ELEFANTES EN LA NATIONAL GALLERY



Unos modelos de bebés de elefante colocados en la escalera de acceso a The National Gallery, en Trafalgar Square, en el centro de Londres, el 4 de mayo de 2010. 

Foto:Ben Stansall/AFP

FRIDA X 2



Detalle de "Las dos Fridas" de la artista mexicana Frida Khalo, exhibido en Ciudad de México en junio de 2007. 

Foto:luis acosta/AFP

EN VENECIA,
EL ARTE DE HOY SE MIDE CON TINTORETTO
ENTRE JAZMINES Y YATES



La comparación con el pasado no ayuda a la curaduría, pero igual la Bienal es una fiesta.


IRONÍA. LA OBRA QUE SE PRESENTA EN EL PABELLÓN DE ESTADOS UNIDOS PARODIA DOS AFICIONES DE ESA NACIÓN: EL DEPORTE Y LA GUERRA.

Por Ana María Battistozzi
Venecia ENVIADA ESPECIAL 


Si en cada edición el título elegido por el director artístico resulta lo suficientemente ambiguo como para acoger la amplia variedad de expresiones que se ofrecen dentro del ámbito de la muestra, Iluminaciones, el elegido este año por la curadora Suiza Bice Curiger, propone también atravesar la historia del arte.
La luz, que simbólicamente supo representar ya revelación, aparición o reverberancia atmosférica, ha sido el gran tema del arte a través de los siglos; desde los mosaicos bizantinos al americano James Turrell, que tiene su museo en Salta; y desde los pintores venecianos a Turner y los impresionistas.
No debiera extrañar entonces que como punto de partida de la muestra veneciana se haya elegido tres soberbios cuadros de Tintoretto: “La última cena”, una obra que suele estar en la iglesia de San Giorgio el Maggiore y por la que es preciso pagar una moneda para poder verla. También están “La Transfiguración de San Marcos” y “La Creación de los animales”, ambas del Museo de la Academia, que se despliegan en la gran sala primera del Pabellón de Italia  en el espacio central de Giardini, que la edición pasada ocupó el tucumano Tomás Saraceno.
Con este  pasado debe medirse el arte de hoy  en Venecia y, la verdad, no sale del todo bien parado a juzgar por muchas de las piezas que eligió la curadora suiza Bice Curiger: lucen desangeladas y  hasta decorativas ante la radicalidad de las telas del Tintoretto, que  le valieron  una interdicción de casi dos décadas en su tiempo.
No ocurre esto en este presente donde lo nuevo es en sí mismo norma y se festeja todo glamour más allá que finalmente no lo sea y se tribute más al pasado de lo que se admite. Más aún: muchas de las obras que aquí se exponen ya fueron vistas con anterioridad. Es el caso de la obra de Artur Barrio en el Pabellón de Brasil, que ya se vio en la Bienal de San Pablo,  la del italiano Maurizzio Cattelan, que se vio en esta misma Bienal en el 1997 y la “Ascensión”  de Anish Kapoor, que fue adaptada con escasa fortuna para San Giorgio el Maggiore ya que su delicado dispositivo de luz vapor no llegó a funcionar en la previa inaugural.
Con todo, Venecia –más allá de evaluaciones críticas que seguramente reclamarán una cierta perspectiva– es en sí misma una espectáculo multimedia que entrevera el embriagante aroma de jazmines, tilos  y magnolias  de los Giardini di Castello con el  arte contemporáneo, performances callejeras, elegantes fiestas de corporaciones y casas de moda que encienden  “a giorno” los grandes palazzos sobre el Gran Canal, la presencia militante de los Indignados madrileños y monumentales yates, como el Luna del magnate ruso Roman  Abramovich  que ocupa una cuadra de muelle entre los Giardini y el Arsenale.
Entre un punto y otro, los visitantes, mareados por la abundancia y el calor,  se desplazan en este gran bazar buscando la recomendación  precisa para no perderse nada de valía aquí o allá, incluido todo lo disperso por la ciudad en una muestra que se expande cada vez más.
Para recomendar: la obra de la americana Cindy Sherman, la de la china Son Dong, que desplegó en el Arsenal restos de muebles de familias de Pekín con un fuerte olor a naftalina, la de Franz West, que obtuvo el León de Oro, y el Pabellón de Alemania, que obtuvo el premio al mejor pabellón, dedicado a Christoph Schlingensie, un artista fundamental del grupo Fluxus muerto en agosto de 2010. Y  también los Pabellones de Francia, que exhiben un monumental trabajo de Christian Boltanski, quien a fin de año hará un trabajo en Argentina convocado por la UNTREF.
Uno de los más comentados fue el pabellón americano, que mostró trabajos de la pareja Jennifer Alora (americana) y Guillermo Clazadilla (cubano), que ironizan sobre la afición americana por los deportes y la guerra: un tanque de guerra patas para arriba y sobre el un hombre haciendo cinta. Otro que siempre despierta polémica es el Pabellón de Italia, que esta vez presentó una obra con el provocativo título “L’ arte non é Cossa Nostra”, de Cesare Inzerillo. Incluye el Museo de la Mafia y datos de crímenes desde 1860.
Esta es una bienal donde las nacionalidades aparecen difusas. No obstante, se sumaron nuevas naciones: hay 89 países contra los 77 presentes 2009. Entre ellos, varios emergentes:  India, Arabia Saudita, Bangladesh y Cuba, que participa por primera vez.

