SE FOTOGRAFIÓ ORINANDO LA TUMBA DE BORGES Y AFIRMA: "ME DARÁ PRESTIGIO"


Usó la foto en la tapa de un libro. Dice que simuló: “le tiré agua mineral de la más pura”




Por Guido Carelli Lynch

La primera y flamante tirada es de apenas 500 ejemplares. Cada libro vale 17 dólares y se presentó la semana pasada en la capital chilena, pero su portada ya dio la vuelta al mundo. Se trata de El enigma de los módulos, el libro de Eduardo Labarca, en cuya portada aparece el autor orinando en la tumba de Jorge Luis Borges en Ginebra. La prensa internacional y hasta el Secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, se hicieron eco de la foto. “Es de mal gusto y un hecho violatorio”, se quejó por radio el funcionario.
Labarca se mostró sorprendido ante la reacción oficial por el libro que recoge los discursos ficticios (módulos) que dio en ciudades de todo el mundo y a los que definió como un nuevo género literario, más oral que escrito. “Él (Coscia) es político y tiene que tomarse en serio algo que es muy serio, pero que no está hecho con una finalidad ofensiva. Me sorprendió la velocidad de un rayo que tuvo, sobre todo en Argentina”, le dijo Labarca en una comunicación telefónica a Clarín desde Santiago.
El autor, que pasó parte de su infancia en el país, señaló que se trató de “un acto de un artista”, una simulación que, sin embargo, no volvería a repetir. “Nunca hubiera orinado de verdad. Fue simbólico, con una botella. Yo le tiré agua mineral de la más pura a esa plantita. No habría tenido estómago para hacerlo de verdad. A lo mejor, en la tumba de Hitler”, explicó.
Para este periodista, novelista, traductor y ¿performer? chileno de 72 años se trata de un homenaje al autor de Ficciones y, a la vez, de un acto reivindicatorio. Labarca hace 4 años estaba trabajando en Ginebra y cuando posó detrás de la lápida del escritor argentino recordó las memorias de Simone de Beauvoir en las que rememoraba cuando Jean Paul Sartre orinó sobre la tumba de Chateaubriand. “Lo que hizo Sartre fue simbólico. Quiso mostrar lo que necesita todo escritor: acabar con los mitos y seguir adelante”, señaló Labarca, que simuló la escena con una botella de agua. Luego, reiteró sus críticas al “Borges ciudadano”. “Para nosotros fue terrible que Borges –estando enfermo y medio ciego– se haya tomado el trabajo de cruzar la cordillera y decir que Pinochet era un hombre bueno. Puso su prestigio de escritor al servicio de un personaje deleznable. Lo sentimos como una traición”, insistió antes de recordar que entonces la dictadura desaparecía gente en su país. El propietario de la editorial Catalonia, Arturo Infante, fue quien le hizo notar el carácter borgiano de la obra y entonces Labarca sugirió la ahora famosa foto. “Era una acción de arte. Los dos somos profundos admiradores de Borges, pero yo no comparto la opinión sobre el Borges ciudadano. Borges se arrepentió”, dijo Infante.
Labarca, que conoció a Kodama en Viena, agregó que espera no ofender a la viuda del autor. “Espero que me entienda. Son locuras de escritores”, minimizó.
Dice que no le gustan los escándalos y que es conciente de que son apenas 5 minutos de fama, que lo insultaron pero que también lo felicitaron. “Me dará un tirón de prestigio, pero una cosa son los que se espantan y otra las que leen el libro”, sentenció antes de recordar que no reniega de su libro ni de la polémica tapa.

