rodin hizo de grandes figuras de la cultura. Entre ellas están los monumentos a Balzac y el propio Sarmiento. Casi todos criticados por el desdén que se permitió Rodin por el reconocimiento fisonómico. Ocurrió con la figura de Dante Alighieri, que alegóricamente convirtió en “El pensador”, pero también con el Balzac y el monumento a Sarmiento. Está claro que el escultor prefirió bucear en la potencia de sus temperamentos que es lo que defino las formas en cada caso Lo cierto es que más allá de las polémicas que suscitó –sobre todo a partir del monumento a Honoré de Balzac, presentado en el Salón de la Société Nationale de 1898, Rodin llegó a encarnar por aquellos años al modelo del artista moderno que desafiaba los principios académicos con una propuesta estética innovadora que fundía las figuras inacabadas con la materia de la que emergían. Importa destacar la atención que prestaron los argentinos a este fenómeno novedoso. No sólo Schiaffino como representante especializado del gobierno sino también los jóvenes artistas y coleccionistas que viajaban a París. La importante presencia de Rodín en el Pavillón de L’Alma durante la Exposición Universal de 1900 contribuyó por otro lado notablemente al prestigio que el escultor alcanzó en los rincones más lejanos de Europa. Entre ellos, nuestro país, en momentos en que sus elites intentaban programas modernistas que tenían como modelo a la cultura europea francesa.


Rodin, las formas de la pasión
                                                 El Minotauro. Yeso, circa 1885 (detalle)



Así, el taller de Meudon –donde Rodin trabajó durante años– tanto como su casa parisina se convirtieron en visita obligada para los artistas y las élites cultivadas de Latinoamérica. Como recuerda la investigadora Marisa Baldassarre, la peregrinación al taller de Rodín incluyó a destacadas figuras de la cultura y la política. Figuras como Miguel Cané y funcionarios como Miguel Marcó del Pont que participaron de las negociaciones relativas al monumento a Sarmiento lo frecuentaron entre 1894 y 1900, el período transcurrido entre el encargo y la entrega de la obra. También Carlos Pellegrini y Rogelio Yrurtia, entre otros artistas, y periodistas como Alberto del Solar y José de Soiza Reilly, enviado de la revista Caras y Caretas.

Todo esto contribuyó al interés de su obra por coleccionistas de fuste como Antonio y Mercedes Santamarina, gracias a cuyas donaciones el museo posee importantes trabajos como los estudios para el grupo "Los burgueses de Calais". Se trata de la reducción en bronce de Jeanne d´Aire y de la cabeza en yeso de Pierre de Wissant. "Los burgueses de Calais" es una de las obras más interesantes de Rodin, que ejerció gran influencia en la obra de Rogelio Yrurtia autor del "Canto al trabajo". La estela de influencias que prodigó Rodin en la escultura argentina de la época es un capítulo aparte que desarrolla la exhibición de Bellas Artes en una sala aparte: trabajos de Arturo Dresco, Alberto Lagos, Rogelio Yrurtia y Pedro Zonza Briano, la mayoría realizados entre 1904 y 1920 dan cuenta de su fuerza.



Ficha:
Rodin. Centenario en Bellas Artes
Lugar: Museo Nacional de Bellas Artes, Av. del Libertador 1473.
Fecha: hasta el 25 de febrero de 2018.
Horario: martes a viernes, 11 a 20; sábados y domingos, 10 a 20.
Entrada: gratis


Rodin, las formas de la pasión
Panorámica. “El beso”, estudio modelado en terracota y yeso (1881-1882), y “El beso”, yeso de 1907, en un sector de una de las dos salas de la planta baja del museo dedicadas a la muestra de Rodin. La exhibición reúne 19 esculturas y tres dibujos del maestro francés y una selección de esculturas de artistas argentinos que evidencian su fuerte influencia en el arte de nuestro país. leyenda




Fuente: Revista Ñ Clarín

LAS 30 LECCIONES DE DECORACIÓN Y DISEÑO DE OSCAR WILDE


Tal día como hoy, el 30 de noviembre de 1900, fallecía en París el escritor Oscar Wilde. Recordamos en este aniversario 30 de sus frases sobre decoración, arquitectura y diseño que te sorprenderán.



Tags:
 