Fuente:clarin.com

EL ENVÍO ARGENTINO
RECIBIÓ DOS PRESTIGIOSOS PREMIOS



El escultor y su equipo se bancaron las dificultades y lograron el interés internacional.

 
DOS TITULOS. “EL ASESINO DE TU HERENCIA” O “AHORA ESTARE CON MI HIJO”.
Elegir un artista que represente a la Argentina en un ámbito como éste no es sencillo. Y no porque en nuestro país falten artistas cuyo trabajo pudiera merecer tal distinción. Ocurre que una bienal tiene códigos muy precisos que deben ser tenidos en cuenta si se pretende que el envío tenga alguna visibilidad.
Hay un formato y una escala “bienal” que no cualquiera alcanza en nuestro país; sencillamente porque las condiciones de producción muchas veces no están dadas y los artistas deben hacerse cargo personalmente de los riesgos de la experimentación a cierta escala.
En otros países hay un coleccionismo o fundaciones públicas y privadas  que por lo general apoyan estos procesos.  Por suerte en la era de la globalización esto ha dejado ser un límite e para los jóvenes artistas.
Especialmente para aquellos que, como el rosarino Adrián Villar Rojas, tienen claro desde muy jóvenes que no sólo quieren expresarse a través de una obra sino también construir una carrera abriéndose paso fuera del país a partir de sus capacidades de expresión. Estas cuestiones fueron tenidas en cuentas por Rodrigo Alonso al elegirlo para esta ocasión y no se equivocó. El joven y su equipo no sólo tuvieron el temple para bancarse las dificultades prácticas y financieras que implicó llevar a cabo una obra como la que concibió, sino que además el resultado logró despertar el interés internacional que persiguió.   El día jueves, la obra “El Asesino de tu herencia” o “Ahora estaré con mi hijo”, los dos títulos con que se la conoció,  apareció publicada en El Corriere della  Sera.  Además, los días de la previa,  Hans Ulrico Obrist –curador de la galería Serpentine en Londres– se se la pasó acercando curadores y staff de museos para que la vieran.
El hecho de que estuviera en el Arsenal y no en cualquier otro lugar de Venecia sin duda ayudó. Pero lo cierto es que el viernes, después que la presidenta pasara por el lugar de su presentación,  el artista no pudo acompañarla en el acto de firma del comodato del pabellón porque recibía el Premio Benesse que otorga la corporación de ese nombre  y el de la Fundación Museo Naoshima Fututake de Japón.
Un premio para grandes obras  dirigido a crear un espacio en el que el “potencial del arte contemporáneo dialogue con la naturaleza”. Artistas como el danés Olafur Eliasson y el chino Cai-Guo-Qiang, lo obtuvieron antes. Más que auspicioso.