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POR LA CRISIS EUROPEA
LOS MUSEOS APUESTAN AL ARTE DE RECAUDAR


Aceptan publicidades para tener más fondos

Paul Klee - Freundlicher Ort (Friendly Place), 1919

Doreen Carvajal
The New York Times

PARIS.- En la orilla izquierda del Sena, la fachada del edificio con techo de vidrio que alberga el Museo d'Orsay está cubierta por un enorme aviso publicitario del perfume Chanel N° 5.
No es el único museo que tiene carteles que promocionan productos o firmas. Muchos otros en Europa lo hacen. Y es apenas uno de los recursos a los que apelan esas instituciones para superar la crisis económica que las afecta, ante el recorte de subsidios gubernamentales y la caída en el número de donaciones privadas.
El Palacio de Versalles está preparando el proyecto para instalar dos hoteles dentro de sus extensos jardines. Uno de ellos convertirá un edificio de la tesorería del siglo XVII, que hoy se cae a pedazos, en suites de gran lujo, pintadas con los colores pasteles favoritos de María Antonieta: rosa oscuro y azul, que costarán 950 dólares por noche.
En el Museo Ara Pacis, de Roma, relucientes autos eléctricos Dany se estacionaron el mes pasado a ambos lados del altar de mármol de la paz encargado por el emperador romano Augusto. Un empresario italiano había pagado 110.000 dólares por el auspicio.
Los museos europeos se tambalean, sacudidos por un shock cultural. Financiados desde hace mucho tiempo por subsidios gubernamentales, evitaron los despidos, los recortes de salarios y el aumento del precio de las entradas que tan duramente golpearon a los museos estadounidenses en 2009, cuando los subsidios de los que dependían desaparecieron con la crisis financiera. Pero ahora las instituciones europeas también enfrentan un ajuste: los subsidios gubernamentales disminuyen y las donaciones corporativas son menores, por la propagación de la crisis económica.
Esta combinación está obligando incluso a los museos más importantes a buscar nuevas fuentes de ingresos. Algunas de las estrategias de recaudación son cuestionadas por muchos integrantes del mundo del arte.
En Holanda, el gobierno reducirá el gasto invertido en arte en un 20%-269 millones de dólares- en los próximos cuatro años. El Ministerio de Cultura afirmó que la cantidad de visitantes será un factor determinante para decir qué instituciones recibirán dinero.
En Madrid, el Museo de Arte Nacional Reina Sofía está recibiendo un descuento en las facturas de servicios públicos a cambio de publicidad para las empresas de electricidad.
Los museos más importantes aumentan el precio de la entrada y reducen personal, instando a los sindicatos a advertir que los horarios deberán reducirse cuando se instalen los recortes. El Louvre, el museo más visitado del mundo, con más de 8,5 millones de personas por año, aumentó el precio de la entrada a 13,50 dólares este año (el anterior era 12,80) y está evaluando propuestas, entre ellas, prestar su nombre al fabricante suizo de relojes de lujo Breguet. "Esas medidas comerciales tan agresivas antes incomodaban a los curadores", dijo Catherine Sueur, viceadministradora general del Louvre. "Estaban acostumbrados a los subsidios", agregó. "Hoy esa psicología ha cambiado."
El subsidio estatal del Louvre se redujo desde el 75% de su presupuesto en 2001 a un poco más de la mitad de su presupuesto de 340 millones de dólares el año pasado. Y un nuevo recorte del 5% está por aplicarse a casi 500 instituciones culturales francesas.

