MURIÓ ROGELIO POLESELLO,
EL ARTISTA QUE VIO EL MUNDO COMO UN CALEIDOSCOPIO

Tenía 74 años y ayer tuvo un infarto en su casa.
Fue uno de los referentes del arte óptico de la Argentina y de Latinoamérica.
Lo velan hoy en la Legislatura.

Colores. Las figuras geométricas y la luz fueron protagonistas de la obra del artista plástico y escultor. / LEO VACA
Colores. Las figuras geométricas y la luz fueron protagonistas de la obra del artista plástico y escultor. / LEO VACA
Patricia Kolesnicov

Vestido de colores, sonriendo, como jugando: así se vio siempre a Rogelio Polesello. Quizás por esa vitalidad, la incredulidad atravesó ayer las redes sociales cuando corrió la noticia: había muerto el creador, el exponente del arte óptico, el hombre que diseñó la pintura de un Audi para un coleccionista de autos, que hizo un mural para el subte y un monumento por la batalla de la Vuelta de Obligado, el que esculpió para el Comité Olímpico, el que tiene obras en el Museo de Bellas Artes pero también en el Malba, en Caracas, en Miami, en México y en el Guggenheim de Nueva York.
A fin de mes iba a cumplir 75 años. En 2013 lo operaron de un aneurisma en la aorta; en diciembre tuvo una complicación y ayer murió de un infarto.
Polesello hacía arte con la luz. Y empezó de chico. El lo contó así: “Cuando chico, jugaba con un vidrio que me ponía en un ojo y así exploraba. Cuando empecé a pintar hacía monocromías buscando el oficio y me encontré un día sentado en casa pensando qué quería pintar; de pronto el sol atravesó la ventana y se deshizo en una de mis esculturas de acrílico, esos monóculos estridentes que conservaron mi infancia, y se expandió por todo el espacio ese mandato iridiscente y terminó la ceguera: aquí está, dije, agarré el soplete y junté el sol en el plano”. A través de vidrios había mirado los dibujos de su mamá: el efecto de la luz –decía– los convertía en caleidoscopios. Su arte sería eso: jugar con la luz y sus efectos.
Desde muy joven trabajó en publicidad. En ese mundo conoció nuevos materiales, como el acrílico, que le serviría para generar efectos ópticos: “Incorporé la trama de los lentes de aumento a las piezas de acrílico”, explicaría tiempo después. En la agencia publicitaria conoció, también, el mundo del consumo.
A la vez, estudiaba arte en la Escuela Prilidiano Pueyrredón. Tenía 20 años en los 60, cuando la idea de deformar la realidad y la psicodelia flotaban en el aire.
En 1959 expuso por primera vez; en 1965 participó en la Bienal de San Pablo y en el 69 exponía en el Instituto Di Tella, donde pasaba todo en esa época.
Polesello descomponía la geometría a su gusto, incluso en los paneles de acrílico en los que “cavaba” lupas. Quien se haya cruzado con alguno de sus grandes plásticos, se habrá rendido ante la tentación de jugar: a verse deformado, a dejarse atravesar por un funcionamiento nuevo de los ojos y de todos los sentidos, a mirar de una forma nueva.
La luz, el movimiento, como materia prima del arte. Ahora estaba trabajando en una retrospectiva importante que se haría en el Malba en junio del año que viene. “Tengo ganas de abrir la pared de la sala para que la exhibición se pueda ver a través de las esculturas de acrílico”, contó hace poco.
Para él, la obra no aparecía de un chispazo: “Como artista hay que tener muy claro lo que uno quiere hacer, la tecnología es sólo un apoyo, es la mente creadora la que dirige a la mano”. Hay que mirar la calle, dijo entonces, el arte de la calle.
Atento al presente, como quienes construyen el futuro, Polesello murió como vivió: lleno de proyectos.
Desde hoy a las 8 y hasta mañana, lo velan en la Legislatura.