1. No tengáis nada en casa que no haya dado placer al hombre que lo haya fabricado, y que no plazca a quienes lo usen.
2. No tengáis adornos fabricados por una máquina; son algo malo, feo y sin valor.
3. La decoración de una casa debe expresar los sentimientos de quiénes viven en ella.
4. Uno debería: o ser una obra de arte, o llevar una consigo.
5. La primera obligación en la vida es ser tan artificial como se pueda. La segunda obligación no ha sido aún descubierta.
Oscar Wilde frases decoración
6. La naturaleza es tan incómoda… La hierba es dura, irregular y está húmeda, y además está llena de espantosos insectos negros. Incluso el trabajador más pobre de Morris podría fabricar un asiento más cómodo que la naturaleza. No me quejo. Si la naturaleza hubiera sido cómoda, la humanidad jamás hubiera inventado la arquitectura. 
7. El arte es nuestra protesta animosa, nuestro intento galante de enseñarle a la naturaleza el lugar que le corresponde.
8. El confort es lo único que nuestra civilización puede ofrecernos.
9. Un ojal bien hecho es el único vínculo entre el arte y la naturaleza.
10. No hay un efecto más noble en una habitación que el que produce una Venus de Milo de mármol. En presencia de una imagen tan pura, ninguna lengua osaría ser escandalosa. Deberíamos colocar yesos de hombres buenos en nuestras bibliotecas.
Oscar Wilde frases decoración
11. ¿Cómo podéis esperar que vuestros hijos digan la verdad si todo lo que les rodea dice mentiras, como el papel del recibidor declarándose a sí mismo mármol?
12. En lo que atañe a estilos de muebles, evitad los de estilo gótico o inglés temprano. Estaban muy bien para aquéllos que vivían en castillos y necesitaban usarlos ocasionalmente como medios de defensa o armas de guerra. Un estilo de mobiliario suave y elegante es más adecuado para nuestra pacífica época.
13. El mero color, virgen de significado y sin una alianza con la forma, puede hablarle al alma de miles de maneras distintas.
14. Los colores son como notas musicales: basta uno solo erróneo para estropear todo el conjunto. Por ello, cuando se decora una habitación, debe haber un color predominante. Ha de ser decidido de antemano, y todo lo demás ha de adaptarse a él como las respuestas a las llamadas en una sinfonía musical. De otra manera, la habitación será un museo de colores.


15. El piano de cola parece un estuche funerario. Prefiero el vertical.
Oscar Wilde frases decoración
16. Los percheros son necesarios, pero nunca he visto uno bonito. El perchero parece más un instrumento de tortura que algo útil o elegante, y es tal vez la cosa más fea de una casa.
17. Tened bordados, pero os lo ruego: no los pongáis por todas partes como si fuera el día de la colada.
18. En cuanto al techo: El techo siempre es un problema. ¿Qué hacer con esa enorme extensión de yeso blanco? No lo empapeléis. Eso da la sensación de vivir en una caja de papel, lo cual nunca es agradable.
19. En cuanto al suelo: No lo cubráis completamente de alfombras, pues nada es menos saludable o artístico que las alfombras modernas. Las alfombras absorben el polvo y es imposible mantenerlas limpias, como aquello nos rodea debería estar. En esto, como en todas las cosas, el arte y las nomas higiénicas van de la mano. 
20. He visto más habitaciones estropeadas por papeles pintados que ninguna otra cosa. Cuando todo está cubierto de un diseño, la habitación parece inquieta y se perturba al ojo.
Oscar Wilde frases decoración
21. Dos cuadros no deberían colgar nunca juntos. Se matarán el uno al otro o cometerán un suicidio artístico. 
22. No debería haber cuadros en el vestíbulo, por cuanto no es lugar para un cuadro bueno y uno malo no debería colgarse en ninguna parte. Ningún cuadro debería ponerse donde no se tenga tiempo para sentarse y reverenciarlo, admirarlo y estudiarlo.
23. No colguéis fotografías de cuadros. No hay peor manera de hacerse una idea equivocada de un pintor que con una fotografía de su trabajo.
24. Solo hay una cosa peor que la falta de arte, y es el mal arte.
25. Solo un subastador apreciaría todas las escuelas de arte.
Oscar Wilde frases decoración
26. Espero que aquellos que tengáis porcelana antigua la uséis. No hay nada tan absurdo como tener porcelana antigua en una vitrina solamente para exhibirla mientras la familia tiene que beber de cerámica de Delft. Si no sois capaces de usar porcelana antigua sin romperla, entonces no merecéis tenerla.
27. Si no podéis usarlo, es porque no lo merecéis. 
28. No tengáis nada en casa que no sea útil o bello. Si se observara esta regla, os asombraría la cantidad de basura de la que os desprenderíais. 
29. La gente habla a menudo como si hubiera una oposición entre lo bello y lo útil. A lo bello sólo se opone lo feo. Las cosas son o hermosas o feas, y la utilidad estará siempre del lado de las cosas bellas, porque una decoración bella es siempre una expresión de la utilidad que encontráis en una cosa y del valor que le dais.
30. Este papel pintado y yo estamos librando una lucha a muerte. O se va él, o me voy yo.



Fuente: Revista AD

TODO RODIN:
OBRAS REUNIDAS EN EL CENTENARIO DE UN DISRUPTIVO DE SU TIEMPO


Emblemáticas esculturas de la colección del Bellas Artes se exhiben juntas por primera vez; la huella del francés
en nuestro arte.