Objeciones

Los críticos del enfoque de salir a recaudar no se han dejado oír últimamente, aunque aún hay conatos de resistencia. Muchos objetan particularmente los grandes carteles publicitarios. Los anuncios sobre el Palacio del Dogo, en Venecia, provocaron una avalancha de pedidos internacionales, respaldada por prominentes arquitectos y directores de museos británicos y estadounidenses, quienes afirmaron: "Esos anuncios publicitarios golpean el ojo y arruinan la experiencia de una de las más bellas creaciones".
La conservación de edificios de siglos de antigüedad es un enorme drenaje de dinero para instituciones europeas como el Palacio de Versalles, que está construyendo hoteles y da la licencia de su nombre para relojes de lujo y otros productos. El mes pasado abrió una boutique online para ofrecer artículos como una sopera de oro y marfil que perteneció a María Antonieta y velas hechas con cocos.
Jean-Jacques Aillagon, presidente del Palacio de Versalles, dijo: "Todo el dinero se invierte en renovación, restauración, adquisiciones y en la organización de exposiciones. El resultado de nuestra búsqueda de nuevos recursos no es ganar más dinero sólo porque sí. Es invertir en nuestro patrimonio, que es una enorme y costosa responsabilidad".
Los museos también recaudan dinero para enviar obras maestras en giras globales. Instituciones de nivel mundial como el Louvre y el Metropolitan Museum de Nueva York solían intercambiar pinturas sin costo, pero ahora cobran una tarifa y tienen un enfoque más agresivo para establecer alianzas con los museos extranjeros.
Algunas instituciones francesas han enviado exposiciones itinerantes, esencialmente alquilándoles muestras enteras a los interesados museos regionales de Estados Unidos y Asia. corriendo el riesgo, advierten algunos curadores, de provocar desgaste y daño a las obras maestras.
El Centro Pompidou, que el año pasado ganó 1,9 millones de dólares con sus muestras itinerantes, espera duplicar esa cifra en 2012. El Museo d'Orsay envió obras impresionistas en una gira de tres años de duración a San Francisco, Madrid y Nashville (donde se encuentran en este momento), una excursión que, según espera, redituará más de 13 millones de dólares.
"Es una manera de financiar nuestra reconstrucción", dijo Amélie Hardivillier, vocera del Museo d'Orsay.

Límites

Y así, la publicidad al aire libre prolifera. Es una manera de franquear la brecha, por perturbador que pueda resultar para un horizonte urbano de postal.
En París, además del aviso de Chanel, han aparecido durante los últimos meses en las fachadas del Museo d'Orsay y del Palais Garnier, dedicado a la ópera, gigantescos pósteres que promocionan el perfume de Yves Saint Laurent, Ralph Lauren, Air France y la ropa de H&M.
Pero los museos insisten en que hay límites.
"Nos negamos a autorizar una botella de Coca-Cola", dijo Hardivillier, vocera del Orsay, negándose a revelar la tarifa pagada por los anunciantes. "El frasco de Chanel es bello porque está hecho en tres dimensiones y se mueve con el viento", añadió.

Traducción de Mirta Rosenberg

Fuente texto: lanacion.com


EL KILO PERDIÓ PESO
Y BUSCAN CÓMO VOLVER A DEFINIRLO



AVEJENTADO. EL PROTOTIPO DEL KILO EN LA OFICINA INTERNACIONAL DE PESOS Y MEDIDAS, EN FRANCIA. A PESAR DE LOS CUIDADOS PERDIO DESDE 1879 CERCA DE 50 MICROGRAMOS, EL PESO APROXIMADO DE UN GRANO DE ARENA.

TRADUCCION: Silvia S. Simonetti
The Guardian. Especial

Durante más de un siglo todas las mediciones de peso se definieron en relación a un pedazo de metal que estaba en París. El kilogramo “prototipo internacional” siempre figuró en el eje de los experimentos comerciales y científicos desde 1889, pero ahora los especialistas quieren deshacerse de él .
Ayer los científicos se dieron cita en la Royal Society de Londres para empezar a discutir cómo hacer para llevar el kilo al siglo XXI . La intención es definir a esta unidad de medida básica en términos de las constantes esenciales de la naturaleza y no como objeto físico.
“El kilo sigue siendo definido como la masa de pieza de platino que cuando yo era director de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas tenía guardada en una caja de seguridad de mi laboratorio” dijo Terry Quinn, uno de los organizadores de este encuentro.
Se trata de un cilindro de platino e iridio de cerca de 39 milímetros de alto y 39 de diámetro fundido por Johnson Matthey en Hatton Garden, en 1879, y entregado al Comité Internacional sobre Pesas y Medidas de Sévres (cerca de París) poco tiempo después.
Fue pulido y adaptado para tener una masa igual a la del viejo kilogramo francés de los archivos, que data de la época de la Revolución Francesa . Luego, en 1889, fue adoptado para la primera Conferencia General de Pesas y Medidas como prototipo internacional del kilogramo. “Muchas de las otras unidades de medición científica se basan en la definición estándar del kilo. Un newton, por ejemplo, es la cantidad que se necesita para acelerar un kilo a un metro por segundo cuadrado”, explica Quinn. Uno de los problemas de usar a un pedazo de metal para definir a una cantidad tan básica como el kilogramo es que puede cambiar con el tiempo .
Las mediciones hechas en el siglo pasado mostraron que el prototipo internacional perdió cerca de 50 microgramos , el peso aproximado de un grano de arena.
“¿Por qué tendría que ser estable el patrón actual? Se trata de un pedazo de platino fundido en Londres hace 130 años, lleno de agujeros e hidrógeno ”, indicó Quinn. En lugar de ello, los especialistas quieren relacionar al kilogramo con una unidad de medición básica de la física cuántica, la constante de Planck . A través de un dispositivo denominado balanza de Watt , los científicos están en condiciones de relacionar la masa de un objeto a la energía eléctrica necesaria para moverlo, utilizando la constante de Planck.
Esta redefinición permitiría que el kilogramo esté de acuerdo con las otras seis unidades base que conforman el Sistema Internacional de Unidades (SI, según su sigla en inglés): el metro, el segundo, el amperio, el kelvin, el mol y la candela. Ninguna de ellas se basa hoy en un objeto de referencia física: el metro es definido en términos de la velocidad de la luz, por ejemplo, mientras que el segundo se basa en relojes atómicos.
Cualquier propuesta para modificar la definición del kilo debiera ser acordada en la Conferencia General de Pesas y Medidas , que debe realizarse en París en el curso de este año.