Fuente: clarin.com

ABRIÓ UN PARQUE DE DIVERSIONES DEDICADO AL PRINCIPITO

Cultura

Queda en Francia. Son 24 hectáreas con globos aerostáticos y personajes del libro de Saint Exupéry
El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. (AFP)
El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim, Alsacia, al noreste de Francia. (AFP)

Hay globos aerostáticos, un gran tobogán con forma de serpiente, zorros y ovejas vivas: todo en el "Parque del Principito", un parque de diversiones que abrió ayer en Francia, inspirado en el famoso relato que Antoine de Saint-Exupéry publicó en 1943.
Son 24 hectáreas cerca de Mulhouse, una localidad muy cercana a la frontera con Alemania, y esperan que, en lo que queda del año, lo visiten unas 80 mil personas: a partir del año que viene, estiman unas 150 mil personas anuales al complejo, que incluye 31 juegos y atracciones inspirados no sólo en El Principito, sino en sus viajes a otros planetas y en los animales con los que se cruza en su periplo, que se tradujo a más de 270 idiomas y que lleva vendidos unos 150 millones de ejemplares en el mundo. Los lectores argentinos no se escapan del fenómeno: en la última Encuesta de Librerías que publicó la Ciudad de Buenos Aires, la historia de ese chico que, en un planeta lejano y chiquito ama una rosa y dibuja un elefante encerrado en la panzota de una boa, fue una de las 20 más vendidas en 2013.
No es la primera vez que los franceses explotan uno de sus éxitos literarios hasta convertirlo en un parque temático: Astérix ya tiene el suyo; siempre sirven para, además, contar la historia de los autores.
Uno de los autores del proyecto, Jérôme Giacomoni, contó a la prensa: "Nuestro objetivo es un púbico de chicos de entre 2 y 12 años, así como los adultos que todavía se acuerdan de que alguna vez fueron niños". Apela a esa sensibilidad a la que también invitaba el pequeño príncipe, a eso de no perder de vista, aunque pasen los años, que "lo esencial es invisible a los ojos".


El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP)
El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP) - See more at: http://hd.clarin.com/tagged/el-principito#sthash.TkahIEPS.dpuf

El  Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto  francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones  en Ungersheim, Alsacia, al noreste de Francia. Las  instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas  visitados por el protagonista de este clásico de la literatura  universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35  metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático  tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio  dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un  espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. Foto AFP 





El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP)

El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP)

El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP)

El Principito, protagonista del célebre libro del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tendrá su propio parque de atracciones en Ungersheim,  Alsacia, al noreste de Francia. Las instalaciones contarán con dos globos gigantes que evocarán los planetas visitados por el protagonista de este clásico de la literatura universal, y con un “aerobar” donde los visitantes podrán comer a 35 metros de altura, sentados con los pies en el vacío. El parque temático tendrá salas de cine para proyectar películas relacionadas y un espacio dedicado a los animales del libro, como una granja de mariposas, un espectáculo con zorros y un rebaño de corderos. (AFP)


Fuente: clarin.com

EL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN TENDRÁ EDIFICIO PROPIO

MAQUETA. El Archivo General de la Nación contará por primera vez con un edificio especialmente construido para albergarlo, el cual comenzará a levantarse en febrero próximo en el predio que la ex cárcel de Caseros ocupa en el barrio de Parque Patricios. (Télam)

MAQUETA. El Archivo General de la Nación contará por primera vez con un edificio especialmente construido para albergarlo, el cual comenzará a levantarse en febrero próximo en el predio que la ex cárcel de Caseros ocupa en el barrio de Parque Patricios.

Foto:Télam

HALLAN RESTOS DE UNA CIUDAD DE LA ÉPOCA GRECORROMANA

En el noroeste de El Cairo.
Detalle. La exploración magnética detectó construcciones y un muro. /EFE
Detalle. La exploración magnética detectó construcciones y un muro. /EFE

Expertos italianos y egipcios descubrieron las ruinas de una ciudad que data de la época grecorromana en la provincia de Al Bahira, al noreste de El Cairo, según informó ayer el ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati. A través de un comunicado, el funcionario explicó que los vestigios fueron hallados bajo una gran capa de limo en el área de Al Kom al Ahmar, a unos 25 kilómetros al sur del Rashid, un afluente del río Nilo.
La exploración magnética del lugar reveló que la zona contiene varias edificaciones rodeadas por un enorme muro de forma rectangular, que probablemente fueron dedicadas a usos administrativos y religiosos. Al Damati dijo que “este hallazgo tiene una importancia histórica, porque refleja la vida diaria de esa época”, entre el 343 a.C. al 395 d.C. Además, brinda “más detalles de la naturaleza arquitectónica de esas ciudades, ya que es un prototipo destacado del estilo helénico y romano”, según el ministro.
El miembro de la parte egipcia del equipo mixto, Mohamed Qanaui, explicó que las primeras investigaciones indican que la ciudad empezó a construirse en el Periodo Tardío faraónico (724-343 a.C.). Las excavaciones fueron efectuadas en conjunto por el Ministerio egipcio de Antigüedades y del Centro de Arqueología Italo-egipcio.