Fuente: clarin.com

LA 54a. BIENAL DE ARTE DE VENECIA
ABRIRÁ SUS PUERTAS AL PÚBLICO
DEL 4 DE JUNIO AL 27 DE NOVIEMBRE




 Argentina con pabellón propio y "Ahora estaré con mi hijo", las esculturas de arcilla de Villar Rojas. (AFP)



Las fotos de Italo Zannier y Wainer Vaccari. (AFP)


Pintura del italiano Tintoretto titulada "La última cena". (EFE)


Una gimnasta representa "Cuerpo en vuelo" de los artistas estadounidenses Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla. (EFE)


Un hombre representa la obra "Track and Field" de los artistas estadounidenses Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla. (EFE)


Una vista de "Art is Cosa Nostra", de un colectivo de artista curados por el crítico de arte Vittorio Sgarbi. (EFE)


La obra "Contamination", de la artista portuguesas Joana Vasconcelos. (EFE)


Detalle de la obra "Contamination", de la artista portuguesas Joana Vasconcelos. (EFE)


El artista estadounidense Julian Schnabel posa frente a su obra "Bez #1", en el museo Correr. (EFE)


Julian Schnabel en el museo Correr. (EFE)


La obra "Gunpowder Forest Bubble" de la artista Loris Graud, en el palacio Grassi. (EFE)


Una obra del artista ucraniano Oksana Mas, en el pabellón de Ucrania.(EFE)


Argentina ya tiene pabellón propio en la Bienal de Venecia.


Fuente: clarin.com

ARGENTINA, DE ESTRENO
CON UNA OBRA MONUMENTAL EN VENECIA



ESPACIO Y FANTASÍA: LA OBRA QUE PRESENTA VILLAR ROJAS EN VENECIA.

Once esculturas de gran tamaño  realizadas en arcilla componen la impactante instalación concebida por Adrián Villar Rojas para  representar a la Argentina en la 54° Bienal Internacional de Venecia. Desde el mes de marzo el joven artista rosarino de 31 años estuvo trabajando en la Artillería del Arsenal –uno de los espacios de exhibición–  al frente de un equipo de dieciséis asistentes integrado por  escultores, constructores, productores y diseñadores.
La obra que insumió 25 toneladas de materiales y refleja los modos de producción del arte contemporáneo, está ubicada en un lugar estratégico. Por fortuna para él y el abultado equipo que lo acompañó en semejante trajín, incluido el curador Rodrigo Alonso,  tiene una visibilidad mayor que la que contaron envíos anteriores. Basta recordar que la presentación de la obra de Luis Felipe Noé en el 2009 tuvo lugar en una sala de exhibición en los altos de una destacada librería a metros de la plaza de San Marcos.
Desde hace más de una década, cuando el Arsenal –un antiguo depósito de armas– se habilitó como espacio de exhibición para la Bienal, adquirió un fuerte protagonismo hasta instalarse como el lugar de suma importancia que hoy es. Al punto de que allí se presenta en estos días la selección curada por Bice Curiger, la directora artística de este año. Así junto a los Jardines de Castello –el espacio original que concentra los tradicionales pabellones nacionales de Italia, Estados Unidos, Alemania, Brasil y Uruguay, entre otros– el Arsenal articula el eje del recorrido principal y en este sentido forma parte de un itinerario imperdible para cualquiera.
Emplazada en la Artiglerie del Arenal, la obra de Villar Rojas se encuentra frente al sitio que a partir de la próxima edición ocupará nuestro país de manera permanente como pabellón propio. Está previsto que junto a la presentación oficial del envío argentino sea la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien firme con las autoridades de la comuna de Venecia un comodato para gozar de ese beneficio por veinte años. Un motivo para celebrar y razón por la cual la cancillería argentina sumó una comitiva de artistas entre los que se cuentan Luis Felipe Noé, Nicolás García Uriburu, Marta Minujin, Margarita Paksa, Miguel Harte, Pablo Siquier Eduardo Stupía y Marcia Schwartz, entre otros, algunos de ellos vinculados a presentaciones anteriores en Venecia.
Pero allí no acaba el programa oficial. Una muestra histórica, titulada “Memoria y libertad”  con obras de  Xul Solar y Berni entre otros maestros del arte argentino se presentará simultáneamente en el Ca’ Giustinian, un espacio sede de la Bienal próximo a la Plaza de San Marcos.
La obra del artista rosarino Adrián Villar Rojas responde a lo que en el arte contemporáneo se conoce como site- specific , es decir un conjunto especialmente pensado y generado para y por el lugar que lo exhibe. “Como en la mayoría de los proyectos de este tipo que caracterizan una parte importante de la producción de este artista, la tarea comienza con un análisis minucioso del entorno. Cualquier artista contemporáneo sabe que estos espacios de trabajo son igualmente fuentes de ideas e inspiración, de imágenes, fantasías y relatos.”, destacó el curador Rodrigo Alonso.
Así las once esculturas monumentales que la integran en este caso fueron realizadas en función del lugar siguiendo las teorías de los multiversos, según la cual muchos universos pueden coexistir al mismo tiempo. Algo así, pero en una escala mínima y múltiple desarrolló Villar Rojas en la obra que presentó hace unos años en el Premio ArteBA Petrobras.   En este caso los volúmenes de las once esculturas de arcilla que ocupan los doscientos cincuenta metros cuadrados de la Artiglierie se presentan como apariciones simultáneas de esos mundos posibles y alternativos al nuestro. La idea es imaginar otros universos y también otros rumbos para la propia historia de la humanidad. Este es el modo que el joven enviado dialoga con el título de la Bienal (Iluminaciones), que en palabras de su directora artística pretende ser una especie de reflector hacia el mundo del arte contemporáneo universal.