Fuente: clarin.com

TODOS QUIEREN A LA BELLA NEFERTITI

Egipto pidió a Alemania el antiguo busto de color que se exhibe en el Museo Nuevo de Berlín


El bello y delicado rostro de la reina Nefertiti, esposa del faraón egipcio Akenatón (o Ajenatón), de unos 3300 años de antigüedad, es hoy centro de una controversia internacional.
El busto, que se encuentra en el Museo Nuevo de Berlín, fue reclamado por el gobierno de Egipto al titular de la entidad, pero, como ha sucedido en otros ámbitos y en otras oportunidades, recibió la negativa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania. La pieza, según argumentan, es propiedad de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano.
Sin embargo, un vocero del ministro de Cultura germano negó ayer que Egipto hubiera solicitado oficialmente la devolución de la mayor atracción del Museo Nuevo de Berlín.
Según se informó desde El Cairo, el gobierno egipcio envió una carta firmada por el primer ministro de ese país, Ahmed Nazif, al titular de la fundación alemana, Herman Parzinger, y al Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio para que les diera difusión a las representaciones diplomáticas de ambos países.
Como en un juego de intrigas, el Ministerio de Cultura alemán negó que la misiva enviada el 2 de enero llevara la firma de Nazif. Prefiere bajar los decibeles del reclamo y acotar que la firma es del director del Consejo Superior de las Antigüedades de Egipto, Zahi Hawass, y no del primer ministro.
Una manera elegante de lavarse las manos y ponerle paños fríos al reclamo. Las autoridades alemanas consideram que no existe una solicitud oficial por parte del Estado egipcio.
Ya en diciembre de 2009, el Museo Egipcio de Berlín había desmentido que estuviese negociando con las autoridades egipcias el posible retorno del hierático busto de la bella Nefertiti.
La obra, que reproduce los rasgos de la reina Nefertiti, que vivió entre 1330 y 1370 antes de Cristo, fue descubierto en 1912 en Tell al-Amarna, en el sur de Egipto, por el arqueólogo Ludwig Borchardt, profesor del Instituto Imperial Alemán de Ciencias Egipcias de la Antigüedad.
Este dato alimenta la posición del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, que considera que el busto es una propiedad legal de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano y, por ello, no debe ser devuelta a Egipto.
Los alemanes aducen que, cuando Borchardt descubrió el busto de Nefertiti todavía imperaba el principio del "reparto de lo descubierto''; es decir que la mitad de las piezas encontradas se quedaba en el país que financió y organizó la excavación, mientras que la otra mitad se quedaba en Egipto. En aquella época, un francés estaba al frente de la Oficina de Antigüedades, que se encargaba del reparto de los hallazgos.
Hawass explicó que la petición oficial de Egipto para recuperar el busto de Nefertiti se produce en el marco de los esfuerzos realizados para repatriar las antigüedades que habían salido del país de manera ilegal.
Agencias DPA y EFE


OTROS RECLAMOS

* Los frisos del Partenón son reclamadas por Grecia desde 1983 al Museo Británico. Los mármoles de esa colección fueron llevados desde ese país a Gran Bretaña por lord Elgin en 1802.