Fuente: clarin.com

SÁBAT MUESTRA SU GENIAL GALERÍA
DE PERSONAJES IMAGINARIOS

Abrió una exposición en Recoleta. “Borges y compañía” reúne una cincuentena de pinturas del eximio retratista rioplatense.
Borges. La única cara reconocible es la del autor de "El Aleph".
Ficciones. Sábat pintó a los hombres y mujeres inventados para esta exposición con óleo y agua sobre telas.
Ficciones. Sábat pintó a los hombres y mujeres inventados para esta exposición con óleo y agua sobre telas.
Inauguración. De izq. a der., el director del Recoleta, Mauricio Macri, "Menchi" Sábat y Hernán Lombardi. /CCR

EL MISTERIO DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA

Georges Braque, Escuela Francesa, 1882-1963, La mesa redonda, 1929

Por Daniel Muchnik / Para LA NACIÓN 




¿Hay alguna norma especial, un método único para poder crear? ¿ Forma parte de un ejercicio, hay que estar dotado de un genio único, vivir experiencias al límite? ¿ Hay que sufrir?
De este misterio se han ocupado muchos expertos y se ocupó ahora también el escritor Mason Currey en un libro que reactualiza la pregunta, Rituales Cotidianos. Cómo trabajan los artistas, Pero ninguno ha logrado dar con la fórmula ideal para llegar frente al papel, la tela o la piedra y transformarlos en objetos bellos, irrepetibles. No sirven ni los libros de autoayuda, ni los academicismos, ni las historias de vida, ni las autobiografías.
Hay quienes recurren a ciertas "ayudas especiales", pero tampoco son todos. Balzac, sumido en las deudas, trabajaba después de cenar, a la luz de las velas, a gran velocidad, acompañado de un jarrón de café a la espera de que el mensajero de la imprenta pasara a buscar sus escritos a las 6 de la mañana. Muchas veces se ataba a la silla para que el sueño no le ganara. Tampoco se valieron de estimulantes externos Víctor Hugo, Flaubert, Tolstoi, Chejov, Shostakovich. Eran pródigos en la escritura y el pentagrama, y no conocían impedimentos.
En cambio, Berlioz, enamoradísimo de una actriz pero rechazado en su pasión ingresó en un fumadero de opio durante varios días para olvidar . Después de ese trance escribió su insuperable "Sinfonía Fantástica". Lo acompañaron muchos más con el opio y la absenta, la bebida verde de efectos alucinógenos prohibida en el hemisferio norte a fines del siglo XIX. Tenía demasiados adictos, entre ellos Edgar Allan Poe, Arthur Rimbaud, Vincent Van Gogh . La droga les resultaba imprescindible para relajarse o pensar. Los grandes pintores impresionistas no buscaron ninguna inspiración más que en su alma. Fue el caso de Pisarro, Manet, Monet y Renoir. Los autores norteamericanos conocidos en la primera mitad del siglo XX como Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, William Faulkner, reclamaban altas dosis de alcohol. El mismo camino recorrido por el poeta Dylan Thomas y el austríaco Joseph Roth. La generación que llegó después de ellos apeló a estimulantes pesados, de alto riesgo.