Dos versiones de "El beso", de Rodin: el primero en terracota y el segundo en yeso. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez
                          Dos versiones de "El beso", de Rodin: el primero en terracota y el segundo en yeso. Foto: La Nación / Soledad Aznarez

La belleza idealizada o la belleza realista. La opción, a la que obligaba la genialidad de Auguste Rodin, fue captada por algunos artistas argentinos que siguieron las huellas modernistas que iba dejando el revolucionario escultor francés, cuyas obras engalanan el patrimonio nacional. Con la muestra Rodin. Centenario en Bellas Artes, que se inaugura hoy, a las 19, el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) se suma a la red internacional de instituciones que este año rinden homenaje al hombre que transformó la forma de hacer y entender las esculturas, a un siglo de su fallecimiento. Y coloca la última perla a un año de grandes maestros: en el primer piso, continúa la muestra con medio centenar de obras tardías de Miró.


"La Danaide", pequeña talla en mármol, de Rodin. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez
  "La Danaide", pequeña talla en mármol, de Rodin. Foto: La Nación / Soledad Aznarez.

Así, una veintena de piezas de Rodin se exhiben juntas por primera vez en una sala dividida en dos espacios: uno que alude a su atelier, y el otro, al proyecto inconcluso de La puerta del infierno. En este último el visitante podrá deleitarse con la contemplación y comparación de dos versiones de una de sus figuras más famosas: El beso. El conocido calco en yeso de gran tamaño que Rodin regaló al Bellas Artes, a través de su fundador, Eduardo Schiaffino, se exhibe junto a otro más pequeño, hecho en terracota y que muy pocas veces salió de los depósitos del museo.
Del otro lado, una gigantografía en sepia introduce al taller donde trabajó el francés con imágenes de sus creaciones que interactúan con el imponente bloque de mármol de La tierra y la luna, la misteriosa Cabeza monumental de Balzac en bronce y, entre otras entre otras piezas, el pequeño estudio de Balzac en yeso.


"La Pena", del argentino Arturo Dresco, evidencia la influencia de Rodin. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez
   "La Pena", del argentino Arturo Dresco, evidencia la influencia de Rodin. Foto: La Nación / Soledad Aznarez



Bisagra en las redefiniciones artísticas de su época, el trabajo de Rodin desafió las normas de armonía y equilibrio que regían en el academicismo clásico imperante. "Sus planteos disruptivos incluyeron nuevas soluciones para la escultura: algunas de ellas son el uso de puntos de vista múltiples, el modelado de anatomías imposibles y la exaltación de la materia al dejar visibles distintas texturas que habilitan la sensación de inacabado", afirma Mariana Marchesi, directora artística del MNBA y curadora de la muestra que ofrece un original plus. En la sala 20, donde habitualmente se exhiben los Rodin, se montó una selección de obras de artistas argentinos "que sintieron el impacto de la modernidad de Rodin".

Se trata de Arturo Dresco, Rogelio Yrurtia, Pedro Zonza Briano y Alberto Lagos. En 1900, mientras permanecían en Italia becados para estudiar escultura, los dos primeros asistieron en París a la primera y única gran exposición que hizo Rodin y quedaron subyugados por su genio, a tal punto que incorporaron en sus obras tips propios del francés, como la alternancia de texturas, el movimiento de la superficie y el juego de luces y sombras. Se ve, por caso, en La pena, de Dresco, que tiene una reminiscencia a La Danaide, pequeña talla en mármol de Rodin, con una forma parecida para aludir al mismo sentimiento de tristeza. "Como aquel, trabaja el mármol en bloque", observa Marchesi. Y agrega que para los creadores argentinos la manera de Rodin de trabajar el desnudo implica "una ruptura muy grande con lo que se venía haciendo". Otro ejemplo es la escultura de Zonza Briano Creced y multiplicaos "que en 1912 fue rechazada en el Salón de París por atentar contra el pudor y la moral".





Para agendar

Hasta el 25 de febrero de 2018, en el MNBA, Av. Libertador 1473. De martes a viernes, de 11 a 20, y fines de semana, de 10 a 20. Gratis.



"El beso", un calco de yeso que Rodin regaló a Eduardo Schiaffino, primer director del MNBA. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez
    "El beso", un calco de yeso que Rodin regaló a Eduardo Schiaffino, primer director del MNBA. Foto: La Nación/ Soledad Aznarez

Más pequeña que "El beso" de yeso, ésta se ha exhibido en muy pocas oportunidades. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez
   Más pequeña que "El beso" de yeso, ésta se ha exhibido en muy pocas oportunidades. Foto: La Nación / Soledad Aznarez.
Ayer, durante el montaje del estudio en yeso de la "Cabeza monumental de Balzac" que está a su izquierda. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez
Ayer, durante el montaje del estudio en yeso de la "Cabeza monumental de Balzac" que está a su izquierda. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez



La emblemática "La tierra y la luna" que Schiaffino compró a Rodin. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez

                  La emblemática "La tierra y la luna" que Schiaffino compró a Rodin. Foto: La Nación / Soledad Aznazre


"La mano de Dios", de Rodin. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez
   "La mano de Dios", de Rodin. Foto: La Nación / Soledad Aznarez.







Estudios de "Los burgueses de Calais", de Rodin. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez
   Estudios de "Los burgueses de Calais", de Rodin. Foto: La Nación / Soledad Aznarez


Fuente: lanacion.com