* La piedra de Rosetta es también reclamada por Egipto a Gran Bretaña. La reliquia es de granodiorita, de 1,12 metros de alto por 76 cm de ancho; fue hallada en el delta del Nilo y se exhibe en el Museo Británico.

* El zodíaco de Denderay es otra de las piezas patrimoniales que Egipto intenta recuperar. El Museo del Louvre conserva este planisferio que era utilizado en el calendario egipcio desde 1821, año en que fue sacada de una capilla dedicada a Osiris en Dendera.

* La osamenta de San Nicolás es pedida por Turquía a Italia, donde se puede ver desde principios del segundo milenio en la basílica de Bari.

* La esfinge de Bogazkoy es también reclamada por Turquía al Museo de Berlín. En este litigio por la escultura hallada en el sitio de la antigua capital del imperio hitita, como en tantos otros, interviene la Unesco.



Fuente texto: lanacion.com



UNA TARDE A PURO TANGO EN CAMINITO



El bailarín Miguel Angel Zotto dio una clase de lujo y cantó Amelita Baltar. Hubo unas 2.000 personas.

A CIELO ABIERTO. LA GENTE SE ANIMO A BAILAR EN UN ESCENARIO AMBIENTADO COMO UNA VERDADERA MILONGA.

Por Nora Sánchez

Caminito ayer hizo honor a su tradición, íntimamente ligada al tango. En uno de los puntos más emblemáticos de la Ciudad, con el antiguo puente y la Vuelta de Rocha de marco, hubo una gran milonga al aire libre comandada por el bailarín Miguel Angel Zotto. Y para el cierre, cantó Amelita Baltar.
El encuentro fue la primera jornada del ciclo Grandes Milongas en La Boca, que forma parte de la programación cultural gratuita de “La Ciudad al Aire Libre”, que presenta el Ministerio de Cultura porteño.
Poco después de las 18.30, arrancó una clase de baile de lujo de una hora guiada por un bailarín con 25 años de carrera profesional como Zotto, quien estuvo acompañado por Diana Gúspero. “Al tango lo inventó el público, no lo inventaron los bailarines. Por eso todos sus movimientos son naturales”, lanzó como primera premisa Zotto, seguido atentamente por unas 2.000 personas, según estiman los organizadores. Pero el momento de bailar no arrancó con Zotto, ya que durante la previa pasaban música y la gente podía subir al escenario, ambientado como una milonga , con sillas y mesas en semicírculo. “Cuando escuchamos las orquestas de Castillo, Troilo y Pugliese, no pudimos resistirnos”, contó Leonor Bruschini, sin soltarle la mano a su marido, Osvaldo Fernández, ambos de Lanús y de más de 70 años.
El gran final fue con Amelita Baltar, que arrancó con Preludio para el año 3001 , de Piazzolla y Ferrer, y terminó con Balada para un loco , de los mismos autores. En el medio, hubo espacio para clásicos como Vuelvo al sur y Fruta amarga . Y para el adelanto de Sería fácil , un tema que incluirá en su próximo disco.
“Este escenario une el tango con un paisaje maravilloso y sirve para revitalizar a La Boca”, apuntó el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi. Las milongas al aire libre continuarán todos los sábados y domingos hasta el 13 de febrero.

Fuente: clarin.com


ALGUNAS DE LAS COLECCIONES TRATADAS





COLECCIÓN INÉS M. PEREDA DE SÁNCHEZ ELíA,
Buenos Aires, Argentina.



ANTIGUO WRITING CABINET INGLÉS ESTILO REGENCY.

Inglaterra, primera mitad del siglo XIX.
Mide: alto: 124 cm; ancho 100 cm; prof. 57 cm.
Precio estimado: U$D 15.000/18.000.
Vendido por J.C. Naón y Cía. S. A. en U$S 16.785 en septiembre de 2002.