Pero, ¿era y es necesario bordear el límite para poder crear? ¿ O el talento, la sabiduría innata barre todo obstáculo?
Hay escritores, pintores, escultores, que tuvieron una perseverancia extrema, cumplieron horarios, descansaron cuando debían. Un ejemplo paradigmático fue Thomas Mann
(1875-1955). Y otros como Stefan Zweig , Bertrand Russell, Hannah Arendt. No había para ellos más que esfuerzo, dedicación extrema junto con un mundo familiar que los ayudara en el emprendimiento. O ámbitos de estudio donde la constancia era un valor. Todo se reducía al talento innato personal, al amor comprometido por lo que se hacía.
Otros necesitaron el caos. El poeta W.H.Auden recurría a las anfetaminas. A la noche, antes de acostarse tomaba sedantes. Auden consideraba a la bencedrina como "un invento que ahorra trabajo" en la "cocina mental".
Jean-Paul Sartre escribía obsesivas seis horas diarias, pero no quería perderse ningún encuentro con colegas, en las que había abundantes comidas y bebidas, droga y cigarrillos. La desmesura formaba parte de su personalidad. Padecía de insomnio, y antes de entrar en colapso lo combatía con barbitúricos. Pero a la mañana apelaba a una mezcla de anfetaminas y aspirinas muy divulgada entre estudiantes e intelectuales parisienses.
Glenn Gould, un pianista canadiense genial, para muchos especialistas un intérprete irremplazable, era en su cotidanidad, un talento excéntrico, sin amigos. Practicaba de noche porque no le gustaba la luz del sol. Y siempre, antes y después de los ejercicios, ponía sus manos bajo la canilla de agua casi hirviendo mientras usaba un sedante poderoso.
El muy británico Somerset Maugham escribía con gran intensidad y facilidad. Aunque siempre reflexionaba antes largo tiempo sumergido en la bañera y bien acompañado de botellas de whisky. Pablo Picasso, que se acostaba tarde y se levantaba tarde, se encerraba en su estudio, absorto, desde el mediodía hasta la caída del sol. Nadie podía interrumpirlo. El mundo dejaba de existir.
Entre los rigurosamente metódicos, que respetan horarios, caminatas, lecturas y vida social, modélicos, apartados de adicciones fuertes aparecen Immanuel Kant, Sigmund Freud, Carl Jung, Richard Strauss, Henri Matisse, Benjamin Britten y Henry James. Encaraban todo con calma admirable, sin ansiedades, apartados de rituales obsesivos. Freud aprovechaba sus vacaciones, de tres largos meses, siempre en las montañas, para escribir su inmensa obra.
Son muy extraños, dispares y extremos los vínculos del hombre con la creación. Los caminos que eligieron para alcanzarla fue una proyección de sus personalidades, de sus limitaciones y frustraciones o de sus talentos. Lo fundamental es que quedaron sus obras, las que nos permiten seguir vivos y entender que la estética es lo que nos redime y nos hace más humanos.