Fuente: clarin.com

A SUBASTA
UN EXCEPCIONAL DIBUJO DE MIGUEL ÁNGEL POCAS VECES CONTEMPLADO



La casa Christie's ofrecerá al mejor postor un excepcional dibujo raramente contemplado del pintor y escultor renacentista Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) en una subasta que se celebrará el próximo 5 de julio en Londres sobre "Viejos Maestros y Pinturas británicas".




El 5 de julio, Christie's subastará un excepcional dibujo obra de Miguel Ángel Buonarroti preparatorio del fresco "La Batalla de Cascina", hoy perdido, pero que fue ideado por el artista para decorar la Sala del Gran Consiglio en el Palazzo della Signoria, en Florencia. Creado en un momento clave en la carrera del artista renacentista, este estudio preparatorio es una de las 24 láminas relacionadas con este prestigioso fresco y la única en manos privadas.
El citado encargo, inconcluso, obligó a Miguel Ángel a competir de forma directa con su gran rival Leonardo da Vinci, a quien se encargó pintar "La Batalla de Cascina" en la pared de enfrente de la recién construida Sala del Gran Consiglio en el Palazzo della Signoria, en Florencia.
La lámina en cuestión, que muestra un torso masculino, se ha expuesto al público tan sólo una vez antes de la exposición sobre dibujos del artista celebrada en la Albertina, Viena, el pasado año.
La citada casa de subastas estima que ese estudio preparatorio se venda por una cantidad entre 3 y 5 millones de libras (entre 3,4 y 5,7 millones de euros o entre 4,8 y 8,2 millones de dólares).
El director y responsable internacional de la mencionada puja en Christie's, Benjamin Peronnet, indicó que ese trabajo "guarda relación con uno de los puntos álgidos del Renacimiento: los encargos para la Sala del Gran Consejo en Florencia". Peronnet agregó que la obra "ofrece un vínculo excepcionalmente raro y directo con una de las mayores obras maestras de Occidente que jamás han existido, y nos ofrece adentrarnos en la mente de un genio en lo más alto de sus capacidades, cuando plasmaba libremente sus pensamientos sobre el papel".
"Nos ilusiona mucho ofrecer este trabajo en una subasta por primera vez, y poder mostrar un dibujo raramente visto de Miguel Ángel al público en Hong Kong, Nueva York y Londres", apuntó este responsable en un comunicado emitido en la capital británica.
La lámina, uno de esos estudios preparatorios para "La Batalla de Cascina", data probablemente de finales del año 1504, poco después de que el artista hubiera comenzado a centrarse en sus trabajos para llevar a cabo dicho encargo. Del otoño de 1504 hasta primeros de marzo de 1505, Miguel Ángel trabajó en ese fresco aunque los estudios para el fresco quedaron pronto divididos y perdidos.

Fuente: elimparcial.es