CON SAN TELMO SATURADO DE FILMACIONES, BUSCAN ESCENARIOS EN OTROS BARRIOS



Ante el boom de las producciones, el Gobierno porteño quiere ampliar la oferta de lugares.

ACCIÓN. UNA FILMACIÓN EN ESTADOS UNIDOS Y BALCARCE. SAN TELMO. ES EL LUGAR MÁS ELEGIDO PARA PRODUCCIONES.

Se levantó como todas las mañanas para “sacar al perro”. Cuando salió a la puerta de su casa, en pleno barrio de San Telmo, se encontró con que en casi toda la cuadra había vallas y cintas que impedían estacionar con normalidad. Primero pensó que se trataba de alguna nueva medida municipal, pero sus dudas se disiparon cuando enormes camiones se ubicaron en todos esos lugares y comenzaron a montar, en la puerta de su casa, un set de filmación.
Hace unos años la historia de Mario (61 años) podría haber sonado rara, pero hoy los vecinos de la Ciudad están acostumbrados a escenas de este tipo.
En un intento por descongestionar los barrios de la Ciudad utilizados con mucha frecuencia para rodajes –con San Telmo a la cabeza–, el Gobierno porteño, a través del BASet (la oficina responsable de gestionar permisos de filmación en vía pública), emprendió la búsqueda de nuevas locaciones que le permitan ampliar la oferta. La idea es que las productoras puedan contar con otros espacios en Constitución, Barracas, Balvanera o Agronomía: barrios con calles similares a las que habitualmente se usan para filmar (Defensa, Balcarce, Caseros) pero con menos tránsito y en zonas poco comerciales
Quieren encontrar lugares con una estética y funcionalidad similar a la de los barrios originales, cuya demanda creció hasta niveles críticos. Es que lo que para muchos vecinos resulta “pintoresco” o “entretenido”, para otros puede ser una molestia.Jorge (62) tiene un local en Defensa al 1000 y asegura que “ver los camiones, equipos y toda la gente trabajando le da un toque pintoresco al barrio”.
Claro que “un negocio no es lo mismo que una casa”. Eso explica Giselle (38), también de Defensa. “El balcón de mi cuarto da a la calle, y cuando filman de noche es imposible dormir. Entre los generadores y las luces es un despelote”, cuenta. “A mí nunca nadie me avisó que iban a trabajar, ni siquiera nos pagaron por las molestias. Tampoco es que queremos fortunas, pero ya que el Gobierno hace plata con esto, podrían bajarnos los impuestos”, pide Giselle.
Hay una realidad que avala el reclamo: según el BASet, en los últimos años, se triplicaron los ingresos por “alquileres” de locaciones en la Ciudad. De
$ 400 mil recaudados durante 2006 se pasó a casi $ 1.400.000 en 2010. Las cifras reflejan un alto número de filmaciones y que, desde el 2010, la Ciudad también cobra por estacionar los vehículos utilizados para las producciones; dinero que antes era recaudado por la Dirección de Tránsito.
Otro dato relacionado con el incremento de las filmaciones lo da la revista estadounidense Variety. En un informe menciona a Buenos Aires como una de las cinco ciudades más elegidas para hacer películas.
La tendencia se debe a los recursos humanos y técnicos de alta calidad con los que cuenta Buenos Aires. Al mismo tiempo, se valora la diversidad arquitectónica y cultural que hacen que la Ciudad pueda “simular” ser muchas otras a la vez, como Madrid o Nueva York.
Así, durante 2010 se filmaron en la Ciudad 353 comerciales publicitarios, 33 largometrajes y 46 programas de televisión. El total anual fue de 548 producciones, aproximadamente un 10% más que el año anterior.
El plan se encuentra abierto a la participación de los vecinos. A través del BASet cualquiera puede proponer lugares para ofrecer a la industria audiovisual y, además de ayudar a descongestionar los barrios más frecuentados, tal vez tener la chance de conocer a algún famoso.


Fuente: clarin.com