Fuente: lanacion.com

EL TURISMO ASFIXIA A LA CAPILLA SIXTINA

El retraso en la renovación de los anticuados sistemas de ventilación plantea dudas sobre el daño causado por los más de 20.000 visitantes diarios.




El director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, no quiere hablar del estado de conservación de la Capilla Sixtina, y hasta cierto punto es lógico. Paolucci advirtió en 2010 que los sistemas de ventilación instalados en 1993 ya no daban abasto para proteger los frescos de Miguel Ángel, Botticcelli, Pinturicchio, Perugino o Signorelli de los más de 20.000 visitantes al día que incluyen la contemplación de El juicio finalen su visita a Roma. “Demasiada presión humana”, dijo.
En octubre de 2012, Paolucci fue más allá: “Si en el transcurso de 2013 no empieza a funcionar el nuevo sistema de climatización, cambio del aire, control de humedad y temperatura y retirada de polvo, se tendrán que limitar las visitas”. Una solución drástica que, por cierto, había negado él mismo un mes antes. Pero pasó 2013 y no se supo nada ni del nuevo sistema de ventilación ni de un eventual cupo. Hasta hace una semana —o sea, cuatro años después del primer mensaje de alarma—, Paolucci no había puesto fecha a la inauguración del nuevo sistema de climatización e iluminación; ahora se anuncia que será el próximo mes de octubre y, según el director de los Museos Vaticanos, permitirá además aumentar el acceso a la Capilla Sixtina de 700 a 2.000 personas al mismo tiempo. Los trabajadores se llevan las manos a la cabeza.
La nueva climatización permitirá que entren hasta 2.000 personas a la vez
Dos de los encargados de los Museos Vaticanos se hacían cruces esta semana ante la posibilidad de que pueda autorizarse la entrada de más visitantes en la Capilla Sixtina. “¡Pero fíjese cómo está de gente!”, exclamaba uno, “y eso que estamos en el pase nocturno y ya se han marchado los miles de turistas que proceden de los cruceros que atracan en el puerto de Civitavecchia”. No se trata solamente, añadía su colega, de la conservación del monumento, también de un asunto de seguridad: “Fíjese en la estrechez de los pasillos y de las escaleras por las que tiene que entrar la gente. Esto no es el MoMA de Nueva York, sino un palacio que no se construyó para museo. No es agradable ver cada día cómo la Capilla Sixtina, sin lugar a dudas uno de los lugares más bellos del mundo y del que nos sentimos orgullosos todos los que trabajamos aquí, se convierte en un sitio incómodo donde se agolpan cientos y cientos de turistas…”. La capilla fue mandada construir en 1484 por el papa Sixto IV, de ahí su nombre, y de aquella época proceden los frescos de las paredes laterales, obras de Botticelli o Perugino, pero fue el papa Julio II el que encargó a Miguel Ángel que pintara la bóveda.
Las preguntas que Antonio Paolucci, el director de los Museos Vaticanos, no ha estimado oportuno responder son muy simples. Si ya en 2012, a tenor de sus propias declaraciones, el sistema de ventilación estaba obsoleto y se necesitaba con urgencia uno nuevo, ¿por qué se ha esperado dos años, a un ritmo de más de seis millones de visitantes al año?, ¿por qué no se ha limitado el acceso para evitar daños a los frescos?, ¿se han producido estos daños?, ¿hasta qué punto el afán recaudatorio ha condicionado la sobreexposición de las obras de arte?

Breve historia

La primera misa en la capilla se celebró el 15 de agosto de 1483.
Originalmente se llamaba Cappella magna, y se rebautizó en homenaje al papa Sixto IV, que ordenó su restauración entre 1473 y 1481.
El papa Julio II ordena a Miguel Ángel decorar la bóveda, pintura que hizo entre 1508 y 1512. Miguel Ángel pintó El juicio final entre 1536 y 1541 para los papas Clemente VII y Pablo III.
Desde su oficina de prensa, siempre de forma muy gentil, aseguran que ni Paolucci ni ningún otro experto autorizado se pronunciarán sobre estos asuntos hasta que la nueva climatización sea inaugurada el próximo mes de octubre. Una fecha que también ponen en duda los trabajadores de los Museos. Todavía no se han iniciado los trabajos en el interior de la Capilla Sixtina y solo una grúa amarilla instalada en el exterior da señales de los preparativos. “Hace mucho tiempo”, confirma uno de los trabajadores —sin autorización para hacer declaraciones—, “que el sistema de climatización no funciona bien. Hay días que esto parece una nevera y otras un horno, independientemente de los turistas que haya dentro en ese momento”.
La primera alarma seria se remonta a 2010. A través de un artículo en l’Osservatore romano, Antonio Paolucci explicó que los residuos dejados por los turistas —polvo, aliento, sudor, cabello, caspa, hilos de lana, fibras sintéticas— estaban poniendo en peligro los frescos de los siglos XV y XVI. Durante aquel verano, 30 restauradores emplearon 20 noches en retirar “cantidades ingentes de materia y polvo” y constataron algunas señales de deterioro. Como explicó en su momento Gianluigi Colalucci, responsable de la última restauración de la Capilla Sixtina en 1994, “el polvo es lo más difícil de controlar, se deposita y con la humedad se fija”. Un problema que tendría que ayudar a resolver el nuevo sistema de climatización encargado a la firma Carrier.
Según el profesor y académico de Bellas Artes Rodolfo Papa, la solución debe ser de carácter tecnológico, porque es imposible cerrar las puertas al público. “El problema no es sólo de la Capilla Sixtina”, explica, “sino de una mentalidad consumista que nos lleva a todos a viajar a todos los sitios para verlo todo. Aunque ni entendamos ni nos interese. Hay quien ha salido de los Museos Vaticanos asegurando haber visto La Gioconda”.
(EL PAÍS).

Fuente: Misionescuatro | Cultura